"Desayuno en Tiffany's" Truman Capote
Con esta reseña colaboro con el concurso de relatos de El tintero de oro de febrero, dedicado a "Desayuno en Tiffany's" de Truman Capote. La reseña no participa en el concurso, pero contribuye a completar el homenaje a la obra y al autor a los que se dedica este mes de febrero.
Si alguien quiere profundizar en la vida de Truman Capote y en los hechos que inspiraron la novela y el personaje de Lullamae que vaya al enlace de El tintero de oro que dejo más arriba. Es tan apasionante como la más apasionante novela
«Era una noche calurosa, casi de verano, y Holly llevaba un fresco vestido negro, sandalias negras, collar de perlas. Pese a su distinguida delgadez, tenía un aspecto casi tan saludable como un anuncio de cereales para el desayuno, una pulcritud de jabón al limón, una pueblerina intensificación del rosa en las mejillas. Tenía la boca grande, la nariz respingosa. Unas gafas oscuras le ocultaban los ojos. Era una cara que ya había dejado atrás la infancia, pero que aún no era de mujer. Pensé que podía tener entre dieciséis y treinta años; resultó finalmente que le faltaban dos tímidos meses para cumplir los diecinueve».
La historia de Holly nos la cuenta Fred. Bueno, no se llama Fred, pero así es como le llama ella porque le recuerda a su hermano que ahora está en la guerra. Estamos en plena Segunda Guerra Mundial y el escritor, que se ha mudado a vivir al piso de arriba, se convertirá muchos años después en el narrador de esta historia que transcurre hacia 1943. No sabremos en ningún momento el nombre del escritor y, al igual que Holly, lo llamaremos Fred. «Jamás se me ocurrió, en aquellos tiempos, escribir sobre Holly Golightly, y probablemente tampoco se me hubiese ocurrido ahora de no haber sido por la conversación que tuve con Joe Bell, que reavivó de nuevo todos los recuerdos que guardaba de ella».
Fred supo de Holly antes de conocerla. Pasó todo un verano en el que lo único que los unió fueron las llamadas de la joven a altas horas de la noche para que su vecino le abriera el portal. Siempre olvidaba las llaves. Tuvo que pasar todo un tórrido verano neoyorquino para que Holly apareciera en la escalera de incendios huyendo de un hombre «horripilante» que la esperaba en su piso. Holly siempre estaba rodeada de hombres más o menos horripilantes porque Holly vive de los hombres. De pedirles para el tocador, «todo caballero que sea un poco chic te da cincuenta dólares para ir al lavabo», o para un taxi y de cosas menos confesables imaginamos.
También le pagan por visitar en la cárcel a un capo de la mafia, Sally Tomato, haciéndose pasar por su sobrina. A la vuelta tiene que repetir al abogado de Sally un parte meteorológico que le ha transmitido el mafioso. Así demuestra que ha cumplido con la visita y puede cobrar, aunque Fred sospecha que puede llegar a meterse en un lío.
Poco tarda Fred en saber más del pasado de Holly. Lo que tarda en asistir a una de sus fiestas llenas de hombres y hablar con alguno de ellos, más proclive a las confidencias. Y sabrá que Holly abandonó una carrera en Hollywood, si bien no muy prometedora; que proviene de algún lugar del interior no muy refinado, «cuando abría los labios [...] no sabías si era una palurda, o si venía de Oklahoma, o qué. Sigo sin saberlo. Apostaría algo a que nadie llegará jamás a saber de dónde salió. Es tan embustera que quizá ni ella se acuerde ya. Pero nos costó un año entero suavizarle el acento»; que ha tenido oportunidad de casarse con algún millonario... que lo dejó todo en California, incluida una audiencia para un buen papel en una película, y voló a Nueva York en busca de algo que realmente quisiera hacer.
