Azul oscuro... casi negro.
Tras haber desaparecido en la convocatoria de noviembre, vuelvo en enero con ganas. ¿Y en qué consiste el reto de este mes? Nos lo explica Merche en la convocatoria:
«[...] un micro de hasta 250 palabras en el que predomine un color, este puede ser el protagonista del relato o estar presente, como personaje secundario, por ejemplo, el color de un lugar o del escenario en el que se desarrollen los hechos.»
Por si a alguien le interesa, podéis leer la convocatoria entera aquí.
Desde el principio tuve claro que en mi relato el color sería el azul y también tuve claro por dónde iba a ir la narración. Lo que más me ha costado ha sido el título y, aunque he terminado plagiando el de una buena película, creo que es el que mejor le va a la pequeña historia que cuento.
Se asomó a la ventana de su cuarto acariciando la suave tela de sus cortinas en diversos tonos de azul. Elevó la mirada al cielo y recibió el calor del sol de abril que relucía en un cielo azul como solo el cielo puede ser azul en primavera. Escuchó a lo lejos el sonido del mar y miró aquel horizonte azul oscuro que se encontraba con el azul más claro del cielo en una línea de un azul tan oscuro que bien podría ser negro.
Bajó la vista hacia el jardín. Allí estaban las lilas con su
olor azul y las azules verónicas, tan pequeñas que había que guiñar los ojos
para verlas en el muro, un par de metros por debajo de la ventana; y los
nomeolvides, de un azul tan diminuto que desde esa distancia solo podía
imaginarlos.
De vuelta en la habitación disfrutó del azul de una
reproducción de los lirios de Van Gogh y del azul un poco desvaído de la pared.
También del de la colcha, a juego con las cortinas. Mil detalles azules
decoraban el cuarto compaginándose tan solo con el blanco.
Decididamente el azul era su color favorito, pero ¿cómo
sería en realidad? Tan solo lo conocía por las descripciones de sus padres y
profesores. Nuca había visto nada azul. Ni de ningún otro color. Ahora, con la
operación en puertas, su esperanza de poder conocerlos todos se hacía más y más
acuciante. ¿Sería hermoso o le marearía tanto color en su vida?
Siempre me he preguntado cómo se imaginan los colores las personas invidentes. ¿Cómo se les puede explicar cómo son con palabras? En tu micro, la imaginación de la protagonista no tiene límites. Esperemos que cuando pueda ver no se lleve una decepción. Como a tí te gusta tanto el azul, se lo has impuesto mentalmente. Veremos si luego coincide con tu gusto, je, je.
ResponderEliminarAl margen de especulaciones, me ha parecido un relato muy bello.
Un beso.
La verdad es que es inimaginable lo que puede haber en la cabeza de una persona que sustituye las imágenes de todo tipo con la imaginación. Y hay cosas que se pueden percibir con el tacto o el sonido, pero los colores son totalmente visuales. Creo que he hecho mucha fantasía al poner a mi personaje tan amante del azul como lo soy yo, pero la literatura tiene de bueno que lo acepta todo.
EliminarUn beso y muchas gracias por tus palabras.
Hola Rosa, salgo azul de tu microrrelato, muy bueno y ahora mis palabras no sé si escribirla de azul turquesa o de azul oscuro ya que menudo final, no me lo esperaba, me ha sorprendido. Como dice Josep, yo también me he planteado eso... En cualquier caso, el micro te ha quedado perfecto.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar.
Un abrazo. :)
Muchas gracias, Merche. Sí, yo también me he preguntado cómo imaginan los colores las personas que no ven,pero creo que es imposible hacerse una idea. Espero que mi personaje no termine decepcionado y mareado con los colores. Muchas gracias por todo.
EliminarUn beso.
¡Hola! Me encantó leer tu microrrelato, además, el azul es uno de mis colores favoritos. ¡Buen comienzo de semana!
ResponderEliminarMe alegro de que te gustara. El azul, en todas sus tonalidades y más cuando se mezclan, me encanta.
EliminarUn beso.
Que idea más original! Me ha encantado! Y a la protagonista le depara un gran momento y muy emocionante! Un abrazote!
ResponderEliminarSí. La verdad es que esa operación la tiene que tener llena de expectativas y de un poquito de miedo. Esperemos que le vaya todo bien.
