"El ferrocarril subterráneo" Colson Whithead

"Ajarry murió entre el algodón, las cápsulas cabeceaban a su alrededor como las olas en un océano embravecido [...] Desde la noche que la raptaron la habían valorado una y otra vez, cada día se despertaba en el platillo de una nueva balanza. Si sabes lo que vales conoces tu lugar en el orden de las cosas. Escapar de los límites de la plantación suponía escapar de los principios fundamentales de tu existencia: era imposible". Y así, Ajarry fue la que se manifestó en la decisión de Cora, su nieta, cuando Caesar le propuso huir de la plantación en busca de la libertad y se negó. Pero unos días más tarde, cuando aceptó esa huida como único medio para salvarse de una situación que aunque pareciera imposible había emporado, fue Mabel, la madre, quien habló por boca de Cora. Mabel, la única esclava que había conseguido escapar de la plantación con éxito abandonando a su hija de diez años. 

Estamos ante una novela sorprendente por muchos aspectos. Ya sorprende el hecho de que haga realidad un ferrocarril que fue una metáfora. En el mundo real el ferrocarril subterráneo fue una red clandestina de abolicionistas que ayudaban a huir a los esclavos hacia estados del norte o hacia Canadá y que jamás utilizó un tren de verdad y mucho menos uno subterráneo. Sí que utilizaban términos ferroviarios como una manera de despistar sus verdaderas actividades. Había maquinistas que guiaban a los huidos a través de los estados peligrosos hacia las zonas libres; pasajeros que eran los propios esclavos que huían en busca de la libertad y a veces de la supervivencia; estaciones o lugares seguros en los que los pasajeros descansaban durante el día y/o esperaban a un nuevo maquinista para continuar viaje; jefes de estación, los que vivían en o cuidaban de las estaciones, y finalmente había carriles que eran, lógicamente, las rutas  que se seguían en el camino al norte. Nunca hubo un ferrocarril real y, sin embargo, Colson Whithead lo construye para llevarlo a la ficción de la novela haciendo un juego malabar que transforma una metáfora de la realidad en una realidad de la ficción. 


Pero no termina ahí el desajuste con la realidad. En la ficción que es "El ferrocarril subterráneo" hay más alteraciones de esa realidad. He visto la novela encuadrada en el género de ciencia ficción y también en la distopía. Respecto a lo primero, entiendo lo de ficción, pero se me escapa lo de ciencia. Yo más bien lo llamaría historia ficción porque es con la historia con lo que Colson Whithead crea una ficción o mejor dicho varias ficciones que retuercen la realidad para darnos distintas visiones de lo que pudo ser la concepción del negro (del otro) en la primera mitad del siglo XX y, extrapolando, en cualquier momento. 

En esta novela se altera la Historia hasta retorcerla y dar de ella distintas versiones que se resumen en los distintos Estados por los que va pasando Cora. La novela está dividida en cinco partes. Cada una de esas cinco partes se refiere a uno de los Estados y  está precedida de una introducción que se dedica a algún personaje, no de los fundamentales, y nos irá dando noticia de sus antecedentes o de su destino. Será en una de esas introducciones donde sabremos lo que realmente fue de Mabel después de huir de la plantación de los Randall.

Siguiendo a Cora en su periplo la novela, como decimos, se estructura en cinco partes que responden a los cinco estados por lo que transita su huida. Empezamos en Georgia, en la plantación de los Randall, a donde llegó Ajarry y donde nacieron Mabel y Cora. Cora no ha conocido otro mundo, allí nació, allí creció y allí fue abandonada por su madre, cuando huyó. Georgia representa la verdad, pero llevada a extremos que cuesta trabajo pensar que se hayan podido dar en la realidad. Ya el nombre del personaje más malvado nos habla del horror: Terrance Randall. Me sonaba eso de Terrance hasta que recordé a Torrance, el escritor loco de "El resplandor". No he leído mucho a Stephen King, pero he visto algunas películas basadas en sus libros (el terror me gusta más en cine que en literatura) y he pensado que este libro pudo ser escrito por él. Terrance es capaz de idear torturas que llevan los malos tratos a los esclavos a límites difícilmente reproducibles en la realidad. "Las visitas de [Terrance] Randall bebían ron especiado mientras rociaban a Big Anthony con aceite y lo asaban. Los testigos se ahorraron los gritos de Big Anthony porque el primer día le habían cortado la hombría, se la habían embutido en la boca y le habían cosido los labios".  El pecado de Big Anthony había sido intentar escapar. 