Holly se nos presenta como una mujer libre en busca de su destino. Sabremos de otras muchas cosas que ha ido dejando por el camino. Siempre en busca de amor, estabilidad, un hogar en el que olvidar el frío de la infancia, cuando dormían cuatro en una cama y tan solo Fred la dejaba abrazarle para entrar en calor. Holly busca ser feliz sin perder su libertad. No quiere atarse a nada ni a nadie que le impida alcanzar lo que más desea, la estabilidad de un lugar que pueda llamar suyo. «Si encontrase un lugar de la vida real en donde me sintiera como me siento en Tiffany's, me compraría unos cuantos muebles y le pondría nombre al gato. He pensado que, después de la guerra, Fred y yo… -Alzó sus gafas de sol, y sus ojos, todos sus diversos colores, los grises y las motas verdes y azules, habían adquirido una agudeza visionaria-. Una vez estuve en México. Es un país magnífico para la cría de caballos. Vi un sitio junto al mar. Fred entiende mucho de caballos».
Holly Golightly, con su vestido negro ceñido, fumando en su larguísima boquilla; o recién levantada, con su camisa de dormir, su antifaz y sus tapones con borlitas que cuelgan de sus orejas, es el colmo de la sofisticación y de la inocencia. La inmortalizó Blake Edwards en 1961 en la persona de Audrey Hepburn y no se le puede quitar su mérito. Pero cuando se ha leído la novela es cuando se descubre toda la grandeza de la historia. Ya cuando la leí por primera vez en 1992 encontré matices desconocidos que le dan a la novela una profundidad de la que carece la película. La novela es más dura y descarnada; su Holly, menos inocente; su Fred, menos enamorado, no de Holly al menos. No, no hay historia de amor en Desayuno en Tiffany's; hay más desamor que amor, y no sabemos qué sucede al final con Holly. ¿Estaba realmente en África?
Tras leer el libro encuentro la película un tanto blanda, con un punto de ñoñería, con un humor que no le corresponde... pero con un acierto incuestionable: la caracterización de Audrey Hepburn está más que conseguida. Salvo que su pelo es negro y escapa de la mezcolanza de colores, de las franjas leonadas y de las mechas de rubio albino y rubio amarillo (parece ser que Truman Capote escribió su libro pensando en Marilyn Monroe); salvo eso, todo en Audrey es Holly: la inocencia, la vulnerabilidad de quien busca la felicidad en aguas someras y corre el riesgo de hundirse para siempre en las profundidades, la tristeza que la anula por momentos y la alegría que la desborda ante cualquier detalle optimista, su forma generosa de juzgar a todos los que la rodean; su búsqueda, confiada como una niña, de la felicidad que siempre se le ha escapado. No es una gran película, pero Audrey hizo de Holly el gran papel de su vida. He sido incapaz de imaginar el pelo rubio de Holly, tan solo el negro azabache de Audrey.
Ah, y aún no he hablado de Lulamae. Si queréis saber quién era tendréis que leer Desayuno en Tiffany's, ir al enlace de El tintero de oro de más arriba o ver Desayuno con diamantes. Yo os recomiendo las tres cosas.
Y os dejo con una descripción de Holly, sincera, descarnada, tal vez la más acertada del libro.
«No es una farsante porque es una farsante auténtica. Se cree toda esa mierda en la que cree. No hay modo de convencerla de lo contrario. Lo he probado de todas las maneras, hasta llorando. [...] No hay quien la convenza de lo falsas que son esas -cerró el puño, como si tratase de estrujar lo intangible- ideas. Pruébelo algún día. Pídale que le explique todas esas cosas en las que cree. Aunque -dijo- esa niña me gusta. Le gusta a todo el mundo, pero hay mucha gente que no la soporta. [...] Pero le diré la verdad. Por mucho que se rompa la cabeza tratando de ayudarla, ella sólo le devolverá un chasco tras otro. Le daré un ejemplo: viéndola hoy, ¿quién diría que es? Pues ni más ni menos que una chica que saldrá en los periódicos cuando llegue al fondo de un frasco de Seconal. No sería la primera vez que me encuentro con una cosa así, ni la segunda. Y esas crías ni siquiera estaban chifladas. Mientras que ella lo está».