EliminarUn abrazo.
¡Bravo, Rosa!
ResponderEliminarSiempre me sorprendes con tu gran talento. El final me ha parecido encantador, y guarda esa necesaria sorpresa que deben tener los relatos al concluir. ¡Enhorabuena!
Un abrazo, y feliz semana!!
Buenos días, Undine.
EliminarMuchas gracias. Eso de mi gran talento me ha encantado, ja, ja. Creo que en un relato tan corto un pequeño giro de sorpresa al final viene muy bien. Me alegro de que te haya gustado y sorprendido el final.
Un beso.
Muy ingenioso y tierno. Se lee como un balazo y la herida de tal proyectil, como bien te puedes imaginar...¡es azul! Posees gracia y soltura , da verdadero gusto acercarse a este microcuento. Has empleado muy bien la figura estilística de "La Repetición" y una vez amarchamado "el azul", resonaban en mi mente, mi alma y mi corazón, aquellos postreros machadianos versos de....
ResponderEliminar"Estos días azules y este sol de la infancia" ¡ Y que me haya catalizado de tal guisa tu entrada me parece fabuloso!
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J u a n 🕴
Esos preciosos versos, los últimos probablemente que escribió Machado, siempre me han parecido una maravilla. Así sin más. Son tan bellos y evocadores que no necesitan ni principio ni final. Es todo un honor haberlos traído a tu memoria.
EliminarMe alegro mucho de haberte provocado esa herida azul (no puede doler si es azul) y te agradezco tus palabras.
Un abrazo.
Emocionante y emotivo ese gran giro final que cuenta la historia de una vida. Por otro lado, me ha encantado el título tan cinematográfico y también decirte que el azul es mi color preferido :)
ResponderEliminarBesos, Rosa, y felicidades por el relato.
Entre el azul y la ceguera me salió ese título que siempre me ha gustado mucho. La película, también. Muchas gracias por tus felicitaciones. Me alegro de que te haya resultado emotivo el final.
EliminarUn beso.
Realmente me sorprendió el final, ahora podrá ver los colores y no solo imaginarlos, bonito micro.
ResponderEliminarSaludos.
PATRICIA F.
Esperemos que la operación vaya bien y, en efecto, pueda ver los colores. Y esperemos que le gusten.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa, le has sabido sacar bueno provecho a esos diferentes tonos de azul y describes con una elocuente conexión cómo va pasando de uno a otro deleitando al lector que puede vidionarcon claridad esos azules, lastima que ella solo los pueda imaginar por la descripción que ha recibido de otros. Sorprende tu final y ojalá la sorpresa sea doble y pueda llegar a ver.
ResponderEliminarMuy bueno tu micro. Un abrazo
Sí mi personaje (lo imagino como una joven, muy joven casi adolescente) ha tenido la suerte de tener un padre que le ha descrito el mundo minuciosamente, aunque no sé cómo esa minuciosidad ha podido hacer que se imagine el azul. Espero que no le decepcione cuando lo vea.
EliminarUn beso.
Corrijo el error, visionar con claridad, por eso detesto comentar desde el celular, no acostumbro escribir en él, sólo llamadas, ja, ja.
ResponderEliminarAy, los celulares... Yo he escrito (bueno, el celular ha escrito) verdaderas tonterías por dejarle a él decidir lo que pone.
EliminarBueno Rosa, sin palabras me dejas..., no me esperaba para nada ese giro final, y espero que a tu protagonista le fuera bien en su operación y haya podido disfrutar de su color favorito aún sin haberlo visto nunca (curioso, me pregunto ¿como se puede describir el aspecto de un color??, creo que yo no sabría)
ResponderEliminarSugerencia: estaría genial una segunda parte y saber si ese color la defraudó al verlo, igual el azul dejo des ser su color favorito y lo fue otro???
Un beso
Ese giro final ere lo único que tenía claro antes de saber cómo iba a ser el relato. Eso y que el color sería el azul. Yo también espero que la operación le haya ido bien. Yo tampoco imagino cómo se pueden describir los colores sin haberlos visto nunca. Mi personaje ha tenido alguien (su padre en mi cabeza) que se ha molestado en describirle el mundo muy detalladamente.
