"Irina" Empar Fernández

"Hice cuanto pude por olvidar que me llamaba Cadavieco Marón. La hoja se separaba del árbol. Para mis nuevos amigos, para mis colegas en el laboratorio, para los conocidos que nada sabían de mi pasado fui en adelante Irina Korovin. Poco a poco conseguí tener una nueva vida". No es el inicio del libro, pero es el momento en que una vida se inicia tras acabar otra. Es el momento en que, después de resistir y luchar contra lo inevitable, Asunción decide que ya no le queda nada de su vida anterior, ni padres, ni hermanos, ni patria; es cuando decide que a partir de entonces será Irina y adquirirá una nueva patria, una nueva familia, una nueva vida.

"Irina", la cuarta novela que leo de Empar Fernández, me vuelve a dejar la sensación de las anteriores. No me acaban de convencer, pero... Las otras tres son las que forman parte de lo que se ha llamado Trilogía de la culpa, una calificación que por sí misma me las hace muy interesantes pues la culpa es uno de los sentimientos a los que más partido se le puede sacar en literatura y de los que más me interesa. El primer libro de la trilogía, "La mujer que no bajó del avión", fue el que más me gustó y mereció una reseña independiente. Los otros dos, "La última llamada" y "Maldita verdad", aparecieron respectivamente en las entregas I y XI de mi sección Sin reseña. Aunque me parecieron de menor calidad, sobre todo "La última llamada", mi impresión no fue tan negativa, como se ve, como para dejar de lado a la autora. 

Algo similar me ha sucedido con "Irina", que no llega a convencerme, pero tampoco me disuade del todo. "Irina" es una novela que transcurre en Barcelona en abril de 2016, en que encontramos a Santiago, un hombre que recientemente se ha separado de su mujer o, mejor dicho, su mujer se ha separado de él. Y es que su matrimonio había llegado a ser envuelto por la rutina que lo ha ahogado como si de una enredadera parásita se tratara. "Santiago se preguntaba si el amor era eso, esa rutina amable a la que se había acostumbrado en pocos meses. La misma rutina sin agobios ni sobresaltos que incluía hacer el amor una vez a la semana y que a Andrea no parecía bastarle". Santiago es un hombre con tendencia al pesimismo que ni disfruta de su trabajo en una empresa inmobiliaria ni de su tiempo libre que consume con desgana entre cervezas y películas de acción. 

Unos meses antes, en Moscú, Irina tiene que ser ingresada en un hospital aquejada de una crisis respiratoria. Cuando su vecina, Oxana, busca su documentación para el ingreso hospitalario, solo encuentra papeles a nombre de Asunción Cadavieco Marón. Nada a nombre de Irina Korovin. En el hospital, Irina está sola. Tan solo cada dos o tres días recibe la visita de Oxana. Obsesionada con la idea de que no ha conseguido nada de lo que esperaba de la vida, de que a su muerte nadie sabrá ni recordará la peripecia vital que ha seguido hasta llegar a ese hospital de Moscú, decide hacer a Oxana partícipe de su vida "Encontrarás el cuaderno en el armario de mi habitación, en un cajón junto a otros documentos y algunas fotografías muy antiguas. Es grande y tiene las tapas negras, lo reconocerás enseguida"

La primera parte alterna la estancia en el hospital de Irina, con las vivencias de Santiago en Barcelona cuatro meses después. Si Irina está llegando al final de su vida con tan solo un cuaderno como legado de todas sus peripecias, Santiago está sumido en una especie de depresión y desgana que tan solo la cerveza y el tabaco son capaces de mitigar. Pero Santiago e Irina están a punto de encontrase, y si Santiago se va a convertir en el depositario de las memorias y de la historia de Irina, esta conseguirá que Santiago encuentre una razón para vivir y para seguir adelante.

Para Irina, la vida ha estado condicionada por la guerra. Primero la Guerra Civil, en Asturias, después, ya en Rusia, la Guerra Mundial. Por su parte, "Santiago no conocía más guerra que la que libraba a diario consigo mismo". Pero ahora eso va a cambiar, porque Santiago va a ser depositario del cuaderno de Irina y, a la vez que nosotros, va a saber de la apasionante y complicada vida de la mujer. Además, se va a enamorar y va a vivir experiencias que nunca pensó, en su anodina y vulgar existencia, que llegarían a sucederle a él.

Empar Fernández
Si la historia de Irina me ha resultado bastante interesante, la parte actual me ha parecido un tanto excesiva. No quiero destripar la trama de una novela que tiene su parte de intriga. Ya en la portada del libro se habla de los niños de Rusia por lo que a nadie le importará que diga que la historia de Irina/Asunción, es la de una niña que tuvo que dejar su vida en 1937 para empezar otra nueva en la URSS, aunque durante muchos años esa transición quedó en suspenso. Ella siempre esperaba volver a Asturias con sus padres. Tuvo que pasar mucho tiempo y muchas cosas para que Asunción se convirtiera en Irina e hiciera de la URSS su Patria.

