"Claus y Lucas" Agota Kristof

"Venimos de la ciudad. Hemos viajado toda la noche. Nuestra madre tiene los ojos rojos. Lleva una caja de cartón grande, y nosotros dos una maleta pequeña cada uno con su ropa, y además el diccionario grande de nuestro padre, que nos vamos pasando cuando tenemos los brazos cansados.
Andamos mucho rato. La casa de la abuela está lejos de la estación, en la otra punta del pueblo. Aquí no hay tranvía, ni autobús, ni coches. Sólo circulan algunos camiones militares".
Así empieza esta novela, o mejor, así empieza la primera novela de esta trilogía, "El gran cuaderno". Cómo me cuesta llamarla trilogía. No soy capaz de considerarla tal. Las trilogías las suelo leer a saltos, con semanas o meses entre una entrega y la siguiente. Había leído en Facebook opiniones encontradas acerca de este asunto. Algunos recomendaban leerlas de seguido y había quien prefería una lectura salteada con otras cosas. Yo supe desde el principio que la leería toda seguida. La experiencia me ha dado la razón. Ahora no concibo otra manera de hacerlo.

"El gran cuaderno" está escrita en primera persona del plural. Lo cuentan Claus y Lucas como un ente indivisible. De hecho en ningún momento de la novela se les nombra. Si no fuera por el título dado a la trilogía no sabríamos sus nombres. La madre se marcha y deja a los niños a cargo de una abuela que no los conoce. Algo en la relación de la madre y la abuela se rompió hace años y ahora, con el padre en la guerra, cuando en la ciudad ya no hay nada con lo que alimentar a los niños y los bombardeos son constantes, la madre ha pensado que la abuela bien puede ocuparse de sus nietos hasta que la situación mejore.

Y allí se quedan los niños, con una abuela a la que en el pueblo llaman La bruja y que tiene detrás un pasado que se sospecha tenebroso, en una casa que supone un fin y un principio: el fin de la infancia y el principio de todo lo demás; la necesidad de sobrevivir sin volverse loco; el fin de un país y el principio del otro; el fin de la guerra y el comienzo del desencanto. "La casa de la abuela está a cinco minutos andando de las últimas casas del pueblo. Después ya no queda más que la carretera polvorienta, pronto cortada por una barrera. Está prohibido ir más lejos, un soldado monta guardia allí. Tiene una metralleta y unos prismáticos, y cuando llueve se mete dentro de una garita. Sabemos que más allá de la barrera, oculta entre los árboles, hay una base militar secreta, y detrás de la base la frontera y otro país".

Para Claus y Lucas, a los aproximadamente ocho años que les calculo cuando llegan a casa de la abuela, el hambre se ha terminado, pero también la infancia. Allí hay un huerto lleno de verduras y árboles frutales. También hay conejos y gallinas y cerdos y cabras. Nada les va a faltar, salvo su vida y su madre. Enseguida comprenden la necesidad de ayudar a la abuela con todas las labores del huerto y los animales, así como de traer leña del bosque y pescar en el río. No les queda tiempo para juegos. Los ratos libres los emplean en sus "ejercicios", esos que les van a servir para sobrevivir, para soportar las vivencias que una guerra y la soledad pueden acarrear. Ejercicios para soportar el hambre, el dolor, la necesidad de no moverse ni hablar... 

Pero además deciden continuar con su educación para lo que cuentan con el diccionario de su padre  y la biblia  de la abuela. Comprarán un cuaderno en la librería y lápices y papel cuadriculado y empezarán a escribir redacciones que se corrigen uno a otro. "Para decidir si algo está «bien» o «mal» tenemos una regla muy sencilla: la redacción debe ser verdadera. Debemos escribir lo que es, lo que vemos, lo que oímos, lo que hacemos.
Por ejemplo, está prohibido escribir: «la abuela se parece a una bruja». Pero sí está permitido escribir: «la gente llama a la abuela "la Bruja"».
Está prohibido escribir: «el pueblo es bonito», porque el pueblo puede ser bonito para nosotros y feo para otras personas".

Poco a poco, vamos descubriendo en los niños facetas inesperadas, un tanto inquietantes, como inquietante es el final de "El gran cuaderno", pocos años después de terminada la guerra, que nos deja sobrecogidos y abre la puerta de lo que será el resto de la obra. Podría quedar así. Una de esas novelas con un final abierto y estremecedor. Hay muchas. Pero la autora decide darle una entidad nueva y escribe "La prueba".