Y a pesar de esos terribles castigos, o precisamente por ellos, Cora y Caesar escapan. Se meten en el subsuelo de una estación, la casa de un hombre bueno que los ayuda con riesgo para su vida, y toman un tren que los llevará hacia el Norte. Un tren con paradas en los distintos Estados en los que la situación de los negros es totalmente distinta, como les dijo Lumbly, el jefe de estación que los ayudó a salir de Georgia, "Cada estado es distinto.[...]  Cada uno con sus posibilidades, sus propias costumbres y maneras de hacer las cosas. Conforme los recorráis iréis descubriendo lo que se respira en el país antes de llegar a vuestro destino". Y así pasarán de la condescendencia y el desprecio soterrado de Carolina del Sur donde los negros han sido comprados por el estado y "Reciben comida, trabajo y alojamiento. Van y vienen a placer, se casan con quien quieren, crían hijos que nadie les arrebatará", al terror de Carolina del Norte donde han terminado con los negros a base de sustituirlos por blancos inmigrantes pobres y europeos en el trabajo y de eliminarlos físicamente de la vida real a base de colgarlos de los árboles. Cora logrará salir del estado, aunque no de la mejor manera posible, y pasará, esta vez en un carro y sobre la superficie, por Tennessee. Allí verá una tierra arrasada por incendios y enfermedades cuyos habitantes han perdido la dignidad humana y la cordura y viven hacinados en campamentos o asustados en casa rodeadas por la fiebre amarilla. "Tennessee estaba maldito. Inicialmente atribuyó la devastación de Tennessee —el fuego y la enfermedad— a un acto de justicia. Los blancos habían recibido su merecido. Por esclavizar a los suyos, por masacrar a otra raza, por robar hasta la tierra. Pero si la gente recibía su justa porción de infortunio, ¿qué había hecho ella para merecer la suya?"

No tarda Colson Whithead en proporcionarnos otro descanso de tanta violencia y miseria y nos lleva a Indiana. Allí, en la granja de Valentine, donde los negros son libres y trabajan en cooperativa y abundan los niños porque "La libertad multiplica la fertilidad del cuerpo[...] Eso, y el saber que no te venderán a los hijos", allí, en ese paraíso verde, Cora alcanzará el amor y casi la felicidad, pero los paraísos en la tierra no suelen durar y también tendrá que abandonar el suyo en una última etapa de su viaje que la llevará al Norte y la dejará viajando hacia el oeste, hacia California, y, esperamos, hacia la libertad. La felicidad es algo que tras ciertas experiencias previas es imposible de conseguir.

Colson Whithead

Solo al final de la novela Colson Whithead le hace un guiño a la realidad del ferrocarril subterráneo "La mayoría de la gente cree que es solo una expresión [...] El ferrocarril subterráneo. Yo siempre he sido más listo. Un secreto debajo de nuestros pies, todo este tiempo". Me hubiera gustado encontrar al final del libro una nota del autor en la que explicara las discrepancias con la realidad de esta novela, pero tras dejarla reposar  y mientras escribía esta entrada, he visto que esas explicaciones nada hubieran añadido  a la calidad de la obra y sí hubieran restado a su esencia general. Y es que estamos ante una obra notable cuya explicación hay que buscarla entre sus propias páginas, en la historia de la literatura, en todas las obras de referencia que sepamos encontrar,  en nuestra percepción de lo que nos cuenta y en lo que sepamos o investiguemos sobre los hechos al calor de la lectura. Hacía mucho que no leía una obra tan notable, una mezcla de géneros tan fascinante, una vuelta de tuerca tan retorcida de la realidad y de sus hechos más vergonzosos.

