"El legado" Miguel Pajares
Arcadio Rosales ha muerto atragantado con un pepito de ternera. En breve tenía que hacer el discurso de apertura del Climate Technology World Congress, CTWC, en Barcelona. Participaría como representante de la «IACE, la Asociación Internacional de Ingenieros por el Clima, de la que era su presidente». Su hija, Pepa, tiene muchas preguntas acerca de su padre y piensa que tal vez en su portátil pueda encontrar algunas respuestas. Pero el portátil está protegido por una contraseña que no es capaz de adivinar. Así entra en juego Tony Barcino, un hacker experto en adentrarse en cualquier sistema informático por complejo que sea. Pepa lo conoce a través de un amigo común y le pide el favor de desentrañar la apertura del ordenador de su padre.
Tony Barcino no solo resuelve el problema de la contraseña sino que además descubre que alguien ha robado un archivo de una carpeta encriptada llamada Informe. Enseguida deducen que ese archivo era el discurso inaugural del CTWC, pero ¿quién querría robar un informe? ¿por qué? Eso es lo que Tony Barcino y Pepa Rosales se proponen averiguar, así cómo por qué pensaba viajar Arcadio a Maputo unos días después de su muerte y si había alguna mujer especial en su vida como Pepa sospecha.
Poco a poco iremos sabiendo las ideas de Arcadio acerca del cambio climático. Viajaremos atrás en el tiempo y lo veremos viviendo y trabajando en el Congo, poniendo en riesgo su vida y su trabajo por ayudar a la mujer que ama. Veremos la explotación de los recursos del país que Arcadio considera el más rico del mundo por parte de empresas extranjeras que «Prácticamente se beneficiaban de toda la riqueza minera, y lo que recibía el Estado congoleño era insignificante». Los lectores, antes que nadie, vamos sabiendo el pasado de Arcadio y todo lo que Pepa quiere averiguar sobre él. Ella, con ayuda de Tony, irá dando poco a poco con los hechos y las personas clave que le irán llevando a averiguar también el pasado de su padre y los afectos que fue dejando en aquel continente que tan querido le era.
También se irá investigando el robo del archivo, viendo a quién y por qué le podría interesar que ese informe no viera la luz. Tony se irá metiendo medio infiltrado entre los compañeros de empresa de Arcadio e irá viendo quiénes son los más propicios a ser sospechosos del robo y, ya puestos, del supuesto asesinato si lo hubiera.
Pero lo más interesante de El legado, al menos para mí, no es la trama de investigación sobre la muerte de Arcadio que, como decimos, pronto parece más un asesinato que un atragantamiento vulgar. Lo realmente apasionante es lo que se va viendo acerca de las ideas de Arcadio sobre la explotación de los recursos africanos, el cambio climático, el compromiso de todas esas grandes empresas energéticas, agroalimentarias, etc. que nos engañan vendiéndonos su funcionamiento ecológico y sus etiquetas verdes para que también nosotros lavemos nuestras conciencias cuando ponemos gasolina o compramos determinados productos. «La conclusión de Arcadio era que cuanto más dañina para el medio ambiente era la actividad de una corporación, más se esforzaba en esconder los daños y más invertía en imagen verde». Lástima que solo inviertan en imagen y no en un funcionamiento realmente sostenible. Las grandes empresas nos engañan para ganar dinero y nosotros nos dejamos engañar para lavar nuestras conciencias.
Arcadio piensa que la lucha contra el cambio climático pasa obligatoriamente por disminuir el crecimiento económico, pero sabe que eso es imposible.
«¿Crees que algún Gobierno que desarrollara un programa de reducción del consumo ganaría las siguientes elecciones? ¿Votaría la gente a alguien que dijera que hay que comer menos ternera, que solo hay que comer la fruta y la verdura de temporada que se produce cerca, que hay que hacer las vacaciones cerca de casa, que no hay que comprar ropa cada temporada, que para moverse basta con el transporte público, que hay que alargar la vida de los teléfonos móviles…? Se le echarían encima todo el sector de la alimentación, todo el sector del transporte, todas las agencias de viajes y compañías aéreas, todas las fábricas y tiendas de ropa, todas las empresas automovilísticas, todas las tecnológicas…, y, por supuesto, todos los trabajadores de todas esas empresas. No, no ganaría unas elecciones. No las ganaría. Las ganaría alguien que dijera que se pueden hacer las cosas más despacio y que no son necesarios tantos sacrificios. Mentiría, pero ganaría».