Título del libro: Desayuno en Tiffany's
Autor: Truman Capote
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Breakfast at Tiffany's
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Breakfast at Tiffany's
Traducción: Enrique Murillo
Editorial: Anagrama
Año de publicación: 1987
Año de publicación original: 1958
Nº de páginas: 157
Solo he leído de Capote "A sangre fría". Imagino, como dices, que el libro es más duro que la película, que sí he visto y sí me parece brillante, aunque lejos de "Días de vino y rosas", que Edwards dirigió un año después. En fin, que me acabó de apuntar "Desayuno en Tiffany's" en mi lista de libros por leer.
ResponderEliminarUn abrazo, Rosa.
Según declara Fernando Marías en su último libro, Arde este libro (que recomiendo a todo el mundo), Días de vino y rosas es la única película decente de Blake Edwards. Una maravilla.
EliminarDesayuno con diamantes, para mí, se aleja mucho de la novela de Capote, la banaliza, hace de ella una comedia, cosa muy alejada de la realidad. Si lees el libro, ya me contarás.
Un beso.
Alejarse de la novela, Rosa, no es ningún pecado, el literario y el fílmico son lenguajes distintos y los autores pueden tener puntos de vista diferentes (sin negar los condicionamientos industriales del cine). Los "Días de vino y rosas" de Edwards son una comedia, sí, pero con su punto amargo. A mí me parece una película muy lograda que, por cierto, iba a dirigir John Frankenheimer y protagonizar Marilyn Monroe, que concuerda con lo que dices de que Capote pensaba en ella al escribir su novela. Bueno, cuando la lea te comento.
EliminarUn abrazo.
Tienes toda la razón y no doy yo de las que pretenden que una película se parezca más o menos a una novela. Al contrario, me he encontrado con muchas películas que por querer parecerse tanto a la novela han resultado planas y faltas de interés.
EliminarEl problema con esta película es que independientemente del libro me resulta un poco ñoña (con perdón) y el personaje de Fred, que no se llama así, no me pega nada para George Peppard. Como digo, solo se salva Audrey Hepburn.
Un beso.
En la respuesta, donde digo "Días de vino y rosas" quería decir "Desayuno con diamantes", por supuesto. Ha sido un lapsus.
EliminarPues fíjate que ni me había dado cuenta. pensé en todo momento en Desayuno con diamantes. Se ve que hemos sufrido el mismo lapsus, ja, ja.
EliminarUn personaje absolutamente desamparado bajo su máscara de frivolidad. Los diálogos, las descripciones de Capote, el ambiente de la historia, dejan sin aliento y con una sensación de melancolía muy particular. A mí también me ha gustado mucho recuperar esta novela gracias al Tintero. Un beso, Rosa. Estupenda tu reseña.
ResponderEliminarEs la segunda vez que leo la novela y me ha gustado más que la anterior. El personaje de Holly es muy bueno y la historia está llena de situaciones y personajes inolvidables, diálogos inteligentes, y descripciones muy certeras. Una gran obra
EliminarUn beso.
Lo de leer la novela y ver la película ya se andará. De momento he leído tu reseña y me he pasado por El tintero de oro a desenmascarar a Lulamae.
ResponderEliminarNo he leído nada de Truman Capote. Siempre pensé que lo primero que leería suyo sería A sangre fría, pero esta novela tiene una pinta estupenda.
Complicado lo de buscar la felicidad sin perder la libertad. Siempre se ha de renuncia a algo para ganar otra cosa. Y hasta perseguir los propios sueños puede ser otra especie de atadura.
Besos
A sangre fría fue lo primero que yo leí en mi adolescencia y me dejó impactada. Esta tardé mucho en leerla y me encantó, pero A sangre fría es genial. Te recomiendo cualquiera de ellas.
EliminarTambién hay una muy buena película de A sangre fría. Es de 1968 y dirige Richard Brooks.
Un beso.
Los integrantes de Tintero, tenemos el privilegio de que con las propuestas del amigo David, que las reseñas de los compañeros, (incluida la exposición de David), nos ofrezca un mapa pormenorizado de los diversos aspectos del autor y su obra, incluida las películas, y la opinión que de ellas se forjan los reseñistas. Con esta tuya, Rosa, se completa el conocimiento que nos regaláis.
