"Colinas que arden, lagos de fuego" Javier Reverte

"Se cerraba el mes de enero del año 2008 cuando llegamos a Kenia y el país ardía en luchas intestinas. La razón no era otra que los resultados oficiales de las elecciones, celebradas a finales de diciembre de 2007, que la oposición y los observadores internacionales no dudaban en calificar de fraudulentas. Había ganado el partido en el poder del presidente Mwasi Kibaki, instalado en la cúpula del Estado desde años atrás, en tanto que el emergente partido del señor Raila Odinga reclamaba que les habían birlado al menos un millón de votos en el recuento de las papeletas electorales, suficientes para haberles dado una victoria holgada. Durante los disturbios que habían seguido al anuncio del triunfo de Kibaki, la cifra de muertos había superado ya el millar"

Los disturbios o troubles espantaron a todo el turismo de Kenia e hicieron suspender sus proyectados viajes ya programados a muchos turistas en Estados Unidos y Europa. Por su parte, los blancos afincados en Kenia se encerraron en sus dominios, residencias en barrios privilegiados rodeadas de vallas electrificadas y guardianes armados que los defendieran de las turbas airadas. 

La diferencia entre el turista y el viajero es grande. No la voy a especificar aquí porque sería alargarme demasiado y quizás sería causa para una entrada aparte. Vaya por delante que he viajado bastante y siempre como turista, aunque he procurado, dentro del turisteo, ser lo más independiente posible y huir de esos viajes organizados en los que la gente es llevada de acá para allá con pocas oportunidades para elegir lo que hacer en cada momento y el tiempo a emplear en cada cosa.

Javier Reverte, qué duda cabe, era un viajero. Y como tal no suspendió su viaje a Kenia de enero de 2008. Supo que los conflictos se daban sobre todo lejos de los lugares que su grupo iba a visitar y que en las ciudades la policía redoblaría su presencia. "Incluso en Nairobi, una de las ciudades de África que registran un mayor índice de delincuencia, se podía pasear de noche con la misma seguridad que lo harías en el pasillo de tu casa: calculo que había en sus calles, por esas fechas, al menos diez policías por cada hipotético ladrón"

"Colinas que arden, lagos de fuego" nos relata en realidad dos viajes a África. El primero en enero de 2008 y el segundo en marzo de 2009. En ambos el objetivo es un lago, el Turkana o Rodolfo en el primero y el Tanganika en el segundo. En ambos viaja al este de África, a la región del Rift Valley, el enorme valle que terminará por fragmentar el continente en dos trozos y que vio nacer a nuestros antepasados que se erigieron sobre dos patas para dar lugar a lo que hoy somos. Una profunda grieta que se abre inexorablemente, una grieta similar a la que hace millones de años separó de África Madagascar, la península arábiga o la India.

A ese lugar tan singular nos lleva Javier Reverte en estos dos viajes. El primero parte de Nairobi y, en coches o caminando, viajan hacia el norte hasta alcanzar la costa sur del lago Turkana, para regresar a Nairobi también en coche. El lago que es su objetivo es según el autor "uno de los escenarios más extraños del planeta y quién sabe si del universo. Es un lugar desolado, expuesto a vehementes vendavales de aire ardiente y en donde apenas crecen unos pocos árboles, sobre un suelo sembrado de piedras negras de origen volcánico. Resulta insólito que haya gente que pueda sobrevivir junto a las riberas de ese lago de aguas esmeraldinas plagado de cocodrilos. Y sin embargo, en sus orillas levantan sus poblados los pescadores turkana, una etnia tan miserable como guerrera. Niños desnutridos y ancianos de bocas desdentadas se arriman al viajero en demanda de limosna con las miradas desesperanzadas".

Pero antes de llegar al lago, el viaje de ida es todo un relato de cosas que me suenan, porque ¿a quién no le suenan los kikuyu? Sí, aquellos kikuyu a los que la baronesa Blixen consideraba "mis kikuyu" para enorme regocijo de Denys Finch-Hatton en "Memorias de África". Pues de los kikuyu nos habla este libro porque ellos son la etnia dominante en el país. Pero no acaba ahí la evocación de la maravillosa película de Sidney Pollack porque también se habla de las colinas de Ngong y no se puede dejar de recordar, un poco más tarde lo hará el propio Reverte, el inicio con voz en off de la película "Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong". Y no solo eso se nos hablará de la baronesa Blixen, su marido el barón y su amante Finch-Hatton. Varias de las aventuras de todos ellos se nos contarán mientras el grupo avanza hacia el norte.

