"La casa de la alegría" Edith Wharton

«Selden se detuvo, sorprendido. En la aglomeración vespertina de la Estación Grand Central, sus ojos acababan de recrearse con la visión de la señorita Lily Bart.
Era un lunes de principios de septiembre y volvía a su trabajo después de una apresurada visita al campo, pero ¿qué hacía la señorita Bart en la ciudad en aquella estación? Si la hubiera visto subir a un tren, podría haber deducido que se trasladaba de una a otra de las mansiones campestres que se disputaban su presencia al término de la temporada de Newport; pero su actitud vacilante le dejó perplejo».

No andaba muy desencaminado Lawrence Selden. Lily Bart se dirigía a coger un tren para acudir a una de esas casas en las que solía estar invitada en aquella época del año. Venía de Tuxedo de casa de algunos amigos y se dirigía a Bellomont, a casa de otros. Lo malo es que había perdido un tren y tenía un par de horas hasta el siguiente. Dos horas que aprovechó para pasear y visitar el apartamento de soltero de Selden y, en un solo capítulo y un par de conversaciones, ponernos en antecedentes de todo lo que necesitamos saber. 

Y ello es que Lily vive con una tía un tanto anticuada y su mayor objetivo, el único mejor dicho, es casarse y hacerlo con un hombre rico. «Desperdicié un par de buenas ocasiones cuando fui presentada en sociedad (supongo que todas las chicas lo hacen); y ya sabe usted que soy horriblemente pobre... y muy cara. Necesito mucho dinero». Por supuesto, Selden no es un aspirante a ese matrimonio; sin ser pobre, tiene que trabajar para vivir y carece de fortuna. Tal vez por eso Lily no tiene problemas en subir a su apartamento aunque finalmente, un encuentro con un turbio personaje, Rosedale, la haga mentir acerca de su presencia en el edificio. Y es que el mundo en el que se mueve Lily no perdona y para una chica que aspira a casarse con un hombre rico, ciertas murmuraciones son impensables. 

«—¿Ha venido a la ciudad para ir de compras, supongo? —preguntó en un tono que sugería la familiaridad de un contacto físico.
La señorita Bart dio un pequeño respingo y ofreció en seguida atolondradas explicaciones.
—Sí... he venido a la modista y ahora iba a coger el tren para visitar a los Trenor.
—Ah, su modista; vaya, vaya —dijo él con voz meliflua—. Ignoraba que hubiera modistas en el Benedick.
—¿El Benedick? —repitió ella, perpleja—. ¿Es el nombre de este edificio?
—Sí, se llama así, creo que es una palabra arcaica para soltero, ¿verdad? Casualmente el edificio es mío... por eso lo sé».

No solo Lily trata de afianzar su posición en la buena sociedad neyorquina. También Rosedale lo pretende, aunque su caso es distinto. A él le sobra el dinero, lo que le falta es cuna y prestigio pues no deja de ser un judío advenedizo mal aceptado en los círculos de las grandes familias de siempre, a los que, sin embrago, Lily accede sin problemas. 

La familia de Lily  era una familia acomodada que habría podido vivir sin estrecheces de no haber sido su madre una derrochadora compulsiva. Su afán por aparentar y llevar una vida de lujos y vacaciones en Europa, terminó con la ruina de la familia, ruina que se vio incrementada con la muerte del padre. A partir de ese momento, la madre puso todas sus esperanzas en la belleza de Lily y en el gran matrimonio que podría hacer gracias a esa belleza. 

Ahora Lily, huérfana también de madre, vive con su tía, la señora Penniston, que pertenece a la mejor sociedad de Nueva York y le ha abierto las puertas de las mejores familias, puertas que su tía nunca traspasa pues prefiere contemplar la vida de sociedad desde sus ventanas en la Quinta Avenida que participar directamente en ella. 

