"Mira a esa chica" Cristina Araújo Gámir
«Estás sentada en el banco, el bolso apretado contra las costillas con las dos manos, las pupilas desenfocadas, como si te hubiesen intentado robar. Pero no te han robado. Hace frío, lo notas sobre todo en los pies, y si estuvieras en condiciones de pensar, pensarías, por ejemplo, que cuántas horas quedan para el amanecer. Pero no piensas, y lo único que sientes es. Nada. Que te escuece el raspón en la parte blanda de la rodilla».
No, no le han robado, al menos no le han robado nada material, solo la tranquilidad, la inocencia, la paz de espíritu. No le han robado, le han dejado el asco, la culpabilidad, la rabia. Ella es Miriam. Desde siempre se ha sentido agraviada por los demás. Tiene sobrepeso, no es una chica atractiva ni popular. Desde niña, en la escuela, se ha visto puesta como ejemplo de lo más negativo. Sus compañeras utilizaban su nombre como insulto. Ahora ya no la insultan, ahora la ignoran.
Para defenderse de todo ello se ha creado una personalidad descarada, provocativa; se ha tatuado una mariposa en el pecho y luce amplios escotes que le permitan mostrarla; se enfrenta a los chicos con descaro. «A ti no te dan nada hecho, y por eso te ves obligada a tomar atajos, sueltas a quemarropa frases del tipo: hoy tú vas a dormir conmigo, por qué no me besas, hola bombón. Les dejas el camino pavimentado, que sepan que hay recompensa al final».
Terreno más que abonado para que cuatro descerebrados, machistas, violadores, se sientan con derecho a todo y encima piensen que ella los ha provocado y estaba encantada con lo que estaba sufriendo; terreno abonado para que todos y, lo que es peor, todas, interpreten que se está inventando la violación, al fin y al cabo la habían visto tonteando con los chicos poco antes de los hechos; terreno muy abonado para que ella misma se plantee la realidad de la violación, para que dude de si no los habrá provocado ella misma.
«¿Denunciar?
De eso nada.
¿Y este policía? ¿Cómo que alguien del hospital les ha informado?
Pero si tú ni siquiera sabes si. Y además, cómo llamarías a.
Porque echar mano de esa palabra, violación, sería como insultar a todas las mujeres que de verdad han sido agredidas, que gritaron, que imploraron, que lucharon por escapar. Mujeres que no habían mandado con anterioridad fotos de sus tetas ni de sus bragas.
¿Cómo vas a explicárselo a la policía? ¿Dónde están las marcas, los moratones, los labios partidos?».
Miriam denuncia animada por dos chicas que la atienden tras los hechos. Miriam recurre cuando sus abogados así se lo indican, para conseguir que la sentencia de cinco años, que a ellos les parece irrisoria, se aumente. También recurren los acusados que se sienten totalmente inocentes y tienen el vídeo que grabaron y subieron a las redes sociales para demostrarlo. Miriam lo hace forzada. Ella quiere que todo pase, olvidarse de todo y seguir con su vida. Teme lo que pueda ponerse de manifiesto ante el juez.
También su madre, Pattie, se siente culpable. Nunca ha querido ser muy severa. Piensa que bastante tiene Miriam con no tener padre. Por eso siempre ha sido bastante permisiva con las peticiones de la chica: tabaco, tatuajes, horarios, pensando que la adolescencia no deja de ser una enfermedad que se cura con el tiempo. Ahora se arrepiente de su tolerancia. «Pattie Dougan soñó con su hija, o más bien sufrió una pesadilla terrible, en la que Miriam irrumpía en su dormitorio soltando berridos: ¡porque sabes qué! odio este tinte de pelo, odio cómo me queda, odio estar gorda, y que me dejases siempre acabarme la bolsa de gominolas. [...] Y por qué no preguntas nunca a qué hora voy a volver».
Mira a esa chica es una muy interesante propuesta con planteamientos muy de actualidad. ¿El descaro, el tonteo, el besar a un chico y a su amigo les da a estos el derecho a sentirse justificados para cualquier cosa que se les ocurra? ¿La falta de reacción, el no defenderse ni gritar ni decir «NO» supone necesariamente que se esté consintiendo cuando cuatro energúmenos te están atacando? ¿Quiénes son los verdaderos amigos cuando realmente tienen la oportunidad de demostrarlo? Tantas preguntas se me ocurren que llenarían varias páginas.