El relato está lleno de anécdotas. Algunas, relacionadas con el propio viaje, que ponen de manifiesto la picaresca de los nativos, pero también su capacidad para resolver situaciones complicadas. "[...] en África, todo viaje se complica siempre de la forma menos previsible y se arregla al fin de la manera más inesperada".  Pero para mí, lo más interesante son esas otras historias que enlazan con la Historia o la literatura y/o el cine. En lo que a la Historia se refiere, se nos cuenta el motivo del nombre europeo del lago, Rodolfo, aunque ya cada vez más se le conozca por Turkana, el nombre africano, y yo no puedo dejar de recordar que para mis alumnos, cuando les hablaba de esa zona de África y su enorme interés geológico, siempre lo llamé Rodolfo aun sin saber, ignorancia imperdonable, a qué Rodolfo debía su nombre, y he tenido que llegar a este libro para relacionar al Rodolfo que se quitó la vida en Mayerling con el que dio el nombre al lago. Y ya llegado hasta aquí, Reverte nos enlaza con el inicio de la Gran Guerra. Una guerra que se menciona muchas veces pues en ella también tuvo su importancia la que se libró en la colonias africanas.

Nos cuenta también el origen de los safaris guiados en África y ahí volvemos a encontrarnos con Finch-Hatton y el barón Blixen pues ambos se dedicaron durante mucho tiempo a ser guías en safaris pata gente de alcurnia llegada de Europa y Estados Unidos. "El barón Rothschild, Ernest Hemingway, el príncipe Eduardo de Gales, la princesa y futura reina Isabel II, James Stewart y otros muchos famosos participaron en aquellas expediciones. La más grande y costosa de todas fue el safari organizado para el ex presidente Teddy Roosevelt y su hijo Kermit, que duró varios meses, entre 1909 y 1910, y que recorrió enormes regiones de la actual Kenia y Uganda. Tarlton puso al mando del safari al experimentado Cunninghame"


El segundo viaje, realizado poco más de un año después, nos lleva a Tanzania y al lago Tanganika que "con sus 32.900 kilómetros cuadrados, es el segundo lago más grande de África, después de su hermano mayor y vecino, el Victoria, que ocupa 69.484. Es también el segundo más hondo del planeta, tras el Baikal, con 1.436 metros de profundidad máxima. En longitud, sin embargo, gana a cualquiera del mundo, con sus 660 kilómetros".

Viajarán en coches y, sobre todo, en barco ya que el objetivo principal es recorrer el lago Tanganika en el Liemba, un barco que lleva surcando sus aguas desde la Gran Guerra, un barco mítico que se fabricó en Alemania y se llevó por piezas a Tanzania donde volvió a montarse; un barco que, ante el miedo a que cayera en manos enemigas, los alemanes  hundieron en el lago, aunque "fue un hundimiento casi simulado, ya que en los planes alemanes no entraba la posibilidad de perder la guerra. Así que más bien habría que decir que el barco fue escondido debajo del agua". Como todos sabemos, los alemanes perdieron la guerra y el Liemba permaneció "escondido" hasta 1927 en que se reflotó y se puso a recorrer el lago de norte a sur y de sur a norte como medio de transporte de viajeros y mercancías.

Volveremos a encontrarnos con el cine porque "son muchos los que piensan que Huston utilizó al Liemba como supuesto Luise en las escenas finales del filme, cuando vuela por los aires al chocar con una mina. En realidad no fue así: el doble del barco de Huston fue un transbordador belga". Se refiere por supuesto a "La reina de África" y al calor de esta película nos contará anécdotas de su rodaje así como de "Cazador blanco, corazón negro", la película basada en un libro que cuenta las andanzas de Huston durante el rodaje de "La reina de África" y que dirigió e interpretó Clint Eastwood.