«[...] la señora Peniston, desde la tranquila atalaya de su ventana superior, podía anunciar con notable precisión el momento justo en que el crónico volumen de sonido se incrementaba con la irrupción repentina de coches que se dirigían al baile de los Van Osburgh, o cuando la multiplicación de ruedas significaba simplemente que la ópera había terminado o que se celebraba una concurrida cena en Sherry's.
La señora Peniston seguía el inicio y la culminación de la temporada con tanto interés como el más activo asiduo de sus diversiones, y en su calidad de observadora gozaba de oportunidades de comparación y generalización vedadas proverbialmente a quienes participaban en ellas»

Edith Wharton

La casa de la alegría es una de las novelas más inteligentes que he leído nunca. El análisis descarnado y despiadado que Edith Wharton hace de la sociedad neoyorquina de principios del siglo XX es de una riqueza y demuestra una perspicacia que la convierte en la que creo que es la mejor novela que he leído de la autora. Análisis tan profundos y minuciosos que he tenido que releer párrafos para captar toda la esencia. Puede que también haya sido la novela con el lenguaje más complejo en su sintaxis de las que recuerdo de Wharton (pero n
o hay que asustarse porque nada en ella hace que resulte especialmente difícil de entender). Y no obstante, la novela engancha. La trama se va haciendo cada vez más adictiva. 

Queremos saber cómo va a terminar Lily, que va a pasar con su vida que va cayendo cada vez más bajo, que va viendo como oportunidades que daba por resueltas, se van quedando en nada por causas inesperadas. Lily va cayendo y se va recuperando, aunque su recuperación la deje siempre en una situación más precaria que la de partida. «Una vez más, Lily había salido de una situación equívoca a tiempo de salvar el amor propio, pero demasiado tarde para la reivindicación pública»

La novela va creciendo en interés y parece que la fuerza de gravedad se hubiera invertido y la trama se viera impulsada hacia arriba por fuerzas ocultas, arrastrando al lector en pos de unos acontecimientos que lo atrapan en su vertiginoso ascenso. Un ascenso en el interés que es paralelo al descenso de la delicada situación de Lily en la sociedad a la que aspira a pertenecer por derecho de matrimonio. Pero no hay que confundirse. Lily no es una mujer sin escrúpulos capaz de vender todos sus principios inmolados en el altar de los votos nupciales. Lily mantiene una honradez, una ética que no le permite saltarse ciertas reglas morales. 

Y de la mano de Lily y gracias a la pluma sutil de Wharton iremos conociendo los movimientos sociales que empezaban a tener lugar en los primeros años del siglo pasado. Ricos burgueses comienzan a auparse y a formar parte de las clases más exclusivas. Unas clases sociales que empiezan a desdibujarse mientras una burguesía advenediza y mal admitida en los círculos más exclusivos comienza a  asimilar a los jóvenes de la élite, ansiosos del mundo desenfadado, menos encorsetado y sin tantas normas de conductas como el de su propia clase privilegiada.

«El ambiente de los Gormer representaba un suburbio social que Lily había evitado siempre con escrúpulo, pero ahora que se hallaba inmersa en él, se le antojó una simple copia de su propio mundo [...] la diferencia estribaba en cien matices de apariencia y conducta, desde el estampado de los chalecos masculinos a la inflexión de las voces femeninas. Todo estaba graduado en una clave más alta y había más de cada cosa: más ruido, más color, más champaña, más familiaridad, pero también más buen humor, menos rivalidad y una mayor capacidad de diversión».

«Encontrar a Ned Silverton entre los asiduos del salón de la señora Hatch fue una de las primeras sorpresas para Lily, pero no tardó en descubrir que no era él el recluta más importante del señor Stancy. El grupo centraba su atención en el pequeño Bertie van Osburgh, esbelto heredero de los millones Van Osburgh»

La casa de la alegría es, como he dicho, la novela que más me ha gustado de las que he leído de Edith Wharton. No es que haya leído muchas tampoco y de La edad de la inocencia han pasado ya tantos años (1996) que apenas la recuerdo. Sería una buena candidata a la relectura. 

