"Vera" Elizabeth von Arnim
«Estaba delicado y ella había cuidado de él. Así había sido desde siempre. Y, también desde siempre, su padre lo había sido todo para ella. En su vida adulta, Lucy no dedicó un solo pensamiento a nadie que no fuera él. No había lugar para ninguno más; tal era el espacio que ocupaba en su corazón. Lo habían hecho todo juntos, lo habían compartido todo, habían esquivado juntos los inviernos, se habían instalado en sitios encantadores, habían visto las mismas cosas bellas, habían leído los mismos libros [...] Era su compañía más entretenida, el amigo más generoso, el guía que la iluminaba, el padre más entregado…, y ahora estaba muerto. Y ella no sentía nada».
El padre de Lucy acaba de morir. Aún no ha tenido tiempo de asimilarlo, aún la pena no se ha abierto paso para ponerse a la cabeza de sus sentimientos. Aún lo están preparando las mujeres del pueblo para el velatorio y Lucy ha salido al jardín, el jardín de la casa de Cornualles a donde han llegado la semana antes para pasar los meses de verano. En ese jardín, a lomos de un caballo, se va a presentar el hombre que la salvará y que, sin ahorrarle el dolor de la pérdida que pronto caerá sobre ella, impedirá que se hunda en las redes de la depresión o la pena.
El hombre que se acerca, de apellido Wemys, viene rumiando su propia desdicha. Se siente solo. No soporta más el aislamiento. Necesita hablar con alguien o se volverá loco. ¿Qué es lo que le sucede se pregunta el lector? No tardará en hallar respuesta. «Tenía que irse solo; debía apartarse como mínimo una semana de su vida diaria, de su casa del río, donde acababa de empezar sus vacaciones de verano; de su casa de Londres, donde, al menos, tenía sus clubs. Y todo ello porque la opinión pública había resuelto que había cierto periodo que él debía pasar solo con su desdicha. Solo con su desdicha, ¡de entre todas las cosas espantosas con las que uno puede estar solo!». Pero el lector aún no ha resuelto su duda. Bien, las convenciones sociales lo obligan al retiro y la soledad, pero ¿por qué causa?
No tardaremos en saberlo porque si hay algo que Wemys adora es hablar de sí mismo y en esta ocasión, hablar de lo que sea. Así es que con el pretexto de pedir un vaso de agua, se acerca a Lucy y entabla con ella una conversación en la que le cuenta su pena. Su esposa Vera ha muerto al caer desde la ventana de su gabinete. Tras pasar por la ventana del dormitorio terminó estrellándose sobre las losas de la terraza, delante de la ventana de la biblioteca donde estaba su marido. «¿Es de extrañar que casi me haya vuelto loco? Y que encima se me obligue a estar solo, a aislarme durante lo que el mundo considera un periodo de luto adecuado, pensando nada más que en esa condenada investigación…». Y es que ha habido una investigación porque la policía se ha planteado si la muerte sería accidental o un suicidio. A la desolación de Wemys por la pérdida de su esposa se añade el verse inmerso en la sospecha de que Vera se haya suicidado.
Durante los días siguientes Wemys se hace indispensable. Soluciona todos los problemas burocráticos, le hace compañía y la ayuda a pasar el trago de la muerte de su padre. Seguirá estando presente ya de vuelta en Londres tras instalarse la joven en casa de su tía. Y seguirá estando presente cuando se prometan, días después, en secreto debido al luto de ambos.
«No quería mantenerlo en secreto, lo que él quería era gritarle al mundo entero su gloria y orgullo. Pero eso era imposible incluso para Wemyss en las trágicas circunstancias de su luto. En general, Wemyss no le daba demasiada credibilidad a la palabra "imposible" si se interponía entre él y el menor de sus deseos, pero aún tenía demasiado fresco el recuerdo de la investigación y las caras de sus supuestos amigos. Incluso Wemyss, que no era una persona especialmente imaginativa, era capaz de deducir qué cara pondrían esos supuestos amigos si les anunciaba que se había comprometido menos de dos semanas después de la muerte de Vera».
Y estará más presente aún cuando se casen pasados unos meses y Lucy lo acompañe a su casa del río, la misma en la que murió Vera. Vera siempre presente, aunque nunca aparezca en persona; Wemys, ahora ya Everard para Lucy, presente en todo momento porque Everard es de las personas que ocupan mucho espacio; Everard, de quien el lector irá viendo su carácter, su personalidad, antes incluso de que Lucy empiece a sospechar. También sospecha la tía de Lucy, la señorita Entwhistle, a quien no le cuadra lo que ve de Wemys con el dolor que se supone que debería padecer. «`[...]su problema con el señor Wemyss era que hubiese podido ser feliz tan rápidamente. —Esos pantalones grises… —murmuró la señorita Entwhistle».