Hace veinticuatro años que empecé a explicar estas cosas en la asignatura Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de Segundo de Bachillerato. Ya entonces explicaba que para que el desarrollo fuera sostenible no solo en relación al cambio climático, sino a todos los aspectos de conservación medioambiental, era imprescindible reducir el crecimiento económico. Y ya entonces me decían mis alumnos «eso es imposible». «Sí−les decía yo−, es que no os cuento lo que se va a hacer, os cuento lo que se debería hacer».
Muchas cosas nos cuenta Miguel Pajares en este libro, algunas en las que yo misma nunca había pensado y que me hacen ser más pesimista de lo que ya lo era en cuanto al tema del calentamiento global. Aunque en este mismo momento consiguiéramos el compromiso de cero emisiones, cosa impensable tecnológicamente hoy por hoy, pero más imposible por no estar en la mente y las intenciones de los verdaderos emisores; aunque lo consiguiéramos digo, los gases que ya están en la atmósfera elevando la temperatura seguirán haciendo su labor unos cientos de años más. Hoy en día el compromiso por parte de la UE y de algunas corporaciones como REPSOL es de llagar a las cero emisiones en 2050. Será muy tarde (aunque más pronto que nunca), pero estoy segura de que nada semejante se va a conseguir, nada que tan siquiera se le parezca.
No sé si la gente se da cuenta, pero los muertos por el calentamiento global están ahí, los que mueren en cada inundación, en cada sequía, en cada huracán. No hay que ir a África o al Extremo Oriente, ya sé que sus muertos duelen menos, parece normal que ellos mueran, son pobres y muchos. No, mueren en España, en el sur de Italia, en Estados Unidos, en el centro de Europa. Nadie los contabiliza como muertos por el cambio climático, pero la mayoría de ellos lo son. El desastre del calentamiento global no es una distopía ni un futuro lejano. Está aquí.
Miguel Pajares al que yo no conocías hasta este libro, «es antropólogo social y presidente de la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado [...] Ha escrito varios libros de ensayo y numerosos artículos. El primero de sus libros, La inmigración en España, se publicó en 1998, y después le siguieron otros ocho títulos, centrados en temas como la lucha contra el racismo, la inmigración, el asilo y los derechos humanos. En los veinticinco años que lleva trabajando sobre esos temas, ha sido asesor o miembro de distintas instituciones, como el Foro para la Integración Social de los Inmigrantes, el Comité Económico y Social Europeo, o el Sistema de Observación Permanente de las Migraciones de la OCDE».
Eso aparte de varias novelas como El Legado en las que mediante el género negro trata y denuncia los temas que le preocupan y que se han mencionado al hablar de sus relatos. Si alguien quiere saber realmente lo que supone el calentamiento global, sin tapujos, sin medias verdades, sin consuelo para la conciencia, en este libro se va a enterar de muchas verdades. Pero no solo del cambio climático, sino de la explotación por parte del norte occidental de los países más ricos del mundo cuyos apetecibles recursos permiten nuestro derroche y causan su miseria.
Hola Rosa.
ResponderEliminarQué interesante, me has atrapado en la primera frase (también por mi miedo a que mi hermana o mi hija mueran atragantadas porque les pasa muchísimo) y me ha llamado mucho la atención toda la obra. Me parece original, diferente y además trata un tema muy muy importante. Yo intento ser menos pesimista que tú, pero pinta difícil. Además de lo difícil y tardío que es ese objetivo de 2050, mucha gente sigue sin creer en todo esto.
Mil gracias por la reseña y muy feliz miércoles.
Lo malo es que muchos de los que creen, lo hacen por moda y no entienden la trascendencia del asunto. No he visto a nadie protestar por las pistas de esquí sobre hielo que se instalan en las ciudades por Navidad. No quiero imaginar lo que supone en gasto energético mantener ese hielo. Y sí que habrá protestas, pero desde luego no son lo clamorosas que debieran. Y seguro que mucha gente que llora por el calentamiento global, luego va a esas pistas. menos mal que está subiendo el uso de hielo sintético.
EliminarYo no creo ser pesimista en realidad. Creo que más bien soy realista, ja, ja. Todos los pesimistas dicen eso, pero en este caso creo que es cierto.
Un beso.