Son también las preguntas que se plantea Miriam. No puede dejar de sentirse culpable, no puede olvidar que tal vez los provocó. Ella estaba con ellos voluntariamente, quería sexo, aunque solo con uno, el que era oficialmente su pareja. Entró con ellos en el portal por sus propios pies, nadie la obligó. «¿Acaso te pusieron un cuchillo en el cuello? ¿Cuándo ha estado tu vida en peligro? ¿Te amenazaron siquiera?». Y yo me atrevo a darle un consejo a Miriam. Si tienes la más mínima duda es que te han violado.
Cristina Araújo Gármir, que ha obtenido el XVIII Premio Tusquets por esta su primera novela, no ha querido disimular que su historia está inspirada en la violación llevada a cabo por la Manada en Pamplona en los sanfermines de 2016. Pero ha querido ir más allá. Más allá de lo que todos vemos en los medios, hay una persona que, tras sufrir una violación tiene que exponerse ante los médicos, la policía, los que estamos al otro lado de la televisión, la pantalla del móvil o el ordenador, la página del periódico; ante ella misma que se juzga con severidad.
«Tenía un montón de ideas en la cabeza que, de repente, un día se combinaron. Una fue un artículo sobre las pruebas médicas a las que se tiene que enfrentar una chica después de una violación. Yo nunca me había planteado algo así porque, cuando veía una noticia sobre violación, siempre me quedaba con el trauma de la violencia y no con lo que viene después. Ese artículo me dio que pensar porque hablaba de todas las exploraciones internas ginecológicas, más las vacunas, los análisis de sangre, los antibióticos para las ETS y la medicina del VIH que se tienen que tomar las víctimas de violación. Esto último me impresionó porque tienes que estar tomándola dos meses y después tienes que ir a hacerte pruebas periódicas hasta un año después para descartar el contagio del todo». Eso ha declarado la autora en una entrevista en COOLT.
Una novela muy recomendable para remover prejuicios de esos que, unos más y otros menos, todos arrastramos, a veces, sin siquiera sospecharlo.
Una muy buena novela. Muy equilibrada pues abre el foco hacia todos los protagonistas: ella, la madre, las amigas, los chicos (los buenos y los no tan buenos)... No veo la novela maniquea en ningún sentido. Además de la historia, la manera de contarla creo que es lo que da a la novela ese plus necesario para distinguirse de otras historias semejantes que hoy abundan en la narrativa actual. A mí me encantó, ya lo sabes.
ResponderEliminarComo le comentamos a la autora con la que hicimos tertulia ahora, en una segunda novela, es cuando viene la confirmación de la buena novelista que en "Mira a esa chica" vemos.
Un beso
Como bien dices, pone el foco en todos los protagonistas del drama y nos da la visión de todos ello. No es nada maniquea en efecto, no juzga, tan solo transmite lo que cada uno siente, lo que piensa y en qué situación se ve. Me ha gustado que la víctima sea una chica descarada, provocativa, capaz de llegar a pensar si no habrá sido ella la culpable.
EliminarHay autores de una sola novela y esperemos que éste no sea el caso porque la mirada que sobre el mundo tiene Cristina Araújo Gámir me resulta muy interesante y me gustaría verla posarse sobre otros temas.
Un beso.
Hola, Rosa. Tengo apuntada esta novela porque a todos los lectores les está pareciendo como a ti, necesaria y que sirve para remover esas ideas que a veces tenemos tan claras pero que igual deberíamos repensar. Está claro que aquí todos se sienten culpables menos los que realmente son culpables. Lo único que pasa es que tengo que esperar a tener ánimo para enfrentarme a este tipo de lecturas tan duras.
ResponderEliminarBesos
Los culpables y sus familias piensan que por
Eliminarculpa de la chica van a echar a perder su futuro, bastante prometedor. No piensan que toda la culpa es de ellos y encima han destrozado a la chica. Están tan convencidos de su inocencia que confían en el vídeo que grabaron para que la demuestre. Una perversión total de la realidad.
Un beso.
¡Hola Rosa! me alegra saber que te ha gustado, ya sabes que me encantó. Estoy absolutamente de acuerdo contigo en todo lo que dices y opinas. Me resultó curioso el detalle de ver como la mayoría de sus amigos, de los que solían estar a su lado, se marcharon, le dieron de lado, unos porque no sabían que decirle y otros porque sentían vergüenza de los vieran con ella, ¡muy fuerte todo!!!
