Sin reseña XVI
Y parece mentira, pero son ya dieciséis entregas de "Sin reseña", ochenta libros comentados en esta sección, de cinco en cinco. Resulta una manera de hablar de todo lo que leo, sin que se me acumulen las reseñas pendientes. Al menos, sin que se me acumulen demasiado, porque algo siempre se acumulan.
Esta vez no todo es negro o policíaco. Hay dos novelas que están aquí sin serlo. Una, "Las deudas del cuerpo", porque forma parte de la serie Las dos amigas y no me apetece hacer una reseña completa de cada una, ya la hice de la primera, "La amiga estupenda"; la otra, "El secreto de mi marido", porque creo que carece de calidad suficiente y para lo que quiero decir de ella, con esto me sobra.
"Justicia uniforme". Dona Leon.
La decimosegunda entrega del comisario Brunetti es una de las que más me han gustado de lo que llevo leído de la serie. En este caso Donna Leon lleva a Brunetti a investigar el supuesto suicidio de un cadete en una academia militar lo que permite a nuestro comisario hacer una dura crítica de ese mundo: "no recordaba haber visto pruebas fehacientes de que la clase militar, italiana o extranjera, fuera muy diferente de la Mafia: mandada por hombres y hostil a las mujeres; incapaz de actuar con honor, o siquiera con simple honradez, con las personas ajenas a sus propias filas; ávida de poder; despectiva con la sociedad civil; violenta y cobarde a la vez". Realmente demoledora.
El joven que aparece ahorcado es hijo de un honrado médico que fue miembro del Parlamento y del que se supone que renunció a la política ante la dificultad de mantenerse en ella y mantener a la vez su honestidad. A pesar de los indicios, Brunetti no termina de convencerse de que el hecho haya sido un suicidio por lo que, en contra de lo que le indica el vicequestore Patta, decide investigar por su cuenta.
Sus pesquisas le llevarán a un mundo de corrupción que no por sabido dejará de sorprenderle y asquearle. "Los fondos públicos estaban ahí para que metiera mano todo el que pudiera, y su saqueo era la suprema prebenda del servidor del Estado". Y lo peor es que se asume, se acepta y pocas veces se llega al fondo de la cuestión y pagan por ello los responsables. Al decir de Brunetti, entre los políticos de los distintos partidos, nadie protesta; hoy se aprovechan unos y mañana les tocará a ellos mismos por lo que conviene que todo siga como está. Entre la población que vota, todo se olvida y/o se perdona porque en Italia, y puede que también en España, por lo que se ha visto, "un escándalo tiene el mismo período de caducidad que el pescado fresco: a los tres días uno y otro están inservibles, el pescado, porque huele mal, y lo otro, porque ha dejado de oler".
Lo que me gusta de esta serie es que, aunque el lector siempre sabe quién es el culpable, pocas veces este encuentra el castigo adecuado. Generalmente se escapa entre los resquicios que la justicia, la política o las influencias y el poder del dinero dejan entre sus tejidos incompletos y defectuosos. Y nuestro querido Brunetti acumula una frustración más, porque él carece de avaricia, carece de ambición, al menos de las típicas ambiciones. Según Paola, su mujer, "él debía de haber venido al mundo sin alguna pieza esencial, porque parecía incapaz de desear algo que no fuera la felicidad".
"Las deudas del cuerpo". Elena Ferrante.
Mientras tanto, Lila sigue con su vida de obrera en la fábrica de embutido y entra en contacto con grupos comunistas. Es mayo del sesenta y ocho y parece que el capitalismo y la explotación están a punto de ser vencidos en el mundo. Lila será capaz de vencerlos por sí misma y saldrá de ese mundo sin ayudas revolucionarias. Lila, a ojos de Lenù, se nos muestra como la revolucionaria por antonomasia. Tan revolucionaria que hasta escupe sobre la revolución. Lènu la ve retratada en un libro que lee, "Escupamos sobre Hegel": "Subrayé con fuerza un montón de frases, [...] Escupir sobre la cultura de los hombres, escupir sobre Marx, Engels, Lenin. Y sobre el materialismo histórico. Y sobre Freud. Y sobre el psicoanálisis y la envidia del pene. Y sobre el matrimonio y la familia. [...] Arrancarse del cerebro la inferioridad. Devolverse a sí mismas. No tener antítesis. Moverse en otro plano en nombre de la propia diferencia. La universidad no libera a las mujeres sino que perfecciona su represión. Contra la sabiduría. [...] Liberarse de la sumisión, aquí, ahora, en este presente". Si Lila hubiera estudiado, hubiera sido capaz de pensar de ese modo, reflexiona Lenù.