También sabremos de Livingstone y su encuentro con Stanley a orillas del lago Tanganika, cuando el segundo inmortalizó la frase que todo el mundo conoce, aunque nada sepa del suceso que la originó. "Doctor Livingstone, I presume?"  (El doctor Livingstone, supongo). Y nos llevará a Zambia para visitar el lugar en el que está enterrado el corazón del explorador que murió sin encontrar la verdadera fuente del Nilo, pero dejó en África su corazón, no solo de manera figurada.

Pero, al margen de anécdotas históricas y cinematográficas, el viaje en sí resulta apasionante. Me ha hecho conocer a un animal que me tienta tener de mascota, "el dik-dik, el antílope más pequeño de África. Es un animal de tamaño algo mayor que el de una liebre y, son tales la expresividad de sus ojos y la humanidad de su mirada, que parece sacado de una película de Walt Disney. En el caso de este cervatillo, parece que es la naturaleza quien imita al arte y no al contrario".  

"Colinas que arden, lagos de fuego" nos muestra un África que no ven los turistas, un continente que solo se llega a conocer como lo hacen los viajeros: viajando con sus gentes en los mismos medios en los que ellos viajan, tratando con sus mecánicos y con sus comerciantes, comiendo lo que comen ellos y pernoctando en tiendas de campaña rodeadas de hogueras mientras se oye rugir a los leones y chapotear a los hipopótamos. Solo así, imagino, se puede conocer un poco el continente que más vivos mantiene  los orígenes del ser humano. Tal vez porque allí fue donde se originó. Tanto las principales especies que dieron lugar a la nuestra, como la nuestra propia, tuvieron sus orígenes en África y es normal que el origen llame a la puerta de nuestro instinto. "África nos emociona, entre otras cosas, porque nos empuja hacia la infancia". Eso dice Javier Reverte ante un domingo de misa que le recuerda los de su niñez. Creo que África nos transporta a la infancia, a la infancia propia y a la infancia de la humanidad. 

Javier Reverte

No soy muy dada a la literatura de viajes y es por eso que de Javier Reverte tan solo había leído una novela, "Venga a nosotros tu reino", que tampoco me entusiasmó.  Me decían que su especialidad eran los libros de viajes, pero no me animaba. Ha tenido que darse la triste circunstancia de la muerte del autor, para que me decidiera a leer uno de sus libros de viajes.

Me habían dicho que enganchaba, que contaba muchas cosas al margen de lo que puramente constituye el viaje y tenían razón. Pensé compaginar este libro con alguna novela, pero al final me atrapó y lo he leído de un tirón. No creo que sea el último, aunque tampoco prometo nada porque, con tantas novelas guiñándome el ojo desde el estante y la lista de pendientes, es difícil saber qué será lo que leeré y lo que no. Pero lo que sí he de reconocer es que todo lo bueno que me habían dicho de Javier Reverte se ha cumplido.

Título del libro: Colinas que arden, lagos de fuego.
Autor: Javier Reverte
Nacionalidad: España
Editorial: Plaza y Janés
Año de publicación: 2012
Año de publicación original: 2012
Nº de páginas: 400

Comentarios

  1. Yo he leído su libro de Nueva York y me encantó. A ver si leo algún otro título. Un abrazo

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    1. Quiero leer ese libro yo también porque Nueva York me parece una ciudad fascinante y seguro que Javier Reverte tiene cosas muy interesantes que contar de ella.
      Un beso.

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  2. Hola,
    no he leído nada del autor y lo cierto es que antes de leerte y a pesar de ambientarse en África, continente que me fascina, no me llamaba mucho la atención quizá porque tenía una idea equivocada de lo que son los libros de viajes. Me lo llevo apuntado para cuando tenga tiempo porque me has dejado con las ganas.
    Un beso

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    1. Pues te pasa como a mí. No me atraen los libros de viajes, pero es que Javier Reverte cuenta tantas cosas que, aunque se relacionan con los sitios que menciona, no tienen que ver con lo que es el viaje en sí, que termina atrapando. Además, cuando cuenta cosas del viaje también resulta todo muy interesante. Es la forma de contarlo, como siempre decimos.
      Un beso.

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  3. Un viajero incansable y un narrador muy ameno. A mí también me gustó mucho este libro en su momento. Muy bonito el homenaje que le has hecho, Rosa.