En "La prueba", con los hermano ya separados, empezará a invadirnos la incertidumbre, la sensación de trampantojo, de que algo no es lo que parece. Ya desde el principio, al menos en mi caso, se empieza a poner en tela de juicio todo lo que leímos en "El gran cuaderno". Y en "La tercera mentira" se cuestiona aún lo contado en "La prueba". La obra es como un palimpsesto sobre otro. Cuando vamos despejando de pintura lo conocido, vamos dejando al descubierto lo desconocido. Tendremos que terminar de leer la totalidad de "Claus y Lucas" para hacernos una idea de lo que sucede, pero mientras tanto, la historia nos atrapará sin remedio.

Agota Kristof
No puedo imaginarme en 1987, habiendo leído "El gran cuaderno" y sin haberse aún publicado "La prueba". Aunque menos aún me imagino tras haber leído esta segunda parte sin tener disponible la tercera. Si la primera coloca las piezas y la segunda hace saltar por los aires el conjunto, la tercera las coloca definitivamente, aunque con otra forma totalmente distinta a lo que hubiéramos esperado. Y es que con "Claus y Lucas", permítaseme que la trate como una sola obra, Agota Kristof construye un edificio y lo sustenta en una base que por momentos se nos vuelve endeble. Es el final, la tercera parte, la que da entidad al conjunto y lo mantiene como un todo firme y bien asentado. Es como un juego malabar en el que continuamente parece que todo se desmorona y se nos viene al suelo, pero el artista sabe lo que hace y mantiene controlado el espejismo continuamente. Se puede concebir la primera parte sola, pero una vez escrita la segunda, la tercera es inevitable.

Y qué decir del momento y el lugar en el que transcurre la historia. Nada se menciona explícitamente, nada nos facilita la ubicación, pero se nos dan pistas. Una guerra, una frontera, unos invasores que para unos son invasores y para otros son amigos; un final de guerra con unos liberadores que para los primeros son liberadores y para los segundos son los verdaderos invasores. "Durante unas semanas vemos desfilar ante la casa de la abuela al ejército victorioso de los nuevos extranjeros, a los que ahora se llama el ejército liberador". Tan extranjeros unos como otros, a los primeros se les saludaba extendiendo la mano derecha, los segundos han separado la iglesia del estado y ya no pagan al cura del pueblo. Tras la marcha de los primeros extramjeros, los niños se dirigen al emplazamiento del campo, de donde ha salido humo y se han oído explosiones durante la noche "Entramos en el campo. Está vacío. No hay nadie por ninguna parte. Algunos edificios siguen ardiendo. El hedor es insoportable. [...] encontramos la entrada. Es una puerta grande de hierro, abierta. Encima está escrito, en lengua extranjera: «campo de tránsito». Entramos. 
Las piras negras que habíamos visto desde arriba son cadáveres carbonizados. Algunos han ardido bien, no quedan más que los huesos. Otros apenas están ennegrecidos. Hay muchos. Grandes y pequeños. Adultos y niños".

Antes de la guerra, la frontera estaba abierta y venían los turistas en verano, había muchos estudiantes y se podía viajar sin problemas al extranjero y a otras partes del país. Después de la guerra ya no hay juventud ni estudiantes en la ciudad y nadie puede entrar o salir de la zona fronteriza sin un permiso especial; nadie puede entrar o salir del país sin un permiso especial. Los cargos políticos están todos al servicio del partido revolucionario y unos años después de la guerra "Se prepara una insurrección en nuestro país. Una contrarrevolución". Pero "algunos meses más tarde reinan de nuevo el silencio, la calma, el orden"

A poca cultura histórica que se tenga, se sabe dónde estamos, cuándo estamos, en qué clase de pesadilla estamos. Y más sabiendo que la autora es húngara. Y sabiendo un poco de la historia de Hungría durante y después de la Segunda Guerra Mundial.

Agota Kristof no tiene una obra extensa y esta trilogía es lo más conocido de ella. Puede que sea ese libro que justifica su nacimiento, el libro del que le hablaba el librero a Lucas cuando le decía: "Estoy convencido, Lucas, de que todo ser humano ha nacido para escribir un libro, y sólo para eso. Un libro genial o un libro mediocre, poco importa, pero el que no escriba nada es un ser perdido, no ha hecho más que pasar por la tierra sin dejar huella alguna". Un libro genial, en este caso, desde mi punto de vista.

