"Prótesis" Andreu Martín
"No hay nada más siniestro que la sonrisa de una calavera. [...] Miguel Vargas Feinoso tiene su sonrisa de calavera metida en un vaso de cristal, con agua y una pastilla de Corega Tabs. Se pasa horas y horas mirándola, cada noche, desde que se la arranca de las encías hasta que la devuelve a su sitio, en la boca. La mira con sus ojos rasgados, felinos y desagradables y, mientras lo hace, respira por la nariz acompasadamente, a un ritmo quizá más acelerado de lo normal. Noches enteras con la vista fija en ella y pensando que ha pasado mucho, mucho tiempo". Empiezo mi primer libro de Andreu Martín publicado en 1980 y recuerdo "Justo", de Carlos Bassas del Rey, y "Ya no quedan junglas a donde regresar", de Carlos Augusto Casas, ambas protagonizadas por hombres mayores, ancianos, cosa que me resultó original. Y pienso, "vaya, no era tan original, ya había ensayado el recurso Andreu Martín hace cuarenta años". Pero no. Respiro tranquila y devuelvo su marchamo de originalidad a los dos jóvenes autores.
El maestro Andreu Martín nos está hablando de un hombre joven, muy joven aunque desdentado. Tan joven que no debe de tener más de veinticinco años, pero el autor ha sacado una dentadura postiza en el primer párrafo y deberá dispararla en algún momento. Y sí, la dispara, porque la dentadura que Miguel perdió a los diecisiete años a golpes de culata y tuvo que sustituir por la sonrisa de cadáver del vaso es lo que motiva toda la historia que vamos a leer y que no es más que la historia de una venganza. La venganza por los dientes perdidos, por el amigo muerto, por los cuatro años de cárcel, por los besos del Caro, por los tres años de esclavitud trabajando y siendo una persona honrada y redimida.
Tantos años esperando, pero por fin anoche, el teléfono sonó en el pensión y por una vez era para él y una voz venida del pasado, la del Marujo, le anunció lo que ha esperado estos ocho años: ha aparecido el Gallego. Miguel dejará su vida honrada trabajando para una empresa de mudanzas. "Quiero un trabajo honrado [...] Quiero limpiarme del todo. Y quiero trabajos duros. Me he puesto fuerte en la mili y quiero seguir así", eso le dijo al Caro en Zaragoza recién liberado de la mili a donde fue derecho después de la cárcel. Y lleva tres años limpio trabajando en distintos sitios en los que ha endurecido sus músculos y limpiado su expediente. Pero ahora lo va a dejar todo para ir a Barcelona a buscar al Gallego y vengarse al fin por todo lo sufrido desde los diecisiete años.
Y es que el Gallego fue quién mató a el Cachas y quien capturó al Marujo y al Migue y quien le arrancó los dientes a culatazos. El mismo al que lleva teniendo ganas desde hace ocho años, el mismo que fue "expulsado" de la policía por violencia, lo que en los años setenta, 1972 para ser más exactos, suponía mucha violencia. Aunque, más que por violencia, puede que la expulsión se debiera a razones de más peso para la España de la época. La expulsión figura en su expediente eufemísticamente como abandono del Cuerpo con el cargo de inspector de primera. En la España de Franco no había policías violentos ni corruptos. No se expulsaba a nadie. Desde entonces, trabaja para una empresa de seguridad como guardia jurado de los que custodian los furgones que recogen el dinero de los bancos.
El Migue llega a Barcelona y entra en contacto con sus amigos de entonces, de cuando tuvieron lugar los hechos que han originado toda la historia. "El Chava, y el Migue no se ven desde aquella noche en que fue desmembrada la banda, hace ocho años. La noche de los tiros, el pánico, los llantos, los chillidos y la cabeza del Cachas destrozada por un balazo. La noche en que el Gallego les echó el guante al Migue y al Marujo".