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    1. La verdad es que me atrapó totalmente y lo leí de un tirón. Espero leer más sin tardar demasiado, aunque no me atrevo a decir nada.
      Un beso.

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  4. Yo he leído 2 novelas de Javier Reverte y la verdad es que es como si viajaras con él a los lugares, tiene una habilidad especial.
    Un beso

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    1. Novelas solo leí una hace mucho tiempo y no me entusiasmó, pero este libro de viajes, me ha gustado muchísimo. Se ve que lo suyo no es la narrativa y la novela, sino el contar sus viajes e ilustrarlos con todo lo que se le ocurre: cine, literatura e historia.
      Un beso.

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  5. Yo tampoco me he acercado a este autor, pero todo lo que cuentas de este libro me gusta así que me llevo este título. Besos y gracias por traerlo.

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    1. Si te animas, espero que tu impresión sea similar a la mía. Parece mentira lo que hacen los prejuicios en todos los sentidos. De no "gustarme" los libros de viajes a disfrutar muchísimo con este. Hay autores que consiguen milagros.
      Un beso.

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  6. Yo me leí una obra del autor - Vagabundo en África -y estoy en puertas de emprender las lectura de otras tres. Gran viajero y narrador de historias curiosas que ocurren durante los viajes que emprendía.
    Un abrazo y mis felicitaciones por esta reseña tan sentida.

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    1. Ya sabes que tú fuiste uno de los "culpables" de que me animara a leer al autor. He visto que tiene varios libros ambientados en África. En ese que he leído, hace referencia en varioas ocasiones a "El sueño de África". Yo ahora creo que prefiero leer algo sobre otra zona del mundo. he visto que tiene uno sobre Irlanda y otro sobre Nueva York que me apetecen más. Sobre todo por abarcar más espacio y más temática.
      Ya nos contarás de esos tres que piensas leer.
      Un beso.

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  7. Todo lo que has escrito me encanta. Ya desde la portada del libro e incluso el título predisponen al lector y más a los que nos gusta la literatura viajera. Las propias referencias a África y como no, las referencias cinematográficas mencionadas me vuelven loco. De hecho, Memorias de África, La reina de África, Mogambo aunque no se mencione, o la de Eastwood son películas que conforman mi memoria sentimental por muchas razones. Por tanto, antes o después, este libro pasa a estar entre mis prioritarios.
    Besos, Rosa y gracias por tan buena reseña.

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    1. Si ya de partida te gusta la literatura de viajes, este libro te tiene que fascinar. A mí no me gusta en principio y me ha gustado muchísimo. Si a eso añades todo el cine que hay en el libro, el coctel está completo. "Memorias de África" es una película muy importante también en mi educación cinematográfica (y musical). "La reina de África" o "Mogambo" las vi mucho antes. Era una niña y, aunque me gustaron y están en el origen de mi afición por el cine, era menos consciente de lo que veía que con "Memorias de África" en que ya era más mayor y me daba mucha más cuenta de las cosas y, sobre todo, tenía un mayor criterio a la hora de juzgar.
      Un beso.

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  8. Hola.
    Este tengo que leerlo. Opino lo mismo de los turistas y los viajeros. Los viajes organizados fueron una solución estupenda cuando la gente empezaba a viajar, enlos 80 y 90.Yo guardo recuerdos estupendos.Pero hoy endía podemos viajar de verdad,empaparnos de los lugares. Con los años fui a muchos de esos sitios ya con experiencia, y vemos más y todo se vive más. Con12 años recorrí Portugal entero con mis padres,y fue una aventura.Nos pasó de todo, fue intenso y estupendo. El último viaje que hizo mi hija antes de la pandemia(es muy aventurera y ha estado sola en bastantes países)fue a Marruecos con un amigo.Fueron por libre, por el desierto con gente de allí que transportaba camellos...todo increíble.
    Vaya rollo te he metido. Me apunto el libro y ha sido una pena su fallecimiento.
    Feliz noche.

