Con este microrreto colaboro en la convocatoria de enero de El tintero de oro, en la que se nos reta a escribir un microrrelato basado en un mito. La historia, que no deberá superar las 250 palabras, deberá estar inspirada en un mito de cualquier mitología: griega, romana, egipcia, cristiana, etc.
He optado por uno de los mitos que me resultan más fascinantes. Espero que os guste.
Siempre me sentí ninguneado y nunca entendí por qué mi padre
nos trataba de forma tan dispar. Desde muy pequeños noté esa diferencia. Papá
hablaba con él como con un igual mientras que a mí me trataba con desdén.
Jugaba con él a los distintos juegos a los que íbamos accediendo según la edad.
Empezábamos a jugar los tres, pero enseguida yo notaba una complicidad entre
ellos de la que me excluían. Parecía que compartían algo, miradas, sonrisas, sobreentendidos
a los que yo no estaba invitado, hasta que, aburrido, me alejaba. Ellos,
entonces, parecían recuperar una naturalidad que yo les arrebataba con mi sola
presencia.
Nunca lo entendí y si alguna vez intenté indagar preguntando
a alguno de ellos, me acusaban de envidioso y, más tarde, de paranoico. Nunca
lo entendí hasta que dejé de intentarlo. Fue cuando por el cincuenta
aniversario de mi padre, ambos nos presentamos con sendos regalos. Él alabó y
festejó el de mi hermano mientras echaba el mío a un lado con apenas una
ojeada indiferente.
Al día siguiente, mi hermano apareció muerto de un fuerte
golpe en la cabeza. Mi padre me dio una suma de dinero que aseguraba mi
supervivencia para siempre y me echó de casa sin una explicación y
prohibiéndome volver. No me reprochó nada, pero él sabía, y yo sabía que él
sabía, que el golpe en la cabeza de Abel se lo había producido yo con el
pisapapeles de hueso que le había regalado y él había despreciado.
249 palabras
¡Hola, Rosa! Wow, un micro negro que, además, se inspira en el primer asesinato de la "historia". Un mito que recrea el que quizá sea el primer pecado: la envidia. La desatención del padre, el reconocimiento ajeno, la indiferencia al esfuerzo de cada uno son sin duda muchos de los ingredientes para cocinar un asesinato como este. También nos dejas con la duda sobre el origen de ese pisapapeles de hueso, ja, ja, ja... ¿animal o humano? Magnífico aporte al reto. Un abrazo!
ResponderEliminarJa ja. Yo creo que el hueso del pisapapeles era de animal.
EliminarEl mito de Caín y Abel siempre me ha parecido fascinante. Primero dios, injustamente, aprecia los sacrificios de Abel y no los de Caín, pero luego marca a Caín para que nadie le haga daño y lo suelta por el mundo diciéndole que podrá ser libre. Envidia de Caín, culpa de dios por su injusticia, Caín inaugurando la libertad como su madre inauguró el conocimiento y, por si fuera poco, como dices, el primer asesinato de la historia. Demasiado tentador.
Un beso.
Qué tremendo, Rosa. Un micro-relato potente y directo. Siempre me ha gustado esta sección de tu blog. ¡Enhorabuena por tu creatividad!
ResponderEliminarUn abrazo y feliz finde!!
Me alegro de que te haya gustado el micro. Mi creatividad se reduce a que alguien me dé tema, por eso los retos del Tintero son ideales.
EliminarGracias por tus palabras.
Un beso.
Hola me ha encantado tu micro. Un final con un golpe de efecto perfecto. Creo que lo has logrado sacar adelante de manera fabulosa chao
ResponderEliminarMuchas gracias. Es un mito que me encanta y quería hacerlo en época actual. Me alegro si lo he conseguido con cierta solvencia.
EliminarUn beso.
¡Hola! Genial microrelaro, me ha gustado mucho :)
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn beso.
EStupenda historia de Caín y Abel contada por la parte que siempre fue estigmatizada. Me encanta esta versión, completamente humana y más creíble donde el malo resulta que no lo es tanto o a mí me lo parece, porque siempre he tenido debilidad por los villanos.
ResponderEliminarUn beso.
Siempre me ha parecido injusto el trato que dios le daba a Caín. Nunca lo entendí y recuerdo que ya desde niña pensaba que, aunque un poco excesivo, el pobre tuvo sus motivos para envidiar a su hermano.
EliminarUn beso.
Mito entre los mitos que has traído a la actualidad con una confesión de hechos y motivos muy impactante. Un micro estupendo, Rosa. Gracias por la aportación al Tintero.
ResponderEliminarGracias a ti Marta. Caín es un personaje que siempre me ha impactado por la injusticia de que lo veo víctima. No era como para matar a su hermano, pero...
EliminarUn beso.