Título del libro: Claus y Lucas
Autora: Agota Kristof
Título original: Le grand cahier, La preuve, Le troisième mensonge
Traducción: Ana Herrera y Roser Berdagué
Editorial: El Asteroide
Año de publicación: 2019
Año de publicación original: El gran cuaderno, 1986; La prueba, 1988; La tercera mentira, 1991
Nº de páginas: 472

Comentarios

  1. No conozco a esta escritora húngara, por lo que me has dejado asombrada, ya no solo por el argumento tan interesante y supongo lleno de simbolismo, de esta trilogía, sino porque la forma de construir la historia me resulta de los más cautivadora e inteligente: crear una urdimbre que en un principio, su autora, nos ofrece como coherente y realista, pero que en su segundo libro se desmorona, pero que hasta leer el tercero, esos innumerables giros de tuerca no consiguen despejar los entresijos de toda la historia. ¡No se puede pedir más!

    Me he apuntado ya los títulos de la trilogía, porque no puedo perdérmela. Muchas gracias, estimada Rosa, por ofrecernos una fantástica reseña.

    Un beso.

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    1. “Claus y Lucas” es justamente una novela inteligente. La forma de deconstruir una historia para volver a construirla de forma totalmente diferente me ha resultado de lo más original que he leído nunca. Yo conocía a la autora de ver esta novela (o trilogía) y alguna otra por los blogs y hace mucho tiempo que tenía esta novela apuntada. Es de esos libros que se te van quedando rezagados, pero por fin me decidí y es una de las cosas mejores que he hecho pues ha sido toda una sorpresa que, a pesar de las buenas críticas que siempre había leído, no me esperaba.
      Se la recomendaría a todo el mundo.
      Un beso.

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  2. ¡Hola!
    A igual que Estrella no conocía a esta autora pero tengo que leer esta triogía, acabo de volver y ya me has creado una necesidad.
    Mil gracias por la reseña y feliz día.

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    1. Bienvenida de nuevo a este mundo bloguero. Me alegro de haberte recibido con una de las obras más interesantes que he leído en mucho tiempo. Espero que te animes y que la disfrutes.
      Un beso.

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  3. Pues me gusta lo que cuentas, no tiene mala pinta. Apuntada esta trilogía.
    Besos

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    1. Muy buena pinta en realidad. Creo que no se debe dejar pasar esta trilogía que para mí es una novela.
      Un beso.

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  4. Es una autora de la que vengo escuchando muchas referencias. Tengo ganas de leer algo de ella, además que últimamente me encuentro con grandes lecturas de lo que fue el Imperio Austrohúngaro. Quizás el idioma haya signficado una barrera.
    En cuanto a lo de las trilogías, me hace mucha gracia. En más de una ocasión he escuchado que un libro se ha partido en tres para sacarle provecho económico. Tampoco es nuevo; a Baroja también le dio por estructurar novelas en trilogías, aunque aquello era otra moda y entonces, a mi parecer, era más justificable porque los lectores eran muchos menos y hoy no existe (en el mundo occidental) el analfabetismo.
    Saludos

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    1. No creo que este caso sea por rendimiento económico. Entre cada novela pasaron unos dos años y yo creo que la primera la hizo sin saber que habría una segunda (no lo sé seguro, pero esa impresión me da). Esa podría subsistir por sí misma. Ya, escrita la segunda, la tercera era casi obligada. Es una autora con poca obra. Tiene otra novela corta y una autobiografía y creo que algún otro libro de relatos.
      Quiero leer la autobiografía para saber precisamente sus vivencias, lo que le pudo llevar a escribir esta obra y lo que de su propia vida se plasma en ella.
      Un beso.

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  5. Pues tiene muy buena pinta y no conozco a esta autora, de modo que tomo nota y lo leeré.
    Un beso.

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    1. Creo que es una autora que merece una oportunidad y que se la conozca. Me ha resultado muy interesante y original.
      Un beso.

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  6. Opino igual, merece la pena leer los tres libros seguidos. De hecho, es casi imposible no hacerlo. Resulta una historia dura, desconcertante, ¿experimental? No sé, pero esta novela(s) es única. La conoce al principio de mi periplo bloguero, además y está bien que siga circulando, merece una relectura.
    Un abrazo.