El ferrocarril subterráneo existió hasta que la Guerra Civil y la abolición de la esclavitud que, paradojas de la Historia, era defendida por los demócratas y fue abolida por los republicanos, lo hicieron innecesario. Existió, pero solo como una metáfora. Salvó muchas vidas, se calcula que mientras existió, unos cien mil esclavos fueron capaces de sustraerse al terrible destino que unos hombres blancos habían trazado para ellos (sería interesante saber cuántos blancos abolicionistas y generosos murieron en esta hazaña). El ferrocarril subterráneo fue una metáfora que Colson Whithead ha convertido en realidad en una novela que es, a su vez, un compendio de metáforas. "El túnel la absorbió. ¿Cuántas manos habían trabajado en su construcción? Y los siguientes túneles, ¿adónde y cuán lejos llevaban? Pensó en la recolección, cómo recorría las hileras en la época de cosecha, cuerpos africanos trabajando todos a una lo más rápido que les alcanzaban las fuerzas. Los vastos campos rebosantes de cientos de miles de cápsulas blancas, pendiendo como estrellas en el cielo en la más clara de las noches. Cuando los esclavos terminaban, habían despojado a los campos de color. Constituía una operación formidable, de la semilla a la bala, pero ninguno de ellos podía enorgullecerse de su trabajo. Se lo habían robado. Arrebatado. El túnel, las vías, las almas desesperadas que buscaban la salvación coordinando estaciones y horarios: he aquí una maravilla de la que enorgullecerse. Cora se preguntó si los que habían construido aquello habrían recibido su merecida recompensa".

Con "El ferrocarril Subterráneo" Colson Whithead consiguió el Premio Pulitzer de Ficción en 2017 y el Premio Nacional del Libro de Ficción en 2016. Con "Los chicos de la Nickel", su última novela, ha conseguido ser uno de los pocos autores que han ganado dos Premios Pulitzer, este último en 2020. Con esas referencias, está claro que es un autor para tener muy presente. Yo ya tengo entre mis libros pendientes "Los chicos de la Nickel".

Título del libro: El ferrocarril subterráneo
Autor: Colson Whithead
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: The Underground Railroad
Traducción: Cruz Rodríguez Juiz
Editorial: Randon House
Año de publicación: 2017
Año de publicación original: 2016
Nº de páginas: 320

Comentarios

  1. Hace un tiempo leí este libro, y me gustó, no te voy a decir que no, pero me faltó algo. Con el nuevo suyo no me he atrevido. Tengo un problema, las historias de niños maltratados me calan mucho y no puedo con ellas, me afectan muchísimo. Un abrazo!

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    1. A mí me ha gustado mucho. Sabía muy poco del libro y al principio me mosqueé un poco con el hecho de que nada de lo que contaba pareciera histórico (incluso busqué en Google alguna cosa para cerciorarme), pero a medida que fui leyendo y le pillé el punto, me empezó a parecer magnífico. Y tras dos o tres días de leído, le he sacado aún más cosas buenas y me ha gustado más. Es de los libros que ganan mucho (si es que fuera necesario, que no creo) con el reposo.
      Y sí es cierto que hay escenas que hay que leer con calma y tomándose un respiro, pero siempre pienso que si alguien puede sufrirlas, lo menos que yo puedo hacer es leerlas.
      Un beso.

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  2. Ganar dos Pulitzer nos da una idea del potente narrador que traes. Y es de suponer que Colson conoce muy bien la historia e intrahistorias de la esclavitud. Lo has pintado muy atractivo y tentador.
    Bueno, ya sabes que ahora no estoy muy presente en la blogosfera, y me asome más o me asome menos, tu espacio siempre lo tengo presente.
    Un beso, apreciada Rosa.

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    1. Muchas gracias por pasarte por aquí, aunque ya frecuentes menos este mundo bloguero. Se agradece y hace mucha ilusión verte por aquí.
      He buscado y he visto que solo otros tres escritores tiene dos Pulitzer, Booth Tarkington, que no me suena de nada; William Faulkner, del que ya lo sabía, y John Updike del que he leído un par de cosas, pero no sabía de sus premios. Así que sí, es todo un mérito esa consecución de dos Premios Pulitzer.
      Un beso.