Cómo en la ficción todo debe estar permitido casi que me alegro por el estacazo entre hermanos porque el relato se cierra de forma redonda y rotunda. Vivimos en una sociedad de bandos y más cainita que nunca por lo que el mito elegido viene que ni pintado. Estupendo tu micro reto.
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
Lo bueno de la ficción es que nos permite asesinar, envidiar y todo tipo de desmanes sin pagar las consecuencias y sin que nadie sufra por ellos. me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn beso.
Magnífico, Rosa. Me ha encantado. Tan original como bien contado y, además, con un sorprendente final. Muchas felicidades.
ResponderEliminarMe ha recordado una de mis palabras favoritas de mi Diccionario en tono de humor, que muy bien podía haber sido el otro regalo de tu relato: «CASCABEL. Consecuencia del golpe que Caín le da a su hermano con la quijada de un burro».
Un abrazo.
Ja, ja, muy buena la definición de cascabel de tu diccionario. Pues tal cual, Abel cascó, en este caso, por el golpe con un pisapapeles de hueso. ¿Sería una quijada de burro? No nos lo dice, pero bien podría ser.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un beso.
Un gran relato reinterpretando el mito de Caín y Abel. Destaco lo original, lo bien escrito y bueno, sin llegar al asesinato, este mito nos toca a todos los que tenemos hermanos de una forma u otra. Saludos.
ResponderEliminarCiertamente, quien más quien menos ha tenido momentos de celos con sus hermanos o de algún conflicto. llegar a los extremos de Caín no suele darse afortunadamente, pero las relaciones entre hermanos son interesantes y un gran tema literario.
EliminarUn beso.
Buenísimo! El final, inmejorable. Me ha encantado!
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias, guapa. me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn beso.
La famosa historia de Abel y Caín, trasladada a otros tiempos.
ResponderEliminarUn conflicto exacerbado por el padre.
Bien contado.
Es un conflicto que me encanta y que siempre estuvo causado por el distinto trato dado por el padre (dios en el caso bíblico). La injusticia da lugar a los celos.
EliminarUn beso.
Los celos han dado lugar a muchas historias con sus metáforas, como la del hijo pródigo, pero esta es sin duda la historia más antigua de la humanidad y el haberle dado un toque de modernidad con esa versión libre le has dado un toque especial. El resultado ha sido muy bueno.
ResponderEliminarUn beso.
Ya sabes que me gustan las historias ambientadas en tiempos modernos. Tenía que sacar a Caín y Abel de la biblia y trasladarlos al mundo actual. Me alegro de que te guste a ti, que eres más experto en relatos largos y menos largos.
EliminarUn beso.
Estupendo relato Rosa y muy actual, los celos entre hermanos siempre han existido y existirán, pero muchas veces no los provoca que uno sea mejor que otro, sino las distinciones que los padres establezcan entre ellos, muchas veces sin motivo aparente, las relaciones padres - hijos- hermanos son muy difíciles, y todos deben poner de su parte. Besos.
ResponderEliminarLas relaciones familiares es un tema que me fascina, como ya sabrás. Padres e hijos y hermanos entre sí. En este caso me he basado en el mito de Caín y Abel porque es un mito que me gusta mucho desde que en mi adolescencia leí Al este del edén. Allí se le da vueltas al mito por todas partes y me encanta.
EliminarUn beso.
Rosaaaaaaaaaa, desarrolla estas historias más. Es que me quedé con ganas de más, jejeje. Me encanta el puntito de suspense y ese final de no te digo nada y te lo digo todo. Besos
ResponderEliminarUfff, no, Marisa, seguro que si lo alargo lo estropeo. Me ha dado justo para plantear el tema y descubrir al final de qué va el mito. En ficción prefiero quedarme en cosas cortas.
EliminarUn beso.
¡Vaya! con los ojos como platos me has dejado..., me gusta tu lado macabro (entiéndase literariamente hablando, claro) y me ha parecido un acierto el tema elegido, me ha encantado y siempre me sorprende como en tan pocas palabras eres capaz de decir tanto.
ResponderEliminarLos celos entre hermanos son el pan nuestro de cada día porque aunque lo nieguen los padres siempre tienen a su preferido y el otro lo nota
Un beso
Como le digo a Mar más arriba, desde que leí por primera vez Al este del Edén (que si no has leído te recomiendo encarecidamente) el mito de Caín y Abel me fascina. Cuando se planteó el reto sabía que de hacer algo lo haría sobre ese tema, pero en tiempos actuales.
EliminarYo solo tengo un hijo, pero siempre he pensado que los padres no pueden ser iguales con todos sus hijos. No sé si querrán a unos más que a otros, pero desde luego los querrán de forma distinta y seguro que no los tratan igual tampoco. Pero lo de dios con Caín fue muy descarado, ja, ja. Yo diría que clama al cielo.
