"El púgil" Javier Gimeno
"Héctor no vio una luz blanca al final del túnel, tampoco una dama pálida vestida de negro le cogió con sus manos gélidas. Pronunció «eran tres» antes de que le introdujeran en la parte trasera de la ambulancia. El personal de limpieza esparcía serrín sobre la oscura mancha que había dejado en el asfalto en el mismo momento en el que una pareja de policías dio la noticia a su madre desolada".
Héctor es un adolescente que empieza a coquetear con el consumo y el trapicheo. Quiere ganar dinero para poder escapar con su novia del barrio, de la casa, de la familia. Pero se ha metido en un terreno vedado; le está invadiendo el negocio a alguien. Es como la invasión de una pulga en un campo de fútbol, pero hay quien siente la necesidad de espantar pulgas a cañonazos y, además, una advertencia a tiempo espantará otras posibles amenazas. Es por eso por lo que nada más empezar la novela Hector, el Rasti, solo podrá recordar que "eran tres".
A partir de esta introducción, la única que no lleva el nombre de un round (Primer round, Segundo round, Tercer round... y así hasta quince) como el resto de los capítulos, iremos conociendo otros personajes y tramas que nada tienen que ver con Héctor.
También en ese primer capítulo introductorio veremos a Luis que acaba de quedarse viudo, pero Luis sí saldrá a lo largo de los quince rounds que componen la novela. Saldrá Luis y saldrán sus deseos, frustrados a lo largo de toda una vida de casado y que ahora, ya sin trabas, se dispone a poner en práctica.
Conoceremos a Roberto y veremos a un hombre violento, cruel, metido en toda clase de negocios turbios, pero que es capaz de darlo todo, su vida incluida, por su pequeña hija Lucía.
Sabremos de sus amigos, Marcos y Gavi, con tan dispares destinos en la vida, absoluto triunfador uno, perdedor irredento el otro. Amigos los tres desde la adolescencia, han llegado a ocupar puestos dispares en la sociedad, pero siguen manteniendo una relación llena de sentimientos oscuros (celos, envidia, desprecio, rencor...).
Y presente siempre entre los tres, Ana, la hermana de Marcos, primero, hace ya años, con Roberto, después con Gavi, ausente ahora mientras los dos la buscan porque Marcos ha muerto.
Marcos fue de los tres amigos el que se quedó en el lado oscuro de la droga, si es que la droga tiene un lado más luminoso; es el que quedó más enganchado y por más que Ana intentó sacarlo de aquel mundo, como ella misma había salido, aquel mundo terminó por derrotarlo. No había "más que ver la bolsita y las rayas blancas de encima de la mesa. [...] O su corazón o su cerebro se cortocircuitaron".
Y está Rebeca que cuida de Lucía cuando su padre tiene que salir, como ahora, hacia donde le llevan las malas noticias que no querría haber recibido nunca, sin saber que aún le esperan noticias mucho peores antes de que pase demasiado tiempo.
Y está Mónica, la ex mujer de Roberto, que le teme lo suficiente como para querer alejarse de él, pero no parece que vaya a conseguirlo y, por si acaso, se ha traído de Cuba un novio tan atractivo, musculoso y mulato como pudiera desear. Enrique nunca le aceptó dinero mientras estuvieron en Cuba, pero aceptó venir con ella a España y vivir en su casa.
Y conoceremos al púgil, porque toda la historia (salvo el primer capítulo, el titulado "Antes") tiene lugar los días previos al combate para el que el púgil se prepara. Preocupado por los gramos que tiene que perder antes del pesaje para poder participar en un combate que puede abrirle las puertas de la fama; tentado por la visita de su novia que amenaza con poner en peligro su concentración en esos momentos críticos y delicados; "Llevaba dos meses con unos horarios propios de un monje de clausura, justamente desde que se había acordado la fecha de la velada. Apenas quedaba tiempo, solo dos días para su gran noche".
Todas estas historias y personajes, y alguno más, irán convergiendo y mezclándose poco a poco; se nos irán mostrando detalles oscuros, iremos viendo como se enredan los hechos para conformar una trama que no se nos desvela en su total significado hasta el final, cuando las piezas encajen, cuando veamos que pocas cosas son lo que parecen, aunque alguna no puede dejar de ser justo lo que parece, y cuando algunos personajes se den cuenta de que a veces los planes los carga el diablo y sirven más bien para posibilitar planes ajenos que no coinciden con los propios.
"El púgil" es una novela en la que no hay héroes, pero sí hay villanos; en la que lo que más abunda son los supervivientes que a veces sobreviven a base de venganza.