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    1. Solo hice un viaje organizado. A Grecia y fue además mi primer viaje al extranjero. Juré que nunca más y lo he cumplido. Eso de estar ante sitios maravillosos (y más para mí que por aquella época estaba estudiando Geografía e Historia y teníamos Historia del Arte y estábamos justo con aquello) y no poder quedarte el tiempo que quisieras porque el autobús se iba...
      Yo ya era mayor cuando hice este viaje. Tenía casi treinta años. Todos los que he hecho después han sido por mi cuenta. Claro que a África, si quieres moverte un poco tienes que ir con guías y con partes organizadas y creo que eso me ha echado para atrás.
      A Marruecos estuvimos a punto de ir hace unos años, también todo por nuestra cuenta, pero surgieron problemas de última hora y se anuló el viaje. A ver cuándo se puede volver a viajar. Ya tengo ganas.
      Un beso.

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  9. Hola, yo sobre todo conozco los libros de Javier Reverte por los viajes (en le biblio los tenemos en la sección de "libros de viaje" aparte y con una signatura aparte. Yo tampoco soy dada este tipo de libros, aunque he viajado y espero seguir haciéndolo (África sería un sueño), pero me ha encantado conocer algunas cosillas de ese país tan atractivo a mis ojos. Cuando viajo, también lo hago en plan turista, pero siempre a mi bola y nunca en viajes organizados, intentando también ese lado viajero.
    Curioso lo del antílope del tamaño de una liebre, es que hay tantos aspectos de la naturaleza increíbles...
    Me ha encantado leer tu reseña, Rosa, me has trasladado un poquito a ese continente que es una maravilla
    Un beso!

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    1. Nosotros viajamos por nuestra cuenta. Alquilamos un coche y lo vamos haciendo todo según el itinerario que hemos diseñado en casa. Pero aun así, no se puede comparar con los verdaderos viajeros que se meten en cualquier medio de transporte y se alojan en donde les pilla la noche y tratan con todo tipo de gentes del país visitado. Para ser viajero hay que tener un talante especial que yo no tengo. Necesito un alojamiento mínimamente cómodo reservado para cuando llegue e mi destino, agua caliente en la ducha y luz para leer en la cama.
      Busqué en internet fotos del cervatillo tamaño liebre y es para llevárselo a casa.
      Un beso.

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  10. Hola. He leído uno del autor, también de viajes por África pero no era este. Qué ganas me han entrado cuando mencionas las anécdotas cinematográficas, Memorias y La reina de África son pelis que no me canso de ver. Creo que nunca me atrevería a ser viajera en África y solo lo haría como turista, soy muy miedosa. Pero en otros lugares sí, prefiero el viaje a mi aire y también prefiero ver pocos sitios pero bien, que quinientos como una loca sin enterarme de nada.
    Besos

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    1. Hay países a los que solo se puede ir, no ya como turista, sino además en viajes totalmente organizados. No sé si alguna vez me animaré a ir a África. Por una parte me atrae, pero por otra, esa forma de viajar, me disuade. A mí me gusta llegar a un país, alquilar un coche y recorrerlo sin riesgos ni peligros.
      De momento, ese libro de Javier Reverte me ha llevado a África y me ha contado muchas cosas muy interesantes. Si esas películas te gustan, este libro te encantará.
      Un beso.

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  11. No he leído nada del autor, pero lo cierto es que este libro no es mi tipo de lectura.
    Besos.

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    1. Te entiendo perfectamente. Tampoco era en principio, el mío, pero siempre hay excepciones y este autor debe de ser la mía.
      Un beso.

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  12. A mí me encanta que mis amigos me cuenten sus viajes, porque son recuerdos, son historias, son vivencias, y disfruto un montón oyéndoles. Así que que te voy a contar de un maestro de la literatura de viajes y de un país tan fascinante, pues que seguro que es esta una lectura que me cautivaría sin duda. Así que gracias Rosa por esta entrada tan genial.
    Un abrazo.

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    1. Pues yo depende de quien me cuente sus viajes. Hay gente que cuenta cosas fascinantes y entonces puedo estar horas escuchando, pero los hay que te cuentan cada cosa... Desde luego, Javier Reverte es de los que te atrapan porque sabe qué contar para quedarse con todos los lectores. A unos les pilla por una cosa y a otros, por otra, pero todos al final creo que encontramos nuestra historia en sus libros.
      Un beso.

