"Algún día este dolor te será útil" Peter Cameron

"Me habían despedido, había actuado como un idiota, me había enemistado con John, era un solitario y un perdedor y no quería ir a la universidad, pero nada de eso importaba. No estaba en un avión secuestrado volando hacia el World Trade Center". Es cierto. Las cosas podían haber ido mucho peor, pero aquel martes 29 de julio de 2003 se podía decir que James había tocado fondo. James tiene dieciocho años y está en una de esas etapas de la vida un tanto difíciles. 

Pero esta historia empieza unos días antes, el 23 de julio, cuando su madre regresa a casa, por sorpresa y con mucha antelación, del viaje de novios de su tercera boda. James no debería estar en casa comiendo un bocadillo de huevo frito. "Debería haber estado trabajando en la galería de arte propiedad de mi madre que dirigía un joven llamado John Webster, pero, como mi madre se encontraba fuera de la ciudad [...] y como estábamos en julio y nadie había puesto los pies en la galería durante siete días, había decidido juiciosamente cerrarla e irse a casa de unos amigos suyos en Amagansett". Por supuesto, nada de esto le cuenta a su madre que piensa que en cualquier momento puede entrar un cliente dispuesto a comprar por dieciséis mil dólares una de las obras que se exponen en la galería en ese momento: cubos de basura adornados con páginas arrancadas de biblias, coranes y torás. 

James tiene más problemas que el hecho de que su madre le encuentre en casa cuando debería estar trabajando. En realidad James tiene muchos problemas en ese verano previo a su ingreso en la universidad. En primavera tuvo una terrible experiencia derivada de un viaje a Washington para participar en un seminario titulado "El aula norteamericana". Iban dos alumnos seleccionados de cada estado y él lo fue por Nueva York. Él no quería ir pues pensaba que el seminario estaba dirigido por la Asociación Nacional del Rifle o algún grupo similar. Él detesta tanto la política como la religión. "Si no fuese tan trágico, me resultaría gracioso que la religión sea considerada una fuerza beneficiosa capaz de lograr que la gente sea moral, caritativa y amable. La mayor parte de los conflictos del mundo, pasados y presentes, se deben a la intolerancia religiosa". Y por si quería alguna prueba de lo que piensa, ahí está el 11 de septiembre. 

El viaje a Washington, efectivamente, fue espantoso y a su vuelta, sus padres asustados ante la aparente incapacidad de James para ser feliz deciden que necesita ayuda especializada. Desde entonces visita dos veces por semana a la doctora Rowena Adler, psiquiatra, pero no termina de entenderse con ella. No es capaz de explicar el vacío que rodea su vida, la falta de ilusión en un futuro que recién empieza para él, su gusto por la soledad y la desazón que le provoca la gente, sobre todo la gente de su edad. 

James, en efecto, tiene muchos problemas, pero no parece que la doctora Adler los entienda. Para empezar, a James no le gusta la gente. No toda al menos. "John me gustaba mucho. De hecho, aparte de mi abuela, era la única persona que me gustaba". También le gusta su padre que, aunque bobo e irritante, es encantador y muy apuesto. James solo está a gusto estando solo. Las relaciones sociales le suponen un esfuerzo que le hace perder la noción de ser él mismo. Tan solo con su familia, y en especial con su abuela, es capaz de sentirse en su mundo. 

El padre ya no vive con la madre hace muchos años y James come con él todos los viernes en el centro de Manhattan. Este viernes, 25 de julio, James anunciará que no quiere ir a la universidad a pesar de tener la matrícula pagada. "no me gusta la gente en general ni la gente de mi edad en particular y la gente de mi edad es la que va a la universidad".

