"Los abismos". Pilar Quintana
«En el apartamento había tantas plantas que le decíamos la selva. [...] Había plantas en el suelo, en las mesas, encima del equipo de sonido y el bifé, entre los muebles, en plataformas de hierro forjado, y materas de barro, colgadas de las paredes y el techo, en las primeras gradas y en los sitios que no se alcanzaban a ver desde el segundo piso: la cocina, el patio de ropas y el baño de las visitas. Había de todos los tipos. De sol, de sombra y de agua. Unas pocas, los anturios rojos y las garzas blancas, tenían flores. Las demás eran verdes. Helechos lisos y rizados, matas con hojas rayadas, manchadas, coloridas, palmeras, arbustos, árboles enormes que se daban bien en materas y delicadas hierbas que cabían en mi mano de niña».
Los abismos es una novela que narra muchas cosas: lo que el pasado de los padres puede determinar el presente de los hijos; la decepción del matrimonio o de la búsqueda del padre en el matrimonio; la maternidad que no siempre se elige, o no siempre se elige sabiendo bien lo que va a ser y se encuentra una con más ataduras de las esperadas y de las deseadas; la visión de una niña que entiende más de lo que quiere entender y lo narra con una inocencia teñida de perspicacia que nos conmueve.
En su mano de niña y en su mente de niña cabe esta historia porque una niña es quien nos la cuenta. Y no entiendo cómo en una mente de niña pueden caber tantos abismos. Hay abismos metafóricos como el abismo del silencio o el abismo del pasado, de las vidas de abuelos a los que casi no se conoció; o el abismo insondable e incomprensible del comportamiento de los padres, ese que no se entiende porque ni se explica ni se tiene capacidad para entender a ciertas edades. Pero también hay abismos reales como el abismo de los dieciocho pisos del apartamento de Gloria Inés, o el que estaba al final del lindero de los eucaliptos en la casa de aquel verano, o los que bordeaban la carretera que llevaba a aquella casa.
Claudia solo tiene ocho años. Claudia no entiende mucho de lo que ve en su familia. Y nosotros lo vamos viendo a través de sus ojos y, aunque vamos entendiendo más, también nos asomamos a abismos oscuros y sentimos «la cosa rica en la barriga», esas mariposas revoloteando que se sienten al bajar en la noria o en la montaña rusa, «el miedo, las ganas de saltar y de alejarse» que se sienten siempre que nos asomamos a un abismo. ¿Qué tendrán los abismos que tanto nos atraen?
Estamos en Cali, Colombia, y Claudia es una niña feliz. Vive con su padre, que es propietario de un supermercado, y con su madre, un ama de casa veintiún años más joven que su marido. Poca familia más tienen. Está la tía Amelia, hermana del padre, que acaba de casarse con Gonzalo para sorpresa de todos.
«Mi tía estaba al fondo, con un hombre que no conocíamos. En cuanto nos vieron se levantaron. Era joven, musculoso, con cintura de torero, las nalgas forradas por el pantalón y peinado de artista de la televisión.
—Les presento a Gonzalo, mi esposo.
Mis papás se quedaron como si les hubieran dicho ¡estatua! Yo me emocioné por otro motivo. En la mesa, sentada como una niña de verdad, había una muñeca».
Gonzalo y la muñeca. Dos personajes importantes. ¿Empezó todo con Gonzalo o ya había empezado mucho antes? Tal vez empezó cuando Claudia madre se dio cuenta de que su madre, la abuela de Claudia hija, solo la consideraba un estorbo «Mi abuela dormía hasta la media mañana y mi mamá se iba al colegio sin verla. Por las tardes jugaba lulo con las amigas y cuando mi mamá volvía del colegio, de cinco días no estaba cuatro. El día que estaba era porque le correspondía atender el juego en la casa. [...] Mi abuela ni miraba a mi mamá». De hecho la mamá oyó decir a la abuela al ser preguntada por qué no había tenido más hijos que, de haberlo sabido, tampoco la hubiera tenido a ella. Tal vez fue ese sentirse abandonada lo que la hizo buscar el amor y la atención durante toda su vida. Tal vez fue la repentina muerte de su padre la que le hizo buscar un padre en el marido mucho mayor que ella.
Los abuelos paternos aparecen, al igual que los maternos, en una foto, en este caso una foto oval de boda. La abuela, dieciséis años; el abuelo que más bien parece su padre, «[...] un hombre seco, calvo, de traje gris y lentes gruesos». La abuela murió con veinte años, al dar a luz al padre de Claudia, y él y su hermana, la tía Amelia, se criaron lejos de su padre con una tía materna. También hay abandono y desarraigo en la parte del padre.