Con estos previos, con los que no destripo nada porque todo se cuenta en las primeras páginas, empieza la venganza del Migue, su reencuentro con el Chava y el Marujo, su sorpresa al volver a ver a la Nena, preciosa tras el paso de los años. Y empieza una historia en la que no hay buenos y malos porque si unos son malos, lo otros son aún peores. Todos resultan violentos, ladrones, violadores, machistas, maltratadores. Ninguno es juzgado en la novela que se limita a narrar los hechos con crudeza, sin compasión por el lector ni, mucho menos, por los personajes. El encuentro entre el Gallego y el Migue tiene la épica de los encuentros en medio de la calle, entre el saloon y la oficina del sheriff, de los dos contendientes en las películas del oeste, pero sin pistolas en la mano y sin varios metros entre ambos. No, aquí se pelean cuerpo a cuerpo con uñas, dientes (aunque sean postizos), puños americanos, navajas, cuchillas... mucho odio. Tanto odio, que ambos son esclavos, llevan siéndolo ocho años, de su odio y sus deseos de venganza.
El encuentro entre el Gallego y el Migue, es un soplo de nueva vida para ambos, porque si el Migue quiere vengar tantas cosas, el Gallego también tiene que vengar la vida de mierda que lleva y que considera culpa del Migue.
La novela resulta brutal, de una violencia extrema y unos personajes deplorables, que golpea con el mismo puño americano que porta el Gallego. Una novela que ya es un clásico porque se lee en 2020 y mantiene el mismo interés y la misma actualidad que en 1980. Una novela que no juzga, no adjudica valores ni miserias; tan solo muestra unos personajes, unas motivaciones, unos hechos, y nos dice "así somos, esto es lo que hay. Enfréntate tú mismo, lector, a ello como puedas".
Andreu Martín es una autor con una obra tan extensa que parece mentira que alguien haya tenido tiempo en sus setenta años de vida de escribir tanto. Guiones y traducciones para cómic, guiones de películas y series de televisión, novelas infantiles y juveniles (cerca de cien obras, algunas enmarcadas en series como la de Flanagan escrita junto a Jaume Ribera o la de La Naturaleza en peligro, escrita con Juanjo Sarto) y novelas para adultos desde 1979. Aunque en este apartado ha tocado muchos géneros, es sobre todo el de la novela negra el que más abunda en su repertorio y el que lo ha convertido en todo un clásico y un maestro que atesora tres premios Dashiell Hammett, hazaña que comparte con Paco Ignacio Taibo II.
Por la época en que Andreu Martín escribía y ganaba sus premios yo ya estaba enganchada a la lectura desde hacía muchos años, pero me dedicaba sobre todo a los clásicos del siglo XIX y XX. Estaba bastante desconectada de los que se estaba escribiendo en el momento y este autor quedó desconocido para mí. Más tarde, tampoco hace mucho, empecé a oír hablar y a leer cosas sobre él y a tenerle ganas. Pero fue Paco Camarasa, como no, en "Sangre en los estantes" quien me dio el empujón definitivo. Eso de que en la librería siempre hubiera ejemplares de "Prótesis", unido a los tres premios Hammett, hizo que apuntara este libro y, aunque he tardado unos meses en leerlo, estaba claro que llegaría. Y ha sido todo un acontecimiento porque en él he descubierto una gran historia y un maestro del género que puede codearse sin rubor con los más reputados escritores estadounidenses y al que creo que no hay escritor nórdico que le pueda desatar los zapatos. Uno de los grandes.
El maestro Andreu Martín nos está hablando de un hombre joven, muy joven aunque desdentado. Tan joven que no debe de tener más de veinticinco años, pero el autor ha sacado una dentadura postiza en el primer párrafo y deberá dispararla en algún momento. Y sí, la dispara, porque la dentadura que Miguel perdió a los diecisiete años a golpes de culata y tuvo que sustituir por la sonrisa de cadáver del vaso es lo que motiva toda la historia que vamos a leer y que no es más que la historia de una venganza. La venganza por los dientes perdidos, por el amigo muerto, por los cuatro años de cárcel, por los besos del Caro, por los tres años de esclavitud trabajando y siendo una persona honrada y redimida.