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  3. Hola Rosa, leí el libro el año pasado en el club de lectura y aunque la novela me gustó, me quedé con la sensación de que faltaba algo y no acabé de entenderla del todo. Eso sí me pareció un estupendo narrador con el que seguro repetiré. Besinos.

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    1. Pues parece ser que te pasó igual que a Esther, ese quedaros con la sensación de que falta algo. Yo, al terminar el libro eché de menos unas notas en que explicara la novela y el hecho de haber alterado tanto la realidad, pero luego me di cuenta de que explicar la novela hubiera sido un fallo y que lo mejor es buscar la explicación entre sus páginas.
      Un beso.

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  4. Hola,
    tengo este libro en casa (también Los chicos de la Nickel) casi que desde que salió publicado pero aún no lo he leído; tengo que ponerle remedio porque trata temas que me atraen mucho y después de leer tu fantástica reseña me han entrado unas ganas terribles de ponerme con él. A ver si le puedo hacer un hueco pronto.
    Un beso

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    1. Yo también he tardado en leerlo desde que lo tengo, pero ahora me alegro de haberlo hecho porque es una novela realmente original y muy interesante. Siempre que sé de un libro que tiene el Premio Pulitzer suelo tratar de leerlo y aún no me ha defraudado ninguno porlo que también leeré "Los chicos de la Nickel" aunque dejaré pasar un tiempo pues no me gusta leer cosas del mismo autor muy seguidas.
      Un beso.

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  5. Recuerdo que compré este libro al estar en la sección de ciencia-ficción de una conocida librería y ser yo bastante aficionado a la misma. Y aunque como dices, no sabemos si encajarlo exactamente en este género, lo que no cabe duda es que es ocurrente, ágil y se devora en pocos días. Podría ser llevado al cine perfectamente. De lo más popular de los últimos años respecto a la temática que toca, recuerdo con agrado Doce años de esclavitud o Django desencadenado dirigida por Quentin Tarantino.
    Un beso, Rosa.

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    1. Pues yo empecé a leerlo sin saber muy bien nada de él, aunque había leído alguna reseña, no me había hecho bien la idea. No sabía si era ensayo, novela o una mezcla de ambos (esto era lo que más me parecía) y, desde luego, no sabía que jugara con la realidad del modo que lo hace (yo supe que se clasificaba como de ciencia ficción cuando ya lo estaba terminando). Vamos, que la sorpresa ha sido grande, primero de perplejidad y finalmente de agrado total.
      Si pilla un buen director, se podría hacer una gran película desde luego. Yo tengo edad suficiente para haber disfrutado hace mil años con "Raíces" y luego he visto películas y he leído libros sobre el tema, pero nunca tratado de este modo. Me encantó "Django desencadenado". Creo que Tarantino con sus películas se cobra deudas de la Historia y se permite el lujo de pegarle un tiro a Hitler o de dar su merecido a los racistas. Yo me lo paso en grande y siento que también me cobro mis deudas por mediación de él. Ya sabes, "Solo hay que colgar a los cabrones infames. Pero a los cabrones infames hay que colgarlos". Qué verdad es.
      Un beso.

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  6. Lo tenía en mi lista por lo del doble Pulitzer, pero luego saqué de la biblioteca otro libro del autor "Zona uno", lo dejé a medias porque no consiguió engancharme y me enfrié. Los chicos de la nickel se citó bastante en prensa este verano, por los disturbios raciales en USA. Lo presentas como un libro atrevido y que va más allá de la mera "ciencia-ficción", resulta muy interesante. Vuelvo a ponerlo en el punto de mira.
    Un abrazo.

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    1. No sé cómo serán otros libros del autor. Ya imaginaba que podrían estar lejos de lo que a mí me gusta pues parece ser que lo de la ciencia ficción no es solo en este libro. Ahora bien, con esta historia tan real, las alteraciones de la realidad solo dan una idea de la distinta actitud ante el problema del racismo. "Los chicos de la Nickel" está esperando en mi estantería de pendientes a donde llegó antes de leer "El ferrocarril subterráneo". Tengo el pálpito de que también me va a gustar.
      Un beso.