Veo a James tan confuso sobre su futuro que recuerdo mi verano tras terminar el bachillerato. Acababa de cumplir diecisiete años y no sabía qué rumbo darle a mi vida. Lo que me hubiera gustado no podía ser  y lo que podía ser no me atraía en especial. Cuando alguien me preguntaba qué iba a estudiar, decía que no lo sabía y que si no se me ocurría nada, me suicidaría en septiembre. Por supuesto, lo decía en broma. No es el caso de James. Él tiene muy claro lo que va a hacer. En otoño empezará sus estudios en la Universidad de Brown, en Providence, Rhode Island, en donde ha sido admitido. Pero no es eso lo que él quiere y tiene también muy claro: quiere comprar una casa en el Medio Oeste y quedarse en ella leyendo a Shakespeare y Trollope. Con un tercio del dinero que van a costar sus estudios en Brown, fácilmente podría dar la entrada para comprar una de las hermosas casas que ha visto en venta en Internet.
"—¿Y qué harías en esa bonita casa en Kansas? ¿Leer a Trollope?
—Sí, entre otras cosas —respondí—. También me gustaría trabajar.
—Supongo que en el McDonald’s del pueblo.
—Tal vez. ¿Por qué no?" Lo malo es que sus padres no le han educado para trabajar en un McDonnalds y no están dispuestos a dejarle salirse con la suya. 

Otro de los problemas de James es su indefinición sexual que hace que en el plazo de cuatro días tanto su padre como su madre le pregunten si es gay y le den a entender que no habría ningún problema en caso de que lo fuera. Lo que le da a James la ocasión para ponerlos delante de sus propias contradicciones.
—Bien —dijo después de tomar un bocado—, ¿no vas a decírmelo?
—¿A decirte qué?
—Si eres gay o no.
—No. ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Acaso tú se lo dijiste a tus padres?
—Yo no era gay —respondió mi padre—. Era hetero.
—¿Entonces si eres gay tienes la obligación moral de informar a tus padres y si eres hetero no?

La historia está contada en primera persona y transcurre a lo largo de ocho días, del 23 al 30 de julio de 2003. Tan solo el último capítulo nos lleva hasta octubre para que veamos como se ha terminado resolviendo el futuro inmediato de James. En esos seis días, James, inconsciente y poco perspicaz en relaciones sociales, gastará una broma a John (o así pretenderá disculpar su acción) que no será recibida como tal. John se sentirá dolido y se enfadará con James hasta el punto de que no querrá volver a verlo ni trabajar con él. Y la madre, que no quiere prescindir de John, despedirá a James. 

La única paz la encuentra James en casa de su abuela que vive en Hartsdale, al norte de la ciudad, y a donde tiene que ir en tren. Su abuela es su ser humano predilecto y es la única que de verdad le entiende y a la que él entiende.

Peter Cameron
"Algún día este dolor te será útil" es la segunda novela que leo del escritor estadounidense Peter Cameron. La otra, "Un fin de semana", me gustó mucho también. Con sus historias, Peter Cameron no pretende dar testimonio de grandes acontecimientos. Sencillamente, nos cuenta la vida. En este caso, la vida de un adolescente que no tiene nada claro y que todo lo mira con una gran confusión; un joven un tanto problemático en un momento de cambio que ve cada vez con más desilusión la vida que se presenta ante él. Y me recuerda tanto a mí a su misma edad y en su misma situación que no he podido dejar de sentirme embargada por la ternura hacia James y hacia la joven que fui hace ya tantos años.

"Siempre he esperado con ilusión hacerme adulto, porque pensaba que el mundo adulto era… bueno… adulto, que los adultos no eran exclusivistas ni desagradables, que la idea de ir a la última o de ser sofisticado o popular dejaría de marcar la vida social, pero empezaba a darme cuenta de que el mundo de los adultos era tan absurdamente brutal y peligroso en lo social como lo era el reino de la infancia". Sí, tal vez la tragedia de la adolescencia consista en darse cuenta de que el mundo de los adultos es el mismo caos y la misma falta de seguridad y de seriedad que ya era el mundo de la infancia. Tal vez solo sea la desilusión de ver frustradas todas las esperanzas puestas en el resto de la vida.