Tantos años esperando, pero por fin anoche, el teléfono sonó en el pensión y por una vez era para él y una voz venida del pasado, la del Marujo, le anunció lo que ha esperado estos ocho años: ha aparecido el Gallego. Miguel dejará su vida honrada trabajando para una empresa de mudanzas. "Quiero un trabajo honrado [...] Quiero limpiarme del todo. Y quiero trabajos duros. Me he puesto fuerte en la mili y quiero seguir así", eso le dijo al Caro en Zaragoza recién liberado de la mili a donde fue derecho después de la cárcel. Y lleva tres años limpio trabajando en distintos sitios en los que ha endurecido sus músculos y limpiado su expediente. Pero ahora lo va a dejar todo para ir a Barcelona a buscar al Gallego y vengarse al fin por todo lo sufrido desde los diecisiete años.
Y es que el Gallego fue quién mató a el Cachas y quien capturó al Marujo y al Migue y quien le arrancó los dientes a culatazos. El mismo al que lleva teniendo ganas desde hace ocho años, el mismo que fue "expulsado" de la policía por violencia, lo que en los años setenta, 1972 para ser más exactos, suponía mucha violencia. Aunque, más que por violencia, puede que la expulsión se debiera a razones de más peso para la España de la época. La expulsión figura en su expediente eufemísticamente como abandono del Cuerpo con el cargo de inspector de primera. En la España de Franco no había policías violentos ni corruptos. No se expulsaba a nadie. Desde entonces, trabaja para una empresa de seguridad como guardia jurado de los que custodian los furgones que recogen el dinero de los bancos.
El Migue llega a Barcelona y entra en contacto con sus amigos de entonces, de cuando tuvieron lugar los hechos que han originado toda la historia. "El Chava, y el Migue no se ven desde aquella noche en que fue desmembrada la banda, hace ocho años. La noche de los tiros, el pánico, los llantos, los chillidos y la cabeza del Cachas destrozada por un balazo. La noche en que el Gallego les echó el guante al Migue y al Marujo".
Con estos previos, con los que no destripo nada porque todo se cuenta en las primeras páginas, empieza la venganza del Migue, su reencuentro con el Chava y el Marujo, su sorpresa al volver a ver a la Nena, preciosa tras el paso de los años. Y empieza una historia en la que no hay buenos y malos porque si unos son malos, lo otros son aún peores. Todos resultan violentos, ladrones, violadores, machistas, maltratadores. Ninguno es juzgado en la novela que se limita a narrar los hechos con crudeza, sin compasión por el lector ni, mucho menos, por los personajes. El encuentro entre el Gallego y el Migue tiene la épica de los encuentros en medio de la calle, entre el saloon y la oficina del sheriff, de los dos contendientes en las películas del oeste, pero sin pistolas en la mano y sin varios metros entre ambos. No, aquí se pelean cuerpo a cuerpo con uñas, dientes (aunque sean postizos), puños americanos, navajas, cuchillas... mucho odio. Tanto odio, que ambos son esclavos, llevan siéndolo ocho años, de su odio y sus deseos de venganza.
El encuentro entre el Gallego y el Migue, es un soplo de nueva vida para ambos, porque si el Migue quiere vengar tantas cosas, el Gallego también tiene que vengar la vida de mierda que lleva y que considera culpa del Migue.
La novela resulta brutal, de una violencia extrema y unos personajes deplorables, que golpea con el mismo puño americano que porta el Gallego. Una novela que ya es un clásico porque se lee en 2020 y mantiene el mismo interés y la misma actualidad que en 1980. Una novela que no juzga, no adjudica valores ni miserias; tan solo muestra unos personajes, unas motivaciones, unos hechos, y nos dice "así somos, esto es lo que hay. Enfréntate tú mismo, lector, a ello como puedas".
Andreu Martín |
Por la época en que Andreu Martín escribía y ganaba sus premios yo ya estaba enganchada a la lectura desde hacía muchos años, pero me dedicaba sobre todo a los clásicos del siglo XIX y XX. Estaba bastante desconectada de los que se estaba escribiendo en el momento y este autor quedó desconocido para mí. Más tarde, tampoco hace mucho, empecé a oír hablar y a leer cosas sobre él y a tenerle ganas. Pero fue Paco Camarasa, como no, en "Sangre en los estantes" quien me dio el empujón definitivo. Eso de que en la librería siempre hubiera ejemplares de "Prótesis", unido a los tres premios Hammett, hizo que apuntara este libro y, aunque he tardado unos meses en leerlo, estaba claro que llegaría. Y ha sido todo un acontecimiento porque en él he descubierto una gran historia y un maestro del género que puede codearse sin rubor con los más reputados escritores estadounidenses y al que creo que no hay escritor nórdico que le pueda desatar los zapatos. Uno de los grandes.