La relación entre las dos amigas es cada vez más esporádica y difícil. Los mundos de ambas se alejan y cada vez tienen menos en común, pero no dejan de estar pendientes la una de la otra y de prestarse ayuda cuando es necesario. Lenù nos cuenta su vida y la de Lila porque en ese ayudarse se vuelven a encontrar y Lila le contará todo lo que ella ignora y mantendrán sus charlas por teléfono y pocas veces dejarán de saber la una de la otra.
El barrio siempre está presente en sus vidas. Lila vuelve a él, pero a Lenù la persigue en la distancia. Los acontecimientos del barrio le llegan y la trastornan. Tal vez ella está más prisionera del barrio que la propia Lila que vive de nuevo en él.
Una interesante reflexión sobre el papel de la mujer en esos años a caballo entre la década de los sesenta y la de los setenta.
Una interesante historia que no pierde interés y de la que pronto espero leer la última entrega.
Con esta novela he conseguido reconciliarme con César Pérez Gellida, o mejor dicho, él ha conseguido que me reconcilie. La reconciliación hubiera sido total de no tener esta novela una continuación que se publicará en breve. Cuatro son las novelas que he leído de César Pérez Gellida. Las tres de su trilogía Versos, canciones y trocitos de carne me gustaron, si bien cada vez menos que la anterior, y les dediqué una reseña a cada una. La primera novela de su trilogía Refranes, canciones y rastros de sangre me aburrió y me decepcionó. Ahí terminé con el autor. Pero luego vi esta anunciada y leí algunas reseñas. El hecho de estar ambientada en el Berlín dividido de 1980 fue un factor decisivo a la hora de decidirme a leerla. El otro fue pensar que iba a ser una novela independiente, sin continuaciones ni precuelas.
A poco de leer, descubrí que ella misma era una precuela y ya se me arrugó el ceño. Terminada la lectura que es cuando suelo empezar a indagar sobre novelas y autores hice el nuevo descubrimiento: en noviembre se editará "Todo lo peor", la continuación.
Aparte de todo esto, he de decir que la novela me ha gustado. Su protagonista es Viktor Lavrov, un miembro del KGB enviado a la RDA para colaborar con la Stasi. Pero el KGB, más que colaborar, controla y manipula. La novela cuenta una historia de espías que recuerda a las novelas de John LeCarré (y ya eso es un gran mérito). El doble juego de Viktor para la Stasi y el KGB constituye una trama compleja y muy bien contada. Tiene la complicación de todas las historias de espías, pero con un poco de atención se sigue perfectamente y no he descubierto errores o detalles sueltos.
Pero, además, paralelamente a su labor en los servicios de inteligencia, Viktor colabora con Otto Bauer, inspector jefe de la KRIPO (la policía criminal), en la investigación de unas misteriosas desapariciones de niños que nadie encuentra y unos cadáveres que encuentran y cuya desaparición nadie ha denunciado. También esta trama es interesante y está muy bien llevada.
Ni que decir tiene que leeré la continuación. Espero que no me decepcione de nuevo.
A Susana Rodríguez Lezaun la conocí por una novela que reseñé para la Revista MoonMagazine, "Te veré esta noche". Se trataba de la tercera novela de una serie ambientada en Pamplona y protagonizada por David Vázquez, un inspector de la Policía Nacional. La novela me gustó mucho. La trama policial estaba muy bien llevada y muy bien resuelta, pero lo que me hizo sentir la necesidad de leer el resto de la serie, fue lo relativo a la vida personal de David Vázquez que ya venía de las entregas anteriores. Con bastante retraso ("Te veré esta noche" la leí en diciembre de 2018) le he encontrado por fin hueco a la primera novela de la, por ahora, trilogía.
