"La última tumba" Alexis Ravelo

«Mañana, hará, justamente, veinticuatro años desde el momento exacto en que metí los pies en un charco de sangre y comprendí que alguien me había traicionado». Cuando el 13 de junio de 1988 apareció el cadáver de Diego Jiménez Darías en su casa golpeado y apuñalado, lo directo era sospechar de Adrián Miranda Gil, drogadicto y chapero, que llevaba ya un tiempo viviendo con Diego. Esa noche, tras una discusión, Adrián se marcho y estuvo de juerga con su amigo Felo. En un principio, y a pesar de la traición que imaginaba, Adrián confió en la coartada que su amigo le proporcionaría, pero el amigo no reconoció haber estado con él y Adrián fue condenado a veintinueve años de cárcel. La traición era mayor de lo que había imaginado.

Ahora ha salido en libertad condicional. Han pasado más de veinte años y Adrián se ha rehabilitado totalmente. Ha dejado las drogas y el alcohol y empieza a trabajar en el supermercado de su hermano Tomás y a vivir con este y su familia, Gloria, la cuñada, y los dos sobrinos adolescentes a los que no conoce. «Son dos desconocidos, dos extraños que me caen simpáticos, pero al mismo tiempo me inspiran una profunda misericordia. [...] lo llevan pintado en los rostros hermosos y vulgares. Son dos pobres flores de barrio que se marchitarán antes de abrirse».

Pero en su aparente rehabilitación esconde ante todos, excepto ante el lector, un ansia de venganza que es su único objetivo. No le importa morir en el intento o volver a la cárcel de por vida. Tan solo quiere vengarse de todos los que le tendieron la trampa que lo ha tenido encerrado dos décadas; la trampa que arruinó a sus padres empeñados en pagar la indemnización por el crimen de un hijo al que siempre consideraron culpable. «Si finjo normalidad, si cuido hasta el hastío cada detalle, no es por mansedumbre, por miedo al castigo, por arrepentimiento ni por propósito de enmienda, sino porque llamar la atención me impediría cumplir mis planes. 

Ahora estoy en la calle y puedo ir y venir, pero no soy libre. No lo seré hasta que haga lo que tengo que hacer, que es acabar con ellos».

Lo que más le duele es la traición de Felo y con él piensa empezar. Felo y él son amigos desde la infancia. Juntos se montaban sus fiestas en la finca de Juan Grande, la finca de los padres de Adrián en la que pasaban fines de semana familiares, en la que los padres se relajaban del trabajo de la semana, en la que se hacían comidas con los tíos y partidas de cartas; la finca a la que los padres querían retirarse cuando se jubilaran. «Eso los mantenía vivos, en contacto con la tierra. No sé si felices, porque, si lo pienso bien, no creo que hayan sido felices jamás». Nada de eso pudo ser porque la finca fue una de las cosas que desaparecieron, vendida al banco, para pagar la indemnización a la familia de Diego a la que fue condenado Adrián. 

Y en esa finca abandonada, de la que nadie se ha preocupado en veinte años, es donde Adrián piensa llevar a cabo parte de su venganza. Tiene una idea de lo sucedido. Alguien decidió matar a Diego para robarle y hacerlo pasar a él por culpable. Felo formaría parte de la trama y lo tuvo entretenido la noche del crimen. Solo tiene que apretarle las tuercas para que le dé los nombres de todos los participantes. Lo tiene todo planeado «Nada saldrá mal. Todo me ha salido mal durante cuarenta y cinco años. Ya se me han jodido suficientes cosas en la vida. Todo va a salir de puta madre. No puede ser de otra manera. Dios no puede ser tan cabrón».

Alexis Ravelo

Pero las cosas nunca son tan sencillas como puede parecer y Adrián se encontrará con más de una sorpresa en su investigación para completar su venganza. Su rabia cada vez se hace mayor. Una rabia que acumula desde hace muchos años. Una rabia que ya tenía antes de que todo se torciera, antes de que esa rabia tuviera motivo, porque en Adrián la rabia fue la causa y no la consecuencia. «Al fin y al cabo, fue la rabia lo que me llevó al talego. La rabia típica del típico perro rabioso que yo era por entonces.  

Era fácil vivir así [...] de juerga en juerga, de antro en antro, de cama en cama. Era fácil pasarse los días entre el próximo bar y el último camello, entre la primera mamada y la tercera resaca, entre la quinta bronca y el penúltimo tirón». 

Adrián pasará de una sorpresa a otra. De una traición a otra aún mayor y, como suele suceder en las novelas de Alexis Ravelo, todo tiene un origen más oscuro y responde a motivos más complejos que un simple robo a un gay acomodado por parte de unos chorizos drogatas. Se verá envuelto en una trama más elaborada y de vuelos más altos de la que no voy a hablar por razones obvias.

La última tumba obtuvo el Premio Ciudad de Getafe de Novela Negra en 2013. Una novela imprescindible para los seguidores del autor. Una venganza que no entiende de piedad; con un personaje que nos atrapa desde el principio, por el que sentimos simpatía y horror a veces en el mismo momento. Me encanta la venganza como tema, la traición como motivo me fascina y los personajes contradictorios me atrapan en sus redes ambiguas sin remedio. Eso por no hablar de los verdaderamente malos, los malos sin paliativos, los que se encuentran detrás de todo recluso pringado.

Y despido la reseña con una cita de antología.

«Quizá uno comienza a convertirse en criminal en el momento en que ve a las demás personas como medios y no como fines; cuando comienza a pensar en que para conseguir lo que uno quiere (dinero, poder, satisfacción sexual o que te dejen dormir tranquilo) vale la pena hacerles daño.

La crueldad más absoluta no existe, porque la crueldad es más una consecuencia que un motivo y, sobre todo, porque siempre se puede ser aún más cruel».

Las otras novelas de Alexis Ravelo que he leído:

*Tres funerales para Eladio Monroy

*Solo los muertos

La ceguera del cangrejo

*Los tipos duros no leen poesía

La estrategia del pequinés

La noche de piedra

Los días de mercurio

*Morir despacio

Los milagros prohibidos

*El peor de los tiempos

La otra vida de Ned Blackbird

Los perros de agosto

Un tío con una bolsa en la cabeza

Las flores no sangran

*Si no hubiera mañana

* Pertenecen a la serie Eladio Monroy

Título del libro: La última tumba

Autor: Alexis Ravelo
Nacionalidad: España

Editorial: EDAF

Año de publicación: 2013

Año de publicación original: 2013

Nº de páginas: 256