EliminarEn cuanto a escribir una continuación, una vez lo hice y no quedé nada contenta con el resultado. Creo que es mejor dejar las cosas como están, ja, ja.
Un beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminar¡Me gusta tu relato! Esos diferentes tonos de azul que describes con tanta precisión, nos van llevando de la mano por el mundo y no nos dejan preveer que quien los va nombrando no puede verlos más que con su imaginación.
Nos sorprende tu final inesperado. Ojalá la protagonista pueda llegar a ver y la sorpresa se convierta en una sinfonía de tonos azules.
Muy bueno tu micro. Un abrazo.
Marlen
Difícil imaginar cómo se imagina, valga la redundancia, los colores alguien que nunca los ha visto, alguien que ni siquiera puede tener la noción del concepto de "color". Por muy buen trabajo de descripción que haya realizado el padre, imagino que lo que hay en la cabeza de mi personaje tiene muy poco que ver con la realidad. Esperemos que pronto pueda verlo por sí misma.
EliminarUn beso.
¡Oh! Qué bonito, Rosa, ese final. Sorprendente y muy conmovedor. Un micro precioso con un título muy cinematográfico, efectivamente, que nos pasea por todos los tonos posibles de azul para terminar con esa pregunta última que es todo un apunte de esperanza. Me ha encantado.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Marta. El azul y el final los tuve claros desde el principio y eso ayuda mucho. Saber el final hace que todo vaya encaminado a él. Pero, bueno, qué te voy a contar. Tú escribes muchas más ficción que yo.
EliminarUn beso.
¿Para qué quedarse con uno, pudiendo tenerlos todos?
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu micro. También hubiera valido para uno que nos plantearon hace tiempo, de un ciego de nacimiento. No sé si llegaste a participar.
Un abrazo.
¡¡Sí, sí que lo recuerdo y sí que participé!! Y lo he releído y veo que voy por los mismos derroteros: imaginar lo que se esconde tras una realidad que nunca se ha visto. Qué desastre, si no es por ti no lo hubiera recordado.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, me encanta tu relato, no sabía a donde iba a llevarnos tanto azul, por lo que el final resulta impactante. Tus relatos siempre me sorprenden y me abren la puerta a la reflexión. Besos.
ResponderEliminarPues abrir la puerta a la reflexión es lo mejor que se puede conseguir con cualquier escrito. eso y hacer pasar un buen rato. Me alegro de haberte encantado.
EliminarUn beso.
Ese final es buenísimo. Y tan esperanzador. Pero, ¿seguirá siendo el azul su color favorito cuando pueda ver?
ResponderEliminarBesotes!!!
Quién sabe lo que decidirá ante la vista de los colores. Aunque yo la veo tan enamorada del azul, y a mí me gusta tanto, que creo que sí que seguirá siendo su favorito.
EliminarUn beso.
Buenas! Me encantó tu relato. El final es muy sorprendente e inspirador. Espero que la protagonista pueda ver todos los colores con una grata claridad.
ResponderEliminarPD: El azul es mi color favorito. Así que espero que cuando salga de la operación continúe siendo su favorito!
Veo que el azul es uno de los colores que más abundan entre los favoritos. Más que un azul concreto lo que a mí me gusta es la mezcla de distintos azules y en ellos incluyo el violeta, el morado y hasta el malva. Yo también espero que mi personaje sea capaz de volver a ver y de disfrutar de toda esa gama de azules y que no cambie de color favorito.
EliminarUn abrazo.
Hola Rosa. Es complicado suponer como imaginará las cosas una persona que nunca ha visto, las formas, el movimiento, los colores... me pregunto si efectivamente tendrán un color favorito, que imaginarán (si pueden) por las descripciones de terceros. Lo que si tiene que ser una experiencia indescriptible es ver cuando nunca has visto. Un relato esperanzadoramente azulado. Un abrazo.
ResponderEliminarSiempre me he preguntado cómo tiene que ser conocer el mar ya de mayor. Pues ver cuando nunca se ha visto tiene que ser infinitamente más espectacular. Imagino que incluso un poco mareante. Tantas imágenes de pronto tienen que causar un cierto vértigo en sentido literal. Difícil de entender para los que siempre hemos visto y nos parece la cosa más natural.
EliminarUn abrazo.