En "Sin retorno" conocemos a David Vázquez, un inspector nacido y criado en un pueblo de lo Picos de Europa leoneses que llegó a Pamplona hace unos diez años y decidió quedarse en la ciudad. Es un hombre soltero y solo, aunque esa condición terminará en esta novela y comenzará una relación que es la que irá arrastrando en toda la serie.
Dos tramas se entrecruzan en "Sin retorno". La primera es la de una mujer que harta de malos tratos decide asesinar a su marido fingiendo un incendio accidental. No, no destripo nada. Es lo primero que sabemos, en el primer capítulo, antes aún de conocer a David. La segunda comienza con el asesinato de un hombre en un albergue de peregrinos del Camino de Santiago en Roncesvalles.
David, que ya ha dado carpetazo al asunto del incendio declarándolo un accidente, se verá obligado a enfrentarse a un asesino brutal en los bucólicos parajes del Camino. Pero no todos los inspectores de la policía de Pamplona tienen muy claro que el incendio se haya debido a causas fortuitas con lo que ese caso también se complica.
Una novela con la que he disfrutado mucho y que confirma totalmente mi decisión de leer la serie entera.
"Los secretos de mi marido". Liane Moriarty.
Tras "Pequeñas mentiras", la novela de la que parte la serie "Big little lies", decidí leer otra novela de su autora, la australiana Liane Moriarty. Alguien que había leído "Lo que Alice olvidó", también de la autora, me había dicho que repetía el esquema de "Pequeñas mentiras": familias de clase media alta, preciosas casas al borde del mar, colegios en los que estudian sus encantadores hijos y padres (más bien madres) muy preocupados por la educación y muy implicados en las actividades escolares. Quería ver si era casualidad o si todas sus novelas son similares. Pues bien, me encuentro en "El secreto de mi marido" con más de los mismo, pero con mucha menos calidad que "Pequeñas mentiras"; incluso esta pierde calidad al ver que, siendo posterior a las dos citadas, sigue siendo más de lo mismo.
Tres mujeres y sus hijos, cuyas circunstancias se empiezan narrando de forma independiente, terminan confluyendo alrededor del colegio Santa Ángela. Un asesinato sin resolver, ocurrido hace más de veinte años, mantiene visible su estela sobre todos los que conocieron a la víctima.
Visto lo visto, es una autora de la que prescindir, aunque entiendo que sus tramas puedan resultar adictivas por el morbo que destilan. Amor, desgracias y lujo; cuernos, pasiones, accidentes, casualidades y muchos secretos. Y, para colmo, con un capítulo final que reflexiona sobre lo que habría pasado en caso de que... y que pretende darle profundidad a la historia con reflexiones filosóficas del tipo "Ninguno de nosotros sabe los posibles derroteros que nuestras vidas podrían, y quizá deberían, haber tomado. Probablemente esté bien así. Hay secretos que deben permanecer ocultos para siempre. Si no, preguntad a Pandora". No se priva ni de utilizar la mitología.
Best seller en el peor sentido de la palabra.
Buenas propuestas de las que apunto dos: La de Gellida, de las que hasta el momento he leído todas; aunque como a ti no me gusten las precuelas,recuelas, secuelas, postescuelas al igual que muchas escuelas(sobre todo privadas)Esto último es broma.
ResponderEliminarY la de Donna con algo de reticencia por mi parte a pesar de tu vehemente recomendación, pues he leído algo, poco, de lo publicado por ella, y no me ha dejado satisfecho del todo las aventuras y desventuras del inspector Brunetti.
Este verano me ha puesto un poquitín al día a base de leer de dos en dos. Pero me lo pones difícil como para vaciar lista, ya que sumo y sumo cada vez que entro en tu blog. Podrías dar un poco de pausa chica.
Besos.