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  7. Hola. No pensaba que el libro se desviaba tanto de la realidad de la Historia sino que era una ficción en cuanto a personajes. Es un tema interesante pero ahora mismo no me apetecen cosas tan serias.
    Un saludo

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    1. Tampoco yo lo sabía cuando empecé a leerlo. Primero me me quedé muy sorprendida y luego empecé a disfrutarlo. Desde luego, si no te apetecen cosas serias o duras, déjalo para otro momento. hay escenas que requieren parar, tomar aire y darse un respiro porque son bestiales.
      Un beso.

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  8. ¡Hola, Rosa! Pues otro que me ha llamado mucho la atención. Yo a una novela solo le pido una cosa: que me atrape. Es un mundo de ficción y ahí no suelo ser muy exigente con el rigor histórico. Me ha resultado curioso que se la etiquete como ciencia ficción. Cierto es que los editores o libreros precisan de ellas para que el lector sepa, más o menos, a lo que se enfrenta. Pero al menos tiene que tener un poco de ciencia, algo más que una simple materialización de la metáfora. Metáfora que no conocía y cuyo significado me ha asombrado.
    Las novelas sobre las barbaridades en tiempos de esclavitud son novelas que llegan hondo, no hay nada más repugnante que un ser humano se considere superior a otro, y ver cómo lo somete y humilla. Me gusta mucho que la trama sea un viaje con distintas paradas, ello sin duda le dio al autor la posibilidad de plantear distintos enfoques sobre el tema y siempre atraen las road movie, o road novel. Hum, ¿existe este término? Estupenda reseña, Rosa!!

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    1. Yo soy exigente con el rigor histórico cuando el autor pretende serlo y ceñirse a la verdad, pero en este caso sólo soy exigente con el rigor literario y ese se cubre con creces.
      Creo que el término de ciencia ficción no se emplea bien. Se suele utilizar para todo lo que va más allá de la realidad, todo lo que se refiere al futuro, etc. Pero debería haber ciencia en la trama. Una máquina del tiempo es ciencia ficción, pero este libro es historia ficción, término que creo que no existe. Yo no hace demasiado que me enteré de la existencia de ese tren subterráneo metafórico, hará cuatro o cinco años (aunque igual son diez ya sabes lo que pasa con el tiempo) y está novela, aunque lo trata de una forma muy distinta a como fue en realidad, me ha resultado muy interesante.
      Un beso.

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  9. ¡Hola! El tema de la esclavitud..., junto al del holocausto judío, para mí son dos de los que me parecen más fuertes y terribles en la realidad y en la ficción, a la hora de leer sobre ellos. me parece fascinante lo que cuentas sobre esta novela y habiendo ganado dos Pulitzer, pues me llama mucho (ahora solo recuerdo haber leído "Middlesex" y me gustó mucho) y eso que no soy mucho de leer premios literarios.
    He estado dándole vueltas a tu frase "El ferrocarril subterráneo fue una metáfora que Colson Whithead ha convertido en realidad en una novela que es, a su vez, un compendio de metáforas", creo que he entendido lo que quieres decir
    Un beso

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    1. Es que esta novela hace metáfora de la historia y todo lo que sucede en los distintos estados con respecto a los esclavos es una ficción, al hacer del ferrocarril, que era metafórico, una metáfora, lo convierte en realidad. No sé si me explico, pero creo que leyendo la novela se entiende perfectamente.
      Yo tampoco me muero por leer Premios, pero hay algunos que siempre son buenos y no es que los siga año a año (eso solo lo hago con el Dashiell Hammett), pero si cae uno en mis manos no lo dejo pasar. Esos son el Pulitzer y el Goncourt principalmente.
      Yo también leí "Middlesex" hace años. Jaffrey Eugenides es un autor que me gusta. Te recomiendo "Las vírgenes suicidas" si no lo has leído.
      Un beso.

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  10. ¡Hola Rosa!
    Pues soy una inculta porque no conocía ni al libro ni al autor, y eso que dos Pulizter lo abalan. No sé si me gustaría, la verdad. Por un lado creo que podría atraparme, pero no sé. Tengo tantos esperando qu eeste se queda abajo, por ahora.
    Mil gracias por la reseña y feliz día.