¡Hola! El libro toca un tema que preocupa y que lamentablemente, no existe una solución real para enfrentarlo. Debo admitir, que me encuentro en el grupo de los pesimistas y siento que si no se hace algo ya, nos espera un futuro aterrador. Excelente reseña. ¡Un beso!
ResponderEliminarEl futuro complicado nos espera aunque se haga algo ya. Había que haberlo hecho hace muchos años. Como no se va a hacer nada, el futuro será mucho más complicado.
EliminarUn beso.
Me gustan las tramas que, con la excusa de una investigación o de cualquier otra cosa, ofrecen mucho más sobre temas de interés y/o de actualidad y por lo que cuentas esta es una de ellas. No la conocía, pero me la llevo bien anotada.
ResponderEliminarBesos.
El autor tiene varios ensayos sobre estos temas de refugiados, explotación, cambio climático... Yo creo que en sus novelas las tramas son un pretexto para insistir en esos problemas de manera más atractiva y que así lleguen a más gente. Te gustará.
EliminarUn beso.
Holaaaa =)
ResponderEliminarQué curioso! No lo conocía :P
Besitos ^^
Yo también lo he conocido a raíz de esta novela.
EliminarUn beso.
De Miguel Pajares leí el verano del año pasado su ensayo Refugiados climáticos, un libro en mi opinión necesario (e incluso imprescindible) para concienciar sobre las consecuencias del cambio climático que ya están aquí y para lo que está por venir (que vendrá, por lo que estamos haciendo por evitarlo es completamente insuficiente). Nada sabía de este autor hasta ese momento. Sí supe entonces que también tenía publicado algún libro de ficción.
ResponderEliminarEsta novela que reseñas es de esas que a priori no me llaman la atención, pero cuando leo a un autor que me convence en un registro determinado siempre me pica la curiosidad por descubrir cómo se mueve en otros registros (si es que los toca, como es el caso)..
Un hombre comprometido, sin duda, Miguel Pajares tanto con la lucha contra el cambio climático como con los refugiados. Lástima que su obra no sea más conocida.
Besos
También quiero leer ese ensayo que mencionas. En El legado deja datos muy preocupantes en los que yo no había pensado y eso que al tema le di muchas vueltas durante una época. No solo tenía que preparar las clases, es que además me resultó un tema fascinante. Aquí menciona detalles más preocupantes aún por cuanto el paso a energía solar o eólica de forma generalizada requiere la explotación masiva de algunos minerales necesarios lo que supone ampliar mucho la minería con todos los perjuicios (incluso medioambientales) que eso supone. No sé si hablaba de esos temas en el ensayo que leíste, pero por lo que cuenta luchar contra el cambio climático tiene su cara B. Ingenua de mí, no había caído en ello.
EliminarUn beso.
No recuerdo que hable de ese tema en concreto, de esa cara B contra el cambio climático, pero me parece algo interesantísimo. Lo que hace Miguel Pajares en ese ensayo es un recorrido explicando lo que es el cambio climático y cómo hemos llegado a tener conciencia sobre él, lo que se está haciendo para combatirlo (o lo que se debería hacer y no se hace) y las consecuencias que está teniendo y que tendrá a diferentes niveles. Después comenta las migraciones que ya se están produciendo como consecuencia del cambio climático y las que vendrán y termina por reivindicar la figura del refugiado climático y por dibujar un panorama absolutamente desolador, pero creo que bastante acertado, en cuanto a los conflictos que generarán todos esos desplazamientos humanos. No dejes de leerlo si tienes ocasión.
EliminarBesos
No pienso dejarlo. Ya lo tengo bien apuntado, con la prioridad que merece. Ha sido un acierto por parte del autor tratar el tema en esta novela policíaca que me ha permitido conocerlo.
EliminarMuchas gracias por la recomendación y por tu insistencia.
Otro beso
Pues trata un tema muy importante y preocupante, desde luego. No sabía nada de este libro. Tomo buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es un libro interesante, entretenido y que cuenta muchas cosas que generalmente se desconocen.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarun libro interesante con unos temas importantes. Yo sí soy muy consciente de que los cambios producidos por el cambio climático ya están aquí, no son distopias (esas que tanto me gustan en la ficción) y también, por desgracia creo que vamos hacia el desastre, porque como dices si en algún momento hay medidas drásticas, ya será demasiado tarde, una pena, porque nos cargamos el planeta.