A mí me gusta mucho la serie de Brunetti. Es muy sencilla de leer, entretiene mucho, me encanta el ambiente de Venecia, Brunetti es muy crítico con muchos aspectos tanto generales como propios de Venecia y de Italia, y encima no suelen tener un final feliz. Como ves, muchos factores positivos.
EliminarA mí tampoco me gustan nada las escuelas privadas y no es broma, ja ja.
La novela de Gellida, para mí, es mucho mejor que las anteriores, al menos, las que yo he leído.
Yo ya no aspiro a que disminuya la lista de pendientes porque apunto a más velocidad de la que tacho. Me conformo con ver muchos tachados. Lo de dar tregua lo tengo difícil. Aunque llevo días intentando terminar una reseña, tengo otras varias en borrador listas para publicar.
Un beso.
Yo tendría que hacer una entrada parecida con mis lecturas de agosto, tiempo en que el blog ha estado cerrado por descanso, pero me da mucha pereza y apenas tengo tiempo.
ResponderEliminarMenos mal que te has reconciliado a tiempo con Gellida, porque en breve llega la continuación de "Todo lo mejor". En cuanto al resto, solo he leído algunas entregas de la serie de Donna Leon pero al final me cansé un poco del Brunetti y la dejé estancada.
Besos
Pues cuando me enteré de que había continuación no me gustó nada, pero desde luego que la leeré porque “Todo lo mejor” me ha gustado mucho.
EliminarA Brunetti lo leo de tarde en tarde, pero la verdad es que lo disfruto porque es ligero, pero muy entretenido. Aunque soy consciente de que me queda más de la mitad de la serie y podría llegar a cansarme.
Un beso.
Sin lugar a dudas, me inclino por las tres novelas sobre espionaje o detectives, jeje. Así que, tan pronto como tenga ocasión, me sumergiré en los embrollos del comisario Brunetti, las hazañas de Viktor Lavrov y los casos del inspector Vázquez. Pero antes quiero seguir con las andanzas de Petra Delicado.
ResponderEliminarUn beso.
Ay, Petra Delicado. La tengo un poco abandonada. Yo es que los intercalo y como son muchos igual pasa un año antes de volver sobre algunos. Por eso suelo ser muy reacia a empezar series nuevas, pero a veces, sin saber que es serie o aun sabiéndolo, me veo enganchada. El inspector Vázquez está muy bien.
EliminarUn beso.
Yo conocí a Donna León por mi tía y me gusto cuando leí alguna que otra novela de la autora, pero la tengo muy abandonada la verdad, de modo que he tomado nota de ella para retomarla y leer algo de ella.
ResponderEliminarLas restantes empezaré por las policíacas y dejaré las restantes para cuando pueda.
Se agradece mucho que siga creciendo mi lista, nunca se termina, pero leer es todo un placer, ahora ando con una que me esta gustando mucho.
Un beso.
Las tres policíacas que aparecen en este Sin reseña, están muy bien las tres. Cualquiera de ellas merece la pena.
EliminarLas listas crecen sin parar. Se tarda menos en apuntar un título que en leerlo así es que es normal.
¿Cuál es esa que lees que te está gustando? No puedo resistirme a la curiosidad.
Un beso.
Hola, de los cinco no he leído ninguno, los de Elena Ferrante me dan pereza, porque si dices que aun falta uno, serán cuatro, y por otro lado los han recomendado tanto, hasta la saciedad, que les he cogido manía y todo, me suele pasar con los libros recomendadisimos hasta el hartazgo, que me harto de verlos en boca, muro, o blogs de todo el mundo y me saturo, en fin, tal vez algún día, cuando nadie se acuerde de ellos me de a mi por leerlos, tal vez antes, tal vez no o haga nunca ¿quien sabe? lo que me ocurre es el miedo a la decepción que me produce cuando recomiendan tanto algo, lo lees y no te cierra como a las otras personas, te llevas tal despago, y como me ha pasado tantas veces pues me hago reacia, y así estoy Rosa, que se le va ha hacer...jaja Besos.
ResponderEliminarA mí también me pasa que cuando veo mucho un libro y muy alabado, me mosqueo y tiendo a no leerlo. A veces caigo en la tentación y si bien, en ocasiones mis reservas eran fundadas, otras veces, me llevo grandes sorpresas y esta serie ha sido una de ellas. A mí, por lo menos, me parece muy interesante.