Conocí a Javier Gimeno, literariamente hablando, hace algo más de dos años. Su primera novela, "All in", apareció reseñada en blogs a los que sigo y de cuyas opiniones me fío, y me atrajo tanto lo que contaban que me hice con ella en Amazon. Me encontré con una novela que, como en esta, hay muchos personajes y muchas historias que van confluyendo hasta encajar y formar "la historia". "El púgil" se centra más en el tiempo (casi todo transcurre en un par de días), tiene menos personajes y, desde el principio se va viendo hacia dónde van todos. Salvo alguno de ellos que nos reserva alguna sorpresa muy bien llevada.
Si en la anterior novela encontré algunos fallos (algún pequeño error de sintaxis o algún personaje un poco estereotipado) junto a la frescura de una opera prima , todo ello ha desaparecido en "El púgil" que se nos muestra como una obra más madura y más elaborada.
"Javier Gimeno tiene 38 años, es diplomado en Bibloteconomía y Documentación y trabaja en el metro de Madrid. Dedica su tiempo libre a escribir. Ahora está metido en otras dos novelas que yo, desde luego espero con impaciencia". Esto escribía yo hace dos años y medio en la reseña de "All in". No sé qué habrá sido de una de las dos novelas que, por entonces, escribía Javier Gimeno. Me imagino que la otra es "El púgil". Estaba justificada la impaciencia con la que esperaba sus nuevas publicaciones, porque esta novela me ha gustado mucho. Le agradezco enormemente a Javier que me la haya hecho llegar y me atrevo a insinuarle que no se olvide de mí en sus próximas publicaciones. Las estaré esperando.
Título del libro: El Púgil
Héctor es un adolescente que empieza a coquetear con el consumo y el trapicheo. Quiere ganar dinero para poder escapar con su novia del barrio, de la casa, de la familia. Pero se ha metido en un terreno vedado; le está invadiendo el negocio a alguien. Es como la invasión de una pulga en un campo de fútbol, pero hay quien siente la necesidad de espantar pulgas a cañonazos y, además, una advertencia a tiempo espantará otras posibles amenazas. Es por eso por lo que nada más empezar la novela Hector, el Rasti, solo podrá recordar que "eran tres".
A partir de esta introducción, la única que no lleva el nombre de un round (Primer round, Segundo round, Tercer round... y así hasta quince) como el resto de los capítulos, iremos conociendo otros personajes y tramas que nada tienen que ver con Héctor.
También en ese primer capítulo introductorio veremos a Luis que acaba de quedarse viudo, pero Luis sí saldrá a lo largo de los quince rounds que componen la novela. Saldrá Luis y saldrán sus deseos, frustrados a lo largo de toda una vida de casado y que ahora, ya sin trabas, se dispone a poner en práctica.
Conoceremos a Roberto y veremos a un hombre violento, cruel, metido en toda clase de negocios turbios, pero que es capaz de darlo todo, su vida incluida, por su pequeña hija Lucía.
Sabremos de sus amigos, Marcos y Gavi, con tan dispares destinos en la vida, absoluto triunfador uno, perdedor irredento el otro. Amigos los tres desde la adolescencia, han llegado a ocupar puestos dispares en la sociedad, pero siguen manteniendo una relación llena de sentimientos oscuros (celos, envidia, desprecio, rencor...).
Y presente siempre entre los tres, Ana, la hermana de Marcos, primero, hace ya años, con Roberto, después con Gavi, ausente ahora mientras los dos la buscan porque Marcos ha muerto.
Marcos fue de los tres amigos el que se quedó en el lado oscuro de la droga, si es que la droga tiene un lado más luminoso; es el que quedó más enganchado y por más que Ana intentó sacarlo de aquel mundo, como ella misma había salido, aquel mundo terminó por derrotarlo. No había "más que ver la bolsita y las rayas blancas de encima de la mesa. [...] O su corazón o su cerebro se cortocircuitaron".
Y está Rebeca que cuida de Lucía cuando su padre tiene que salir, como ahora, hacia donde le llevan las malas noticias que no querría haber recibido nunca, sin saber que aún le esperan noticias mucho peores antes de que pase demasiado tiempo.
Y está Mónica, la ex mujer de Roberto, que le teme lo suficiente como para querer alejarse de él, pero no parece que vaya a conseguirlo y, por si acaso, se ha traído de Cuba un novio tan atractivo, musculoso y mulato como pudiera desear. Enrique nunca le aceptó dinero mientras estuvieron en Cuba, pero aceptó venir con ella a España y vivir en su casa.
Y conoceremos al púgil, porque toda la historia (salvo el primer capítulo, el titulado "Antes") tiene lugar los días previos al combate para el que el púgil se prepara. Preocupado por los gramos que tiene que perder antes del pesaje para poder participar en un combate que puede abrirle las puertas de la fama; tentado por la visita de su novia que amenaza con poner en peligro su concentración en esos momentos críticos y delicados; "Llevaba dos meses con unos horarios propios de un monje de clausura, justamente desde que se había acordado la fecha de la velada. Apenas quedaba tiempo, solo dos días para su gran noche".