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
El trabajo de David es encomiable. Yo he aprendido muchas cosas de sus artículos sobre los autores, y además cosas muy interesantes y curiosas.
EliminarEntre relatos, reseñas de películas y libros y semblanzas y biografías de autores quedan las revistas de lo más completo, y las ahí está de nuevo el trabajo de diseño y maquetación de David.
Un beso.
Lo leí hace años y me interesa lo que dices con respecto a la película. No solo es más blanda, casi diría que tiene una orientación general totalmente diferente al libro y aunque es una estupenda película creo que el libro es muy superior por la enjundia que se convierte en frivolidad en el film, por lo cual entiendo que para disfrutarlo es mejor no conocer el libro.
ResponderEliminarLa novela de Capote es simplemente brillante y siempre he pensado que sumamente original.
Besos.
La novela no tiene fisuras. Es redonda de principio a fin. Y estoy de acuerdo en que es muy original.
EliminarNo puedo decir lo mismo de la película. La historia de amor entre los dos vecinos reblandece mucho la historia y el final queda mucho más abierto en el libro.
Independientemente de esas diferencias, la película se salva por Audrey Hepburn y su magnífica interpretación.
Un beso.
¡Hola, Rosa! Tus fantásticas reseñas vienen a ser como la traca de fin de fiesta de los homenajes que hacemos a grandes como Truman Capote. Precisa y con unas citas realmente escogidas. Como mencionas, la novela y la película tienen tonos muy diferenciados y creo que la percepción de una u otra depende de cuál se ha leído o visto primero. Si ha sido primero la película, seguramente el lector se plantee una lectura que no se va a encontrar. El glamour estético de las imágenes se transforma en otra cosa, en una prosa brillante y precisa, con esos diálogos de los que ya no se hacen, donde es más lo que se lee entre líneas que lo que se muestra. Holly fue el personaje que más quiso Truman, quizá por ello fue tan duro con Audrey en sus críticas. Pero era Truman y con él no valían medias tintas.
ResponderEliminarAdemás, la novelette se acompaña de otros tres relatos que complementan muy bien la historia de Holly, bien planteándose la posibilidad de que renunciara a su libertad, ese "ansia perpetua de algo mejor" que diría Bécquer o desde el punto de vista de quienes dejó abandonados, el propio Capote en ese cuento navideño que cierra el libro.
Bueno, ya dejé lista la gala de mañana y, quién sabe, a lo mejor contamos con unos invitados muy especiales. Un abrazo!!
Traca de fin de fiesta por lo que me retraso siempre. A ver si alguno de estos meses me apresuro y soy el chupinazo de salida. Pero es que se me amontona el trabajo y me gusta publicar en orden de lectura por lo que con tal de que entre en plazo, me conformo.
EliminarEntiendo las crítica de Capote a la película en general, pero no a Audrey Hepburn que, como he dicho repetidas veces, creo que hace una Holly muy acorde con el personaje que he visto en la novela.
No leí los otros relatos del libro y ahora me queda una duda. ¿Sigue la historia de Holly o sencillamente retoma alguno de los temas con historias independientes? No recuerdo que siguiera con Holly de la otra vez que los leí todos, y creo que lo recordaría.
Quedo esperando la gala con verdadera curiosidad por ver lo que nos tienes preparado.
Un beso.
Buenas noches, Rosa:
ResponderEliminarEste relato de Capote siempre me ha fascinado. Como muchos lectores, llegué a él gracias a la película y, aunque tienes razón que difieren mucho entre sí, tanto el relato como la película me parecen dos obras de arte. Pero tienes razón, después de leer el relato te quedas un poco decepcionado por las libertades que se tomaron con la adaptación.
En cuanto a la iniciativa para mantener viva la memoria del autor, me parece encomiable. Espero que tenga mucho éxito.
Un abrazo y feliz noche de domingo!!
Las iniciativas de El Tintero de Oro son geniales. Cada dos meses nos propone una novela ysi bien lo importante es el concurso de relatos, más o menos relacionados con la novela, las reseñas de la novela, de la película sí la hay, y las semblanzas de los autores resultan un homenaje en toda regla.