Por otro lado, Santiago se hará con el cuaderno y se asomará a la historia de Irina y a su propio pasado, se reconciliará con su presente, se enamorará y vivirá experiencias peligrosas que comprometerán su futuro, pero al menos le darán nuevos motivos para vivir. Y aunque esta parte me ha parecido más floja, menos original y más inverosímil, la novela en su conjunto es aceptable y aún me quedan ganas de repetir con la autora a ver si doy con una novela suya a la que no le pueda poner peros. O al menos que me guste tanto como la primera que le leí.

Título del libro: Irina
Autora: Empar Fernández
Nacionalidad: España
Editorial: Versátil
Año de publicación: 2018
Año de publicación original: 2018
Nº de páginas: 304

Comentarios

  1. Me has dejado intrigado con ese anclaje entre Santiago (que se hace con el cuaderno de Irina) y la propia Irina; es decir, como llegará ese cuaderno a su poder, y que con buen criterio te reservas para no contar más de la cuenta.

    Supongo que en la unión de esas dos realidades, Santiago e Irina (o su cuaderno…), en como lo ha planteado la autora, y a partir de ahí, la deriva que toma la vida Santiago, es donde sitúas los peros.

    No sé si es el caso, pero a veces el afán de dar un golpe de efecto en la novela, de buscar la sorpresa en el lector con un giro imprevisto, rocambolesco, etc, etc… se puede ir un poco de las manos, creando un escenario un tanto inverosímil, como tú señalas.

    Los Niños de Rusia, todos esos menores españoles que fueron expatriados durante la Guerra Civil, es un acontecimiento que siempre me ha fascinado e impactado. Cada una de esas historias personales ya me parecen una experiencia extraordinaria. He visto numerosos documentales al respecto y leído artículos, porque cuando contemplo a una de esas niñas (soy padre de dos niñas; 4 y 8 años) de 5, 7 años... abrazada a su madre y a su padre, despidiéndose de ellos, del único mundo que tienen y entienden a su pequeña edad… uff, es algo en lo que necesito indagar. Luego muchos de los que volvieron para el reencuentro, estando sus padres verdaderos aún vivos, solo encontraron en ellos a unos desconocidos, qué triste. Al menos tuvieron una segunda oportunidad para vivir, pero vaya experiencia, madre mía.

    Bueno, disculpas por desviarme un poco de la novela, amiga Rosa.
    Un placer leerte.

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    1. A partir de que Santiago se encuentra con el cuaderno de Irina, surge una historia negra con mafia del este incluida. Esa es la parte que menos me gustó.
      La peripecia vital de Irina y su viaje a Rusia y demás fue lo más interesante.
      Yo también he visto documentales y he leído libros sobre los niños de Rusia y es terrible. La verdad es que hasta que empezó la guerra mundial, no les faltó de nada material, pero todos estaban deseando volver con sus familias. No obstante, aquello les salvó la vida. Aunque tuvo que ser terrible.
      Un beso.

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  2. Creo que te he leído reseñas de otras novelas de esta escritora y recuerdo que no te habían llenado plenamente. Pasa muchas veces y más en lectores como tú, con criterio, que piden a lo que tienen en sus manos una calidad mínima. Estoy convencido que, quizás (¡vaya, si estaba convencido por qué ahora digo 'quizás'!) haya lectores que no perciban defecto alguno por su menor experiencia y nivel lectores.
    Sobre el asunto de los niños de la Guerra Civil, Rusia, y el retorno de algunos de ellos o de sus descendientes a España hay bastante escrito.
    La novela me llama lo justo.
    Un beso

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    1. No me acaban de llenar, pero tampoco me decido a dejar a la autora aparcada. Algo hace que siempre termine por volver a ella.
      Es curiosa la forma que tenemos de hablar y kas muletillas que tenemos adquiridas. Yo también utilizo el "quizás" o el "tal vez" aunque esté segura de algo.
      Un beso.

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  3. Hola, Rosa.
    Detrás de los Niños de Rusia se esconden cientos de historias de lo que en el fondo fue algo dramático y muy triste. Creo, además, que cuando muchos de ellos volvieron en la década de los cincuenta no se adaptaron muy bien a España. Respecto a la novela en sí, aunque interesante, no sé muy bien si despertará mucho interés y si tuvo éxito en el 2018 que fue cuando se publicó según la ficha final.
    Besos y buena tarde.