Nos dejas con la incógnita, Rosa, y esa incógnita me parece un muy buen final para tu micro. Debe de dar mucho vértigo asomarse al abismo de que de un momento a otro cambie completamente la realidad conocida, de que cambie la manera de relacionarse con esa realidad, así como la incertidumbre de que lo imaginado pueda hacerle sombra a lo real, de que tal vez ese color azul favorito no cumpla expectativas. Sin duda a tu protagonista le esperan grandes y pequeños descubrimientos tras la operación, pero me temo que también alguna que otra decepción.
ResponderEliminarBesos
No sé cómo imaginarán las personas que no ven la realidad del mundo, pero estoy segura de que muy distinta a cómo es. Que te quiten una venda y lo veas todo de pronto tiene que dar vértigo. Curiosamente esa misma palabra utilizo en mi respuesta al comentario anterior. Vértigo en sentido literal. Es que hasta me imagino que puede provocar el vómito; un mareo que revuelva el estómago en un primer momento, hasta que la persona se acostumbre a que esos ojos que solo han visto negro, de pronto se enfrenten a los colores, las formas y el movimiento... Y sí, seguro que la decepción, aunque sea pequeña, parcial e insignificante, también formará parte del conjunto.
EliminarUn beso.
Preciosa paleta de azul! Mi color favorito. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
La belleza del azul en todos sus matices es insuperable.
EliminarUn abrazo.
¡Hola Rosa! Un micro bellísimo y cargado de esperanzas, decorado con las diversas tonalidades de azul que la protagonista imagina. Espero que el azul le siga gustando tanto cuando lo vea por fin.
ResponderEliminarUn saludo.
Eso es lo que yo también espero, que el azul le guste y que su encuentro con los colores, las formas y el movimiento no la aturda demasiado. Muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Estupendo micro el que aportas al reto, ¿cómo se imagina el color un ciego? O peor cómo explicárselo. Quizá hay recurrir a los otros sentidos, se me ocurre según el calor o el frío. Me gustó mucho cómo introduces esa duda en el personaje. Ciego de nacimiento, su mundo es ese y ver el torrente visual cuando descubra la vista debe causar vértigo.
ResponderEliminarPor otro lado, me has traído una reflexión. En realidad, los colores no existen más allá de nosotros, es la forma con la que nuestro cerebro interpreta las diferentes ondas del espectro electromagnético. Así que nos encontramos con un ciego que pronto verá algo que no existe. Un abrazo!!
En realidad nada existe más allá de lo que interpreta nuestro cerebro. O tal vez podríamos decir que empieza a existir cuando nuestro cerebro lo interpreta. El mío, por ejemplo, me muestra un mundo plano, en dos dimensiones. Para mí el mundo es así y por más que intento imaginar cómo es de verdad, me es imposible.
EliminarNo es comparable a lo que percibe un ciego, por supuesto. Y sí, yo también me pregunto cómo se le explica el color a alguien que no puede verlo. Se ve que el padre (no sé por qué he imaginado que fue su padre quien le explicó el mundo) ha hecho un gran trabajo. de esta joven ha hecho un gran trabajo.
Un beso.
Hola Rosa, me encanta, cuando el azul parece ser ya "demasiado" llega ese final que lo explica todo y te deja pensando... Una gran aportación para el reto de El Tintero. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro de que te haya gustado. Sí, imagino que el azul es demasiado, sobre todo en la habitación del personaje. Pero es tan bonito...
EliminarUn beso.
Muy buen microrrelato, con sorpresa final, como debe ser. Enhorabuena. Deberías prodigarte más con la escritura. Porque al fin y al cabo un escritor es un lector que se lanza.
ResponderEliminarAbrazos!
A esta lectora todo lo que no sea leer le da una enorme pereza. Estos micros los escribo cada dos meses y me dan el tema, pero si tengo que confiar en mi inspiración... Prefiero leer.
EliminarUn beso.
Un micro precioso Rosa, es todo un reto para un invidente como tu protagonista el imaginar como es un color y llegado el momento de ver como será su reacción.
ResponderEliminarFantástico tu escrito . Un abrazo
Puri
Muchas gracias por tu entusiasmo, Puri. Es todo un reto para el personaje invidente y para quien se tomó la molestia de escribirle los colores de la vida.