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    1. Yo la tenía apuntada casi desde mi inicio en el blog por 2014. Se me había quedado muy atrás en la lista y hasta me daba algo de pereza, pero la leyó mi hermana y me habló tan bien de ella, que la rescaté y es una de las mejores decisiones literarias que he tomado.
      Es dura, tierna, cruel, irónica, perversa… tiene de todo y, sobre todo, es muy original. Y para mí leerla toda seguida es fundamental porque con mi memoria habría olvidado muchos detalles y perdería mucho del sentido de la obra en su conjunto.
      Un beso.

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  7. Comparto todo lo que dices. Es más que inquietante. Muy buena reseña de una obra maestra. Enhorabuena

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    1. Sí, es muy inquietante porque empiezas a preguntarte cosas y no sabes a qué atenerte y luego se va resolviendo y descubres… En fin, no quiero destripar la historia, pero es fantástica.
      Un beso.

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  8. Qué bien esta reseña!! Ya había leído “El gran cuaderno “ que me encantó, y estaba pendiente de seguir con “La Prueba” así que me has dado la pista y la voy a empezar ahora.
    Gracias. Un besin

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    1. Después de “El gran cuaderno” leer “La prueba”… es toda una prueba y es fascinante. Para rematar, hay que leer “La tercera mentira” y ver todas las mentiras que esconde la trama. No lo dejes.
      Un beso.

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  9. ¡Hola, Rosa! Jo, la verdad es que desconocía tanto la obra como la autora; pero la has mostrado como una lectura irresistible. Tanto para lectores como para escritores, dado que parece todo un ejemplo de construcción narrativa. A ver si los encuentro en la Biblioteca o en el Mercado de Libros de ocasión que comienza ahora en Barcelona. Fantástica recomendación, Rosa. Un fuerte abrazo!!

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    1. Para los que os dedicáis a escribir, tiene que resultar de lo más interesante porque, como dices es todo un alarde de construcción narrativa. Construcción en el más estricto sentido de la palabra porque construye la historia ladrillo a ladrillo y aunque por momentos parece que todo se derrumba, el anclaje es sólido y resiste. Finalmente, el edificio queda perfecto y resulta sorprendente.
      Creo que puede ser toda una experiencia leerlo con idea de aprender a escribir mejor. Yo solo lo hice para aprender a leer mejor y fue increíble.
      Un beso.

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  10. Estando disponibles las tres entregas, yo también soy partidario de leerlas de un tirón.
    El tema es muy interesante, como lo es siempre ver la vida y el mundo que nos rodea con los ojos y sentimientos de un niño, o dos en este caso.
    Esa indefinición del tiempo y lugar en el que tiene lugar la historia que se narra, aunque se deduzca fácilmente, me recuerda a El informe de Brodeck.
    Un beso.

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    1. Yo creo que es imprescindible leerlas seguidas. De hecho, por eso pienso que se han publicado en un solo libro.
      A mí también me recordó a "El informe Brodeck" cuando lo leía pues la forma de evocar las situaciones y de meterte en la época histórica sin especificarla se me hizo similar.
      Estos son unos niños muy curiosos. Tan pronto son tiernos como muy perversos y capaces de cualquier maldad. pero creo que lo mejor es que leas la novela trilogía y la disfrutes porque ha sido todo un acontecimiento en mi vida literaria.
      Además, después de leerla y escribir la reseña, ha ganado mucho en mi recuerdo.
      Un beso.

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  11. Hola Rosa,

    este libro me llama mucho la atención desde que se publicó aunque no me he decidido aún a hacerme con él. Tu reseña me anima a leerlo así que es posible que me lo regale en algún momento.

    Un beso

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    1. Yo también he tardado mucho en leerlo, pero menos mal que finalmente me animé porque me ha gustado muchísimo y será una de mis lecturas favoritas de este año.
      No lo dejes pasar.
      Un beso.

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  12. Me atrae ese concepto de literatura que maneja A. Kristof, una escritura que no pretende tanto buscar a sus lectores como buscarse a sí misma. Por supuesto que un escritor, escritora en este caso, quiere ser leído, pero algunos escriben desde una íntima necesidad que está por encima de esos destinatarios.

    Por otra parte Hungría siempre ha sido un pueblo apesadumbrado, y esto no lo afirmo yo, me lo dice una buena amiga húngara (nacionalizada ya española), un pueblo que sintió el zarpazo de nazismo y luego acabó en la órbita de la extinta Unión Soviética, sometida a las ínfulas del Politburó. Menuda esquizofrenia colectiva para todos esos ciudadanos comunes, ajenos al tablero de ajedrez que jugaban las potencias.