EliminarYo los voy leyendo dejando pasar varios meses entre uno y otro y la verdad es que los disfruto. Sé de gente que los ha leído los cuatro seguidos y se ha saturado un poco. Aunque se olvidan muchas cosas de una novela a otra, enseguida se coge el hilo.
Un beso.
Tremenda tu capacidad lectora Rosa. Observo casi como hilo común que buena parte de los libros señalados en Sin Reseña provienen de series, sagas, continuaciones, secuelas, precuelas y demás. En fin, pensaba yo que el cine y los guiones originales estaban en decadencia, pero veo que no solo ocurre en la cinematografía. Si los escritores no son creativos y se aferran a sus series, la literatura actual puede tomar una deriva peligrosa.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que hay tantas series que yo ya me resisto mucho a empezar alguna nueva, aunque ahora mismo me ha pillado esta de Pérez Gellida que, de momento serán dos, pero ya se verá.
EliminarEn Sin reseña, suelo poner novelas policíacas de las que, por razones obvias, no se puede decir mucho; series de otro tipo, de las que sería pesado hacer una reseña de cada entrega, como la de “Las dos amigas” y libros que no me han gustado como “Los secretos de mi marido”.
No te creas, el primero de la entrada está leído en julio. Parece que son muchos, pero los cinco de la entrada es a lo largo de casi dos meses.
Un beso.
Yo también estoy flipando con tu capacidad lectora.
ResponderEliminarMe llama la atención de todo lo que cuentas lo que dices sobre "Pequeñas mentiras", yo he visto la serie, las dos temporadas, y si bien la primera tiene su gracia, la segunda es más de lo mismo. Creo que los guionistas repiten al igual que la autora de las novelas.
Un besote.
A mí la serie me gustó mucho. Esa obsesión con la educación de los hijos y esos secretos de la intimidad del hogar que nadie sabe, pero tanto condicionan las vidas, me parecieron detalles muy bien tratados. La segunda parte, aunque no tiene nada que ver con el libro (y ya lo había leído) me gustó. El personaje de la suegra de Celeste me pareció que le daba una dimensión muy interesante y algún detalle más que ya no recuerdo (mi memoria es nefasta). La novela me gustó bastante también, pero cuando vi que, al parecer, todas van de lo mismo me pareció de una pobreza literaria alucinante y muy descarada. Me he decepcionado mucho con la autora que, efectivamente es una autora de best seller en el peor de los sentidos.
EliminarUn beso.
Hola Rosa!! SOn todas unas lecturas muy atrayentes, Donna Leon la tengo pendiente y eso que hace tiempo que me regalaron un libro suyo. Tomo buena nota de tus experiencias lectoras. ¡Estupendas reseñas! Besos!!
ResponderEliminarEspero que encuentres algo, entre todo esto que aquí traigo, que te resulte interesante.
EliminarDonna león es una autora muy amena, fácil de leer y con una visión del mundo y de Venecia que va manifestando en los pensamientos de Brunetti. A mí me gusta mucho.
Un beso.
Es una forma práctica y atractiva de presentar las lecturas, bueno, tú la haces atractiva, Rosa, además muy útil para saber lo fundamental cuando son varias a la vez. Donna Leon, jo, veo su nombre hasta debajo de la piedras, y eso me escama, pero son estupideces mías. Me decantaría por Ferrante y Gellida, pero sin entusiasmo debordante, ya me conoces.
ResponderEliminarUn beso.
Me imagino que las lecturas que salen aquí se alejan bastante de tus gustos, y más viendo que lo último que traes al blog es el “Poema del Cid”, pero luego pienso que yo también he leído ese libro y, además, soy capaz de disfrutar con él y con Brunetti o con los espías de Pérez Gellida o las peripecias de Vázquez.
EliminarYa sabes que siempre aconsejo el género negro y policíaco que está injustamente vilipendiado por muchos lectores que lo consideran inferior. Nada más lejos de la realidad. Hay, como en cualquier género, cosas buenas y malas, pero muchas de las buenas están entre lo mejor.