ResponderEliminarQue bien escribe esta mujer, como dice Juan Carlos, habrá que ver la segunda novela si mantiene el nivel, esperemos que sí, porque una servidora la leerá, seguro. Me llamó también mucho la atención que la autora supiera como puede sentirse una víctima de violación ¿verdad? y todo por lo que supongo pasarán la mayoría de las mujeres violadas
Me pareció como a ti una lectura muy necesaria, creo que la debería leer todo el mundo, quizás ayudaría a aumentar la empatía con las víctimas
Un beso
Me quedé con la novela por las reseñas tuya y de Juan Carlos y la verdad es que ha merecido la pena muchísimo. Me ha gustado, me ha conmovido, me ha sorprendido y creo que es todo un descubrimiento. Esperemos que en próximas novelas confirme su genio, pero con esta sola obra la autora ya ha alcanzado lo que muchos no consiguen en años.
EliminarMuestra una gran perspicacia a la hora de analizar los hechos de manera global. Muy recomendable.
Un beso.
La verdad es que nos hallamos ante un libro del que he leído varias reseñas y que está gustando bastante. ,e gusta las preguntas que te haces y que nos haces. En definitiva, la violación de la manada supuso un antes y un después y creo que cierto cambio de paradigma en la sociedad.
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
Lo triste es que a pesar de todo, a pesar de la manada y todo lo que trajo consigo, una mujer violada tiene que demostrar que se defendió o que no provocó o que la drogaron... etc. Ya no digamos nada si encima tiene un comportamiento desinhibido o viste de cierta manera o se la ha visto tontear... Parece que ante cierto tipo de mujeres todo vale y eso es lo que pretende poner en evidencia esta novela. Merece mucho la pena.
EliminarUn beso
Una lectura dura, por lo que cuentas, pero sí, muy necesaria. Tendré que elegir bien el momento para ponerme con ella.
ResponderEliminarBesotes!!!!
Es dura, indudablemente, pero también engancha. Se lee muy bien y provoca reflexiones muy interesantes.
EliminarUn beso.
Uy qué lectura tan dura. Por lo que cuentas, también la considero necesaria y por eso la apuntó pero a este tipo de libros hay que buscarle el momento y este no lo es.
ResponderEliminarBesos
Es dura, pero se lee muy bien porque como le digo a Margari, engancha. Una vez se empieza es difícil de dejar. Imposible diría yo, aunque también es posible que haya momentos poco adecuados para esta historia.
EliminarUn beso.
¡Menudo tema! Sí que conocía esta novela y he leído alguna entrevista a la autora pero aún no me he atrevido con ella. Una historia desgarradora que desde luego conviene abordar para romper estereotipos y prejuicios. Estupenda recomendación, Rosa. Un beso.
ResponderEliminarParece que hay mucha gente a la que le da un poco de miedo meterse con esta novela. Yo no me lo planteé. La leí muy a gusto y la disfruté. Igual es que, sin querer, di con el momento adecuado.
EliminarLo que sí recomiendo es que no se deje de leer.
Un beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarMenudo tema nos traes hoy. Como dices, no podría estar más de actualidad, desgraciadamente. No creo que lea la novela, porque sé que lo pasaría muy mal. No obstante, me parece fenomenal la difusión de todo texto que ayude a distinguir víctimas de verdugos. Entiendo que la solución comienza por educar a la gente desde temprana edad, tanto en casa como en los centros educativos, pero la sociedad también debemos responsabilizarnos de ello a nivel personal.
Un abrazo, y gracias por tu interesante propuesta!!
Esta novela se debería mandar leer en los institutos a alumnos de 4º de ESO y 1º de Bachillerato. Se ven tan bien retratados todos los actores del drama que para todos hay su parte de reflexión. Es increíble, pero en esta novela hay un grupo de «víctimas» que son los chicos y sus familias. Se consideran víctimas de los caprichos de una niña ligera de cascos que los provocó y luego los denunció, poniendo en riesgo sus carreras universitarias, deportivas, etc. Hasta ese punto está pervertida la moral e infectada de prejuicios. Creo que es una lectura necesaria.
EliminarUn beso.
Hola guapa,
ResponderEliminarun libro muy duro de leer pero que lleva consigo grandes dosis de actualidad, por desgracia, y que nos permite ampliar las miras de lo que pensamos que hay alrededor de la violación y lo que sigue pasando la víctima después de todo.