Reducir el crecimiento económico, una utopía total, algo que se debería hacer pero que no se va a hacer nunca, como bien explicas
Curioso lo del atragantamiento con un pepito de ternera, me pregunto como puede ocurrir algo así (sí que es habitual por un fruto seco, aceituna, etc)
No tengo claro si este libro podría gustarme, por mucho que haya un asesinato, todo el tema del cambio climático auqnue interesante, igual termina aburriendo. Le echaré un vistazo si lo veo por la biblio
Besos
Afortunadamente, el ser humano no es tan poderoso como para cargarse el planeta. Tan solo terminará consigo mismo o con el modo de vida al que estamos acostumbrados. La Tierra ha sufrido cambios climáticos más grandes aunque no tan rápidos, y sabe adaptarse a ellos. Unas especies desaparecen, otras aparecen y otras cambian de zona habitable. El ser humano tendrá que adaptar su modo de vida y, por supuesto, disminuirá mucho su número, pero la Tierra seguirá ahí hasta que el Sol la churrusque. No somos más que otro animal sometido a sus vaivenes.
EliminarEl crecimiento económico se reducirá a la fuerza ya que no hemos sabido hacerlo por nosotros mismos. El Capitalismo es un modelo que muere de éxito y empieza a manifestar síntomas de enfermedad. El calentamiento global es uno de ellos.
Pues fíjate que una amiga de mi madre, casi se muere atragantada con un trozo de carne. Si no llega a haber una enfermera en el restaurante que le salvó la vida allí se queda.
El libro es interesante y entretenido. No cansa, al menos a mí no me cansó, lo que cuenta de cambio climático porque creo que está bien imbricado en la trama.
Un beso.
¡Menudo tema! Cambio climático, sobreexplotación de los recursos... Abordarlo desde el género negro me parece muy interesante. Más allá de la trama de intriga o a través de ella el autor parece querer reflexionar sobre cuestiones fundamentales a las que apenas presentamos atención. No lo conocía pero lo tengo en cuenta, Rosa. Me ha gustado mucho tu reseña y lo que cuentas sobre tus clases de bachillerato. Lo que se debería hacer y no hacemos...
ResponderEliminarComo digo, creo que la trama policial es un pretexto para hablar de la explotación de los recursos de otros paises, los refugiados, el cambio climático y demás cosas interesantes. Mediante la novela policíaca llega a gente a la que le llegan menos los ensayos y de esta forma lo leen más a gusto.
EliminarUn beso.
Si al leer el inicio de esta reseña, he pensado que se trataba de una novela del género de suspense y policíaco, con una muerte un tanto "original", como es el atragantamiento con un pepito de ternera (más propio de una novela de Eduardo Mendoza), luego he visto que la trama va mucho más allá del simple intento de descrubrir lo que de verdad le ha ocurrido al protagonista. Un tema (el del cambio climático, la explotación de los recursos naturales, los intereses y manipulaciones de las grandes Compañías, etc.) apasionante y digno de análisis en profundidad. Seguro que la combinación de las dos cosas (la investigación sobre la muerte y el robo del informe y la denuncia de los desmanes medioambientales) atrapa al lector desde un buen inicio. Lo que me planteo a título personal, como buen conocedor, aunque no me considero un experto, de estos temas, es si su lectura me aportará algo nuevo o si solo me producirá más irritación e impotencia de la que ya siento.
ResponderEliminarSea como sea, es una lectura muy recomendable.
Un beso.
A mí me ha aportado cosas nuevas y eso que también conozco el tema y, como digo, lo he tratado en clase bastante e incluso hice un trabajo para un curso de formación del profesorado. Experta no soy, por supuesto, pero tampoco una simple aficionada. Aun así, he leído en el libro cosas que me han sorprendido y han contribuido a aumentar el pesimismo que me acompaña en lo que a este tema se refiere. O sea que sí, las dos cosas, algo nuevo (al menos para mí) y «más irritación e impotencia de la que ya siento». Ahora quiero leer el ensayo del mismo autor, Refugiados climáticos, que recomienda Lorena más arriba y que ya tenía yo en mi punto de mira. Si te interesan estos temas, creo que la novela te resultará entretenida y útil.
EliminarUn beso.
Buenas tardes, Rosa.
ResponderEliminarHoy se me cae el alma a los pies leyendo tu reseña. No porque desconociera lo que nos cuentas, sino porque es desalentador hacer número y comprobar el triste destino que nos espera. Concuerdo contigo sobre hacer un compromiso personal, y también espero que la sociedad entera termine por demandar un comportamiento más ético para el planeta.
