Tres eran tres 22

Van ya veintidós entregas de Tres eran tres y en este caso traigo dos novelas españolas que no pertenecen a ninguna serie. Una negra; la otra, con su parte de intriga, pero que es más bien un libro de memorias mezcladas con ficción. La tercera novela es italiana y pertenece a una de las series policíacas que más me gustan e interesan, aunque por desgracia... Seguid leyendo para saber cuál es la desgracia.

"El último verano antes de todo". Jota Linares

«Laguna se presentaba ante Ismael en todo su esplendor, como recibiendo al hijo pródigo que se había ido hacía años como un paria y regresaba en 2018 como director de cine. Fracasado y humillado. Pero director de cine, al fin y al cabo». 

Ismael se fue de Laguna en 2000, después de aquel verano que lo cambió todo. Desde entonces solo ha vuelto al pueblo en visitas esporádicas y nunca muy largas. Ahora es 2018 y esta visita es especial. Su madre se está muriendo de un cáncer de pulmón y él quiere acompañarla en sus últimos momentos. Lo que Ismael no sabe es que esta visita a Laguna, un pueblo de la sierra gaditana que odia, va a ser el revulsivo que puede estar necesitando desde aquel verano de 2000, el último verano antes de que todo terminara. O de que comenzara la vida adulta con lo que supone de fin de la infancia y de las esperanzas y sueños que solo la dulce placidez infantil permite mantener.

Desde aquel verano en el que todos ellos, de forma más o menos traumática, tuvieron que enfrentarse a lo que su pasado les ocultaba,  Natalia, Raúl, el Zapata e Ismael han seguido caminos muy diversos. Pocos han conseguido los sueños que los movían en aquellos meses mientras veían los parapentes recortarse en el cielo azul de Laguna y nadaban en el pantano despreocupados hasta que todo se vino abajo.

Aquel verano hubo un muerto, un amigo que se confesó culpable y que desde entonces cumple condena en la cárcel del Puerto de Santa María. Aquel verano, los cuatro amigos habían hecho Segundo de Bachillerato con mayor o menor fortuna. Los que lo terminaron habían hecho la Selectividad y todos soñaban con salir de Laguna y buscarse la vida lo más lejos posible. Dieciocho años después, tan solo Ismael lo ha conseguido. Vive en Madrid, es director de cine, su sueño desde la infancia, aunque su última obra, que ha sido su primer largo, ha recibido las peores críticas imaginables.

En el verano de 2000, la muerte y la culpabilidad terminaron con la infancia y los veranos felices. Dieciocho años después muchos fantasmas saldrán del lugar al que los confinó el tiempo y la necesidad de olvido, y empezará a tejerse el tapiz en el que los secretos de aquel verano quedarán desvelados. 

El último verano antes de todo es una novela que juega con dos tiempos y se mueve de uno a otro con soltura y naturalidad. Su autor, Jota Linares, es director de cine y esta es su primera novela. En ella pretende dejar constancia del mundo de su niñez y de sus recuerdos. Parece ser que el estímulo definitivo para escribir el libro lo recibió cuando, al morir su madre, sus tíos le hicieron entrega de sus diarios. Según el propio autor «es una novela muy autobiográfica pero, a veces, también muy ficcionada. A pesar de que Ismael es un director de cine como yo, hijo de madre soltera, y es muy fácil reconocerme en él, también soy Raúl, e incluso también puedo ser otro personaje que se oculta en la novela. Los nombres no son los reales. Bueno, Cati, la madre de Ismael, sí. Ella lleva el mismo nombre que mi madre porque es un gran homenaje a ella. Tampoco he usado el nombre real del pueblo» (entrevista para el blog Lecturápolis)

No sé cuánto habrá de realidad y cuánto, de imaginado, pero leer la novela ha sido agradable y muy entretenido. A ver si pillo alguna de sus películas. Creo que la última, Las niñas de cristal, se encuentra en Netflix. 