EliminarUn abrazo.
Muy bueno y no solo el final. Nos vas apuntando algo cuando describe cosas tan pequeñas y lejanas que no puede ver ni aunque tuviera vista. pero no se trasluce del todo
ResponderEliminarabrazooo
Sí, la imaginación funciona muy bien cuando todo depende de ella. Cuando hay visión, lo que se ve engaña a la imaginación y la disminuye. O eso creo porque nunca me he visto en la situación de tener que fiar todo a la imaginación.
EliminarUn abrazo.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato, tampoco esperaba el giro final, sí que has sabido sorprender a tus lectores :)
He leído que algunos investigadores ansían determinar cómo se gestiona el conocimiento del color en el cerebro. Parece ser que la Universidad Johns Hopkins ha hecho estudios y ha llegado a la conclusión que las personas ciegas pueden entender el color igual que las videntes. Sin duda un tema fascinante.
Te cuento que amo el azul, es mi color preferido.
Un placer leerte ;)
Un abrazo.
Soy incapaz de imaginar cómo puede entender los distintos colores una persona ciega. Imagino que tendrán una distinta perspectiva de los distintos colores, pero no soy capaz de hacerme a la idea de cómo lo hacen. Sea como sea, mi relato es ficción y lo bueno de escribir ficción es que la planteas como quieres.
EliminarTambién el azul es mi favorito. Más que por sí mismo, en todas sus mezclas, desde el morado, con su pizquita de rojo, hasta el malva que tiene más rojo que azul, pero que tan bien queda en las mezclas.
Un beso.
Sorprendente relato, Rosa.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Siempre pienso que soy muy afortunada por poder ver. Admiro a las personas que no pueden hacerlo por la fortaleza con la que se enfrentan a su día a día. A mí me costaría un mundo acostumbrarme a una realidad tan oscura. Por mucho que te detallen los colores, ¿cómo hacerte una idea de cada uno de ellos si no los has podido ver nunca? El color favorito de tu protagonista es el azul, pero, ¿cómo se sentirá cuando lo disfrute por primera vez? ¿Y cuando lo pueda comparar con el resto de colores? ¿Seguirá pensando lo mismo?
Creo que me gustaría mucho leer una segunda parte de esta historia para poder dar respuesta a esas preguntas y a otras que se han hecho otros compañeros.
Un fuerte abrazo.
Ardua tarea es tratar de imaginar como ve los colores alguien que no puede ver. No tiene nada con que comparar porque nunca ha visto nada y no sé si comparar con sensaciones táctiles como el frío, puede llegar a dar idea de lo que es el azul.
EliminarEsperemos que si lo ve por fin, sea tan hermoso como lo imagina o más incluso. No creo que me anime a escribir una segunda parte. Seguramente le quitaría mucho encanto a esta primera, así es que yo también me quedaré sin saber lo que le pasa a nuestra protagonista.
Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Rosa. Ha sido hermoso visualizar tantas tonalidades de azules en tan variados y hermosos detalles que nos describes. El azul es un color que da mucho juego, y es hermoso en todos sus matices, al menos para mí. El final es fantástico, y sorprende con una muy buena pregunta. Me encantó tu relato, Rosa, original y bellamente azul.
Un abrazo, y feliz semana.
He procurado poner los azules más variados y, sobre toso en las flores porque no abundan las flores azules, aunque a primera vista pueda no parecerlo. me alegro de que te haya gustado el final.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa, pues hay una novela del "otro" Murakami que se llama Azul, casi transparente, un poco más dura que tu micro, aunque también habla de esperanzas perdidas, pero en este caso tú, aunque oscuro, lo abordas con un halo de esperanza encontrada, o por lo menos distinta y bienvenida. Nadie debería no percibir el mundo sin el sentido de la vista.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Fíjate que aún no he leído nada del "otro" Murakami. La literatura japonesa me da mucha pereza, aunque cuando la abordo me termina gustando.
EliminarSí, es muy injusto que haya personas privadas del sentido de la vista y de todas las maravillas que nos proporciona, pero la naturaleza no es justa ni injusta, solo implacable con algunas de sus criaturas.
Un beso.
Qué bonito Rosa! De los que hay que releer una vez sabes el final para fijarte en los detalles. Muy bueno!
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