Título del libro: Prótesis
Autor: Andreu Martín
Nacionalidad: España
Nacionalidad: España
Editorial: Belacqua
Año de publicación: 2007
Año de publicación original: 1980
Nº de páginas: 201
Hola Rosa, de Andreu Martín solo he leído hace un montón de años Memento de difuntos, recuerdo que no me gustó mucho porque no era una novela al uso, al menos para lo que yo leía en ese momento, y nunca repeti con el autor. Ahora, mucho tiempo después y estando habituada a otro tipo de historias, seguro que el autor me convence más. Me apunto tu recomendación y buscaré el momento apropiado para leerla porque por lo que cuentas es una historia muy dura. Besinos.
ResponderEliminarYo no había leído nada, pero después de este aún tengo más ganas de leer alguno de los tres Dashiell Hammett que tiene.
EliminarEs un gran autor. Me lo habian puesto muy bien y ha superado mis expectativas.
Un beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarLa verdad es que desconocía al autor y por tanto la novela. Y qué bueno que cuarenta año después no haya envejecido y pueda considerarse un clásico ya. Por otro lado, la venganza me parece un tema universal y que puede tratarse desde muchos puntos de vista. En este caso parece ser de manual, con una meticulosa paciencia y llevada a cabo de una forma brutal. Muy interesante.
Besos y buena semana.
Es todo un clásico y como todos los clásicos, nunca pasan de moda. Menuda película tiene este libro. Me la imagino dirigida por Enrique Urbizu que es muy bueno en la gestión de la violencia. Bueno, Tarantino tampoco lo haría mal 😂.
EliminarUn beso.
La sinceridad de tu reseña la agradezco mucho, mira que el argumento atrae un montón pero la brutalidad que narra, de seguro me dejará un bajón por muchos días. Y es que hace rato no leo nada demasiado fuerte, tratando de recuperarme de novelas del 2019.
ResponderEliminarQué comprometidos los personajes con su venganza, pues pasar tantos años y seguirla sintiendo tan viva y tan ansiada, es casi enfermizo. Pero claro, una que no ha vivido en carne propia esas barbaries, no debe juzgar y es lo que ha hecho el autor. No soy de las lectoras frías, a mí realmente las líneas de los libros me comprometen las emociones y me hacen tomar partido.
Es que había motivos para vengarse. Tanto la víctima como el victimario tienen deudas que cobrarle al otro y lo hacen de manera brutal.
EliminarSino quieres violencia, este libro mejor déjalo pasar.
Me queda la curiosidad de lo que habrás leído en 2019 para tener que descansar de violencia.
Un beso
¡Me lo pido ya! Una novela muy mía la que nos traes hoy, Rosa. La venganza, uno de los mejores motores narrativos, protagonistas duros, diálogos que presumo a la altura y escenas potentes. ¿Alguien se puede resistir? Más pronto que tarde la leeré. ¡Ah! Veo que el libro de Paco lo estás exprimiendo a tope, je, je, je... La verdad es que es un delicia todo él y toda una invitación para leer este maravilloso género negrocriminal. Un abrazo!!
ResponderEliminarLa recomendación que definitivamente me hizo leer el libro de Paco Camarsa fue tuya y es una de las cosas mejores que me han recomendado. Él habla maravillas de Andreu Martín.
EliminarEstá novela es de las que enganchan totalmente. Te la recomiendo sin dudar.
Un beso.
Me ha convencido desde el principio. Este sí o sí engrosa mi lista para ser leído más pronto que tarde.
ResponderEliminarel género negro español es muy potente, será que los escritores como la mitad de los españolitos están hastiados de injusticias y añagazas políticas y de otros tipos, y se desahogan escribiendo "duro" para soltar todos sus demonios.
Contamos con buenos autores de este tipo de género que, coincido contigo y es cierto, ningún famoso extranjero debería hacerles sombra.