Un beso.
¡Caray con el hermano celoso y envidioso! Que no digo yo que no tuviera su padre parte de culpa, que no discuto que se le notara cierta predilección por uno de los hijos... Pero la opción del pisapapeles creo que fue un poco desmedida... aunque el padre... cierta culpa debió sentir cuando le pagó por su delito.
ResponderEliminarSaludos
Ja, ja. Yo siempre he pensado que dios tuvo un atisbo de humanidad al sentirse culpable por su comportamiento injusto con Caín. Por eso lo señaló con su marca y maldijo a quien le hiciera daño. La respuesta del hijo agraviado fue un poco drástica, la verdad, pero si no hubiera sido por ella, nos quedamos sin mito.
EliminarUn beso.
Muy buen micro, Rosa, desenlace con asesinato, modus operandi e identidad del asesino todo en uno. Me ha gustado mucho por cómo has manejado el suspense hasta el final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias. Me alegro de haber sabido mantener el suspense. Quería ir dejando pistas, pero que no se supiera hasta el final quién era el asesino y narrador, ja, ja.
EliminarUn beso.
Excelente micro. Me has tenido en vilo desde el principio aunque sospechaba que venía por el lado de los hermanos más famosos de la humanidad. Magnífica actualización. Un abrazo, Juana Medina
ResponderEliminarGracias. Mi idea era que se fuera intuyendo. Me gusta la narración ambientada ni muy atrás en el tiempo. Por eso traje hasta hoy el crimen que inauguró todos los crímenes.
EliminarUn beso.
Hola Rosa. Caín será un asesino pero después de todo no deja de ser su hijo, así que el castigo es el destierro, y el premio poder seguir viviendo a gastos pagos. Quizás el padre (creador) se sabía culpable, si es que los padres (creadores) pueden albergar culpa y remordimiento, que parece que sí. Estos dioses, de tan humanos que parecen, nos copian nuestros mismos defectos. Un abrazo.
ResponderEliminarSí. Lo que pasa es que nos han vendido la moto de que dios nos creó a su imagen y semejanza y yo más bien creo que nosotros lo hemos creado a nuestra imagen y semejanza.
EliminarUn beso.
Hola Rosa: Un buen micro que si no fuera por los nombres podria ser una historia de hoy en día. Tan presente y que demuestra que lo que nos cuentan los mitos son parte de nuestra historia y manera de vivir. Enhorabuena. Un saludo.
ResponderEliminarNada nuevo hay bajo el sol y se sigue matando por las mismas causas. La envidia, la más común.
EliminarUn beso.
Muy bien hilado. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn beso.
Genial, Rosa. Has dado un giro de tuerca a uno de los grandes Mitos bíblicos de la historia de la humanidad. Muy bien narrada, además.
ResponderEliminarUn beso.
Me alegro de que te haya gustado Carmen. Es un mito que me fascina y traido a la actualidad, más aún.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, por fin alguien ve más allá de lo que nos han dicho de Caín y Abel, ja, ja, con esta historia, nos queda claro que los descendientes de Caín fueron los precursores de nuestra dualidad, de ese "ser y no ser", los remordimientos de Caín afloraron unas veces y otras su dolor y rabia por ser despreciado. Y desde ese crimen fueron inseparables esos hermanos, pues Caín cargó con el peso de Abel por el resto de la eternidad humana..Muy bueno tu micro, con mensajes y algo de ironía.
ResponderEliminarQue lo estés pasando bien, un abrazo.
¿Verdad que es un mito magnífico? Trata de muchas cosas, culpa, celos, remordimientos, justicia... Y se nos ha contado de una forma tan plana que le han quitado todo su interés. Espero haberle dado un poco de chispa.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa!! Me ha gustado mucho tu micro, está muy bien narrado. Enhorabuena y un abrazo!!
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa, muy bien contado el relato desde el punto de vista de Caín (ya era hora de que conociéramos su versión). Ha sido muy intrigante adivinar de quién se trataba mientras iba leyendo, me ha gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro de haberte mantenido la intriga. El punto de vista de Caín es interesante. Tampoco tenemos la versión de Abel. La verdad es que solo tenemos la versión de gente que nunca estuvo allí.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Me pareció leer por algún sitio que no solías escribir estos relatos, pero, mira por dónde , lo has hecho y de manera magnífica. La lectura ja sido tratando de adelantarme a adivinar el personaje y qué era lo le he hacía sentirse marginado. Descubrirlo ha sido una sorpresa muy ingeniosa. No es que fuera un envidiosillo, es que estaba harto de tanto desprecio. Me ha parecido un relato estupendo. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias. No suelo escribir ficción, pero en lis micros del Tintero de Oro siempre participo. En los concursos me limito a la reseña de la novela, pero los micros ne resultan menos difícil por que ya me dan el tema.