Besos :)
Es interesante ese seguir mirando ala víctima (y a los victimarios) después de los hechos que copan los informativos durante unos días y después olvidan el caso ante la nueva actualidad haciendo que nos dé la impresión de que ya todo ha terminado, cuando la verdad es que solo ha hecho que empezar y justo cuando los espectadores nos vamos olvidando del caso, es cuando empieza tal vez lo pero para la víctima, análisis, exámenes médicos, miedo al VIH, al embarazo, a otras ETS, sesiones con el psicólogo, con los abogados, el desprecio del vecindario, o los amigos de clase... eso es precisamente los que se nos cuenta en esta novela.
EliminarUn abrazo.
Tengo previsto que sea una de mis próximas lecturas. Le eché el ojo desde que se publicó. Me llamó la atención su sinopsis sin saber siquiera que contemplaba el hecho de una violación grupal. Luego he ido conociendo un poco más sobre esta novela a través de Juan Carlos, de Marian y ahora de ti, y todos me habéis ido poniendo los dientes largos. Así que espero disfrutarla y sufrirla tanto como vosotros. Me da que es una lectura muy necesaria.
ResponderEliminarBesos
Yo desde luego creo que Mira a esa chica es una lectura necesaria, de las que no debería perderse ningún adolescente. Está tratada insistiendo en los puntos más sensibles, los más delicados, los que pueden suscitar dudas en quien no tiene las cosas muy claras. Ojalá sea una novela muy leída y sirva para cambiar algunos postulados y desterrar algunos prejuicios, aunque mucho me temo que hay un grupo social irreductible y que no es sensible a estos temas. Creo que te gustará y que con ella disfrutarás y sufrirás.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, no conocia la novela pero no se si me animaré a leerla, trata un tema muy duro, de los que me enfadan y disgustan. No me cabe en la cabeza ese todo vale y si lleva escote o me mira de tal manera es que va provocando y recibe lo que se merece. No lo entendí antes y sigo sin entenderlo ahora, aun recuerdo la polémica sentencia de la minifalda. No comprendo a los culpables, ni a la parte de la sociedad que no entiende que esos hechos son delito, y que la responsabilidad no es de la víctima, que bastante tiene. Y encima con las redes sociales todavía es peor. En fin, que no se si seré capaz, y eso que por otro lado me da rabia dejarla pasar, ya veremos que hago. Besos.
ResponderEliminarYo también tuve siempre muy claro que eso de provocar por ir vestida de una u otra forma no era eximente de ningún tipo. Recuerdo una discusión con un compañero de clase, me estoy remontando a mediados de los setenta, al que ye le terminé diciendo que si le atracaban en un callejón no se quejara porque con su ropa carísima, su coche y sus joyas de oro (reloj, anillo, cadena: era todo un figura), iba provocando para que le robaran.
EliminarAfortunadamente, mucho se ha avanzado desde entonces; desgraciadamente, mucho queda aún por avanzar. Sea como sea, la mujer sigue siendo la víctima y muchos prejuicios aún permanecen. Este libro trata de romper con ellos.
Un beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarConocí este libro gracias a la reseña de Marian, del blog MarianLEEmásLIBROS, sin duda una novela difícil de digerir, un tema duro y lamentablemente siempre actual :(
Creo que este no es mi momento para leerla, pero ya la llevo apuntada y estoy segura de que más adelante caerá en mis manos.
Me ha encantado conocer también tu opinión acerca de esta autora y de su ópera prima "Mira a esa chica" ;)
Un beso.
Con ciertas y escasas excepciones, Marian y yo solemos coincidir en nuestra opinión de los libros. Por ello también me fié de ella cuando me recomendó tu blog. Mira a esa chica es una novela que te recomiendo. Sé que puede ser dura y que tal vez no todos los momentos sean adecuados para encarar su lectura, pero creo que merece la pena atreverse, aunque en algún momento se pase un poco mal.
EliminarUn beso.
Un tema, sin duda y por desgracia, de rabiosa actialidad. Una novela que se me antoja más bien un documento de denuncia sobre el sufrimiento y la incomprensión que sufren muchas mujeres que han sido violadas y a las que los violadores, creyéndode inmunes, les achacan un consentimiento por no haberse resistido violentamente.
ResponderEliminarMuy interesante.
Un beso.