Título del libro: Algún día este dolor te será útil
Autor: Peter Cameron
Título original: Someday this pain will be useful to you
Traducción: Jordi Fibla
Editorial: Libros el Asterisco
Año de publicación: 2012
Año de publicación original: 2007
Nº de páginas: 248


Comentarios

  1. Me gusta lo que has dicho de que Peter Cameron sencillamente cuenta la vida.
    Yo leí "Coral Glyn" ambientada en la Inglaterra de los 50, y me dejó la sensación de obra de teatro, por como se desarrollaban las escenas, porque el argumento no decía mucho, era mas importante cada personaje y lo que aportaba.
    Un abrazo

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    1. "Coral Glyn" es la siguiente que tengo intención de leer. Me encantan esas historias en las que lo más importante son los personajes y sus actitudes personajes. Entre una novela en la que pasen muchas cosas y otra en la que se muestre la vida y cómo afecta a la gente, prefiero siempre la segunda.
      Un beso.

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  2. Tengo este libro esperando su ocasión. Si no lo encaré, es porque las opiniones están encontradas; algunos lo tildan de superficial y otros lo recomiendan. Tomaré en cuenta tu opinión para acercarlo a la lista de lectura anual.
    Me has dado envidia. Cuando terminé la secundaria yo también contaba con 17 años, como tú. Pero no tuve la suerte de ponerme a pensar en mi futuro: al día siguiente mi madre me compró el diario, me despertó con un café y me dijo 've a buscar trabajo'. Una semana después ya tenía empleo.
    Besos para ti, Rosa.

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    1. No me ha parecido superficial en absoluto. Al contrario, la personalidad de James es muy compleja. Es un libro sencillo en el sentido de que no hay grandes acontecimientos.
      Yo creo que fui una de las primeras personas de mi familia en ir a la universidad. Mis padres tenían muy claro que querían que yo estudiara para llegar a "ser más que ellos". Además en mi ciudad, si no estudiabas no había nada que hacer. Sin industria y con el campo despoblándose, el paro era el futuro más probable.
      La idea que imperaba en España por entonces era que con una carrera universitaria se tenía el futuro asegurado y se vivía mejor que los padres. Hoy, con carrera o sin ella, la mayoría de los hijos viven peor de lo que han vivido sus padres. Todo da muchas vueltas.
      Un beso.

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  3. Casi todos los dolores suelen ser útiles, aunque solo sea para avisar de que algo no funciona bien.
    James parece ser un chico especial por todo lo que cuentas y Cameron lo relata de manera atrayente, aunque esos problemas de adolescentes ahora mismo me parecen ajenos, quizás inmersa yo en los míos propios.
    Me llama la atención esa preocupación paterna ante la incapacidad de ser feliz de James y la decisión de llevarlo a un especialista. Es posible que nuestros jóvenes no sean felices porque todo lo derivamos a un "especialista" en lugar de sentarnos e intentar averiguar qué pasa hablando con ellos? No sé, se me acaba de ocurrir.
    Trabajar en un McDonalds es frustrante, pero conozco tantos jóvenes bien preparados que solo encuentran trabajos de teleoperadores aguantando broncas de usuarios descontentos... Los padres de James deberían darse una vuelta por España, lo mismo se contentaban un poco con lo que pasa en su país (es broma).
    Un besote.

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    1. No es para nada una historia para adolescentes. James es un ser muy especial que tiene poco que ver con los adolescentes al uso.
      Mi hijo ha trabajado en McDonalds, pero estaba estudiando. Entiendo que si tu hijo te dice que no quiere ir a la universidad sino a vivir al Medio Oeste y trabajar en McDonalds, se te pongan los pelos de punta.
      Hoy en día a los padres les es más cómodo llevar al niño al psicólogo, que les diagnostique un TDAH, medicarlo y pedir a los profesores que aguanten carros y carretas. Y no dudo de que habrá chicos que lo necesiten, pero las ingentes cantidades que entran cada año en 1º de la ESO, es imposible que tengan tantas "necesidades especiales". Dicho esto, la verdad es que James es un caso aparte.
      ja ja, te va a terminar entrando la curiosidad por saber cómo es James.
      Un beso.