Publicada en 1921, Vera se ha considerado la inspiración de Rebeca, publicada en 1938. Es imposible no ver las similitudes, pero tampoco se dejan de ver las diferencias. Vera es un personaje tan presente tras su muerte como Rebeca tras la suya. Pero si Maxim se acaba percibiendo como la víctima de Rebeca, nadie puede imaginar a Everard Wemys como víctima de nadie. Cuando el lector se va adentrando en la historia, se va sintiendo cada vez más incómodo ante la situación que va percibiendo. Se puede decir que Rebeca acaba bien. Resueltos todos los misterios y las dudas, triunfa el amor y Maxim y su segunda esposa, de nombre encantador que nunca se pronuncia, son felices. El final de Vera es aterrador, cualquier cosa menos feliz, aunque de tal lo quiera vestir Wemys. Lo que se vislumbra más allá de la felicidad que él promete en las últimas palabras del libro ha dejado, al menos a esta lectora, con el alma hecha cristales de hielo.
Elizabeth von Arnim |
Había pensado empezar a leer a Elizabeth von Arnim con Elizabeth y su jardín alemán por ser el primer libro que escribió, pero un par de reseñas de Vera leídas en los últimos meses me decidieron por esta novela. La visión que da del matrimonio, al parecer basada en la experiencia de la propia autora, es de lo más osado para estar escrita a finales de los años veinte, y a la vez es muy actual porque, por desgracia, hay muchas Lucys enamoradas (?) de muchos Everards. Lucys ingenuas que ven la vida a través de los ojos del marido de quien nada malo se esperan, a quien consideran sabio y poseedor de toda razón. Lucys que, descubierta la impostura, no se atreven a rebelarse porque el miedo ha sustituido a la adoración.
Vera es de esas novelas que han superado mis expectativas y eso que no eran escasas. Me ha enganchado desde el principio y me ha cautivado totalmente. Una gran forma de estrenarse con la autora.
Título del libro: Vera
Autora: Elizabeth von Arnim
Nacionalidad: Reino Unido
Título original: Vera
Nacionalidad: Reino Unido
Título original: Vera
Traducción: Clàudia Gispert
Editorial: Trotalibros
Año de publicación: 2021
Año de publicación original: 1921
Nº de páginas: 336
Tremenda, ¿verdad? esta historia. A mí también me impactó mucho. Se va ensombreciendo poco a poco y ganando en tensión hasta llegar a ese final que hiela el alma, sí. También te recomiendo mucho "Elizabeth y su jardín alemán", es otro estilo pero muy interesante también. Creo que te gustará.
ResponderEliminarDe las cosas más duras que se pueden leer. Ese final deja entrever unas perspectivas de lo más nefastas. Es genial ver cómo van evolucionando las cosas, ir conociendo a ese personaje, Everard Wemys y ver hacia dónde va la relación. Una sorprendente novela que esperaba buena y me ha sorprendido porque es mejor aún. Espero leer pronto Elizabeth y su jardín alemán.
EliminarUn beso.
¡Holaaaa!
ResponderEliminarTodo lo que saca esta editorial siempre me llama la atenciónn jajaa me encantó Rebeca en su momento, y que este libro esté inspirado en ese me anima muchísimo, no me importaría leer algo un poco del mismo estilo. Además, me has dejado con muuuucha curiosidad por ese final tan terrorífico y sobrecogedor, uuuummm ^^
¡muchos besos!
Si. Todo lo que he le'ido o de Trotalibros me ha gustado mucho. la verdad es que la primera vez e me fijé en Vera fue cuando vi fotos del libro. Esa portada en morado y amarillo me cautivó totalmente. Luego ya fui leyendo reseñas y tuve que leer el libro sí o sí.
EliminarSe supone que Rebeca esta inspirada ene este libro e imagino que así es, pero con ser muy buena la novela de Du Maurier, está es mejor, al menos para mí.
Un beso.
Buenos días, Rosa:
ResponderEliminarAquí tienes a una de las mayores fans que encontrarás de Elizabeth von Arnim. He leído todo lo que se ha publicado de la autora hasta la fecha, aunque mis ediciones están todas descatalogadas. Entre los libros que más me gustan de la autora están Elizabeth y su jardín alemán, y el maravilloso Todos los perros de mi vida. Sé que no son los mejores, pero sí de los más entrañables. Por otro lado, el punto oscuro y autobiográfico que subyace en las obras me fascina.
Un abrazo y muy feliz comienzo de semana!!
Tengo ganas de leer Elizabeth y su jardín alemán. También tengo apuntado el de Todos los perros de mi vida y Abril encantado. Imagino que será una autora de las que más te gustan porque es muy del estilo de lo que sueles leer y de la época que frecuenta también.