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    1. Nada de inculta. Nadie puede conocer todos los libros. Este es curioso e interesante, pero tampoco nadie puede leer más de lo que el tiempo le permite. Hay que priorizar y perderse muchas cosas, pero qué le vamos a hacer. Por desgracia, el tiempo no se puede alargar a voluntad.
      Un beso.

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  11. Lo tengo pendiente desde que se publicó y siempre lo voy postergando. Me lo recordó Juan Carlos hace poco y ahora vuelves a recordármelo tú. También me llama mucho la atención Los chicos de la Nickel. Espero, pues, encontrarme con Colson Whithead en 2021.
    Me gusta tu juego de metáforas. Espero que también me guste el del autor.
    Besos

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    1. Yo creo que te gustará. Si novela es capaz de narrar el horror y la injusticia de la esclavitud y a la vez mostrarnos situaciones que nunca existieron, pero que se dan en las distintas personas a la hora de enfrentarse al otro, sea negro, magrebí oriental, etc: odio y sentido de superioridad, condescendencia, quitarlo de encima para no verlo, admitirlo como a un igual... Realmente interesante.
      Un beso.

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  12. Tuve mis dudas con esta novela cuando se publicó y al final con tanto dudar, la dejé pasar. Por lo que cuentas me queda claro que me equivoqué así que habrá que pensar en ponerle remedio, aunque no prometo nada porque con tanto pendiente es complicado.
    Besos.

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    1. No sé si te equivocaste porque con tanto para leer hay que priorizar y se va dejando lo que menos atrae. Yo desde luego puedo decir que será de mis mejores libros de 2020. Y es que no hay nada mejor que el que un libro te sorprenda. Aunque al principio la sorpresa te mosquee.
      Un beso.

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  13. Hola, Rosa:
    Como sabes yo la he leído no hace mucho y me gustó mucho. La fantasía contenida en ese ferrocarril inexistente hecho realidad por la magia de la literatura me parece un acierto total. No creo que el autor deba explicar nada pues en USA y en el mundo todos sabemos que los negros fueron cazados, tratados como animales, esclavizados durante años, luego segregados y ahora..., bueno ahora muchas veces se los cargan por nimiedades como no mostrar el carnet de identidad al salvaje policía de turno. Por esto creo que no cabe dar explicaciones. La poesía -y eso es lo que late en esa metáfora del título-, la buena se entiende, las más de las veces es inefable, inexplicable, intuitiva, explosiva, surge en el interior de uno sin entenderla en todos sus extremos, lo único exigible es dejarse llevar, mecer por ella.
    He leído "Los chicos de la Nickel" aunque no publicaré su reseña hasta finales de este mes por llevarla de lectura en la tertulia. También me ha gustado, pero quizás ya conocedor del centro de interés del autor no me haya sorprendido tanto. Sigue la senda de "El ferrocarril subterráneo" y también como en ella el final es sorpresivo.
    Para mí los dos Pullitzer conseguidos por Colson Whitehead son pertinentes.
    Un beso

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    1. Tienes toda la razón y nada hay que explicar acerca de la novela. Es que yo a veces soy un poco cuadriculada, menos mal que se me pasa enseguida, ja ja. Los juegos malabares que hace con la Historia son geniales y las distintas situaciones de cada estado, tan metafóricas que, efectivamente, la novela se convierte por momentos en poesía.
      Tengo para leer "Los chicos de la Nickel", pero esperaré un tiempo para leerla. No me gusta leer dos libros del mismo autor muy seguidos y así espero a que publiques tu reseña.
      Y muchas gracias porque tú fuiste el que definitivamente, me dio el empujón para leer este libro.
      Un beso.

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  14. Qué buena reseña. Lo tendré pendiente. Leí Beloved de Toni Morrison y aprendí mucho. Esta novela también promete. Saludos

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    1. Toni Morrison es una autora que explica el mundo de las relaciones entre blancos y negros, o sencillamente entre los negros, en Estados Unidos de maravilla. Otra muy buena es Maya Angelou. Si no has leído su novela, autobiográfica al menos en parte, "Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado" te la recomiendo.
      Un beso.