EliminarA mí me ha movido a leer obras que de otra forma hubieran sido dejadas de lado.
Un beso.
En su día la película se comió casi por completo al libro de Capote y creo que hasta que no pasaron muchos años no se pudo analizar con ecuanimidad y desde más perspectivas tanto al personaje de Holly, como a la propia novela. En cualquier caso hablamos, como ya hemos comentado en varias ocasiones, de dos lenguajes diferentes y que depende mucho de qué guionista adapte el relato y que forma le quiera dar a la novela. Mi conclusión, después de los ríos de tinta vertidos, iría por separar libro y película y disfrutarlos casi como obras independientes.
ResponderEliminarMe ha encantado el párrafo de cierre que has elegido. Gracias por esta rica aportación para el disfrute de todos los que seguimos las iniciativas de David.
Besos.
Ya sabes, lo hemos hablado numerosas veces como dices, que no busco semejanzas entre libro y película. Independientemente de eso, la película me parece que tiene algunos fallos y resulta un tanto meliflua en algunas ocasiones. Con todo y con eso, cuando la he visto, la he disfrutado. Respecto al libro... a ese no le veo ningún fallo. Creo que es una historia perfecta si es que algo así existe.
EliminarUn beso.
La peli, claro que la vi (recuerdo unos años de mi juventud en los que me encantaba el cine antiguo y en blanco y negro, flipaba con esas pelis (ahora me cuesta querer verlas, la verdad) y la recuerdo magnífica, para nada ñoña, aunque hace tanto tiempo..., según te leía iba recordando algunas cosas de esa protagonista (curiosos de que Truman Capote escribió su libro pensando en Marilyn Monroe, seguro). Es lógico que la novela sea mucho mejor a la peli (suele ser lo normal, salvo alguna que otra excepción). No te creas que no me importaría leerla, seguro que la disfrutaría.
ResponderEliminarMe voy al Tintero a ver quién es ese Lulamae, que no me suena nada
Besos
No soy amiga de comparar los libros y las pelis. Al menos no en el sentido de si se parecen o no se parecen. Solo busco que peli y libro sean buenos. En este caso, aparte de las discrepancias entre uno y otra, lo peor es que la peli, sin ser mala por supuesto, resulta un tanto tanto sensiblera y los cambios que s ele han añadido hacen que la historia pierda mucho.
EliminarAnímate a leer el libro seguro que te gusta y se lee en dos ratos.
Un beso.
Hola Rosa, vengo retornando de ver muchas series y me alejé de los blogs y reseñas. Asi que me estoy poniendo al día con las últimas entradas de febrero.
ResponderEliminarTe agradezco mucho esta reseña del libro porque a mí la película me aburrió muchísimo. Me pareció superficial, Holly aniñada, su "profesión" muy ambigua y no entendí la trama ni le encontré la moraleja. Pensé que la cinta tan solo era una excusa para ganar dinero mostrándole al público la actriz de moda que les gusta ver. Pero veo que el libro es más profundo y eso me obliga a leerlo. Yo no he leído nada de Truman Capote, aunque tengo anotada en mi agenda pendiente de leer A sangre fría. Ahora me quedo muy interesada en Desayuno en Tiffanys
Tanto A sangre fría como Desayuno en Tiffany's son dos obras notables. Truman Capote fue un autor muy controvertido y muy bueno.
EliminarYo no tengo una opinión tan mala como tú de la película. Creo que la profesión de Holly es ambigua por un tema de la censura de la época que era muy dura y no, no era una excusa para ganar dinero sino una adaptación de una obra reciente. La película es buena, aunque quizás no para tanto como se la ha encumbrado.
Un beso.
Hola Rosa. Es una auténtica maravilla. Aunque tuve que leerla dos veces. La primera, sentí cierto desconcierto incluso desencanto por las diferencias con la peli, ni que decir tiene que estaba en pleno pavo.
ResponderEliminarPero la segunda fue la buena, la verdadera, y la disfruté muchísimo. Me gusta mucho Capote, su forma de crear esas historias con desencanto pero que él sabe dotar de algo especial que atrapa. De él además he leído El arpa de hierba y Un recuerdo de Navidad. Tengo intención de leer más.