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  13. De Javier Reverte leí hace ya tiempo su novela La noche detenida. Me gustó mucho, por lo que más tarde leí otra novela suya titulada El médico de Ifni. Esta ya no me gustó tanto. Estuve tiempo tentada a leer alguno de sus libros de viajes, ya que es por lo que era más conocido el autor y en lo que más se prodigaba. De hecho, le tenía el ojo echado a su Trilogía de Centroamérica, pero el tiempo fue pasando y mi propósito se quedó en nada. Supongo que me falta costumbre con la literatura de viajes. Si no recuerdo mal, lo único que he leído que se le acerca, sin ser un libro de viajes en sí, ha sido En una tierra milenaria, de Amitav Ghosh. Es una lectura que apenas recuerdo, pues hace mucho que la leí, pero sí me ha quedado el recuerdo de haber disfrutado de esas cosas ajenas al viaje, tal y como destacas que te ha ocurrido a ti con esta otra lectura.
    África es un continente fascinante, tierra de todos nosotros y al mismo tiempo tan por explorar. Me gusta eso que dice Reverte de que África nos empuja hacia la infancia. Una gran pérdida, sin duda, la de este autor.
    Besos

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    1. Yo solo había leído la novela "Venga a nosotros tu reino". Me gustó, pero tampoco me apeteció leer ninguna otra y menos aún libros de viajes a los que no soy nada aficionada. Pero como ya sabemos donde menos te lo esperas encuentras un libro que te sorprende y te gusta. Y es que Javier Reverte, como ya me habían advertido por otra parte, trasciende lo que son libros de viajes para contarte la vida humana aprovechando los lugares que visita. Te relaciona esos lugares con cine, libros, historias y mucha Historia. Termina por atraparte sin remedio.
      Es curioso que teniendo África, y en especial la zona de los lagos, tanto que ver con nuestra historia y evolución (allí se ha dado absolutamente toda nuestra evolución y creo que a veces lo olvidamos) sea a la vez tan desconocido en muchos aspectos, y lo que es peor, despreciado por salvaje y "poco civilizado". Abandonamos nuestro pueblo, triunfamos en el exterior y ahora no queremos saber nada de nuestros orígenes. Y casi mejor, porque cuando hemos ido por allí ha sido a sacar todo lo que podemos y volver a dejarlo más solo y despojado. Ufff, menudo rollo.
      Un beso.

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  14. Como comprenderás, para un viajero como Norte, Javier Reverte representa todo un mito,... de su obra recuerdo de un modo especial New York, New York, que leí justo antes de mi cuarto viaje a esa ciudad, y créeme que, a pesar de conocer un poco esa ciudad, ese viaje me ha resultado realmente especial.
    "Colinas que arden, lagos de fuego" entiendo que forma parte de su trilogía sobre África y después de leer tu reseña no pienso perdérmelo.
    Un saludo,

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    1. "New York, New York" puede que sea la siguiente lectura que emprenda del autor. Qué envidia me das. Yo estuve una vez en la ciudad y tenía pensado haber ido este año de nuevo, pero mira cómo está la cosa. Espero que pase pronto este desastre en el que vivimos inmersos y se pueda viajar de nuevo. Nueva York es para mí la mejor ciudad de cuantas conozco. Parece mentira, siendo tan grande y poblada, lo a gusto que me llegué a sentir. Bueno en todo el país me he sentido siempre (he estado tres veces) muy cómoda y tranquila.
      "Colinas que arden, lagos de fuego" no forma parte de la trilogía Africana. Esta está formada por: "El sueño de África", "Vagabundo en África" y "Los caminos perdidos de África". "Colinas que arden..." es bastante posterior.
      Un beso.

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  15. Me alegra saber que este libro te gustó, y más saber (o eso creo) que yo he tenido algo que ver en qué te decidieras a leerlo ;)
    Yo sí he leído mucho a Javier Reverte, y sus libros de viajes son una maravilla, pero creo que porque son algo más que "literatura de viajes". En todos he aprendido mucho, no solo geografía, también historia, literatura y un montón de anécdotas sobre personajes famosos.
    En este en concreto, creo que supe más de la baronesa de Memorias de África que leyendo el libro de Karen. Algo parecido me pasó con los kikuyus, porque la manera paternalista de describirlos por parte de la danesa creo que no era la mejor forma de mostrar una etnia.
    En fin, creo que Javier Reverte tiene una nueva fan. Bienvenida al club.
    Un besote.