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  15. Interesantísimo el tema de esta novela y la forma de contar la historia. Me ha llamado mucho la atención. Me apunto a este autor. No lo conocía y tu reseña me ha atrapado. Un beso, Rosa y gracias por el descubrimiento.

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    1. Espero que te guste. Yo lo conocía de ver esta novela y por "Los chicos de la Nickel" debido al nuevo Pulitzer, pero lo conocía de oídas. Ahora que ya hemos sido presentados formalmente mediante la lectura de esta novela he de decir que es absolutamente recomendable.
      Un beso.

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  16. Hola Rosa!! Desconocía este título y me ha interesado mucho la temática de esta novela y todo lo que nos has contado sobre ella. Se viene conmigo a mi lista de libros por leer, creo que estará muy bien. ¡Gracias por el descubrimiento y estupenda reseña! Besos!!

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    1. Muchas gracias, Ana. A mí me ha gustado mucho y espero que también a ti te guste si finalmente te decides a leerlo. Es otra forma de contar las cosas original y muy efectiva a la par que hermosa.
      Un beso.

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  17. Judíos huyendo de los nazis y esclavos negros escapando de sus amos, dos grandes tragedias en la historia pasada, pero muy reciente en la memoria, de la humanidad en cuanto a persecuciones y ejecuciones brutales de inocentes. La calificación en el género de la ciencia ficción también me ha parecido absurdo. Evidentemente me inclino por tu definición. En los EEUU se acuñó un término para definir una historia entre ficticia y real: FACTION , de Fact (hecho) y Fiction (ficción).
    De todos modos, me atrevería a decir que en una historia tan dura y cruda como fue la de la esclavitud, no me parece que haya cabida para la ficción, exagerando (si es que es así) de tal modo unos hechos que, ya de por sí, fueron miserables y repugnantes.
    No obstante, veo en esta novela una gran capacidad de enganchar al lector, aunque a mí me sabe mal no poder distinguir hasta dónde llega la realidad y empieza la ficción. Si estuviéramos ante una novela de espías, tendría su justificación, pero en una sobre los esfuerzos sobrehumanos de quienes escaparon de su condición de esclavos y de aquellos que les ayudaron en ese propósito, me parece extraño. Pero, como dice el refrán: Doctores tiene la Iglesia, je,je.
    Aun así, me ha gustado mucho el tema y, aunque se hayan podido exagerar un poco algunos extremos, también la novela.
    Un beso.

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    1. No sé si algunas escenas de lo que sucede en Georgia con los esclavos de la plantación son exageradas. Me ha parecido tan brutal que he pensado yo que tal vez era una exageración, pero bien podría no serlo Imagino que si no esas concretas, sí se harían barbaridades semejantes.
      Las distintas ficciones en los distintos estados no dejan de ser metáforas que representan las distintas actitudes racistas o no racistas de la gente.
      Respecto a no distinguir lo que es real y lo que es ficción, yo he aprendido a no darle importancia, pero en esta novela se ve rápido que hay mucha ficción en lo que se refiere a esa situación tan distinta entre los estados. No hubo tal. Todos trataban igual a los esclavos y en todos tenían el mismo estatus (me refiero a todos los del Sur que aparecen aquí).
      Es una gran novela, aunque lógicamente, los gustos son muy personales.
      Un beso.

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  18. Lo tengo esperando, Rosa. Lo apunté ni bien salió, porque me parecía un tema más que interesante. Y voy a hacer mi aporte: tomé noticia por primera vez de la existencia de este 'ferrocarril' al leer un libro que lo cita. Un libro que recomiendo leer a los que estén interesados en el tema de la esclavitud: 'Rompenubes', de Russell Banks.
    A ver si me decido a encararlo este 2021 venidero, entre tanto pendiente. Gracias por tan buena y completa reseña.
    Un beso para ti.

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    1. Tomo nota del libro que recomiendas. Me interesa mucho el tema.
      Yo no sé muy bien cuándo y por qué medio tuve noticia del "ferrocarril subterráneo", pero no fue hace más de cuatro o cinco años. Leer este libro e investigar después acerca del tema ha sido muy instructivo y agradable.
      Un beso.

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