Un beso
Pues este año me voy a dedicar al negro español. Y tienes razón que hay mucho y muy bueno.
EliminarHay americanos que son auténticos maestros, pero este español, Andreu Martín, es de los buenos. Y teniendo en cuenta que el libro es de 1980, es genial. Ha envejecido mejor que Sofía Loren. 😅😅
Un beso.
Pero, Rosa, por favor, no me hagas esto. Otra novela para añadir a mi "Wish list", mi lista de deseos. Perdona el anglicismo pero no lo he podido evitar. En las empresas extanjeras en las que he trabajado (todas) se utilizaba mucho, je,je. Si esta lista va creciendo como hasta ahora, necesitaré llevarme los libros pendientes de lectura al otro mundo, que dessde luego será mucho más tranquilo que este y donde el tiempo no cuenta, ja,ja,ja.
ResponderEliminarEn lectura, tú eres un galgo y yo un chihuaha. Cuando yo he terminado de leer un libro de 500 páginas, en el mismo periodo de tiempo tú te has leído cuatro, o más, ja,ja,ja.
Aun así, me apunto esta novela y que sea lo que Dios quiera.
Un beso.
Mi lista ya excede lo que cabe en una larga vida. Empiezo a empacar lo que me voy a llevar a la otra vida 😂😂, pero este te recomiendo que no lo dejes tanto tiempo. Merece la pena para esta vida.
EliminarAun con todo lo que leo, hay quien lee más todavía.
No creo que a Dios le importe mucho lo que leemos 😅 😅
Un beso.
Pues sí, como te han comentado, veo que el libro de Paco Camarasa está siendo un verdadero filón de excelentes títulos. Admito mi desconocimiento respecto a un autor tan veterano como Andreu Martín, fíjate, una obra nada menos que de 1980. Una época que, si el presente nos parece un tanto sórdido, en los 80 el panorama de desolación, con los estragos de la heroína y la delincuencia juvenil… tela marinera. Y la policía tenía licencia, como bien dices, para casi todo, ahí tenemos el famoso caso de El Nani, desaparecido en 1983 después de un “turbio” interrogatorio policial, torturas mediante.
ResponderEliminarUna reseña estupenda, Rosa, se nota en tus frases afiladas el impacto de la novela.
Beso.
Lo primero que hace Paco Camarsa en su libro es una maravillosa defensa de la literatura negra y policial. Ya solo por eso merece la pena el libro. Y por la fascinante personalidad y humanidad del autor que se puede adivinar. Una lástima no haber conocido su librería "Negra y criminal" de la Barceloneta.
EliminarDe Andreu Martín hablaba con mucha admiración y eso más los tres Dashiell Hammett que acumula me hicieron apuntarlo con tinta roja en mi lista de pendientes.
No sé salva nadie en esta novela. Si es caso, los policías del final parecen más humanos y capaces de una cierta empatía con la especie humana.
Un beso.
No me extraña que quiera vengarse por haber perdido todos los dientes... con lo caras que salen las endodoncias!!
ResponderEliminarEste creo que lo dejo pasar.
Un besote.
Y con veinticinco años no es cuestión de hacerse una baratita y de saldo. Cada noche, el Migue metía en el vaso una fortuna.
EliminarProbablemente no te gustaría este libro, aunque nunca se sabe.
Un beso.
Fui devorador de las novelas de Flánagan en su día y el señor Martín el primer autor que conocí, porque la biblioteca de mi ciudad le invitó a dar una charla. Contestó a todo lo que le preguntamos y en resumen, fue genial. Poco después también vino Vázquez Figueroa, faltó Jordi Sierra para tener completo mi altar juvenil: escritores de raza, purasangres de la narración, aventureros, no sé. A mi me tenían fascinado. De sus novelas más serias no he leído nada, conozco "Prótesis" porque pasa por ser un clásico. Le daré un empujoncito aprovechando tu mención en el blog. Me cuesta seguirte el ritmo, pero esta cae.
ResponderEliminarUn abrazo.
Entonces ya sabes de qué hablo cuando digo que Andreu Martín es uno de los grandes y está novela, a mí, que soy entusiasta del género, me ha parecido una gran novela.