Todas estas historias y personajes, y alguno más, irán convergiendo y mezclándose poco a poco; se nos irán mostrando detalles oscuros, iremos viendo como se enredan los hechos para conformar una trama que no se nos desvela en su total significado hasta el final, cuando las piezas encajen, cuando veamos que pocas cosas son lo que parecen, aunque alguna no puede dejar de ser justo lo que parece, y cuando algunos personajes se den cuenta de que a veces los planes los carga el diablo y sirven más bien para posibilitar planes ajenos que no coinciden con los propios.
"El púgil" es una novela en la que no hay héroes, pero sí hay villanos; en la que lo que más abunda son los supervivientes que a veces sobreviven a base de venganza.
Javier Gimeno |
Si en la anterior novela encontré algunos fallos (algún pequeño error de sintaxis o algún personaje un poco estereotipado) junto a la frescura de una opera prima , todo ello ha desaparecido en "El púgil" que se nos muestra como una obra más madura y más elaborada.
"Javier Gimeno tiene 38 años, es diplomado en Bibloteconomía y Documentación y trabaja en el metro de Madrid. Dedica su tiempo libre a escribir. Ahora está metido en otras dos novelas que yo, desde luego espero con impaciencia". Esto escribía yo hace dos años y medio en la reseña de "All in". No sé qué habrá sido de una de las dos novelas que, por entonces, escribía Javier Gimeno. Me imagino que la otra es "El púgil". Estaba justificada la impaciencia con la que esperaba sus nuevas publicaciones, porque esta novela me ha gustado mucho. Le agradezco enormemente a Javier que me la haya hecho llegar y me atrevo a insinuarle que no se olvide de mí en sus próximas publicaciones. Las estaré esperando.
Título del libro: El Púgil
Autor: Javier Gimeno
Editorial: Amazon (autoedición)
Año de publicación: 2018
Diseño de la portada: Omar André
Nº de páginas: 208
Aunque no tiene mala pinta por lo que cuentas, no me llama especialmente la atención.
ResponderEliminarBesos
No nos puede gustar todo.
EliminarUn beso.
Pues con semejante reseña seguro qu eno se olvida de ti en próximas publicaciones.
ResponderEliminarTiene buena pinta aunque me llama menos la atención que otros libros que has puesto últimamente y que ya he anotado.
Feliz miércoles.
Lo descubrí de casualidad y fue todo un encuentro. Su primera novela me gustó y esta mucho más.
EliminarUn beso.
Excelente reseña, Rosa, pero la voy a dejar pasar porque la temática de la novela no termina de convencerme. Besos
ResponderEliminarContra lo que puede parecer, el boxeo es una parte de la trama muy pequeña. No es una novela de boxeo, aunque el combate tenga su importancia. A mí las historias de boxeadores no me gustan ni en literatura ni en cine, pero esta novela me ha encantado.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, supongo que aunque no es lo esencial, todo comienza por la portada. Y en este caso el trabajo de Omar André es excelente.
ResponderEliminarPor otra parte, espero que alguien del cine se fije en este libro pues yo al menos veo un gran potencial para una adaptación cinematográfica. De hecho el mismo autor podría colaborar o guionizar su texto.
Quizás como has comentado 'El púgil', no sea una novela de heroes, sino de antihéroes y ese terreno, asi como la venganza, son fecundos para cualquier tipo de narrativa.
Un beso y un gusto leerte Rosa.
La portada es muy buena y muy sugerente. Es como el primer puñetazo que recibes. El resto vienen de la trama, que tiene detalles muy buenos y bastante duros.
EliminarDesde luego, tiene una película muy buena esta novela. Si alguien se decidiera a hacerla y la hiciera bien, podría dar un campanazo.
Un beso.
El metro de Madrid (en donde trabaja Javier Gimeno) es un hervidero de historias nada desdeñable, son unos cuántos miles de madrileños transitando por esos subterráneos, no sé hasta que punto le resultará inspirador, pero para la mirada observadora de un escritor es un filón.
ResponderEliminarEs curioso... varios toxicómanos acabaron con su tortura arrojándose a las vías del metro madrileño.
Un beso, Rosa.
Es que un metro es una de las cosas más literarias y cinematográficas que hay. No sé si Javier seguirá trabajando en el metro dos años después, ni sé si su trabajo le permitiría observar, pero desde luego, es un lugar ideal para coger personajes e inventarles tramas. Allí hay de todo y se ve todo tipo de gente (bueno, menos millonarios y políticos con lo que falta una buena parte de los participantes en tramas negras) y sirve para asesinar, suicidarse, escapar, esconderse...
EliminarUn beso.