Me voy de tu página un poco triste, pero me queda la esperanza de saber que hay personas como Miguel Pajares que no se rinden.
Un abrazo y enhorabuena por esta excelente propuesta!!
Yo ya he alcanzado un equilibrio que me hace sentirme tranquila. Pienso que todo lo que nos pase nos lo hemos merecido, que la Tierra nos echará de sí misma igual que permitió que surgiéramos. Sé que el ser humano no va a terminar con la vida ni con el planeta, tan solo con su forma de vida actual. Somos un animal más y por mucho que pensemos que somos capaces de herir al planeta no lo vamos a hacer más de lo que lo hizo el meteorito que terminó con los dinosaurios o, si vamos al caso, el desastre que supuso la concentración de Oxígeno en la atmósfera. Somos tan soberbios que pensamos que podemos terminar con la vida en la Tierra. Con la vida en la Tierra solo terminará el Sol a medida que la vaya churruscando. No digo con esto que esté bien lo que hacemos. Solo, que en el pecado está la penitencia y nuestro pecado medioambiental lo pagaremos.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, yo soy muy pesimista respecto a la reversión del cambio global desde hace años, se que hay muy buena fe en gente que hace lo posible, pero mientras no se frene el consumismo exacerbado y las grandes empresas no tomen cartas en el asunto y dejen de poner por delante exorbitados beneficios, poco podremos hacer, además los que no entendemos mucho del tema no dejamos de recibir mensajes contradictorios y eso lo dificulta todo aún más. Interesante tu propuesta. Me la llevo apuntada. Besos.
ResponderEliminarLa clave está en frenar el consumismo, en que la economía disminuya muchísimo, sobre todo teniendo en cuenta que con nuestra disminución deberemos compensar el crecimiento de los países más desfavorecidos (no digo pobres porque pobres no son, solo que su riqueza la explotamos nosotros). Solo ese decrecimiento hará que disminuya mucho la demanda energética y de otros recursos. Pero he visto paneles reivindicativos donde al lado de la repulsa por el calentamiento global, se pedía un crecimiento económico...
EliminarUn beso.
Interesante la última parte de tu reseña. Toda la reflexión sobre el calentamiento del planeta y su no solución por parte de la humanidad. No conocía al autor, pero parece interesante. ME gustan lso autores que te hacen pensar, ver más allá. Un placer leerte.
ResponderEliminarUn saludo
Un placer tenerte por aquí. Si te gustan los libros que hacen pensar este desde luego lo consigue. Trata de muchos temas muy interesantes porque al calentamiento global hay que unir la explotación de los recursos africanos por empresas del primer mundo, la corrupción de los políticos de esos países estimulada por las propias empresas que los explotan... y lo difícil que es luchar contra todo eso. Una novela interesante y un autor que lo es aún más.
EliminarUn abrazo.
¡Hola, Rosa! Un libro del que tomo muy buena nota, también de la recomendación que aparece en los comentarios. Me ha hecho gracia esa frase de que las empresas más nocivas son las que más contaminan, lo que me lleva a nuestro refranero "Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces". Si te soy sincero, estoy ya saturado de escuchar la palabra sostenible, tanto en publicidad como en los medios, de hecho me recuerda a aquella moda de los ochenta con los productos "light" que empezaron a acompañar a refrescos y comidas para "ayudarnos", por nuestro bienestar.
ResponderEliminarTambién me ha parecido muy acertado tu comentario en clase y que comparto absolutamente. De hecho, coincide con la opinión de Lovelock, el autor del que más me fio en estas cuestiones y que cuyas predicciones se están cumpliendo. La última esta misma semana con el anuncio de que por primera vez se ha conseguido más energía con la fusión nuclear de la que se ha empleado.
Y es que ese es el meollo de la cuestión, que la necesidad energética es cada vez mayor. De niño, en mi casa solo estaba la nevera, la lavadora, la televisión y el vídeo. No recuerdo otro aparatejo eléctrico, ¿cuántos tenemos hoy en cada casa, empezando por móviles y tablets?
Me parece un contrasentido. Por un lado, venga a alertar por el cambio climático y el calentamiento global; por el otro, venga a electrificar cosas (¡hasta las escobas o los patinetes!) y digitalizar, como si internet no esté a un par de años de convertirse en el mayor emisor de CO2 por encima de cualquier nación.