EliminarYo lo que no le he leído es nada juvenil y tampoco me apetece. Tiene tanto para adultos que prefiero meterme por ahí.
De Jordi Sierra o Fabra solo he leído su serie sobre el inspector Miquel Mascarell, que se ambienta en la posguerra en Barcelona y me gusta mucho.
Sí yo los hubiera pillado en mi adolescencia...
Un beso.
Com certeza é um clássico,vou comentar com meu marido ,ele vai gostar😉
ResponderEliminarSeguindo o blog
Todo un clásico. Si a tu marido le gusta el género negro y criminal, le gustará.
EliminarUn beso.
Por lo que nos comentas en tu magnífica reseña, me has descubierto a un autor que merece la pena leer. A medida que leía tu reseña me decía que estaba ante un clásico del género; nos sé si incluso catalogarla como novela negra, por la historia que hay detrás de esa venganza. Tomo buena nota de ella, ya lo creo. Besos.
ResponderEliminarResulta un poco difícil de catalogar. Es negra, es social, es policíaca... Es muy buena, tanto que no hay que molestarse en etiquetarla. Muy dura y violenta también. No deja indiferente.
EliminarUn beso.
Veo que Paco Camarasa te sigue proporcionando alegrías con sus recomendaciones.
ResponderEliminarMe ha parecido muy original ese inicio de novela con esa sonrisa de calavera. Y se agradecen los lectores que no tienen concesiones ni con sus personajes ni con sus lectores, aunque ello haga que la lectura de sus libros resulte dura e incómoda. Muchas veces la realidad también lo es.
Besos
Para un amante del género negro y criminal, Paco Camarasa es una fuente indispensable. Lo conocía todo y tenía muy buen criterio. Es cierto que gracias a él he conocido a muchos atutores y me he decidido a leer a otros que ya conocía. Nada me da más rabia que saber que la última vez que estuve en Barcelona la "Negra y criminal" estaba allí, en la calle de la Sal número 5 de la Barceloneta y yo sin saberlo. Es una de las cosas a las que más siento haber llegado tarde.
EliminarEsta novela y a este autor se lo debo a Paco Camarasa, aunque ya lo conocía, él me dio el empujón final.
La novela es muy dura, pero como dices, también la vida lo es, y está llena de mala gente, de la que no se salva casi nadie, pero es lo que hay en ciertos ambientes.
Un beso.
Suena interesante Adoro lo criminal los rescates las aventuras que uno puede ver mas allá de lo que es la realidad Un abrazo
ResponderEliminarUna gran novela de uno de los grandes del género.
EliminarUn beso.
Todo un lujo recorrer esos mundillo se criminales y de venganzas de tu mano.Rosa.
ResponderEliminarSonrisa de cadáver. Puf.que feo.Difícil de asustar con palabras soy.pero estas me dieron repelús.
Es una metáfora sumamente gráfica, muy conseguida esa de la sonrisa de cadáver para una dentadura postiza en el interior de un vaso.
EliminarUna gran novela.
Un beso.
¡Hola! Pues ya imaginarás (ya me debes conocer un poquito, en cuanto a gustos lectores) que esta me la llevo y que me dejas con muchas ganas de hincarle el diente. No conocía ni el autor ni el libro, pero pinta superinteresante, seguro que lo termino leyendo. Ya te contaré. Por cierto, ya que estoy por aquí, te ciento que recomencé "Fin de temporada" y que me he enganchado a ella (he recordado que la abandoné no porque no me enganchara, sino porque ya sabes que el prólogo narra el accidente de coche y bueno, sentí en ese momento que si se iba a ahondar en el tema de la muerte, me iba a doler, si es que para todo hay un momento). Me está gustando mucho y estoy deseando conocer ese final que a ti, te impactó. Ya te contaré si a mi también me impacta.
ResponderEliminarBesos
Qué alegría que ye hayas reconciliado con "Fin de temporada". Me encantará saber tu opinión y ver si el final te parece también duro o es una mera sensación mía.
EliminarRespecto a "Prótesis", poco puedo añadir a lo ya escrito en la entrada. Lo considero a la altura de los mejores del género. Todo un maestro. ya me contarás.
Un beso.