Pero Claudia es feliz. Pasa el día con su mamá y los domingos pasea por Cali con su papá y van al zoo a ver los animales. Hasta que llegaron Gonzalo y Paulina, la muñeca de tamaño natural. A partir de ese momento, cristalizan las frustraciones de los padres de Claudia y ella nos lo cuenta con la inocencia de sus ojos de niña. Nos narra los hechos y lo que estos le hacen sentir. No juzga, ni siquiera entiende. O tal vez, en el fondo, entiende más de lo que parece. «Antes de la pelea de mis papás, de la pelea de mi mamá y mi tía, de que llegara Gonzalo a la familia, yo tenía certezas [...] Ahora, después de las peleas y de Gonzalo, bajo las capas de mis certezas quemadas, en un centro antes vacío como el de una cebolla, latía el miedo de que mi papá hubiera hecho algo malo». Y es que ha descubierto que «adentro de él, junto al huérfano, en el mar de silencio, ya lo sabía, vivía un monstruo».
A partir de ese momento empiezan a manifestarse las verdades que hasta entonces Claudia no había descubierto. Y descubre el suicidio, y la obsesión que provoca en su madre. La muerte de Natalie Wood, la de Grace de Mónaco, la de Karen Carpenter; todas ellas eran achacadas por su madre al suicidio. Y luego vinieron los suicidios reales, los actuales y los que pudieron suceder muchos años antes y ahora las circunstancias hacen que se presenten de nuevo como si acabaran de ocurrir. De nuevo los abismos. Y Claudia tiene miedo en ese verano pasado en la casa de las amigas de su madre. Miedo a que su padre se despeñe con el coche cuando cada día hace el trayecto de ida y vuelta para atender el supermercado en Cali; miedo a que el abismo real atraiga a su madre tanto como los de la depresión y el alcohol que ya la han atrapado y termine, ella también, quitándose la vida. Miedo de su propia atracción al vacío, de la cosa rica en la barriga que da deseos de saltar.
Pilar Quintana |
Los abismos es una novela que narra muchas cosas: lo que el pasado de los padres puede determinar el presente de los hijos; la decepción del matrimonio o de la búsqueda del padre en el matrimonio; la maternidad que no siempre se elige, o no siempre se elige sabiendo bien lo que va a ser y se encuentra una con más ataduras de las esperadas y de las deseadas; la visión de una niña que entiende más de lo que quiere entender y lo narra con una inocencia teñida de perspicacia que nos conmueve.
No conocía a Pilar Quintana, una escritora colombiana con varias novelas en su haber. La tenía en mente con esta novela por su Premio Alfaguara 2021. Además, las reseñas que de Los abismos y de La perra he ido leyendo, me han cautivado por completo. Desde luego, Los abismos ha respondido y superado totalmente las expectativas y eso que eran altas. Espero en breve leer La perra.
Título del libro: Los abismos
Autora: Pilar Quintana
Nacionalidad: Colombia
Nacionalidad: Colombia
Editorial: Alfaguara
Año de publicación: 2021
Año de publicación original: 2021
Nº de páginas: 256
Hola, Rosa. Pues tampoco yo conocía a esta escritora pero me has atrapado con la reseña. La inocencia de la niña asomándose a esos abismos adultos debe dar a la historia un tono muy especial y todos los temas que toca me parecen interesantísimos, así que tomo nota. Un beso y muchas gracias.
ResponderEliminarNo solo la niña. es que nosotros también nos vemos asomados a esos abismos y sintiendo su llamada. Es una novela que he leído embrujada porque además ese español colombiano se te pega y te atrapa totalmente. Creo que es una novela para no dejar pasar.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarAins, sin duda esta autora trata un montón de temas para reflexionar en este libro.
Las familias rotas. La maternidad que no se elige, como dices tú, o que no se elige sabiendo todo lo que conlleva. Los errores, los traumas que arrastran los padres y que al final repercuten en los hijos de forma inevitable.
Sin duda, contrasta mucho la mirada tan inocente de Claudia con la realidad tan sombría y cruda que nos presenta, ese mundo familiar que se hace pedazos.
Creo que la autora tiene calidad, aunque tal vez esperaba que este libro me sacudiera más, como quien dice, que realmente se lanzara al abismo con algunos temas, y se me quedó un poco a medias.