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    1. Por supuesto que tú fuiste el detonante para que yo leyera este libro y al autor en su faceta viajera.
      Ciertamente, sus libros son más que libros de viajes al uso (al menos eso creo, porque tampoco he leído mucho más del género). Las cosas que cuenta alrededor de los sitios que visita son las que me han dejado atrapada cuando he leído el libro.
      Yo también he aprendido Geografía porque, aunque la zona en general la tenía más o menos controlada en la cabeza, esos mapas que pone con el itinerario del viaje y que yo miraba cada poco me han ampliado mucho mi propio mapa mental. Y he relacionado por fin, el nombre del lago Rodolfo con el personaje que lo inspiró al que yo conocía por su muerte, por sus famosos padres y por su condición de heredero del imperio autrohúngaro. Eso por no hablar de todo el cine que cuenta. En fin, que he disfrutado mucho y sí, Javier Reverte ha ganado otra fan.
      Un beso.

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  16. No recierdo haber leído un libro de viajes, o sobre viajes, porque se me antojaban aburridos, con descripciones qu solo podían interesar a los viajeros que pretendían emular al autor o, simplemente, seguir sus pasos. Con esta reseña, parece mentira mi ignorancia, he descubierto las posibilidades e conocer, de primera mano, no solo ruras y lugares turísticos, sino datos, anécdotas y hechos históricos, antropológicos y geográficos de relevancia. No he leído nada de este autor y, por lo tanto, desconozco su habilidad narrativa, pero, por lo que nos cuentas, parece que es digno de ser leído (por lo menos en esta obra) para, además de aprender y aumentar nuestra culturilla, disfrutar se sus letras.
    Un beso.

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    1. Eso pensaba yo también de los libros de viajes, aunque no infundadamente porque creo que leí alguno de muy joven y fue la sensación que me dio. Parecía que un señor quería epatarnos a todos con su maravilloso viaje y con los sitios que había visto, la gente que había tratado y las maravillas que había pensado al respecto. Es como esos amigos o familiares que te invitan a su casa después de un viaje y te sueltan las 1200 diapositivas que han hecho, así, sin depurar ellas y sin anestesia tú. Es algo que nunca he soportado. Parece que la gente no se da cuenta de que sus recuerdos de un viaje seguramente solo les interesan a ellos y no a todo el mundo.
      Pues Javier Reverte no tiene nada que ver con eso. Continuamente te está contando anécdotas, batallitas de la Gran Guerra, cosas relacionadas con películas icónicas. Y, por supuesto, hechos acaecidos con tiburones, leones, etc. Y también sus aventuras, pero como cosa menos importante. Le interesa más mostrar lo que ve y lo que sabe acerca de lo que ve que lo que le sucede mientras lo ve. Creo que cuando escribe piensa en agradar al lector y no en demostrarle lo mucho que sabe o ha visto. Vamos, que me ha gustado.
      Un beso.

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  17. ¡Hola Rosa!
    La verdad es que como tú tampoco soy muy dada a la literatura de viajes, pero leyendo tu reseña me ha entrado curiosidad y me ha quedado súper claro lo poquito que conozco de África... Sin duda me gustaría saber más. He tenido que buscar incluso una imagen de un dik-dik porque no sabía como eran...
    No conocía tu blog pero me quedo por aquí. ¡Un beso!

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    1. Yo también busqué la imagen del dik dik. Tampoco tenía ni idea de cómo era ni sabía que existía, pero viéndolo e imaginándolo pequeñito es para llevárselo a casa.
      Este libro te reconcilia con la literatura de viajes. Cuenta tantas cosas que se te queda pegado y con ganas de seguir avanzando en la ruta y conocer más de África. para mí también es un continente muy desconocido.
      Un beso y bienvenida.