Las otras novelas de Edith Wharton que he leído:
"La edad de la inocencia"

Este libro participa en el Reto Escritores de la A a la Z que organiza el blog  Lecturápolis. Con él relleno la letra W.

Título del libro: La casa de la alegría
Autora: Edith Wharton
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: The house of mirth
Traducción: Pilar Giralt Gorina
Editorial: Alba
Año de publicación: 2011
Año de publicación original: 1905
Nº de páginas: 384

Comentarios

  1. ¡Hola!
    Pues la verdad es que no he leído nada de la autora y tras leerte me apetece mucho ponerme con esta novela. Me parece que la puedo disfrutar mucho, porque trata una época que me parece muy interesante y no conozco demasiado al respecto. Muy buena la reseña.
    ¡Besitos!

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    1. Es una novela muy buena para conocer la sociedad neoyorquina de finales del XIX y principios del XX. Todas las novelas de la autora lo son, pero esta me ha parecido muy especial.
      Un abrazo.

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  2. Hola, Rosa. Me he perdido algo, esa sensación tengo. Porque he intentado leer novelas de Wharton y me he rendido, me saturaba y me aburría. Lo curioso es que es mi escritora favorita de relatos y novelas cortas, me parecen auténticas maravillas. Creo que tengo que intentarlo otra vez con esta, al menos. Quizás me vino grande su complejidad en la sintaxis.
    Por cierto, te recomiendo Ethan Frome, una joya.
    Besos

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    1. A mí me gustan mucho las novelas largas de Wharton. He leído La solterona, La edad de la inocencia y esta y las tres me han encantado. También me gustó mucho Las hermanas Bunner, ya como ejemplo de novela corta, y Ethan Frome era la siguiente que iba a leer, pero un par de reseñas de La casa de la alegría hicieron que se colara.
      Es cierto que la sintaxis puede resultar compleja en algún momento, pero nada que impida disfrutar de la historia, como digo.
      Un beso.

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  3. Hola Rosa, es que Edith Wharton es una escritora muy inteligente, sus análisis de la sociedad neoyorquina y de los personajes es minucioso y perspicaz. Esta la leí hace años y la recuerdo ligeramente, pero la disfrute mucho. Aún me quedan algunas por leer y luego, relectura. Besos.

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    1. Me ha parecido una novela muy inteligente. Casi no recuerdo La edad de la inocencia, pero sí el resto y esta creo que las supera. Siendo todas perspicaces y muy certeras en sus análisis, esta me lo ha parecido más si cabe.
      A mí también me quedan bastantes por leer. Ni siquiera controlo todas las novelas que tiene.
      Un beso.

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  4. Lo poquito que he leído de esta autora me ha gustado. Ese análisis de la sociedad neoyorquina que tan bien conoce y esa crítica que hay detrás... No he leído aún esta novela pero terminará cayendo.
    Besotes!!!

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    1. Yo tampoco he leído mucho de la extensa obra de la autora, pero todo lo que he leído me ha gustado muchísimo, esta novela especialmente. Te la recomiendo y más si te gusta Edith Wharton.
      Un beso.

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  5. De la autora solo he leído la edad de la inocencia y de aquello hace la tira de años, casi prefiero ni recordar cuántos. Me llevo anotado este que nos traes.
    Besos.

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    1. La edad de la inocencia la leí en 1996, a raíz de la magnífica película del mismo título. Da igual que lo recordemos o no, es lo que hay, ja, ja. Creo que La casa de la alegría te gustará si te gustó La edad...
      Un beso.