Un beso.
¡Hola!
ResponderEliminarMi madre es muy fan de Donna León y mi hermana y yo le hemos ido comprando toda la colección de Brunetti. Precisamente ayer me estuvo contando un poco el que está leyendo ahora.
Qué pena que Los secretos de mi marido sea más de lo mismo pero en cutre, a mí me había llamado la atención.
Muy feliz día.
A mí me queda muchísimo de Brunetti. Este es el duodécimo y deben ser ya como veinticuatro. Vamos, que voy por la mitad.
Eliminar“El secreto de mi marido” no es que sea cutre es que con él he visto que la autora repite los esquemas que se ve que han tenido éxito, venden y dan dinero. Para qué variar e innovar. Se repite más de lo mismo, cambiando detalles y se publica un best seller tras otro. Ahora, es muy entretenido, eso también te lo digo, y no está mal escrito.
Un beso.
Ya te he dicho varias veces que me admira tu ritmo lector y tu capacidad para plasmar tus impresiones en reseñas formidables; formidables incluso aquellas que como ésta -¡ya la XVIª!- que despachas con un "Sin reseña". ¡Madre mía, cuántos blogs hay que consideran reseña mucho menos de lo que tú dedicas a cada uno de los cinco libros que aquí nos traes!
ResponderEliminarDe los cinco, he leído a César Pérez Gellida que me gusta de manera desigual. Cuando se queda en los asuntos de espías, novela negra y tal, me encanta, pero cuando deriva hacia esa zona de magia, sociedades secretas y superchería me desquicia y me aburre. He leído casi todo lo suyo, pero llevo una temporada de descanso por lo que te digo antes.
A Elena Ferrante le leí la primera de la serie que me gustó mucho, pero no he querido leer las siguientes porque, supongo, serán más de lo mismo y como que no me atrae mucho ya. A Donna Leon la admiro aunque este título no lo conocía. De las otras dos autoras, aunque conozco sus nombres, nada he leído y por ahora no creo que lea.
Feliz fin de semana lector pues dicen que va a llover.
Besos
Algunos de estos comentarios me salen un poco largos. De hecho, algún libro que he empezado a comentar en Sin reseña, viendo que me alargaba mucho, lo he sacado y publicado una entrada para él solo. A menudo se me va la tecla y me extiendo más de lo previsto.
EliminarMe pasa lo mismo que a ti con Pérez Gellida. La primera trilogía la leí entera, aunque es cierto que cada libro me iba gustando menos. De la segunda leí el primero y me cansó. Aparte de que vi recursos facilones que no me gustaron, lo de las sociedades me dio para atrás y ya no volví a leerle. Con esta novela, he descubierto otra faceta que me gusta mucho, aunque es incapaz de separarse totalmente de sus personajes de siempre.
Respecto a Elena Ferrante, su serie, es más de lo mismo hasta cierto punto. Las niñas crecen y las cosas que viven van cambiando y también el ambiente del barrio. Los personajes son los mismos, pero evolucionan. En realidad es como si fuera una sola novela en cuatro volúmenes.
Un beso.
Me gusta Brunetti y suelo leer alguna novela suya en verano. Esta en concreto no la he leído, pero me gusta lo que cuentas, así que me la llevo. Todo lo mejor, me gustó y espero la continuación. De Susana Rodriguez no he leído nada, pero su serie tiene buena pinta, me la llevo apuntada. De Liane Moriarty no he leído nada, si que he visto la serie basada en Pequeñas Mentiras, pero viendo que no te ha convencido mucho El secreto de mi marido, voy a dejarla pasar.
ResponderEliminarBesos
Todas las policíacas de este "Sin reseña" son muy interesantes. Veo que conoces a Brunetti y la de Pérez Gellida. Te recomiendo a Susana Rodríguez Lezaun y su Inspector Vázquez. Creo que es genial. Liane Moriarty me sorprendió con "Pequeñas mentiras", pero se ve que ese es todo su registro.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa! De las lecturas que mencionas, hay una que ha llamado mi atención y es "Todo lo mejor"...Y aunque veo que tiene una continuación, la trama se ve tan interesante que pienso será una muy buena lectura...Que tengas un buen fin de semana. ¡Besos!