Título del libro: El último verano antes de todo

Autor: Jota Linares
Nacionalidad: España

Editorial: Planeta

Año de publicación: 2022

Año de publicación original: 2022

Nº de páginas: 480

"Lejos". Rosa Ribas.

«Esa noche, él no sabía que pisaba un cementerio. Un cementerio clandestino, sin lápidas ni cruces, con solo dos muertos. Serían tres a su partida». 

Lejos es una de las novelas más inquietantes que he leído últimamente. Se empieza creyendo que se lee una novela de intriga, bastante negra, y se termina una dando cuenta de que lo que le está contando Rosa Ribas es una metáfora del mundo que nos rodea. Veamos. Hay una urbanización en medio de la nada. Desde chalets de lujo hasta chalets pareados más normales. Hay también bloques de apartamentos en varias fases, desde la primera en la que están ocupados al completo, hasta la cuarta consistente en edificaciones incinclusas y rodeadas por una valla. Y es que la urbanización está sin terminar. Su promotor, Fernando Pacheco, huyó al extranjero dejando a medias el chiringuito y llevándose las ganancias. «Todo el proyecto se levantaba sobre una montaña de porquería mal barrida, una cadena de sobornos, corruptelas, intimidaciones, silencios cómplices». El caso es que me quiere sonar.

El lugar tiene algo de paisaje lunar o así se lo imagina el lector. Lo que se vendió como un entorno de lujo, con «un gran parque ajardinado, con amplios caminos, glorietas, pérgolas, estatuas, bancos, parterres, fuentes e incluso un laguito», ha quedado reducido a un lugar inhóspito en el que habitan doscientos treinta y seis colonos y un número indeterminado de okupas instalados en la zona deshabitada e inconclusa cuya alambrada ni les impide entrar ni les impide salir. Frente a esos okupas o ilegales se ha unido toda la comunidad de colonos. Para defenderse de ellos han creado un frente indivisible del que nadie puede salirse sin recibir las represalias adecuadas. 

Pero siempre hay disidencias y una mujer de los colonos va a entablar amistad con un ilegal. Ella está aprisionada en la urbanización. Su marido la abandonó poco después de mudarse y la hipoteca la tiene atada a un lugar del que jamás sale porque trabaja desde casa. Él huye de algo. Sabemos que es policía y que ahora sus propios compañeros en el cuerpo y en los chanchullos de corrupción que compartían lo persiguen. Se ha instalado en un apartamento de un bloque de la fase cuatro. La casualidad hará que se conozcan. Ella, que en su interior ya era bastante disidente con el resto de los habitantes legales, se buscará cada vez más su animadversión. Él se hará amigo de Matías, otro ilegal que le enseñará a moverse por ese mundo hostil y peligroso.

Todos ellos comparten un mundo árido y poco habitable. Unos se sienten amenazados por los otros, temen que les quiten lo poco que tienen, su privilegio de colonos legales, su absurda apariencia de felicidad, su empeño en olvidar que cuando las puertas se cerraban, en la intimidad del hogar, por grande y lujoso que fuera, había lo mismo que en todas partes: «En una de cada cinco casas, un maltratador; en una de cada seis, un alcohólico; en una de cada siete, alguien con depresión; en una de... En alguna de esas casas, tal vez varias de esas plagas o todas a la vez y un gran jardín».

Los otros temen ser expulsados de tan precario paraíso y volver a caer víctimas de aquello de lo que huyen: la falta de un techo, el miedo a ser encontrado, el eterno vagar por una ciudad aún más hostil. El fracaso último de su calidad de okupas e ilegales.

Lejos es una de las mejores novelas de Rosa Ribas. 

Título del libro: Lejos

Autora: Rosa Ribas
Nacionalidad: España

Editorial: Tusquets

Año de publicación: 2022

Año de publicación original: 2022

Nº de páginas: 288

"Y todo a media luz". Maurizio de Giovanni.