Eso es lo que me hace dudar sobre si realmente estamos ante una emergencia climática o bien a una simple redistribución de las fuentes de energía a otros mercados. Lo digo porque, aparte de los impuestos "sostenibles", no veo realmente ninguna otra medida práctica que no sea pagar por contaminar, mientras que se fomenta el mayor consumo eléctrico y digital.
Y la verdad, yo viviría tan tranquilamente como lo hacíamos en los ochenta. De hecho, no veo que ahora estemos mejor que en aquella época, sino todo lo contrario.
¡Qué rollo te solté! Perdona, Un fuerte abrazo y, por supuesto, ¡Feliz Navidad!
La palabra sostenible tiene todo el sentido, lo malo es que se la ha alterado, corrompido y quitado el significado. Yo también me reía de la palabra hasta que tuve que emplearla en clase y explicar lo que significaba. Desarrollo sostenible es el que permite el desarrollo de la generación actual sin poner en riesgo el de las generaciones futuras, es decir el desarrollo que no termina con los recursos y los deja a disposición de los que vendrán. En definitiva, si en un bosque la población de ciervos aumenta en cincuenta ciervos al año, es sostenible cazar 45. Los otros cinco se dejan por precaución. Ese es un ejemplo tonto que les ponía a los alumnos.
EliminarAh, Lovelook. Después de protestar contra la energía nuclear se volvió hacia ella tras ver lo que se nos venía encima con el calentamiento, y es que ninguna central nuclear funcionando con normalidad, otra cosa son los accidentes ha matado a tanta gente como la que murió en la ola de calor de 2003. Se ha vuelto más peligroso quemar carbón o petróleo que fisionar uranio. La energía de fusión puede solucionar los problemas de energía, pero eso aumentará la actividad económica y el agotamiento de otros recursos. Nada se soluciona sin pasar por el decrecimiento económico.
Cuando yo era pequeña, ninguno de esos electrodomésticos que mencionas estaba en mi casa. Lo más eléctrico que había era una radio y una linterna. Ya cuando yo tenía ocho o diez años llegaron la lavadora y el televisor.
Es todo mentira, ni los gobiernos ni las grandes corporaciones tienen la más mínima intención de luchar contra el cambio climático, pero es que la ciudadanía en general, tampoco la tiene, ni siquiera los que protestan contra ello. Ni siquiera sé si yo misma estaría dispuesta a asumir todo lo que se nos vendría encima de hacer algo serio al respecto. Habría que renunciar a tantas cosas que ni nos podemos imaginar, que no sé si de saberlas todas estaría dispuesta a padecer la renuncia.
Bueno, como ves, no me quedo corta yo tampoco en cuanto a rollo.
Un beso muy fuerte y feliz navidad a ti también.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarVaya, me ha sorprendido todos los temas que toca este libro, desde luego es un punto muy positivo que no me esperaba.
El cambio climático, la sostenibilidad, las empresas que venden humo y luego terminan siendo las peores y las que más contaminan... en fin, todo esto son temas muy actuales y tristemente creo que no se habla lo suficiente de ello.
¡besotes!
A veces pienso que se habla más de la cuenta, pero sin tener mucha idea de lo que se dice. A veces por interés y a veces por ignorancia. Es un tema muy complejo que se ha puesto de moda y del que todos hablan. La novela enseña unas cuantas cosas muy interesantes y necesarias.
EliminarUn beso.
Hola Rosa!! Es muy interesante tu propuesta lectora y me atrae mucho lo que nos cuentas sobre este título. Tomo nota. ¡Estupenda reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
ResponderEliminarSeguro que te gusta. es una novela muy interesante con muchos temas de actualidad.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, te prometo que cuando he leído lo del pepito de ternera pensé que estaba ante una novela de humor. No sé por qué, me he imaginado una trama al estilo de los Hermanos Marx. Pero luego me ha dado cuenta que la cosa iba en serio. Parece interesante. No solo por la investigación en sí, que imagino que mantiene la intriga, sino por el resto. Suena bien este libro. Besos
ResponderEliminarNo, la verdad es que humor tiene muy poco. Es una historia muy seria. Lo es la parte del presente, la investigación de la muerte de Arcadio; el pasado, las peripecias de Arcadio en África y, por supuesto, todo lo relacionado con las ideas de Arcadio sobre el cambio climático y demás. Una novela interesante y recomendable.
EliminarUn beso.