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  6. Tu reseña me ha hecho regresar al ambiente de algunas de las narraciones de Henry James incluidas en su libro Nueva York. La verdad es que a donde debería regresar es a ambos autores, tanto a Wharton como a James. Esta novela, además, tiene una pinta estupenda. Es una buena candidata para retomar a la autora, de la que solo he leído Ethan Frome.
    Besos

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    1. Yo hay novelas que tengo que pensar si son de James o de Wharton. El hecho de que estén escritas en momentos similares y, muchas de ellas, ambientadas en Nueva York hace que a veces me líe. Tienen una visión muy similar de la sociedad y ambos sienten esa fascinación por lo europeo que les hace comparar en muchas ocasiones.
      Procuro volver a ambos de tanto en tanto, pero debería hacerlo con mucha más frecuencia. Otra de esas tontas perezas que ya hemos comentado.
      Ethan Frome será lo próximo que leeré de Wharton.
      Un beso.

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  7. Hola.
    Pues tengo que leer una novela tan inteligente.
    Muchas gracias por la reseña y feliz jueves.

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    1. Espero que te guste. Creo que es realmente inteligente y perspicaz en sus análisis y críticas.
      Un beso.

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  8. Cuando un texto te obliga a releerlo para captar todo su significado o bien disfrutar recreándote en un pasaje en paticular ya da a entender que el autor, o autora en este caso, tiene grande dotes para atrapar al lector y hacerle recapacitar. Hay obras que se leen de un tirón porque, a parte de la sencillez y naturalidad de su prosa (cosa que también aprecio), apenas encierran mensajes o reflexiones a las que se debe prestar atención para saborear mejor cada fragmento de la historia. Según lo que cuentas, me da la impresión que este es el caso en La casa de la alegría y probablemente forme parte del estilo narrativo de esta autora.
    Otro punto que veo a favor de esta obra es la crítica social que seguramente encierra, algo que siempre me ha gustado en la literatura, tanto de hoy como de ayer.
    Un beso.

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    1. Yo también valoro mucho la sencillez en la prosa, que considero que solo es sencilla para el lector, pero al autor le habrá costado lo suyo expresar lo que quería de forma tan natural. Este caso es por supuesto, de las segundas que mencionas. La autora hace unas reflexiones tan minuciosas y una crítica tan audaz que requieren de una cierta complejidad para explicarlas. No deja un cabo suelto y le da vueltas a situaciones, comportamientos, diálogos... Realmente cuesta un poco de esfuerzo extra, pero el trabajo merece la pena y se ve totalmente compensado.
      La crítica social es dura y contundente y muy reveladora de cómo funcionaba la sociedad neoyorquina de finales del XIX y principios de XX.
      Un beso.

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  9. Buenas tardes, Rosa:

    Yo no soy imparcial con Edith Wharton porque me gusta muchísimo. Pero estoy de acuerdo con tus palabras, La casa de la alegría es una obra escrita con mucha inteligencia y, quizá, la novela de la autora que más explosiva resulte. De las novelas suyas que he leído, y han sido unas cuántas., ésta es una de mis preferidas, junto con Los niños,La solterona y Las costumbres nacionales.

    Excelente reseña, ¡enhorabuena!

    Un abrazo!!

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    1. Mira, Las costumbres nacionales no la conocía. Es una autora de la que de vez en cuando descubro nuevas obras.
      La casa de la alegría resulta, como dices, explosiva y en la época tuvo que ser un bombazo.
      Espero poco a poco ir completando mi conocimiento de Edith Wharton que, junto a Henry James y John Steinbeck es mi clásica estadounidense preferida.
      Un beso.

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  10. ¡Qué buena propuesta, Rosa! Wharton es una autora que a mí me encanta y esta, desde luego, es una de sus mejores novelas. Inteligente y con una crítica muy potente. Leyéndote me has despertado el gusanillo de volver a ella aunque de vez en cuando voy leyendo cuentos de la colección completa que publicó hace un tiempo Páginas de Espuma. Una reseña estupenda. Un beso.

