"Todo es posible" Elizabeth Strout
Si Alice Munro escribe novelas que se venden como relatos, Elizabeth Strout escribe relatos que se venden como novelas. Todo es posible retoma el mundo y los personajes de Me llamo Lucy Barton. Las historias están ambientadas en Amgash, aquel pueblecito de Illinois del que salió Lucy huyendo de la pobreza para refugiarse en Nueva York.
Las historias de este libro transcurren tiempo después de lo narrado en Me llamo Lucy Barton, pero también nos llevan a ese momento y a momentos anteriores. Los personajes pasan de un relato a otro siendo protagonistas de uno y apareciendo solo mencionados en otros. Sí, son los mismos personajes y/o los mismos lugares, pero no hay correlación temporal, los personajes principales, como digo son muy variados y los hechos de unos relatos poco o nada tienen que ver con los de otros. De ahí que no considere novela a Todo es posible.
En lo que todos los relatos coinciden es, como digo, en estar ambientados años después de aquella estancia en el hospital en la que Lucy tuvo que pasar unos días con su madre y que se puede leer en Me llamo Lucy Barton. Ahora Lucy es una escritora de éxito que recibe premios y sale en la televisión y los periódicos.
«Los Barton habían sido unos marginados, incluso en un pueblo como Amgash, debido a su extrema pobreza y excentricidad. Ahora, el hijo mayor, un hombre llamado Pete, vivía solo en la casa, la hija mediana residía dos pueblos más allá y la menor, Lucy Barton, había huido hacía muchos años y había acabado viviendo en Nueva York. Tommy había pensado mucho en Lucy. En todos los años que se había quedado después de las clases, sola en un aula, desde cuarto hasta el final de secundaria; había tardado varios años en tan siquiera atreverse a mirarlo a los ojos [...]
Quizá porque acababa de pasar por delante de la casa de los Barton, pensó en el hombre, Ken Barton, que había sido el padre de aquellos pobres niños tristes y había trabajado para él a temporadas, y luego pensó –como hacía más a menudo– en Lucy, que se había ido para estudiar en la universidad y había acabado en Nueva York. Se había hecho escritora».
Quien así recuerda a los Barton es Tommy Guptill en el primer relato del libro, La señal. Tommy, tras perder en un incendio la granja que tenía en un pueblo cercano, había sido bedel en el colegio donde Lucy estudiaba. La había visto dormitar en los bancos de las aulas desiertas, hacer los deberes en los pupitres vacíos mucho después de la hora de salida, cualquier cosa menos ir a su casa donde nada bueno la esperaba y además hacía un frío horrible. Ahora Tommy se siente orgulloso de aquella niña a la que él ayudó con su silencio y con la sencilla acción de dejarle un aula abierta. No se dejó ayudar con nada más.
En este relato, Tommy visita a Pete Barton y, por culpa de un malentendido, tendrá una conversación con él que le descubrirá un secreto, un secreto que puede que él hubiera querido que siguiera siéndolo.
Y secretos, humillaciones, desencantos y desencuentros, triunfos, ilusiones cumplidas, esperanzas rotas, divorcios, amantes... todo un muestrario de relaciones y vivencias para unos personajes que se entremezclan como los hilos enredados de varias madejas abandonadas en una caja que parece imposible desenredar, pero que ante nuestro asombro van saliendo de entre los nudos y dejando hilos sueltos de vivos colores ante la vista.
Tenemos a Patty Nicely que es orientadora de secundaria en el colegio en el que estudia Lila, la sobrina de Lucy, la hija de su hermana Vicky. Pero Patty, la vaca Patty como la llaman ahora los alumnos, es además una de las Guapas Chicas Nicely, como las llamaban a ella y a sus hermanas tiempo atrás. Y una de las hermanas es Linda quien protagonizará un hecho escabroso y escandaloso en compañía de su marido.
Y está Angelina Mumford, compañera de Patty en el colegio en el que ambas trabajan y que es la hija de Mary Mumford que, a decir de la madre de Patty, «no era gran cosa. Creo que nació en Misisipi. Se casó con el hijo de los Mumford, él era rico, y después tuvo ese montón de hijas y montones de dinero». Y de ese montón de hijas Mary es la preferida y la última que quedaba por ir a visitarla en Italia donde vive con su nuevo marido.