Eso sí, sin duda yo también tengo mucha curiosidad por leer La perra.
¡besos!
A veces las expectativas puestas en un libro varían la percepción que de él podríamos tener si nada hubiéramos esperado. Yo tenía ya idea del libro por el premio y por alguna reseña, pero tampoco me había creado esperanzas especiales. Tal vez por eso es por lo que me ha gustado y sorprendido tanto. A mí sí me ha sacudido. Esa niña inerme ante el pasado y expectante ante el presente, me ha cautivado. hay además temas a los que soy muy sensible y sobre los que toda reflexión me parece necesaria.
EliminarEspero leer La perra y estará atenta a lo que en el futuro nos regale la autora.
Un beso.
Hola. Tenía esta novela ya apuntada por la reseña de marianleemaslibros.blogspot.com. Me gusta la profundidad y la sensibilidad que tiene aunque a ratos esos abismos parezcan impropios de su edad. Hay veces que pasa con los narradores infantiles. Pero vaya, que la novela es de las que va directa al corazón. Eso me gusta.
ResponderEliminarBesos
Es cierto que a veces los narradores infantiles son poco creíbles por parecer adultos cuando hablan, pero en este caso, no me lo ha parecido. Me ha parecido que entiende y sabe más de lo que parece y ella misma desearía.
EliminarEn este caso el personaje me ha resultado totalmente creíble y conmovedor.
Sí que es de las historias que tocan el corazón.
Un beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarpues ¿que te digo? que me ha encantdo tu reseña, como has explicado lo que te ha transmitido esa niña que entiende más de lo que debería, sobre sus miedos, sus abismos. Me alegra tanto que la hayas disfrutado y que hayas descubierto a esta autora... Tienes que leer la perra, es totalmente distinta pero igual de magnética. Espero que la disfrutes también
Es genial como escribe esta mujer ¿verdad? Yo tengo claro que me voy a leer lo que publique de ahora en adelante, aunque soy consciente de que no todo tiene porque gustarme igual
Besos
Las autoras sudamericanas que sobre todo tú pero también en otros blogs he visto, me están resultando de lo más satisfactorio.
EliminarEsta novela me ha parecido una preciosidad dentro de lo dura que es.
Las historias de los padres y cómo influyen esos hechos en la niña han dado lugar a una novela preciosa y muy recomendable. Por supuesto, leeré La perra.
Un beso.
Me ha encantado la reseña. Rosa. Qué tendrán esos abismos que a pesar de su peligro y su incertidumbre nos atraen. Será por eso por lo que no nos cansamos de leer sobre ellos.
ResponderEliminarVengo leyendo muy buenas reseñas de esta novela, a excepción de la primera que leí que, sin ser negativa, fue más tibia. Sumo ahora la tuya. Con La perra, como ya sabe, Pilar Quintana me convenció completamente, por lo que casi puedo asegurar que leeré algo más de ella. Esta novela es una firme candidata para ello.
Besos
Tengo que leer La perra en breve. Los abismos ha sido todo un descubrimiento. Los premios alfaguara suelen ser bastante buenos. Y este año no ha sido menos.
EliminarMuchos abismos en esta novela y todos arrastran hacia sus profundidades. Creo que te gustarán estos abismos.
Hola Rosa, no he leído nada de la autora aunque si reseñas sobre esta novela, me atrae eso de asomarme a los abismos de las familias y los narradores infantiles, si están bien llevados, nos descubren muchas cosas que, igual con otros no descubriríamos o no de la misma forma. Tomo nota de la autora para leer esta u otra novela. Besos.
ResponderEliminarHa habido muchas reseñas de la novela. Imagino que el premio alfaguara tendrá que ver con ello porque es un premio con prestigio. A mí todos los leídos me han gustado mucho.
EliminarEl hecho de que la historia esté contada por una niña le da un toque de ingenuidad y desconcierto muy atractivo.
Me gustará leer tu opinión.
Un beso.
Tengo La perra esperando desde hace poco y pensaba leerla antes que esta. Después de leer tu opinión esta también caerá. Besos.
ResponderEliminarLeeré La perra no tardando mucho. Yo empecé por Los abismos porque el premio alfaguara no quería perdérmelo. Seguro que los dos son muy buenos.
EliminarUn beso.
Pues yo no tenía apuntada esta novela para nada porque no la conocía. Sin embargo tras leer tu interesante reseña me la apunto y por ese apellido que comienza con la letra 'Q' la leeré ya en 2022, así relleno con una interesante novela esa letra que a veces se me resiste (ja, ja, ja...).