EliminarEl pobre Caín sufrió la predilección de dios por Abel y se ve que no lo supo asimilar con calma, ja, ja.
Un beso
¡Hola Rosa! Increíble como has ido desgranando el mito de Caín y Abel. En la actualidad perfectamente podría haber sucedido tal y como lo cuentas en tu micro.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola... La envidia, el mas antiguo de los móviles y el más vigente aún hoy en día... excelente relato. ¡Saludos!
ResponderEliminarSí. Gran parte de los crímenes de hoy día tienen en algún lugar de sus causas la envidia o los celos, que no dejan de ser un tipo de envidia.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Es que el trato desigual de los hijos hace mucha pupita... aunque eso nunca justificará ningún asesinato. En fin, un mito que habla de las disputas entre hermanos, entre iguales, que una y otra y otra vez, los humanos seguimos repitiendo sin cesar. Me ha gustado mucho tu enfoque tan humano del tema.
ResponderEliminarUn beso.
Complejas, como tantas veces ya hemos comentado, esas relaciones paterno-filiales-fraternales: envidias, celos, resentimientos... No por complejas dejas de ser fascinantes, como fascinante es precisamente por ello, como bien señalas, el mito bíblico de Caín y Abel. Tu relato lo muestra de maravilla.
ResponderEliminarBesos
Juro por los dioses antiguos y modernos que pasé, leí, y dejé comentario. Debe de ser que los Idus no me fueron favorables y una de las plagas bíblicas; inventada por mi ahora mismo (La desmemoria) ha perjudicado mis neuronas cognitivas.
ResponderEliminarEl caso es que la actualización del mito de Caín y Abel es más frecuente de lo que nos podemos imaginar. Te lo digo yo, que me tocó uno de cerca con paliza incluida, que no muerte (menos mal)
Besos.
Hola, Rosa. Lo primero es que me gusta que hayas catalogado como mito lo que muchos consideran como una verdad bíblica, y lo segundo, que pongas en relive algo tan humano como los celos entre hermanos. El golpe final remata la historia.
ResponderEliminarFdo: Una hermana que fue celosa de su hermana pequeña :)
Hola, Rosa. Un mito, o historia, que cuanto más la pienso más ambigua me parece. Sí, nos dicen que fue la envidia. Pero una buena acción no debe redimir ante otra aún mejor, o por lo menos, no dejar que está quede tocada hasta el punt, o de generar esa envidia y ahí hay otro tema por donde mirar o pensar, je, je. Me gusta mucho que la hayas elaborado como dentro de otra historia, cuando he sido consciente de lo que estaba leyendo me ha gustado aún más.
ResponderEliminarGenial aporte, Rosa.
Un abrazo!
Terrible el desprecio que desembocó en un peor desenlace! No hay que menospreciar lo peligroso que es el orgullo herido! Un abrazo!
ResponderEliminarHola, Rosa. Así que así había sido la historia... Uno siente empatía ahora por Caín, sin embargo, nada disculpa su acción. Más le hubiera valido mandar a los dos al diablo y hacer su vida.
ResponderEliminarTe quedó muy bien!
Un abrazo
Hola, Rosa, qué interesnte micro. Me ha encantado, por el tema elegido y por esa naturalidad cotidiana de una familia mal avenida que le has dado al relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Rosa muy bien llevado al presente el primer crimen de la historia por celos entre Caín y Abel
ResponderEliminarLo del pisapapeles tiene su punto de gracia.
Un abrazo
Puri
no se debe tener hijos favoritos, parece ser la moraleja de la historia
ResponderEliminarEsta respuesta es para todos los que por ahí arriba os habéis quedado sin ella y para los que puedan venir a dejar comentarios por debajo. Muchas gracias a todos por acercaros por aquí, por leer el relato y por vuestras palabras. Debido a la lesión de mi brazo derecho dije que no iba a contestar a los comentarios que se me hicieran, pero me cuesta mucho no hacerlo. Lo dicho, muchas gracias, y un beso a todos.
ResponderEliminar¡Pobrecita! Y encima el derecho, supongo que no eres zurda.
EliminarCuídate Rosa. Un cariñoso abrazo.
Hola, Rosa. Llego cuando el reto del mes siguiente ya está en marcha, pero más vale tarde… Me gusta esa recreación actual de tan antiguo mito. Seguramente muchos psicópatas lo tengan en su cabecera como lectura profética.
ResponderEliminarCuando estés recuperada, esperemos que pronto, creo que se te escapó una «s» al principio de la historia: “He optado por uno de los mistos…” que no tiene mayor importancia para mí, en particular, le da un sentido gracioso.
Saludos y a recuperarse.