EliminarDesde luego si, como dicen, Verá esta basado en su propia biografía sí que tuvo una vida de novela, novela triste, pero apasionante para los lectores.
Un beso.
También me estrené con este libro con la autora y no pudo ser mejor. Me encantó, de principio a fin. Y sí, ese final sobrecoge. Tiene parecidos, pero también tiene muchas diferencias con Rebeca.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es que Vera es una historia sin concesiones. Rebeca deja un final feliz que la película aún edulcoró más que la novela. Siendo una novela muy buena, no tiene la fuerza que tiene Vera ni golpea con la misma contundencia.
EliminarUn beso.
¡Hola! Si dices que esta novela ha superado tus expectativas, entonces tengo que leerla. Me la apunto ahora mismo. Que tengas una linda semana. ¡Besotes!
ResponderEliminarCreo que te gustará mucho, salvo que mis expectativas superadas eleven mucho las tuyas y luego no se cumplan. Pero no creo que eso suceda porque es una historia conmovedora.
EliminarUn beso.
El final es terrorífico porque no deja ni un resquicio para la esperanza.
ResponderEliminarElizabeth von Arnim escribe muy bien. Su prosa te coge de la mano desde el principio y no te suelta hasta el final. Disfruto mucho también de su ironía, que, en una novela con escenas tan angustiosos como esta, se agradece aún más por la ligereza que imprime en algunos momentos.
Vera es una novela valiente teniendo en cuenta el año en que fue escrita. También es verdad que Elizabeth von Arnim no era la típica mujercita de la época y así quedó reflejado en su obra.
Me alegro mucho de que la hayas sufrido/disfrutado.
Besos
Efectivamente, ni un resquicio a la esperanza y sí unas expectativas bastante terribles es lo que subyace al final de la novela. Ciertamente, la ironía que destila la prosa de Elizabeth von Arnim hace que la lectura sea algo más amable y llevadero e imagino que sí está basada en la propia vida de la autora, la ayudaría a pasar el mal trago de recordar ciertos hechos.
EliminarFue tu reseña una de las que me animo a leer el libro por delante de Elizabeth y su jardín alemán que espero no tardar demasiado en leer. Siempre dejando el tiempo prudencial que me gusta dejar entre dos libros escritos por la misma persona.
Un beso.
Me encanta hallar un precedente de Rebecca lo que en cierta manera nos llevaría al eterno debate de la inspiración en otras obras o al de los simples coincidencias. Por otro lado, ese final demoledor me parece que es el que deja poso en la memoria del lector.
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
Siempre queda esa duda. ¿Será de verdad la inspiradora o será casualidad lo que tienen en común? La verdad es que, en principio sería mucha casualidad, pero todo entra en lo posible. He buscado y no encuentro que haya ninguna adaptación de Vera a la pantalla y me resulta extraño porque la historia lo tiene todo para sacar de ella una buena película.
EliminarEl final es sencillo, revelador, dejando a la imaginación del lector lo que pasará después y lo que ha pasado antes, pero con pocas probabilidades de equívoco. es más terrorífico por lo que deja entrever que por lo que es en sí.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarA medida que iba leyendo pensaba en Rebecca, y veo que no me equivocaba.
Me apetece mucho, me parece una lectura de verano estupenda, para unas tardes bajo los manzanos.
Gracias por la reseña y muy feliz día.
Una muy buena lectura para uno de esos momentos que se convierten en parte de lo que nos hace felices. Te gustará.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Ya me habías comentado que había cumplido tus expectativas, pero quería leerte más a fondo y sí, compartimos impresiones y experiencia con esta novela, que te deja con una impotencia brutal y pensando en esas personas que sufren esto. Muy realista y muy de hacernos reflexionar sobre esta temática. Sin duda, la autora transmite muy bien aquello que quiere señalar, triste que esté inspirado en su vida. Yo quiero leer Elizabeth y su jardín alemán, pero me está costando encontrarlo. Sí que he leído, como ya sabrás porque lo indiqué en la reseña, el de Un abril encantado, que también merece mucho la pena. Una autora fantástica. Un abrazo.
ResponderEliminarMi idea es leerlos los dos, pero suelo dejar pasar un tiempo entre un libro y otro de la misma persona. Salvo en casos excepcionales como me ha pasado con las dos fecientes que leí seguidas de Joan Didion.
EliminarLa vida de Elizabeth von Arnim debió de ser dura y sin embargo su libro no deja de estar acompañado de una cierta ironía y a veces hasta sentido del humor. Efectivamente, una autora de las de no perderse e ir completando su obra.
Un beso.