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  4. Y qué difícil resulta eso de contar la vida sin que aparentemente pase nada. Muy buena recomendación, Rosa. A mí también me gustan mucho este tipo de historias así que apuntado queda;)

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    1. Las dos novelas de este autor que he leído van por ese camino. Son muy buenas. Si también te gusta esa literatura, creo que te gustará este autor.
      Un beso.

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  5. Una historia bastante atemporal y universal, pues en lugar de en 2003 bien podría situarse en 2019 como en los años sesenta del siglo pasado, y en cualquier otro país del mundo.
    No necesariamente con esa intensidad pero todos hemos pasado por esa incertidumbre y ese miedo a lo que nos deparará el futuro y pensar, sin tener una respuesa clara, qué queremos hacer con nuestra vida.
    El toque norteamericano en esta historia lo da, en mi opinión, la reacción de los padres de James al pensar en un terapeuta como solución para ayudarle a "sobrevivir" y superar ese trance que aquí y en nuestra época lo pasábamos solitos y como podíamos.
    Me ha gustado especialmente el lenguaje natural que emplea este autor, por lo menos en los monólogos del protagonista. Esa naturalidad le da mucho más realismo.
    Un beso.

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    1. La angustia existencial de la adolescencia es algo relacionado con el miedo a hacerse mayor, al futuro incierto que nos aguarda y al enfrentarse con las responsabilidades de un adulto.
      James es un chico muy especial al que creo que le asusta más el ver que los adultos son tan caóticos e inseguros como los niños.
      El libro está narrado en primera persona por parte de James y es un acierto porque meterse en los pensamientos de este personaje es toda una experiencia. Otro acierto es el lenguaje sencillo y natural que va muy bien con el personaje.
      Un beso.

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  6. Muy interesante y como dice Josep María, atemporal. Recuerdo aquellos momentos de incertidumbre, en parte porque todavía quedan rescoldos. Además, y a tí te pasará también, lo veo revivido todos los años en mis alumnos, esa sensación de ilusión y miedo, de estupor. Es difícil de definir y por eso veo acertadísimo el tema de la novela. Como bien dices, trata sobre la vida misma y no es poco.
    Un abrazo.

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    1. La verdad es que es una historia que podía ambientarse en cualquier época de los últimos cincuenta años por lo menos.
      Yo me he visto reflejada en alguna de sus facetas, aunque solo un poco, porque como digo reiteradamente, James es mucho James.
      Los alumnos, sobre todo los de 2º de Bachillerato, que son los que están en ese momento de cambio, se muestran muy vulnerables ante lo que se les viene encima y entre eso y lo que recuerdo de mí misma, creo que sí, que el tema y la forma de tratarlo resulta de lo más acertado.
      Un beso.

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  7. Desde luego es una novela que apetece porque relata muy bien esa época que todos hemos pasado la adolescencia, con sus miedos, su rebeldía, en fin esas cosas que conlleva la misma y la incertidumbre de un futuro.
    Con respecto a que trabaje en Mcdonalds, ay como las cosas no mejoren, que no tiene ninguna pinta, me temo que muchos, incluido mi hijo, acabaran en trabajos parecidos, en fin una pena porque la ilusión que tiene mi hijo por ser periodista es enorme, en fin veremos que depara el futuro.
    Un beso.

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    1. El periodismo está difícil, pero hay que intentarlo como sea.Mi cuñado pasó de dirigir uno de los dos periódicos de Leó a estar en el paro, pero fue por poco tiempo y no ha dejado de trabajar. Puede que no como él hubiera deseado, pero mejor que bastante bien. Que no se desanime.
      La adolescencia tiene de malo la incertidumbre del futuro y el miedo a lo desconocido que aguarda más allá de los años, pero tiene de bueno que todo está por estrenar y hay muchas ilusiones intactas que aún no han tenido tiempo de enmudecer.
      Un beso.