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    1. Tarde más o menos, es una autora a la que siempre vuelvo. prefiero sus novelas, cortas o largas, pero no descarto hacerme con ese libro de cuentos completos. Gracias por la información.
      La casa de la alegría es lo mejor que he leído de Wharton salvando lo poco que recuerdo de La edad de la inocencia sobre la que debería volver.
      Un beso.

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  11. Tenía apuntado este y Ethan Frome para seguir conociendo a Wharton. Ya veo que este es de lo mejor de la autora, gracias por traerlo. Besos.

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    1. Yo pensaba leer Ethan Frome antes que este, pero se cruzó y me tentó demasiado. Ya anetes se había cruzado Los niños. A ver si consigo llegar a Ethan Frome sin que nada lo impida.
      Un beso.

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  12. Yo no me he estrenado con esta autora. A ver si le hago un hueco. Un beso

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    1. Te la recomiendo. Es una autora que merece la pena. Mucho.
      Un beso.

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  13. ¡Hola, Rosa! Leyendo tu reseña iba pensando que esta novela, esta autora, bien podría considerarse el germen de la novela negra el Hard Boiled que un par de décadas después fundaría Dashiell Hammett. Esa crítica social, ese plasmar las contradicciones e hipocresía de la sociedad norteamericana de principios del XX y respecto a la que la protagonista se mantiene firme ética y moralmente, aunque no por ello se vea afectada por lo que le rodea. No sé si me habré excedido en mi apreciación. Un abrazo!

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    1. La verdad es que solo falta un buen asesinato o bucear entre las clases más desfavorecidas del Nueva York de la época para hacer de esta una novela negra. pero tal y como está planteada creo que es más una novela de crítica de una sociedad muy bien situada a la que no se ve interactuar con las clases más bajas. Solo con las que están un escalón por debajo y aún muy lejos de la miseria y pobreza que tenía que haber en la ciudad. No en la Quinta Avenida, pero sí tampoco muy lejos.
      La protagonista se mantiene firme, pero dentro de un contexto. Su afán por casarse con alguien muy rico que la saque de la necesidad no demuestra muchos principios aunque sí es cierto que hay líneas que no piensa traspasar.
      Interesante tu aportación.
      Un beso.

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  14. Yo tampoco conozco a la autora. Ahora que empiezo a disponer de algo más de tiempo personal (no mucho más), empiezo a tomar nota de todas las buenas reseñas pormenorizadas que nos ofreces, Rosa. Tengo dos pendientes de lectura que retomo ya, y empezando de nuevo a engrosar mi lista de pendientes (muy larga por tu culpa)
    Un beso, Rosa. Me has abierto el apetito de lecturas.

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    1. Esta es una gran novela de una gran autora que te recomiendo mucho.
      No sé si alegrarme o pedirte disculpas por hacer crecer tu lista de pendientes. En principio siempre es bueno tener cosas para leer, pero cuando son excesivas para toda una vida y hasta para dos, la cosa se pone difícil.
      Un beso y disfruta de ese extra de tiempo para leer, aunque no sea mucho.

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  15. ¡Hola!
    pues sí que has leído novelas de esta autora..., no es mi caso, pero sí es verdad que la conozco y sabía de su modo de escribir, de sus brillantez e inteligencia (tengo una usuaria de la biblio que adora sus novelas y me ha hablado mucho de algunas, no recuerdo ahora mismo si me habló de esta)
    Si te soy sincera, es una autora que en el fondo me da miedo, me da miedo que me resulte espesa, pero sé que son prejuicios tontos.
    Me ha encantado conocer tu opinión sobre La casa de la alegría y me encanta que la hayas disfrutado. Yo no tengo claro si al final algún día me atreveré con ella
    Besos

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    1. No he leído muchas para toda la obra que tiene. es como Stefan Zweig o Henry James que siempre te sorprenden con algo que no conocías.
      Esos miedos o perezas son muy típicos con los clásicos. A mí me pasa con los dos mencionados y con Wharton o Faulkner. El caso es que los he leído, sé que siempre los disfruto, pero esa pereza inicial no me la quita nadie.
      Seguro que Wharton te gustaría. Aparte de su calidad indiscutible, resulta muy entretenida. esta novela a mí terminó por engancharme totalmente.
      Un beso.