    Es significativo lo de esos protagonistas infantiles, Claus y Lucas, viviendo en una casa aislada en los límites fronterizos, donde más allá hay guerras y un país extraño. Como si la propia escritora se sintiese siempre un ser fronterizo, como si de alguna manera estuviese marcada pro ese hecho.

    Tengo pendiente a A. Kristof desde hace años, tendré que remediarlo, está claro.
    Besos.

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    1. La historia de Hungría (y no la conozco demasiado) es muy convulsa. Primero en el imperio austrohúngaro donde ya se produjeron problemas de nacionalismo e identidad; poco después de recobrar la independencia al caer el imperio tras la Gran Guerra, pasa a ser invadida (para otros salvada) por los nazis y, finalmente, liberada (para otros invadida) por la Unión Soviética. En esta novela se ven los pasos que recorre desde la Segunda Guerra Mundial, pero sin mencionar nunca el lugar del que se trata. Hay que saber un poco de Historia para situarte en los acontecimientos.
      Me imagino que tu amiga húngara habrá leído esta trilogía. Tú no la dejes pasar más. Estoy segura de que te va a encantar. Yo también tenía pendiente a la autora y no veas cómo me alegro de haberla descubierto en toda su grandeza.
      Un beso.

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  13. Lo leí en 2010 en la edición de Quinteto, y lo subí como Versión Original hace un tiempo. Me pareció fantástico, descarnado y crudo.
    Coincido en que es mejor leerlos juntos; si no, se pierden los textos finales que redondean al primero. La mirada de los chicos sobre la guerra es sencillamente descomunal.
    Un beso para ti, Rosa.

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    1. Los chicos son de lo más curioso. Su visión es de lo más interesante acerca de la guerra, pero también acerca de todo lo demás.
      La lectura tiene que ser conjunta para tener idea de la totalidad de la obra que es compleja y una verdadera obra de arte.
      Un beso.

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  14. Pues sí, a mí también me parece una auténtica genialidad lo que consiguió Kristof con esta trilogía que a mí también me gusta considerar como una única obra. Es cierto que pueden leerse los tres libros por separado pero leyéndolos como uno solo cambia completamente la visión de lo leído. Creo además que es único, que no se puede comparar a ningún otro libro. Durísimo, violento incluso, especialmente El gran cuaderno, tal vez una lectura no apta para cualquier lector pero para mí es un imprescindible.
    Besos

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    1. Esa es la sensación que me quedó: la de haber leído algo único que no admite comparaciones con nada de lo conocido.
      Yo creo que, si se lee dejando tiempo en medio de las novelas, se pierde la visión de conjunto que en esta obra es fundamental. Hace un verdadero juego al mezclar las piezas de distintas formas y construir distintas historias y llega a desconcertar hasta que todo cobra forma al final.
      La dureza en algunos momentos es tremenda. El final de “El gran cuaderno” es sobrecogedor y luego empieza “La prueba” y dudas de todo. Cuanto más pienso en la obra, más me gusta. Es fantástica.
      Un beso.

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  15. Lei esta trilogía como novela unitaria hace ya 6 ó 7 años dentro del grupo de lectura. Me pareció tremenda: durísima, descarnada, terrible... Los dos niños son complementarios y a veces diríamos que son el haz y el envés de uno sólo (las seis letras que forman sus nombres son las mismas en ambos). Además de esta, su obra maestra, he leído "Ayer" y "La analfabeta". Estos dos títulos son muy autobiográficos y muestran la vida de la autora en su exilio aunque en "Ayer" se ponga 'traje' de hombre. Pero en estas dos novelas, al igual que en "Claus y Lucas", la dureza en las relaciones, la falta de sentimientos, el egoísmo, la pobreza, el clasismo... se erigen como los sentimientos fundamentales. Y en todas, la escritura, la lengua distinta, la existencia en tierra de nadie, la búsqueda de uno mismo son elementos esenciales.
    "Claus y Lucas" sin ligar a dudas es una de las mejores novelas que he leído y al igual que manifiesta Gerardo en el comentario que te deja creo que la trilogía merece una relectura.
    Como siempre, Rosa, tu reseña es fantástica.
    Un beso

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    1. En la primera parte de la trilogía, ambos hermanos son inseparables. Son como un solo ente. Pero a partir de la segunda parte se separan totalmente, y es entonces cuando ambos de vuelven como la cara y la cruz de una moneda. Se crean situaciones de lo más desconcertantes hasta que se va vislumbrando la luz al final y legamos a ver la historia en su conjunto.
      Hay en los niños a veces una ausencia de sentimientos que me llegó a hacer pensar, en la primera parte, si serían normales o tendrían alguna sociopatía. Luego ya se ve por dónde va la cosa. Es tremenda.
      Quiero leer ahora “La analfabeta” y “Ayer”. Me interesa ver las vivencias reales de la autora y saber cuánto de ellas hay en “Claus y Lucas”.
      Para mí también es de lo mejor que he leído.
      Un beso.