Llega la Pascua a Nápoles y con ella, la primavera. Estamos en 1932 y las camisas negras van ganando visibilidad en Italia. Hasta las putas tienen que pelear por sus favores. «La carrera para disputarse a los nuevos poderosos, personajes vulgares y engreídos que rayaban sin vergüenza en el ridículo, no se cobraba prisioneros. Ponerse a competir con decenas de bobas para ganarse la cama de algún fascista baboso no era, desde luego, la mejor de las perspectivas».

La más bella de todas ellas ha sido asfixiada con su almohada en el burdel más famoso de la ciudad, El Paraíso. Hacia el burdel se dirigirán Ricciardi y Maione para hacerse cargo del caso. Por el camino Ricciardi irá viendo los cadáveres de los últimos muertos de la zona y oyendo sus últimos pensamientos. La maldición que mantiene a Ricciardi amargado y alejado del amor no cesa. También Maria Rosaria Cennamo, Víbora en la profesión, se dejará ver por Ricciardi musitando su último pensamiento: «"Fustita, fustita. Ay, fustita mía"». Lástima que esas palabras no contribuyan a resolver el enigma de su muerte.

Varios son los sospechosos que tenían motivos para hacer desaparecer a Víbora, difícil descubrir cuál de ellos lo hizo. Y por si no fuera poco con la investigación del caso, Ricciardi y Maione tendrán que salvar de sus propias imprudencias a su amigo, el forense doctor Modo. Y Ricciardi, esta vez en solitario, tendrá que enfrentarse a las dos mujeres por las que su corazón, su cabeza y sus instintos le hacen dudar de su intención de permanecer solo con sus temores y su incómoda y macabra maldición. Compartir el sufrimiento de los que han muerto con violencia con una mujer le parece injusto y egoísta. «El dolor de los otros se transformaba en suyo. La maldición no era más que la imposibilidad de encerrarse en ese cómodo refugio de egoísmo con que todos venían dotados desde el nacimiento. Todos, menos él».

Cada vez me gusta más esta serie ambientada en Nápoles en los años treinta, pero por desgracia creo que con esta entrega se termina mi idilio particular con Ricciardi. De las trece entregas que hay publicadas, tan solo las seis primeras están traducidas al español. Esta es la sexta y, por tanto, la última a mi disposición.

Las tramas son sumamente interesantes, el personaje de Ricciardi totalmente cautivador y la ambientación en el Nápoles de la época, te envuelve hasta hacerte sentir parte de la obra. Resalta todo lo relacionado con la gastronomía, principalmente los platos propios de cada fiesta. Un placer para los sentidos muy propio de la novela negra mediterránea que cobra en esta serie un carácter sobresaliente. 

«La Navidad tenía su encanto, sin duda, las pizzas de cebolla y anchoas y la preparación de las escarolas, el pesebre con su río que fluía de veras gracias a un enema oculto entre el cartón piedra, los dulces y la mesa bien puesta, y las cartas de los niños con los propósitos para Año Nuevo; y el día de los Difuntos con su turrón; y la maravillosa fiesta de Piedigrotta, rica en música y canciones. Pero la Pascua, la Pascua era la primavera y las ventanas que se abrían dejando entrar de nuevo el sol y el perfume del mar.

[...] la Pascua empezaba con el carnaval, cuarenta y un días antes; seguía luego la preparación de la comida del martes de carnaval [...]: su majestad la lasaña, el plato de los reyes, con ragú y albondiguillas; las salchichas y los friarielli, los higadillos en la rezza, la redecilla hecha con intestino de cerdo y laurel y, sobre todo, el sanguinaccio, la crema de cacao, leche y sangre de cerdo acompañada de cidra confitada que los niños esperaban durante todo el año».

Título del libro: Y todo a media luz

Autor: Maurizio de Giovanni
Nacionalidad: Italia
Título original: Vipera

Traducción: Celia Filipetto Isicato

Editorial: Lumen

Año de publicación: 2015

Año de publicación original: 2012

Nº de páginas: 336