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    1. La autora tiene sus seguidores, (yo entre ellos, aunque no termine de entusiasmarme), pero no es tan conocida como para tener mucho éxito.
      La historia de los niños de Rusia es terrible porque los que volvieron, como dices, estaban desubicados, al final ni aquí ni allí. Puede ser que los que se quedaron terminaran por construirse una nueva vida y estuvieran mejor. De todas formas, muy duro.
      Un beso

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  4. No he leído nada de la autora, quizás más adelante me anime con la primera novela de esta trilogía que comentas, aunque bajaré expectativas. Besos

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    1. Esa primera novela de la trilogía es como digo, la que más me gusta. Me resultó original.
      Yo aún seguiré leyendo a la autora. No descarto que una novela suya me llegue a entusiasmar.
      Un beso.

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  5. Comprendo el esfuerzo de documentación y ambientación de Empar Fernández para construir el argumento de esta novela, que me parece muy ambiciosa y valiente como primera vez que alguien se preocupa de ponerle letra a todo ese angustioso e infeliz éxodo de los niños de la guerra civil exiliados con destino a Moscú o "Los niños de Moscú".
    De momento dejo aparcada la idea de bucear literariamente en tales hechos históricos, ya que tengo una lista bastante numerosa de lecturas pendientes. No obstante me ha gustado tu reseña.
    Un beso.

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    1. La parte de la niña enviada a Moscú es lo más interesante de la novela. Me imagino que ha requerido una buena labor de documentación, aunque por suerte para la autora, hay mucho donde buscar.
      Un beso.

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  6. Hola Rosa.
    Pues no sé qué decir, creo que es una novela qu voy a dejar pasar por ahora.
    Muchas gracias por la reseña y muy feliz día.

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    1. Te diré que Irina, cuando era Asunción, era asturiana y embarcó en el Musel para ir a Rusia.
      Entiendo que la dejes pasar. No se puede leer todo.
      Un beso.

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  7. El tema es muy interesante y original también porque la historia de los niños de Rusia no ha sido excesivamente contada pero, por lo que dices, la novela no acaba de cuajar del todo. Me ha gustado tu reseña, Rosa. Un beso.

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    1. Sí que es un tema interesante. La novela no termina de cuajar, pero por la parte de Santiago, que quiere ser un tanto negra, flojea un poco para mí gusto. Aun así...
      Un beso.

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  8. No sé si me he dejado influir por tu crítica, pero con solo conocer tu opinión inicial sobre esta cuarta novela de la autora, lo que he ido leyendo a lo largo de tu reseña me ha parecido bastante "soso". Ciertamnte que, como dicen mis colegas más ariba, el tema de los niños de Rusia despierta, en principio, el interés del lector, pero me da la impresión que esta historia me aburriría. Mirándolo positivamnete, una menos que anotar, je,je.
    Un beso.

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    1. Es bueno pasar por una reseña y salir de ella sin apuntar nada.
      El tema de los niños de Rusia es interesante y esa parte esta novela la cuenta bien, pero tal vez haya mejores fuentes para acercarse al tema.
      Un beso.

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  9. Supe de los niños de Rusia gracias a tu blog, por otra reseña que hiciste sabrá Dios hace cuánto. Recuerdo que quedé de investigar más y no lo he hecho. Yo me lo apuntaría, el tema de las guerras es complejo y da para mucho sufrimiento humano con el qué compadecerse. Un ejercicio de las emociones.

    Muy buena reseña, pese que no has dado con la mejor de las novelas de la autora, para mí ha sido suficiente como para despertarme el interés.

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    1. No recuerdo haber escrito sobre el tema, pero que yo no lo recuerde, no significa mucho, dada mi desmemoria.
      Ese aspecto de la Guerra Civil española es de los más duros. Hubo niños diseminados por Europa, en Suiza, en Inglaterra... pero los de Rusia, tal vez por las características del país, por la lejanía o por el hecho de que muchos no volvieron, son los que más llaman la atención.
      Sí no has leído nada sobre el tema y te interesa, esta novela puede ser un buen acercamiento.
      Un beso.

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  10. No me animo mucho con las novelas que manejan dos hilos temporales porque suele pasarme como a ti con esta, que una parte me gusta mucho y la otra se me queda un poco coja. Aun así la parte sobre los niños de Rusia suena interesante.
    Besos

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    1. A mí me suelen gustar, pero siempre que ambos hilos estén bien cada uno independiente y en su engarce. La verdad es que he leído novelas muy buenas que manejan esas características. En esta me ha fallado la parte actual. Y la parte de la historia de Asunción y su periplo por tierras asturianas y rusas a través de dos guerras es muy interesante en verdad.
      Un beso.

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