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  8. Llegar a la adolescencia es como asomarte a un abismo, ya no eres un niño, pero tampoco te has convertido en un adulto, estás en terreno de nadie y sientes que no encajas ni en un mundo ni en el otro… haber como te comes eso.

    Y sin embargo es una época determinante, seguramente en la vejez recordarás con más claridad lo que hacías a los 17 años que a los 36, pongamos por caso.

    Lo que me gusta de estas lecturas, como ya expusiera en torno a Moby Dick, es el reflejo que te dan de ti mismo, como bien señalas en tu experiencia juvenil de confusión ante el futuro inmediato.

    Siempre pienso en lo que tendrán de autobiográfico novelas así, el regreso a una etapa fundamental de la vida, como si el escritor necesitase ajustar algunas cuentas, aunque sea con él mismo, no sé si será el caso de Peter Cameron, o solo son divagaciones mías, jaja.
    Un beso.

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    1. Eso es lo bueno de este tipo de historias, que, autobiográficas o no, dan lugar a divagaciones en el lector y nos ponen ante nuestra propia biografía.
      Yo creo que ya recuerdo más lo que hacía a los diecisiete que a los treinta y seis. Tal vez era más interesante.
      Yo creo, como ya he dicho, que la tragedia de James es haber sido clarividente como pocos adolescentes lo son y ser capaz de ver que los años mejoran muy pocas cosas y casi todo sigue igual de indeciso y nos sigue agobiando la misma incertidumbre.
      Que no nos pase nada...
      Un beso.

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    2. Perdón por el lapsus, lo correcto sería: "a ver como te comes eso", no "haber".

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  9. A medida que he crecido como lector, o por lo menos en la medida que han ido entrando los años, he tratado de dar un sentido a mis lecturas. El tiempo es lo único de lo que realmente disponemos, así que me interesa mucho aprovechar mis lecturas, sacarles un provecho. Por eso busco libros en los cuales pueda identificarme. Quizás por ahí vaya la magia de la lectura. Cuando nos identificamos con un personaje, con el escritor, la lectura adquiere otra dimensión.
    Un beso.

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    1. Es que cuando nos vemos retratados en lo que se cuenta, se puede decir que el escritor ha conseguido el objetivo de la literatura que es hablarnos de nosotros mismos. Creo que por eso, el terror y la fantasía son géneros que no me van mucho porque me cuesta encontrar en ellos nada mío. Y las veces que lo consigo, disfruto con esos géneros como con los demás.
      Es la segunda novela que leo del autor y me he visto mucho en sus obras, como hija, como madre, como amiga, como amante, como hermana... Seguiré buscándome en él.
      Un beso.

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  10. Qué injusto es tener que tomar decisiones tan importantes que marcan nuestro futuro a edades en las que aún no sabemos ni lo que queremos ni nada de la vida en general. Yo no lo viví con tanto trauma pero entiendo la confusión del protagonista.
    Ya sabes que disfruté muchísimo de Un fin de semana y estoy segura de que repetiré con Cameron. Me tienta mucho Coral Glynn, si bien ya me han recomendado mucho esta otra novela suya que reseñas. Veremos por cuál me decido al final.
    Besos

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    1. "Coral Glynn" creo que será lo próximo que lea del autor. A mí me parece que tiene una gran sensibilidad para analizar a los personajes. Primero los crea con gran pericia y luedo los va dotando de contenido. Además, sabe explicarlos de maravilla. Bueno, ya le conoces de "Un fin de semana".
      A mí me gustó más "Un fin de semana" aunque no me atrevería a decir cuál es mejor. Es sencillamente que los temas que trata y los personajes me resultan más atractivos. Cualquiera de los dos es muy bueno.
      Un beso.

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  11. ¡Hola Rosa! Muchas gracias por traernos este libro que como bien dices, nos cuenta la vida. Eso es lo que me gusta de este tipo de libros, que nos muestren las frustraciones y temores propios de esa edad...Además, creo que muchos se podrán sentir identificados, pues...¿quién no ha pasado por eso? . Gracias por tan buena reseña. ¡Besos!