Besos
Yo lo he leído dos veces, pero las dos de adulta y en ambas me ha gustado mucho, aunque es cierto que la segunda lectura también ha siso más satisfactoria y completa.
EliminarTe recomiendo su obra más emblemática, A sangre fría, de la que también hay una muy buena película de 1968. Es como una novela negra, pero muy curiosa porque es más como un largo reportaje periodístico. Muy buena.
Un beso.
Hola. Rosa. Hace mucho que leí el libro y es una gran obra. La leería de nuevo una y mil veces. Y la película también la he visto más de una vez, también la disfruté pero ahora me apetece más el libro. Profundizar en los hechos que provocaron la novela es irresistible.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que se lee tan rápido que no hay que pensárselo mucho para una relectura.
EliminarSí, todo lo que cuenta David en El tintero de oro sobre las causas que dieron lugar a la novela, es apasionante.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarYo leí el libro dos veces.
La primera vez no me convenció y me gustó mucho más la peli, era joven e inexperta.
Hace un par de años lo releí y...
La edad nos abre los ojos. Opino como tú, aunque, eso sí, he decidido separar ambas porque ambas me gustan, aunque a la peli le falte profundad.
Respecto al pelo, Audrey lleva mechas, no luce su pelo negro habitual, pero solo se aprecian en los primeros planos.
Muchas gracias por la reseña, es estupenda y el párrafo final elegido me encanta.
Feliz noche.
No me he fijado en las mechas de Audrey. Seguro que cuando vuelva a ver la peli lo haré. Conste que a mí también me gustan ambas, peli y libro, pero también es cierto que, aunque inconscientemente, tras leer el libro la película adquirió un nuevo aspecto para mí.
EliminarEs cierto que los años nos cambian y los libros repetidos nunca son los mismos libros.
Un beso.
Al leer algunos de los comentarios que te han hecho he descubierto que hay mucha más gente a quien la película no le gustó tanto o que pasados los años la ven con otros ojos. Sin duda son dos obras bien diferentes y ya sabes mi opinión de ambas. Hoy, tras hacer la crítica de la película y encontrar las referencias a la censura a la que se vio sometida creo que, aunque el resultado final no me gustó, bastante hicieron los responsables para sacar adelante algo digno a pesar de todo.
ResponderEliminarPero aquí hablamos de la novella. Y esa ya es harina de otro costal. Mucho más coherente ese final que le dio Capote y el dibujo de la personalidad de Holly, tan inspirado en su madre y en él mismo y sus experiencias neoyorquinas.
Coincido en que el fragmento final que hs escogido es realmente bueno y esclarecedor de la personalidad de un personaje tan bien construido.
Muy buena reseña.
Un beso.
Es indudable que la película se topó con el código Hays aún vigente en Estados Unidos y eso era algo que los cineastas tenían que sortear como mejor pudieran. Aquí se solventa totalmente la insinuada homosexualidad del narrador haciendo que se enamore de Holly. Eso entre otras muchas cosas. La película es muy digna y el papel de Holly, para mí, está logrado a la perfección. Lo único realmente vergonzoso de la película es el papel de Mickey Rooney haciendo de japonés, pero eran otros tiempos y tampoco es cuestión de descontextualizar. Me gustaría más si no hubiera optado por la comedia para contar una historia que tiene muy poco de cómica.
EliminarDicho esto, la novela es magnífica y creo que no merece la más mínima objeción.
Un beso.
No me queda más remedio que leer la novela. He visto la película, pero hace tantos años de ello que ya no recuerdo casi nada. Pero las reseñas que he leído recientemente, señalan una mayor calidad y un mayor realismo (más dura, más cruda) de la novela en comparación con su versión cinematográfica, probablemnete más suave para contentar a cierto público de la época.
ResponderEliminarTanto me ha gustado tu reseña, que acabo de comprar en un click la edición para kindle de Amazon, je,je.
Un beso.