Esta editorial saca libros muy curiosos e interesantes, yo ya había leído más de una reseña sobre este, aunque la verdad es que nunca me ha atraído lo suficiente y eso que, por un lado estoy casi convencida de que lo iba a disfrutar, pero me da como pereza, no sé bien porqué.
ResponderEliminarMe ha encantado tu reseña, toda, pero eso que cuentas del ese final aterrador, pues ya me conoces, sabes qeu la palabra "aterrador" en una reseña es como un imán para mí, se refiera a lo que se refiera, jeje
En fin, no me enrollo más, que supongo que tarde o temprano tendré que leer esta novela, para sacarme de la incertidumbre ¿me gustará? ¿lo abandonaré?
Besos
A veces estos libros escritos hace un siglo y que cuentan historias de relaciones de pareja (no me atrevo a llamarlas de amor para que nadie se confunda) nos dan cierta pereza. No ha sido mi caso con esta novela porque, no sé bien por qué, desde el principio supe que me iba a gustar. Lo del final aterrador no sé cómo se interpreta. No es terror explícito, sino que es terrible lo que se vislumbra en el futuro.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarSolo por saber qué sucederá en ese final, a uno le entran muchísimo ganas de leerlo, aunque se percibe que malo, pero muy malo y sombrío tiene que ser.
La soledad mal llevada, es temible.
Lectura de agosto asegurada. Ya estoy con las lista de las vacaciones, :) Aunque quizás hasta se adelante a otros.
Un beso.
Ay, ese final. Me temo que la gente se espere algo distinto. El final es casi feliz si no se va más allá, pero en esa felicidad se esconde un terror que se intuye claramente, sin lugar a dudas, y que nos deja helados y sobrecogidos. Creo que te gustará.
EliminarUn beso.
Me alegra que te haya gustado mucho, Elizabeth von Arnim es única planteando atmósferas asfixiantes y terroríficas para las mujeres de su época, atrapadas bajo el dominio de la sociedad, de la religión y de sus maridos. En esta novela carga más las tintas que en "Un abril encantado", por eso me parece tan desquiciante y redonda. Qué bien que Trotalibros la haya recuperado en castellano, queremos más de Arnim! Besos.
ResponderEliminarMe ha encantado. Como digo repetidamente, ha superado mis expectativas que no eran pequeñas. Me ha parecido una historia valiente, original, muy dura y muy crítica, con sentido del humor, y mira que es difícil sacarle humor al tema, sin concesiones... con un final de quitarse el sombrero. Los personajes tan perfectamente perfilados y descritos que llegamos a conocerlos y a saber cómo van a reaccionar. Totalmente cautivadora. Un gran descubrimiento.
EliminarUn beso.
Según te iba leyendo yo estaba ya pensando en que se parecía a Rebeca, al final m entero de que esta novela se escribió antes, así que cabría decir que es Rebeca la que se parece a Vera, a pesar de las diferencias que citas.
ResponderEliminarDe hecho, que el final de esta sea aterrador me anima a leerla, a ver qué pasa.
Un beso.
No esperes un final truculento y luctuoso. es un final tranquilo en los hechos y terrible en lo que pronostican.
EliminarSí, es Rebeca la que se supone que podría estar inspirada por Vera. la verdad es que para ser casualidad sería mucha casualidad. No obstante, Daphne du Maurier supo darle una tono muy distinto. Vera es una historia más sencilla, con menos acontecimientos, pero mucho más contundente.
Un beso.
Antes de que proliferaran reseñas y como había leído hacía mucho tiempo Un abril encantado, tenía otra idea de este libro. Me encanta este tipo de historia de persobaje de mente retorcida y víctima que no sabe salir. Te agradezco que avises del final, uno no siempre tiene cuerpo para finales tristes. Es por eso que este libro todavía espera turno.
ResponderEliminarBesos
Bueno puede que si le preguntamos a Lucy se siente feliz o al menos esperanzada con ese final. Es al lector al que, previendo lo que puede seguir, le parece terrible.
EliminarSi te gusta el tipo de historia que no te disuada lo que digo del final. Ni es truculento, ni nada por el estilo. Y, desde luego hay un personaje retorcido y otro que no sabe verlo o que tarda en hacerlo
Un beso.
A mi me pasa lo mismo que a Kirke. De tanto en tanto, una novela con un final no feliz, no tradicional, no predecible, apetece mucho. Estupenda reseña. Gracias y besos.
ResponderEliminarA mí esos finales me apetecen siempre. De todas formas esta novela es genial. El final pone el broche de oro, pero todo en ella es bueno.
EliminarUn beso.
Hola Rosa!! Tiene muy buena pinta esta novela, me llevo bien anotada tu recomendación. ¡Gran reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!
ResponderEliminarUna gran novela que espero que disfrutes tanto como yo.
EliminarUn beso.