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  16. Me apunto la novela porque eso de que describa la sociedad de NY a principios del XX me llama la atención ahora que estoy viendo una serie de TV "La edad dorada" que también describe la sociedad de Nueva York aunque medio siglo antes, y la verdad es que estoy flipando un poco, o puede que no, que en cierta manera es previsible lo que ahí estoy averiguando.
    Gracias por la recomendación.
    Un beso.

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    1. Pues yo me apunto esa serie que no conocía y que tiene una pinta muy buena. Veo que está en HBO y que hay una temporada. Lo que no me queda claro es si son nueve o diez episodios. Bueno ya lo veré.
      Yo conocí por primera vez esta sociedad de Nueva York con otra novela de la autora, o más bien con su adaptación al cine, La edad de la inocencia, que fue mi primer contacto con Edith Wharton hace ya casi treinta años. También me sorprendió mucho. No sé por qué no imaginaba así a los neoyorquinos de la buena sociedad.
      Te gustará esta novela.
      Un beso.

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  17. Este no lo he leído pero lo haré, me he hecho lector de esta autora gracias a tí aunque aún no he leído demasiados. La verdad es que la vendes muy bien. Seguro que me gusta.
    Besos

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    1. A mí me gusta mucho. Tampoco he leído demasiado de ella, pero todo lo leído ha sido muy satisfactorio. Esta novela ha sido de lo mejor.
      Un beso.

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  18. La verdad es que ya por ser una novela escrita con tanta precisión y de una manera inteligente merece la pena.
    y además describe una sociedad que merece la pena descubrir, de modo que tomo nota de esta novela que hoy nos ahas compartido.
    Y si no recuerdo mal vi la película de la "Edad de la Inocencia"y me gusto, es de esas pelíuclas que le gustaban a mi padre.
    Un beso.

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    1. Seguro que está novela te gusta. Habla de una sociedad muy interesante por la época y el lugar y cuenta una historia que es toda una crítica a esa sociedad y a ciertos comportamientos.
      Tengo que volver a leer La edad de la inocencia.
      Un beso.

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  19. Me la apunto, muchas gracias. No sabía por cuál de sus libros empezar. De hecho, el tema de clases sociales en ascenso y el rechazo de la élite a los nuevos ricos, me tiene bien enganchada por una serie que estoy viendo en HBO max llamada La edad dorada, precisamente a desarrollarse en Nueva York.

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    1. Kirke ha hablado más arriba, en su comentario, de esa serie que me he apresurado a apuntar. Nueva York en esa época resulta muy atractivo.
      Creo que es un buen libro para empezar con la autora. De todos los que he leído y recuerdo (La edad de la inocencia, como digo, lo tengo bastante olvidado), puedo decir que es mi favorito. Ya nos contarás.
      Un beso.

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  20. Le tengo ganas a este título desde hace tiempo. He leído opiniones bastante dispares, pero siento que a mí me va a gustar como a ti y que va a casar conmigo (ya se verá). De la autora, como tú, he leído algunas de sus novelas pero me faltan aún por leer... Las hermanas Bunner y La solterona me gustaron mucho, y La edad de la inocencia fue una de mis mejores lecturas del año pasado. En fin, que tengo que regresar a Edith y este título tiene muchas papeletas de ser el siguiente. Un saludito.

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    1. Tengo que releer La edad de la inocencia que lleva ya más de veinte años leída y recuerdo más bien poco. Todo lo que he leído de Edith Wharton me ha gustado mucho, pero esta novela que reseño aquí, me ha sorprendido por lo certero del análisis, lo agudo de la crítica y lo inteligente de las reflexiones. De lo más recomendable.
      Un beso.

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