"Irreal como la vida misma 2" Josep M. Panadés

Va ya para cuatro años que publiqué la reseña de Irreal como la vida misma. Entonces no sabía que iba a ser el primer volumen de una serie de la que por ahora van dos. Aquel primer volumen se había publicado en diciembre de 2016, por lo que había tardado más de un año en llegar a mí. Tampoco hacía demasiado tiempo que había descubierto el blog de Josep María y sus estupendos relatos.

Decía yo al comenzar aquella entrada en septiembre de 2018, «Cualquiera que se haya acercado un poco por este blog sabe que el relato no es mi género favorito, pero estos venían con un aval importante: su autor es Josep María Panadès, el administrador del blog Retales de una vida, donde a base de esos retales que son las historias cortas nos va confeccionando una realidad paralela, a veces más creíble que la propia realidad, a veces tan fantástica que nos obliga a creer en algo más de lo estrictamente razonable, pero siempre desafiando a la imaginación, con unas tramas interesantes que van envolviéndonos e inevitablemente nos van enganchando en las redes de sus personajes y sus peripecias».  Casi cuatro años después sigo fiel a Retales de una vida, blog del que no me pierdo ni un solo relato y además mi afición por el género se ha incrementado y ahora leo mucho más relato y lo disfruto. Eso sí, siempre lo compagino con alguna novela y este caso no ha sido distinto.

Irreal como la misma vida 2 tiene muchos menos relatos que su predecesor, exactamente veinticuatro frente a los cincuenta y cinco de libro anterior. Cierto es que más extensos y más elaborados. O eso al menos me ha parecido. Como el propio autor nos dice en la Presentación de este libro, «Después de más de cinco años y de unos doscientos nuevos relatos de ficción publicados», se ha decidido a hacer esta nueva recopilación y a repetir la experiencia ya que la anterior había sido satisfactoria. También nos cuenta que la única variación entre la recopilación de 2016 y esta han sido «mis conocimientos adquiridos en varios talleres de narrativa y la experiencia práctica acumulada a lo largo de estos últimos años». De ahí, tal vez, viene esa sensación que he tenido de que los relatos de este libro están más elaborados como decía antes.

Cuesta hacer una entrada sobre un libro de relatos. Empiezo a recordar cada uno (ayudada por mis notas, no voy a engañar a nadie, que la memoria de una ya se va anquilosando) y pienso que podría dedicar un párrafo a cada uno. Y así empezaría con La mirilla, un relato en el que un sueño se vuelve realidad y si el sueño ha sido terrible, lo que puede ser la realidad queda a la imaginación del lector. Y seguiría con La esquela, en el que un hombre asiste espeluznado a su propio sepelio tras leer su propia esquela en el periódico. Y luego vendría La casa del terror, con su asesino psicópata en esa atracción que tanto me ha llamado siempre la atención y en la que nunca he llegado a entrar.

Pero no creo que me gustara hacer una reseña de ese estilo. Más bien pretendo dar una idea de lo que Irreal como la vida misma 2 me ha hecho sentir mientras lo leía. Y lo primero que he sentido es que la línea que separa la realidad de la ficción es tan tenue que se traspasa casi sin darnos cuenta. Que a veces la ficción tratando de ser verosímil se queda muy por detrás de la realidad cuya verosimilitud a nadie le importa. Que a veces los sueños, los temores o los deseos más alucinantes pueden traspasar esa tenue línea y convertirse en la más espantosa o maravillosa realidad: «[...] los temores de mi mujer, que me parecieron tan ridículos, se habían hecho realidad». 

A veces son los deseos de toda una vida los que se cumplen, aunque sea luego el logro de los deseos lo que se convierte en una pesadilla inesperada «Era una mujer feliz. Había hecho realidad mi sueño adolescente: casarme con Julio. Claro que entonces todavía era una joven inmadura. A los quince años, creía que lo mejor que me podía pasar era casarme con él, mi primer y único amor». 

Aunque también sucede que cuando son los temores los que se realizan no siempre el resultado es tan temible como se esperaba. «Mi peor pesadilla se hacía realidad. Ya no sabía en quién confiar». Pero terminará encontrando a la persona adecuada.

Pero sin duda lo peor es cuando un psicópata decide que hay que convertir en realidad la ficción para que todo sea más emocionante:

«El problema era yo, desde luego, por ser tan frío y cerebral, incapaz de dejarme llevar por la fantasía. Lo veía con otros ojos, los de la realidad. Reconozco que era una contradicción: me gustaba el terror como espectáculo y en cambio lo encontraba ridículo por irreal. Pero ¿cómo lograr un efecto realmente terrorífico incluso para los más exigentes como yo? No me llevó demasiado tiempo encontrar la respuesta: convirtiendo la fantasía en realidad».

Predomina lo negro en esta recopilación de relatos, al igual que en la anterior. Hay muchos delitos en las páginas de este libro: homicidio involuntario, asesinato en serie, asesinato por interés, trata de mujeres, corrupción... Los asesinatos son de muy distinta índole y no todos se enfrentan a la Justicia.

Pero hay también humor, ternura, amor, amistad. Hay, como no podría ser de otra forma tratándose de relato, muchos finales con sorpresa, esos giros que no te esperas y que igual te arrancan una sonrisa que un escalofrío de terror. Y hay crítica social de situaciones tan injustas como frecuentes. Pero es una denuncia que va más allá, que no se queda en el puro relato de denuncia sino que salta hacia lo inesperado, hacia la justicia poética o hacia el más injusto todavía. «Siempre había sido una mujer sumisa y de las que dejan todas las decisiones en manos de su marido. Para no contrariarlo demasiado[...]». Siempre hasta que... 

Josep M. Panadés

Hace varios años que soy seguidora del blog de Josep María Panadés. De dos de sus blogs en realidad, los escritos en castellano. Son estos Retales de una vida, en el que publica sus relatos y Cuaderno de bitácora donde comparte sus opiniones acerca de las cosas más variadas. Tiene un tercero, Mira qui parla, que escribe en catalán y que no sigo por razones obvias, mis conocimientos de idiomas a nivel de lectora de ficción terminan en el castellano.  

Sea cual sea el tema o el género de cada relato hay algo que subyace en todos ellos y es la ironía, una ironía en la forma de ver el mundo que nos rodea, unas inmensas ganas de reírse de todo y de todos, empezando por sí mismo, una necesidad de no tomarse la vida ni la muerte demasiado en serio. Una de las frases con las que primero nos topamos, a modo de homenaje, es de Ray Bradbury y dice «Hay que inyectarse cada día con fantasías para no morir de realidad». Desde luego Josep María, después de haber superado un cáncer, como él mismo nos cuenta en la dedicatoria que hace a su mujer y a sus hijas, no está dispuesto a que la realidad le estropee ni siquiera el más vulgar de sus sueños. Los dos últimos relatos, con mosca y araña como protagonistas respectivas, son el colofón perfecto a este volumen de relatos. Hay un narrador moribundo si no le llega el rescate, pero tan solo la fantasía ha sido capaz de terminar con él.

Título del libro: Irreal como la vida misma 2

Autor: Josep M. Panadés
Nacionalidad: España
Editorial: Autoedición

Año de publicación: 2022

Año de publicación original: 2022

Nº de páginas: 267