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    1. Lo bueno se un escritor es saber conectar con los lectores hasta el punto de que estos se sientan identificados con lo que cuenta. Eso demuestra que su historia es muy real y patrimonio de muchas personas a las que les han pasado cosas similares.
      Un beso.

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  12. Hola, Rosa.
    A esa edad si uno no tiene las cosas claras (algo poco común), todo puede crear una crisis existencial. Si a eso le sumas unos padres que han decidido y pautado lo que debería ser su futuro, como es el caso del protagonista, acabará generando un mundo de emociones contradictorias.
    Me gusta este tipo de lectura, la que muestra las emociones y la vida, ya de por sí bastante complicada.
    Un beso.

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    1. Tampoco es que James se pueda quejar mucho de sus padres. Son bastante comprensivos y permisivos. Yo creo que el problema está más en el propio James que está en contra del mundo y también de sus padres lógicamente. Los padres tienen una idea muy clara de lo que le conviene, pero tampoco los veo muy dispuestos a imponérsela a cualquier precio.
      Un beso y bienvenida.

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  13. Ja, ja, ja..., Rosa, al leerte en Facebook o Instagram el post avisando de esta reseña y leer Cameron pensé rápidamente si no sería el político inglés que ha llevado a England al follón del Brexit en el que todos estamos involucrados. Ahora leo tu reseña y sobre todo veo la foto de Peter Cameron y caigo en que el otro, el político, se llama David y además no es estadounidense como Peter.
    Esta historia de iniciación, de búsqueda de uno mismo, tan típica del final de la adolescencia, es de las que me gustan. Tomo nota del título.
    Me encanta ver cómo nos revelas que tú sufriste tras acabar el bachillerato esas dudas tan típicas sobre qué estudiar. Es lo bueno de leer que nos hace reencontrarnos con n ostros m ismos.
    Un beso

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    1. Suelo separar bastante bien la obra del autor, pero creo que un libros de mister David Cameron es más de lo que podría soportar. No, este es Peter Cameron y no tiene nada que ver más allá de la coincidencia de su apellido.
      He comentado mi identificación con el personaje en lo que se refiere a la angustia existencial de no saber por dónde tirar al terminar el instituto, pero pudiera haber comentado más coincidencias, como mi enoclofobia que me hace estar muy incómoda entre gente a la que no conozco lo suficiente y que no sé si es timidez simple o algo más profundo. En resumen, que es un autor que consigue reflejar a los lectores en sus obras y eso tiene su valor, como sabemos.
      Un beso.

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  14. Hola Rosa!! Desconocía este título por completo y a su autor, me picas la curiosidad por él, así que me anoto para más adelante. ¡Estupenda reseña! Besos!!

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    1. Es la segunda novela que leo del autor y me han gustado mucho las dos. Creo que es un autor muy bueno. Me alegro de que te haya gustado la reseña. Gracias.
      Un beso.

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  15. Según te leía Rosa no podía evitar pensar en el inolvidable Holden, el protagonista de la novela El guardián entre el centeno. La verdad que los libros que tratan sobre esa época un tanto confusa, llena de dudas e inseguridades que es la adolescencia siempre me han atraído. Me encantan este tipo de historias, gracias por tu reseña, seguro lo tengo en cuenta.
    Abrazos.

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    1. Qué casualidad porque yo también me acordé de Holden varias veces. Ambos son adolescentes desubicados, aislados del mundo de los adultos que les rodea, y con una gran inteligencia que les permite intuir toda la mediocridad del mundo al que están a punto de enfrentarse como adultos de pleno derecho. Solo esa inteligencia es capaz de volverlos tan escépticos. La diferencia es que lo que en Holden son vivencias extrañas en Nueva York, aquí, en los mismos escenarios, son andanzas de lo más normales. Holden vivía experiencias inimaginables, James todo lo inimaginable lo vive en su cabeza.
      Un beso.

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