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  16. Me apunto esta trilogía, y eso que últimamente me da mucha pereza leer más de un libro sobre una historia, pero al menos ya están publicados todos los tomos, porque si la historia se queda en suspense y hay que esperar a que salga el siguiente... eso a mí también me pone de los nervios. Aunque peor es cuando ni siquiera se publica la continuación, que a mí eso ya me ha pasado con algunas.
    Un besote.

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    1. Yo no me tomaría esto como una trilogía sino como una novela con tres partes que para mí es lo que es. Cada parte es continuación de la anterior y va añadiendo datos a la historia y, aunque a veces nos da la sensación de que se está contradiciendo todo lo leído anteriormente, termina por encajar todo a la perfección.
      Tampoco es una obra excesivamente larga. Para novela completa es normal y cada una por separado resultan novelas cortas.
      Un beso.

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  17. Hola Rosa. Creo haber comprendido que Claus y Lucas es el compendio de los tres títulos que comentas.
    Particularmente soy de los que me gusta leer las trilogías seguida, si ya pasan a ser algunas más me las leo salteadas para no saturarme.Hace una semana, por cierto terminé una que está ambientada en la ciudad de Vitoria.(Los entendidos ya sabrán de cuál se trata)
    Yo, como David, intentaré buscarla en librerías, aunque sean de viejo, ya que la fecha de edición no parece ser muy actual.
    Un beso y agradecido por tus descubrimientos.

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    1. Las series policíacas yo también las leo salteadas. Por cierto, de la ambientada en Vitoria (creo que hablamos de la misma) solo soporté la primera parte y estuve a punto de abandonar.
      Sí, “Claus y Lucas” es el título que se ha dado a la recopilación en un solo volumen de las tres novelas.
      No es necesario ir a una librería de viejo. Mi edición de Libros El Asteroide es de este mismo año. Espero que la encuentres y que te guste.
      Un beso.

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  18. Hola Rosa!! Nada sabía de esta trilogía, me haces un estupendo descubrimiento. Tomo buena nota, pues creo que podría gustarme mucho. ¡Gran reseña! Besos!!

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    1. No la dejes pasar porque resulta original en la forma y muy interesante en el contenido, aunque en este caso, forma y contenido son inseparables.
      Un beso.

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  19. De los escritores húngaros solo leí a Lajos Zilay: su novela Dos cautivos es magnífica. Me encantó. Tengo dos más pendientes de lectura. Y, por lo que nos cuentas de Claus y Lucas, me has puesto los dientes largos con tu reseña. Me la llevo apuntada, porque estoy seguro que la leeré. Magnífica reseña, Rosa. Besos.

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    1. Ya también he leído a Lajos Zilahy, pero hace mucho tiempo. Leí "El alma de apaga" y "Las cárceles del alma". Es un autor que estuvo más presente en el panorama literario en el siglo pasado y yo tenía libros suyos del Círculo de Lectoras, de mi padre.
      "Claus y Lucas" no admite comparación con nada. Al menos en la forma. Novelas sobre la Guerra, sobre Hungría, etc hay muchas, pero escritas de esta forma, no conozco ninguna sobre ningún tema. Espero que te guste la trilogía, pero te recomiendo que la leas toda seguida.
      Un beso.

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  20. Hola, Rosa.
    Inquietante reseña la que nos traes y muy atrayente al mismo tiempo, me lo guardo en la carpeta de favoritos. Al leerte y ver lo mucho que te ha gustado no puedo más que apuntármela para un futuro.
    Un beso.

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    1. Es una novela (trilogía) muy especial.la recomiendo a todo el mundo. Luego, puede que no guste, pero al menos se ha intentado que sería mejor que perdérsela sin descubrir lo muy buena que es.
      Y eso es algo que no suelo hacer con ningún libro. Pero este...
      Un beso.

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