Me gusta la evolución que comentas en el autor respecto a su primera novela y también lo que cuentas pero es un tema del que no me apetece leer. Hace ya muchos años profesionalmente vi demasiados Marcos y demasiadas vidas y familias destrozadas por el drama de las drogas.
ResponderEliminarBesos
A mí no me ha tocado de cerca, pero recuerdo que cuando mo hermana era adolescente tenía un amigo que estaba muy enganchado a la heroína (era cuando estaba de moda metérsela en vena y en casa estábamos temblando por miedo a que se viera arrastrada y terminará igual. Afortunadamente ella nunca cayó. El amigo hace ya muchos años que murió.
EliminarTú habrás isto de todo. No me extraña que no te apetezca leer sobre el tema. Aunque tampoco es ese el tema principal del libro.
Un beso.
Tiene muy buena pinta, es curioso como una novela con tantos alicientes haya tenido que ser autoeditada. Parece que las editoriales de siempre están cerradas a cal y canto. O conoces bien el mundillo o no entras ni por la fuerza. Hay cantidad de thrillers traducidos en las grandes superficies con una calidad ínfima (y eso que se "apañan" bastante) y se ignora el producto nacional, hace unos meses hice un sondeo y casi todas las editoriales (no las de coedición) tenían puesto el cartel de: "no se admiten originales". En fin, mucha suerte al autor, a ver si logra abrirse camino.
ResponderEliminarUn abrazo.
La calidad no importa mucho a las grandes editoriales. Lo que importa es vender. Si ambas cosas coinciden, mejor, pero si no, priman las ventas. Las librerías y las redes sociales están llenas de novelas que sólo ver la portada te echan para atrás. Hay muchas historias ñoñas y, si te descuidas mal escritas.
EliminarMe imagino que en editoriales pasa igual que en otros medios: si no eres conocido o tienes conocidos, no entras aunque escribas "El Quijote".
Esperemos que Javier Gimeno termine pudiendo publicar en alguna editorial interesante.
Un beso.
Me encantan las historias alrededor del boxeo y si es bastante coral como cuentas y además de perdedores creo que no se le puede pedir más. Igual me hago con ella.un abrazo
ResponderEliminarHay perdedores, venganzas, boxeo, mala gente, alguna víctima. Muy interesante, realmente.
EliminarUn beso.
El boxeo es al relato negro lo que las bodas al romántico. Su simbolismo, su atmósfera nos lleva a historias potentes. Me ha llamado la atención que la historia se componga a través de pequeñas historias algo que también me atrae. Desde luego una interesante propuesta que dignifica a los autopublicados.
ResponderEliminarLa verdad es que pienso que es mejor autopublicarse que hacerlo con coediciones que te sacan los ojos, o con editoriales demasiado pequeñas. Pero es una opinión. Un abrazo!!
Seguro que te gusta. A mí el boxeo no me atrae demasiado, pero en esta novela sale poco aunque siempre esté presente.
EliminarLas historias y los distintos personajes van confluyendo hasta formar un cuadro que sólo al final acaba tomando forma.
Algunos escritores hoy muy reputados empezaron con autopublicaciones. En esto también influye la suerte.
Un beso.
Muchas gracias Rosa por darme cabida en tu blog, así como a todos los que habéis comentado. De verdad, gracias.
ResponderEliminarGracias a ti, Javier, por poner a nuestro alcance tus novelas. Espero que pronto haya una nueva y que tengan éxito porque realmente lo merecen. Ellas y tú.
EliminarUn beso.
Es bueno que el segundo libro leído de un autor confirme las impresiones que nos dejó el primero. Mejor aún si las mejora.
ResponderEliminarEn este caso no me tienta demasiado el libro que reseñas. Así que, con tanta lectura pendiente, esta vez lo dejo pasar.
Besos
Es gratificante ver que se cumplen los pronósticos y lo esperado y que un escritor con una buena primera novela mejora en la segunda. Cuando sucede lo contrario, me entra una gran desazón, empiezo a sospechar de todo: plagio, engaño, suplantación, "negro" al ordenador, etc. Sé que no es uno de tus temas ni de tus géneros favoritos, aunque sigo pensando que es porque lo has probado poco, 😂😉
EliminarUn beso
sin duda esta obra me ha marcado mucho! besitos!
ResponderEliminarAh, la has leído. ¿A que es muy buena?
EliminarUn beso.
El tema no está incluido entre los de mi interés, aunque reconozco todo tu talento para presentar la reseña de manera que lo hace apetecible.
ResponderEliminarUn beso grande, Rosa.
Yo sigo luchando por el género negro porque me parece que aporta mucho a la literatura. Me aficioné con Agatha Christie y los libros de "Los cinco", ja, ja. Pero, aunque casi leo de todo, tengo también algún género un poco dejado de lado: terror, fantasía y, sobre todo, feelgood.
EliminarUn beso.