Dottie y Abel Blaine también han prosperado, al igual que Lucy. Son unos primos lejanos que pasaban con los Barton algunos veranos. Eran aún más pobres que ellos y revolvían entre la basura para comer. Abel consiguió un trabajo a los dieciséis años «A los dieciséis años había conocido el asombroso poder del dinero. Lo único que el dinero no podía comprar era un amigo para Dottie (ni para él, pero eso no importaba tanto), pero compró una rutilante pulsera, ¡y se la regaló a su hermana! Y ella había sonreído. Más que nada, el dinero compraba comida». Ahora no les falta comida ni dinero, pero Dottie está sola en su hostal donde los clientes le hacen confidencias que ella no pide y luego se arrepienten; nada más vergonzoso que confesar tus humillaciones delante de un desconocido y darte cuenta cuando se te pasan los efectos del alcohol.
La propia Lucy protagoniza junto a sus hermanos uno de los relatos. Tras diecisiete años, vuelve al pueblo y se reúne con Pete y Vicky. Su conversación recordará cosas que Lucy había ocultado en el fondo del baúl de su memoria.
Un catálogo de personajes inolvidables que protagonizan los distintos relatos en distintas épocas; un grupo de personajes que se dan el relevo en el papel principal y en los secundarios haciendo de Todo es posible un juego de espejos en el que cada uno se ve más pequeño o más grande según cuál sea el reflejo del espejo que lo refleja.
Si en Olive Kitteridge y Luz de febrero (Olive again su título original) nos cuenta las venturas y desventuras de los habitantes de Crosby, en la costa de Maine; si todos los relatos tienen como personaje común a Olive Kitteridge, aunque en algunos tan solo se la nombre, Todo es posible nos habla de los habitantes de Amgash, Illinois, y en muchos ellos aparece el personaje de Lucy Barton, aunque tan solo sea la protagonista de uno de ellos.
Elizabeth Strout crea mundos y los narra mediante un caleidoscopio de personajes que se mezclan entre sí mostrando distintas imágenes a medida que nos vamos metiendo en sus ambientes y en sus vidas. Crosby y Amgash, Olive Kitteridge o Lucy Barton son las columnas vertebrales sobre las que se apoyan un montón de historias que nos cuentan el mundo y la vida. Elizabeth Strout no necesita grandes acontecimientos para amarrarnos a sus libros, la literatura estadounidense no lo necesita, porque sabe atrapar al lector con personajes normales, peripecias cotidianas, paisajes del día a día.
Aún nos encontraremos con Amgash y Lucy Barton y quién sabe con cuantos personajes conocidos más, porque la última novela de Elizabeth Strout, Oh William, publicada en 2021 nos vuelve a llevar a esos paisajes. Ha sido la publicación de este libro lo que me ha llevado a sacer de la lista Todo es posible. Quería ponerme al día con Amgash, Illinois, antes de encarar la nueva publicación. Después ya solo me quedará Los hermanos Burguess. Hay otra, Abide With Me, que creo que no está traducida al español, al menos yo no la encuentro. Si alguien sabe algo al respecto, le pediría que me avise.
Dejo aquí mis libros leídos de Elizabeth Strout en el orden de lectura:
Este libro participa en el Reto Escritores de la A a la Z que organiza el blog Lecturápolis. Con él relleno la letra S.
Título del libro: Todo es posible
Autora: Elizabeth Strout
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Anything Is Possible
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Anything Is Possible
Traducción: Rosa Pérez Pérez
Editorial: Duomo
Año de publicación: 2017
Año de publicación original: 2017
Nº de páginas: 288
Buenos días, Rosa:
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo contigo, la literatura norteamericana tiene gran personalidad y no le hace falta mucho para captar la atención. Por otro lado, su tradición es suficiente carta de presentación para mí, aunque aún me faltan muchos autores contemporáneos por conoce, Elizabeth Strout es una de ellos. Apunto los títulos que adjuntas...¿Los leo en ese orden?
Un abrazo y gracias por reseñar siempre libros tan interesantes!!
Ese es el orden que yo seguí y me enganché sin remedio, aunque Amy e Isabelle es el primero publicado.
EliminarElizabeth Strout me parece una escritora fabulosa capaz de crear todo un mundo de personajes y paisajes y hacer que nos metamos en él y nos dejemos envolver totalmente. Leerla es sumergirse totalmente en ese mundo.
En literatura estadounidense actual, es imprescindible (si hay algo que lo sea).
Un beso.
Hola, Rosa. Leí este libro hace un tiempo y coincido contigo. Un conjunto de relatos con un tono de cotidianeidad y aparente simplicidad que engancha de inmediato. Muy buena recomendación. A mí también me gustó mucho. Besos.
ResponderEliminarLo tenía un poco abandonado, pero al publicarse Oh William que sigue en Amgash y alrededor de Lucy Barton, entendí que tenía que leerlo para poder seguir con el nuevo. Es una gran autora, sencilla, pero con muchos matices.
EliminarUn beso.