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  18. ¡Hola, Rosa! Descubrí a Javier Reverte de una manera casual, en una librería vi una novela con una portada muy chula y un título rimbombante TODOS LOS SUEÑOS DEL MUNDO. Leí la sinopsis y me decidí a comprarla. Creo que es de las novelas con las que más me he reído en mi vida y una de las lecturas que recuerdo con más gozo. Te la recomiendo y mucho. Indagando en el autor descubrí que esa clase de novelas eran una rara avis en él, que su género era la literatura de viajes y eso me hizo desconectar un tanto de él. También hubo un detalle que me conmovió. Su nombre completo es Javier Martínez Reverte, pero decidió eliminar el Martínez para evitar la confusión con Pérez Reverte. No sé, me pareció un gesto de humildad que me dijo mucho de él. Fantástica reseña! Un abrazo!!

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    1. Por lo leído en este libro parece un hombre humilde y campechano. Su forma de viajar es bastante de andar por casa, con guías particulares que suelen resultar un tanto pícaros y que alguien conoce de viajes anteriores (en ambos viajes va con un grupo de seis o siete amigos y/o familiares), en coches más destartalados que otra cosa. Nada de grandes agencias con toda clase de lujos.
      Se ve que somos muchos por aquí los que no somos muy fans de la literatura de viajes. Pero te puedo asegurar que con Javier Reverte esa literatura se convierte en otra cosa.
      Tomo nota de la novela que me recomiendas.
      Un beso.

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  19. Hola Rosa!! Aunque no es lo que suelo leer, creo que estaría bien darle una oportunidad. Me lo llevo bien anotado y gracias por el descubrimiento. ¡Fantástica reseña! Besos!!

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    1. Creo que merece la pena. Se conocen muchas cosas y se aprenden otras muchas leyendo este libro.
      Un beso.

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  20. Hola, hola, querida Rosa, cómo perderme esta reseña tuya. Me encantó. Considero que hay mucho de tí y de Reverte, el autor. Y no me preguntes porqué. Has vivido el viaje a la par que él te lo iba contando. Ha sido muy inspirador. Y estoy contigo, la cercanía a la gente, a la cultura es viajar, hay que mimetizarse en la medida de las posibilidades, empatizar. Äfrica es un continente que desconozco, solo me atrevo a escribir historias (como la penúltima de la leona), pero solo desde el punto de vista del ecosistema. Y como has contado, el continente que es origen de la especie humana, donde aún sobreviven etnias. Tribus que seguiran coexistiendo por su adaptación al medio, sin depender de tecnología ni avances de investigación. Ya ves como nos va con el virus. En definitiva, muchas gracias amiga mía por este viaje con Reverte. Un beso fuerte.

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    1. Me encantó tu relato de la leona y el robot y la semilla del tamarindo. Yo tampoco conozco África. Bueno, estuve hace muchos años en Túnez que no deja de ser África, pero yo creo que cuando pensamos en ese continente nos imaginamos el África subsahariana, le de la sabana y los leones, las acacias y las jirafas y los lagos llenos de cocodrilos. Y sus habitantes en tan desesperada situación y cada vez con menos esperanzas de que mejore. Tal vez porque no nos interesa que mejore. De interesarle al mundo rico, algo se haría para ello. Afortunadamente, algo les tenía que salir bien y parece ser que el virus les está afectando mucho menos que a nosotros de lo que me alegro infinito.
      Con este libro he viajado a ese continente y he compartido muchas cosas con Reverte.
      Un beso.

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  21. Yo soy un viajero impenitente, y de los que presume de ir siempre por libre (y normalmente solo), en cambio nunca he leído a este autor. Me encanta y me atrae mucho este libro y creo que lo leeré en breve.
    Ultimamente estoy leyendo bastantes libros que he extraído de aquí.
    Gracias.
    Besos.

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    1. Yo suelo viajar por libre con mi pareja, pero los sitios que hemos visitado hasta ahora no dan para mucha aventura. Europa y estados Unidos son sitios en los que pocas sorpresas puede haber. En Túnez tuvimos nuestra pequeña aventura, pero prefiero viajar así a que me lleven detrás de una sombrilla de colorines enarbolada por un guía.
      Si eres viajero, este libro te gustará. me imagino que cualquiera del autor podrá gustarte. Aunque yo solo he leído este, pienso repetir.
      Un beso.

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