ResponderEliminarMe he quedado con esa reticencia tuya a la verosimilitud. Que una niña de ocho años sea tan reflexiva y pueda contener su mente o cabecita tantos abismos... No sé, no sé, fíjate que ya esto sólo me impulsa a leerla para así comprobar in situ qué es lo que me parece...
Un beso, Rosa
Mira qué previsor. Ya pensando en los retos del año que viene.
EliminarEs una novela magnífica y no me ha resultado poco creíble la niña, lo que me ha impresionado es lo mucho que acumula en su bagaje vital. Y es que suma lo propio y lo de los padres. Nos influye lo que vivimos y lo que han vivido ellos y reflejan en nosotros.
Una novela que creo que te gustará mucho.
Un beso.
Tanto el peso del pasado, propio o ajeno, como la maternidad, sobre todo si es para desmitificarla, son temas que suelen interesarme y que suelo disfrutar en mis lecturas. Me frena la narración desde un punto de vista infantil y es que son narradores que me cuestan muchísimo y con los que en muy contadas ocasiones consigo conectar, de hecho muchos de mis grandes chascos lectores han sido novelas cuya trama y temática me entusiasmaban y finalmente no disfruté por el narrador. Dejo esta novela con una interrogación, lo que en la práctica viene a ser que o cae en mis manos o no iré a buscarla (lo cual es un alivio para mi lista de pendientes).
ResponderEliminarBesos.
Es curioso porque a mí la literatura infantil no me gusta, pero he leído muchos libros para adultos narrados por niños y esos me encantan (un ejemplo sería Matar a un ruiseñor). La ingenuidad de los niños para narrar epidodios duros, cuando se hace bien, me gusta mucho y ese es el caso de este libro. Pero entiendo tu alivio al no tocar la lista. Si cae en tus manos, ya nos contarás.
EliminarUn beso.
Esta novela merece la pena, porque a pesar de lo que nos vamos a encontrar no sea fácil ni mucho menos, pero que alguien escriba sobre lo que siente una niña ante el abismo, los miedos y la vida, tiene mucho merito, de modo que la tendré en cuenta para mi lista de pendientes.
ResponderEliminarUn beso.
Pues seguro que te gusta porque esos abismos vienen de atrás, de la infancia de los padres y puede que de antes incluso. La niña recibe lo que vivieron sus padres, como a todos nos pasa, y con ello se maneja como puede, como hacemos todos. Una novela que conmueve y que recomiendo.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Leí la novela y la tengo también reseñada, me gusto muchísimo y me ha alegrado mucho recordarla leyendo tu reseña. Mil gracias.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
Leí tu reseña y me gustó mucho como te dije en el comentario que dejé. Tras leer el libro, puedo decir que coincido contigo. Es una gran novela y estaré atenta a lo que publique la autora en un futuro, eso además de leer La perra.
EliminarUn beso.
que lindo volver a leer tus reseñas hace mucho tiempo que no andaba por aqui
ResponderEliminaríPero no podia terminar el año sin venir a saludarte a desearte lo mejor del mundo para vos
un abrazo
Muchas gracias.
EliminarHola Rosa!! Gracias por descubrirme a esta autora, me has dejado con muchísimas ganas de darle una oportunidad a su novela. ¡Estupenda reseña! Besos!!
ResponderEliminarLa novela, desde luego, merece una oportunidad. Ojalá te guste.
EliminarUn beso.
Me apunto la novela y la autora porque esas cosas que una niña no entiende y si están contadas desde la perspectiva de su edad me resulta interesante. Gracias por presentarme, uuuuna vez más, una autora que desconocía.
ResponderEliminarUn beso.
Espero que te guste. Para mí ha sido una sorpresa. Es cierto que había leído muy buenas opiniones y que el premio alfaguara nunca me ha defraudado, pero aun así, me gustó más de lo esperado.
EliminarUn beso.
Creo haberte dicho ((no estoy segura)) que la tengo pendiente de lectura. Si te digo la verdad, la trama no me resulta excesivamente atractiva pero habláis muy bien de este libro y ya que lo tengo en casa, me gustaría darle una oportunidad. Cuándo puede ser, ni idea. Besos
ResponderEliminarPues si te animas, nos cuentas. A mí me ha gustado mucho, como ves, y todo lo que he leído acerca de la novela es muy positivo. Y ya que la tienes en casa...
EliminarUn beso.