Sólo he leído de la autora Olive Kitteridge, que me gustó mucho y por lo que cuentas, creo que también disfrutaría con ésta, así que tomo buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues si te gustó Olive Kitteridge, te encantará Luz de febrero, que sigue con sus peripecias. Y seguro que el resto también te gusta. Es una autora que engancha totalmente.
EliminarUn beso.
Me gusta mucho la idea de ir encadenando relatos. Pero aun siendo relatos independientes, es de suponet que hay que conocer a los personajes que han ido apareciendo en las anteriores publicaciones de esta autora, por lo menos para conocer y apreciar mejor su historia y personalidad, aunque también supongo que la lectura de esta última obra sin conocer los antecedentes no demerecerá su interés.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí no me ha parecido que, de no haber leído Me llamo Lucy Barton hubiera perdido mucho de este libro. habiéndolo leído se tiene una idea más completa, pero de no ser así, este se disfruta y de entiende a la perfección. De hecho, la mayoría de personajes que salen aquí, no aparecen en aquella novela. Creo que puedes leerla perfectamente sin miedo a perderte nada.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Aunque como se dice nunca hay nada nuevo bajo el sol, creo que la fórmula narrativa de unir relatos en una historia general es un camino que van a seguir muchas obras en el futuro. Por un lado, consigues múltiples puntos de vista, por el otro, lecturas cortas para cuando vas en el transporte público o esperando y, además, parafraseando a Bradbury te aseguras que alguna historia sea buena, je, je, je... Excelente reseña! Un abrazo!!
ResponderEliminarAl revés de lo que sucede con Alice Munro en que los relatos siguen una línea temporal y a los mismos personajes protagonistas (siempre que no se hayan muerto por el paso del tiempo), Elizabeth Strout salta del presenta al pasado y al futuro y sus personajes cambian totalmente de un relato a otro. Tan solo mantiene el lugar y que los personajes se repiten tan pronto como protagonistas como de manera totalmente tangencial. Por eso digo que la primera escribe novelas que se venden como relatos y la segunda, relatos que se venden como novelas.
EliminarEn cualquier caso creo que tienes razón en que es una fórmula que puede triunfar en un futuro porque leer relatos cortos es algo que se adapta muy bien a estos tiempos de prisas.
Un beso.
Hola, Rosa. Me encantan los relatos. Y muchas veces los uso como primera aproximación a un autor. Aunque es cierto que si es bueno en relato no tiene por qué serlo en novela y al revés, pero mene hago una idea. De Strout no he leído nada, tenía pendiente el de Olive ya que el de Lucy no me llamaba tanto. Pero estas historias "pequeñas" como del día a día a mí me encantan. Así que me apunto este también.
ResponderEliminarBesos
De Elizabeth Strout he leído novela al uso (Me llamo Lucy Barton y Amy e Isabelle) y estos libros de relatos que anuncian como novelas. Cualquiera de ellos es fabuloso.
EliminarOlive Kitteridge y su continuación Luz de febrero son fantásticos. Recorren la vida de Olive a modo de relatos de forma que entre uno y otro han pasado tiempos distintos y tratan temas dispares, pero son muy buenos y no hace falta leer los dos.
Me llamo Lucy Barton es más introspectivo, pero muy bueno también. Yo los recomiendo todos.
Un beso.
Hola Rosa, me gusta mucho esta autora aunque de ella solo he leído Me llamo Lucy Barton y Luz de Febrero. Me encanta su forma de contar historias cotidianas y hacerlas novedosas y diferentes. A ver si me animo a seguir con ella que me centro en los clásicos y me pierdo a autores muy interesantes. Besos.
ResponderEliminarSi has leído Luz de febrero tienes que leer Olive Kitteridge para conocer la vida anterior del personaje que es todo un personaje como habrás visto.
EliminarA mí también me gusta mucho la forma que tiene de hacer obras magníficas con historias cotidianas. Es lo que más valoro en Elizabeth Strout.
Yo debería leer más clásico, aunque creo que lo mejor es encontrar el equilibrio. Es difícil.
Un beso.
Hola Rosa he leído solo Me llamo Lucy Barton y me gustó la manera que tenía de contar y cómo dibuja a sus personajes. Y me he dado cuenta que es extraño que no siguiera con otros títulos pero es que hay tanto por leer que a veces me disperso jajaja
ResponderEliminarAsí que voy a tener que reprender su lectura.
Un beso y feliz fin de semana
Yo tengo bastantes autores de los que he leído un libro que me ha gustado mucho y los he anotado para seguir con ellos y ahí se han quedado, y es que, como dices, hay tanto a lo que atender que no damos más de nos.
EliminarUn beso.