ResponderEliminarEs muy interesante esa ambientación en el Berlín dividido y es muy elaborada la trama de doble juego entre el KGB y la Stasi. Una novela que atrapa y de la que quiero leer su continuación en cuanto salga. Espero que no se convierta en una serie interminable o me termine aburriendo.
EliminarUn beso.
Este sin reseña es variado, lees muchísimo Rosa. La portada de Elena Ferrante es ciertamente atrevida para los tiempos que corren, me quedo con ese título de entre todos pero no por la foto eh, jaja.
ResponderEliminarBuen finde
Es cierto que es una portada osada. Imagino que si no fuera porque va entre otras imágenes, Facebook me la habría censurado. Se ve que el algoritmo no la identificó en medio del resto de la imagen de cabecera.
EliminarLa historia de estas dos amigas me está gustando mucho. Esta es la tercera entrega y me sigue atrayendo y dejando con ganas de más. A ver si leo la cuarta y completo la historia.
Un beso.
¡Hola, Rosa! Una estupenda ronda de recomendaciones lectoras de las que tomo nota, a parte de Donna Leon a la que tengo bien leída.
ResponderEliminarRespecto a la última, El secreto de mi marido, a veces me pongo en la piel de un autor de best sellers y pienso algo así como que los ricos también lloran. Creo que es difícil en esos casos separar la voluntad del autor de la del editor. Si lo has "petado" con una novela, la siguiente tiene que seguir el mismo esquema, variando solo los ingredientes. Veo en las librerías casos como Espinosa, Megan Maxwell, etc... Todas las portadas iguales, tramas idénticas, a juzgar por las sinopsis. ¿Hasta qué punto tienen la posibilidad de cambiar su narrativa?
Como escribiente amateur, no puedo imaginar lo que debe ser obligado a escribir de una manera determinada sobre unas historias determinadas sin posibilidad de cambio esencial.
Un fuerte abrazo!!
A esos autores que mencionas, añadiría a Kete Morton y son autores a los que no leo, sin más.
EliminarTienes razón y muchas veces lo he comentado. Cuando un libro tiene éxito, la editorial presiona al autor para que escriba algo igual de exitoso, pero mira, yo no puedo criticar a la editorial, tengo que criticar al autor. Al menos le pediría que invente una historia nueva, otro argumento distinto. Es que se repite todo. A Liane Moriarty le ha dado por las familias de clase media alta, familias con niños, el colegio como espacio vertebrador... y luego mata, roba, monta secretos... Hablando de algoritmos, creo que escriben bajo el mandato de alguno que desconocemos.
Un beso.
Hola, Rosa. Muy buenas recomendaciones, sí. A mí la serie de Elena Ferrante me encantó y a Liane Moriarty la tenía pendiente pero por lo que dices, más allá de "Pequeñas mentiras" no tiene mucho interés... Un beso y buen finde.
ResponderEliminarDe Elena Ferrante me queda el último que espero leer pronto.
EliminarLiane Moriarty es muy entretenida y sus novelas tienen mucho morbo, pero creo que es para los amantes de los culebrones de Tele 5: cuernos, secretos, asesinatos, y siempre en el mismo ambiente: casas preciosas, la playa, el colegio maravilloso, los padres entregados, etc.
Un beso.
Comparto y me uno al comentario de Miguel y Paloma. Es increíble, no, tú lo eres. La capacidad lectora que tienes. De verdad que te admiro muchísimo. ¿Cómo lo haces?
ResponderEliminarEn este caso no me apunto ninguna, pero gracias por todas las recomendaciones que nos dejas.
Un beso.
Bueno, imagino que leo tanto porque dejo de hacer otras cosas, pero hay gente que lee mucho más. En el grupo de Facebook Tarro-libros, he descubierto gente que lee más de veinte libros algunos meses. Yo tengo mi record en trece, o sea, que no es para tanto.
EliminarUn beso.