Te amenazan con una navaja (no es este el caso, pero por contar lo que yo siempre he pensado) te dicen que si no estás quieta te rajan; o sencillamente si te resistes te pegan una soberana paliza. Y como te quedas inmóvil para ahorrarte los golpes y suplicando interiormente que todo termine cuanto antes, se supone que has consentido. Ya te digo que no es el caso de la novela, no hay navajas ni amenazas explícitas. Hay una chica cuyo comportamiento, los energúmenos interpretan a su favor. Leyendo esta novela se da una cuenta de que para interpretar que una mujer ha consentido, ha tenido que hacerlo explícitamente, vamos que «sólo sí es sí». A pesar de los fallos de la ley de ese nombre y las reformas que requiera para subsanarlos.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Pues como te han comentado todos, menudo libro y menuda temática traes. Desgraciadamente de plena actualidad y presente en la vida (en el miedo) de todas las mujeres desde que tenemos ciertas edades y somos conscientes de que te pueden pasar ciertas cosas y que luego hay que enfrentarse a lo de después. No sé si llegaré a leerla, pero me parece una lectura imprescindible a ciertas edades y en ciertos ámbitos como los institutos. Por cierto, me ha llamado también mucho el estilo de la autora, esas frases interrumpidas, esas palabras que no llegan a decirse pero que igualmente están.
ResponderEliminar¡Besote!
El estilo de la autora es muy bueno. La novela está escrita en segunda persona, dirigida, bien por el narrador o bien por ella misma, a Miriam. Y es cierto que hay palabras que no se dicen, puntos que interrumpen frases, pero todo queda muy claro y esas palabras no dichas cobran más fuerza al ser elididas que si estuvieran escritas con todas sus letras. hay una frase del libro que me llamó mucho la atención y dice algo así como que en una cita a ciegas, de esas que se hacen por internet (es el caso de la novela), el mayor temor de un chico es que ella sea fea, mientras que el de una chica es que la violen o incluso la asesinen.
EliminarEs, sin duda, una fantástica novela que, como dices, debería ser lectura en los institutos.
Un beso.
¡Hola, Rosa! Se nota que es una novela dura, honesta y triste. He leído otras reseñas de este libro y todos coinciden en que es una muy buena lectura, que no nos dejará indiferentes. Ya la tenía apuntada, por lo que espero leerla pronto. Muchas gracias por la reseña y espero tengas un lindo fin de semana. ¡Un beso!
ResponderEliminarNo la dejes pasar porque, en efecto, aunque es dura es una novela muy necesaria y que hace reflexionar mucho. Ojalá la leyeran los que más necesidad tienen de esa reflexión. Ya nos contarás.
EliminarUn beso y feliz fin de semana para ti también.
¡Hola, Rosa! Me gusta eso de que la novela no sea maniquea, según el primer comentario, además de lo que recoges en tu estupenda reseña. Ese episodio, la dimensión mediática del mismo, sin duda a supuesto replantearse muchos prejuicios que sin duda motivaron esa barbaridad. De ella, lo que siempre me ha resultado especialmente despreciable, es que de seguro los miembros de esa manada ni siquiera podían ser conscientes del crimen que estaban cometiendo. Para ellos era un juego basado en ese prejuicio asqueroso de "esa lo estaba pidiendo" o cosas así. Por otro lado, también merece mucha reflexión cómo ese delito ha inspirado a muchos grupos, incluso menores, por la mera imitación de la "proeza". Y es que, a veces, la denuncia social tiene esos indeseables efectos secundarios. Un abrazo!
ResponderEliminarExactamente eso es lo que pasa, que ante ciertos comportamientos de la chica, esos indeseables se convencen a sí mismos de que "lo está pidiendo". Se creen tan divinos que suponen que casi le hacen un favor a la chica, y la chica lo único que pide, en este caso concreto de la novela, es ser aceptada en un grupo, que no la tachen de mojigata. Y lo único que hace es tontear, igual que ellos. Lo que pasa es que ellos nunca corren el riesgo de ser violados. Es una novela con gran valor porque no escoge una víctima de esas que a todo el mundo se lo parece, sino una chica con complejos que la hacen comportarse de una forma que los prejuicios califican de poco decorosa. lo bueno de la historia es que hace verse a la gente víctima de sus propios prejuicios.
EliminarY sí, es terrible que muchos menores confundan el delito con una hazaña digna de imitar.
Un beso.
Leí la reseña de Juan Carlos y la apunté entonces. Sin duda la tengo más que fichada. A ver si la autora viene por estas latitudes. Besos
ResponderEliminarSería genial que le pudieras hacer una entrevista de esas tan interesantes. Desde luego, tendrá mucho que contar. la novela ya lo hace, pero oírla a ella tiene que ser muy interesante.
EliminarUn beso.