Leí Me llamo Lucy Barton hace ya varios años. No puedo decir que no me gutara, pero sí que me dejó algo fría, tal vez porque no me pareció para tanto como me auguraban tantas opiniones entusiastas sobre ese libro. Desde entonces no he vuelto a repetir con la autora a pesar de que siguen llegándome de vez en cuando buenas referencias sobre la misma. Novela o relatos me gusta lo que cuentas sobre Todo es posible. Me gusta también lo que he ido sabiendo de los libros relacionados con Olive Kitteridge. Pienso que son libros que podrían gustarme, así que me da cierta rabia no haber disfrutado plenamente de Elizabeth Strout en nuestro primer encuentro. Tal vez no fuera el momento. Tal vez debería volver a probar con menos expectativas. Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo
A mí sin embargo me gustó mucho Me llamo Lucy Barton. Fue lo primero que leí de la autora a la que conocía de haber visto la serie de Olive Kitteridge en la tele. Luego leí Amy e Isabelle y ya me enganché totalmente.
EliminarCreo que es una autora que te gustaría. A mí me recuerda, hasta cierto punto, a Alice Munro, aunque esta última es más introspectiva y habla de sí misma y de lo que siente, o esa es la sensación que transmite, mientras que Strout mira hacia fuera y cuenta lo que ve.
Ya nos contarás si te animas.
Un beso.
Lo leí hace un año más o menos y coincido con tus impresiones. Es verdad que no es una novela como tal aunque tampoco una colección de relatos al uso. En todo caso, leer a esta autora siempre es un placer
ResponderEliminarBesos
Ciertamente, es siempre muy gratificante leer a Elizabeth Strout. Yo diría que este libro es más de relatos que una novela por cuanto trata temas que nada tienen que ver entre sí, aunque compartan espacio y algunos personajes. Olive Kitteridge y y Luz de febrero son más novela puesto que cuentan la vida de una mujer con avance temporal, aunque sea a base de episodios sueltos de su vida. En cualquier caso, no conviene perderse sus libros.
EliminarUn beso.
Lo leí hace unos años y efectivamente más que novela es un conjunto de relatos. De la autora siempre me conquista la sobriedad de su prosa y esa facilidad con la que hace que lo cotidiano se convierte en historias extraordinarias.
ResponderEliminarBesos.
Tenemos la misma impresión de Strout y yo generalizaría a la literatura estadounidense. Acabo de leer De qué hablamos cuando hablamos de amor, de Raymond Carver y vuelve a ser lo mismo. Escenas cotidianas, sin nada que las haga destacar del resto de escenas que todos vivimos a diario, y consiguen hacer de ellas un producto literario apasionante.
EliminarUn beso.
Hola Rosa!! Creo que podría estar muy bien la lectura de este título, me lo llevo bien anotado. ¡Gracias por la reseña y por el descubrimiento! Besos!!
ResponderEliminarOjalá te guste. Es una autora muy recomendable.
EliminarUn beso.
A ver si he entendido bien. Resulta que esta escritora siempre escribe sobre esta familia o sobre un grupo de personajes en distintas fases de sus vidas. ¿O es de otra forma y lo he entendido mal?
ResponderEliminarEste libro se me aparece por muchos sitios últimamente aunque con tanto reto no sé si podré salirme del guión...
Un beso.
La escritora, aparte de sus libros independientes, tiene otros dos tipos de libros. En Olive Kitteridge y en Luz de Febrero, todas las historias giran alrededor de Olive Kitteridge y de Crosby, el pueblo en el que vive. Me llamo Lucy Barton es una novela al uso en la que la protagonista, Lucy, recuerda sucesos de su vida en Amgash, el pueblo en el que vivió su infancia. En Todo es posible, los relatos giran alrededor de Amgash y sus habitantes, muchos de ellos mencionan a Lucy Barton y en uno, ella es la protagonista.
EliminarElizabeth Strout es una escritora de las que no hay que perderse, aunque nadie puede leer a todos los escritores que no hay que perderse.
Un beso.
Yo tengo pendiente Lucy Barton, así que mejor me pongo con ese otro antes de meterme en este. La verdad es que siempre ha sigo una autora que llamó la atención. Por eso me compré el de Lucy (o no sé si me tocó en un sorteo, ahora no recuerdo). En cualquier caso, que iba leyendo reseñas y cada vez me gustaba más lo que leía sobre aquella historia. Besos
ResponderEliminarResérvale parte de tu tiempo a Lucy Barton. Fue el primer libro que leí de la autora y me encantó. Después he leído otros cuatro y todos me han gustado muchísimo. Me quedan otros dos que espero leer pronto y que estoy segura de que también me van a gustar.
EliminarUn beso.