Pues me alegro mucho de que te animes a leer el libro. Verás que es una gran historia. Sin querer comparar con la película (nunca quiero hacerlo, pero me parece que continuamente lo hago), la novela es más dura y realista, mientras que la película tiene un punto de comedia que la hace mucho más ligera. Me importa menos que la película se parezca muy poco al libro que el hecho de que se aligeren los contenidos o se le dé un espíritu alejado del original. Pero olvidándome de la comparación, la película tiene defectos que hacen que no me parezca redonda.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. A mí me pasa que si veo la peli o leo el libro antes, lo que haga después, ya sea leer el libro o ver la peli, no me acaba de gustar. En cada caso viene por una cuestión. Sin embargo, leyendo vuestras reseñas (ya que solo vi la peli) creo que es en este caso va a ser distinto. Parece que el libro guardaba muchas cosas y aspectos que no llegaron a plasmarse, como una historia distinta sobre los mismos acontecimientos. La verdad es que me gusta la idea.
ResponderEliminarFantástica reseña, Rosa. Es una gozada verte desgranar los libros.
Un abrazo!
Yo siempre procuro leer el libro antes porque me gusta más conocer la historia original. Luego ya veo la adaptación. No siempre me gusta más el libro, aunque sí la mayoría de las veces, pero es que me gusta más la literatura que el cine, que me gusta mucho también.
EliminarHa habido películas que me han gustado mucho aunque no se parecían en nada al libro y las ha habido que siendo muy parecidas al libro no me han gustado nada.
En este caso, ambos productos están bien, pero la novela es casi perfecta y la película tiene sus cosillas.
Un beso.
Hola Rosa, a mi la pelicula de Desayuno con diamantes me encanta, puede ser que se deba a que me gusta mucho Audrey Hepburn, el caso es que siempre que la veo la disfruto mucho. También he leído la novela dos veces, la primera me lleve una sorpresa porque la verdad no se parecen prácticamente en nada, en la película se quedaron con la idea general y cambiaron lo que les pareció e hicieron su versión made in Hollywood. La novela me encantó y he conseguido separar película y novela y disfrutar de ambas. Y mira que pocas veces lo consigo. Besos.
ResponderEliminarYo sí suelo conseguirlo. Independientemente de lo similar al libro que sea la película, me puede gustar mucho. Algunas más que el libro.
EliminarEn este caso creo que, sin estar mal la película (y Audrey Hepburn está magnífica), el libro es tan bueno que la hace palidecer un tanto.
Un beso.
Hola Rosa. Leyendo todas las reseñas y críticas que habéis hecho para esta edición del Tintero, todos coincidís en preferir el libro a la película, y en que en esta última se suaviza mucho el personaje de Holly y sus circunstancias. Personalmente suelo preferir el original a la copia, y en este caso me ha quedado claro tras vuestras estupendas reseñas. Muchas gracias por acercarnos tu visión personal tanto de la novela de Capote como de la posterior película. Un abrazo.
ResponderEliminarYo también suelo preferir el original, aunque trato de no comparar. Si la película es buena, pues es buena, sin más, aunque no se parezca mucho al libro. En este caso el libro es genial y la película tiene sus fallos en los que imagino que la censura tendría mucho que ver.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Ni vi la peli, ni leí el libro, pero leyéndote ya no me queda ninguna duda de que es lo que debo hacer. Magnifica reseña.
ResponderEliminarAbrazo.
Muchas gracias. Pues me alegro de haberte aclarado lo que hacer respecto a esta historia. Una muy gran historia.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Me ha gustado tu reseña, porque tenía una ligera idea de que lo que nos vendían en la película se alejaba un tanto del libro, y me lo has aclarado. Parece interesante y sé que en algún momento me acercaré a esta historia, que no sé si será del todo de mi gusto, pero que creo que merece la pena ser leída. También así me estrenaría con el autor, al que tengo muy pendiente. Caerá en algún momento. Un saludo.
ResponderEliminarTruman Capote fue un gran escritor que merece salir de las listas de pendientes para entrar en las de leídos. Desayuno en Tiffany's es una novela cortita, más bien una 𝘯𝘰𝘶𝘷𝘦𝘭𝘭𝘦, que se lee en una tarde y que supone una delicia de lectura.
EliminarUn beso.