"Los niños" Edith Wharton

"Ciertos hombres tenían una suerte increíble en sus viajes. Les bastaba con subir a un tren o a un barco para encontrarse con un antiguo amigo o trabar amistad con alguien, lo cual era mucho más emocionante. Siempre coincidían en el mismo compartimento o en el mismo camarote con alguna celebridad errante, con el propietario de una casa famosa, de una colección notoria o de una personalidad divertida y peculiar, siendo este último, claro está, el caso más infrecuente, por ser el más reconfortante". Y si eso es lo que le pasaba a Edward, tío abuelo de Martin Boyne, no es el caso del propio Martin quien al contemplar desde la cubierta la larga fila de pasajeros de primera clase que ascendían por la pasarela del barco solo pensó que no había uno solo con el que le apeteciera hablar. 

Martin Boyne es un ingeniero que ha viajado mucho. Le gusta la aventura y, afortunadamente para él, ha habido mucha en su vida pues gracias a su trabajo y a las obras que ha tenido que realizar ha viajado a lugares recónditos y muy alejados de su Estados Unidos natal. Ahora, mediada la cuarentena de su vida, ha decidido retirarse e ir en busca de Rose Sellars, la mujer a la que ama desde hace años y que por fin ha quedado viuda. Para ello se embarca en Argel con destino a Venecia, desde donde piensa salir inmediatamente de viaje hasta Cortina, cerca de donde Rose vive en un chalet en los Dolomitas. 

Pero toda la indiferencia de Martin ante los pasajeros que ascienden por la pasarela se convertirá en interés ante la visión de una joven, casi niña aún, que asciende con un bebé en brazos. "Los hombres de cuarenta y seis años no se quedan sin respiración ante la visión de una cara bonita con tanta frecuencia como a los veinte pero, cuando ésta los impresiona, el impacto es mucho más fuerte". Así fue como Martin entró en contacto con Judith Wheater y la impresión que la joven le causó fue tal que le hizo asombrarse ante el maldito canalla que podía haberse casado con ella "nada más salir de la guardería" y convertirla en madre de un bebé que pesaba demasiado para su menuda figura de adolescente. Pero pronto saldría de su error. Judith no era más que la hermana mayor de una caterva de niños de los que el más pequeño, Chipstone, es el que ahora lleva en brazos. Los niños viajan acompañados de una criada y una institutriz, y van a encontrarse con sus padres en Venecia.

Lo de los padres o hermana, es un decir. Allí hay hermanos, una hermanastra y hasta una pareja que no es nada de los otros, pero a los que también se considera hermanastros. Todos ellos son el resultado del divorcio de los padres, sus siguientes y respectivos matrimonios y divorcios y su reciente reconciliación que ha dado como feliz resultado al pequeño Chipstone. Pronto Martin Boyne sabrá que ese matrimonio est´formado por unos viejos amigos a los que no ve hace años. "Cuánto tiempo debía de llevar fuera del mundo, concentrado en su trabajo como ingeniero, primero en Argentina, luego en Australia y desde la guerra en Egipto, [...] para no situar a Cliffe Wheater de inmediato como el chico de Chicago, de cara ancha y encarnada, que había estudiado con él en Harvard y más tarde se había convertido en uno de los millonarios más extravagantes de Nueva York".

Los padres son lo suficientemente ricos, egoístas e inmaduros como para dejar a sus hijos en manos de sirvientes mientras ellos disfrutan de las diferentes estaciones del año en los distintos lugares en los que se mueve la actividad social. Ahora disfrutan del verano en Venecia y los niños van a encontrarse con ellos. Son niños de hotel que no conocen lo que es un hogar seguro, siempre pendientes de los caprichos y de los acuerdos de divorcio de sus padres "el señor Wheater [...] insistió en su derecho a que Terry se quedara con él, y a tener consigo a Judith y Blanca cuatro meses al año[...] Judith no soportaba que sus padres discutieran. Por desgracia tuvo que acostumbrarse a eso, pero a lo que no se acostumbró fue a estar separada de Terry después del divorcio y dos nuevos matrimonios, y a ser empaquetada con Blanca todos los años de acá para allá, de un Hotel Palace a otro Hotel Palace, donde en el momento se encontraran el padre o la madre".

Ahora, los hijos del matrimonio Wheater, más la niña que Cliff tuvo en su posterior enlace con una alocada actriz, más los dos niños que se encontró la señora Wheater cuando se casó con un príncipe italiano y con los que cargó tras su divorcio, han jurado no volver a separarse más y para ello cuentan con la ayuda de su institutriz y, pronto también, con la de Martin Boyne. Y es que hay algo que los niños, al menos los mayores, no pueden dejar de pensar "Y, si vuelven a pelearse, ¿qué será de nosotros, de los niños?".

Martin trabará amistad con los niños, e incluso compartirá camarote con Terry, y se irá dando cuenta de su situación. Los niños han estado más tiempo separados que juntos. Siempre al albur de los caprichos y de la situación de sus padres, dependiendo del último divorcio, el último matrimonio o el último amante de cada uno. Incluso ahora, con sus padres de nuevo juntos y estrenando nueva paternidad, se sienten amenazados por los respectivos padres de los hermanastros que podrían reclamarlos. A eso hay que unirle el hecho de que tampoco la estabilidad del matrimonio inspira mucha confianza en los niños. Como Terry le confiará a Martin "nos marchamos eternamente de todas partes. Pero supongo que a todos los niños les pasa lo mismo, ¿verdad?, divididos entre tantos padres que viven en lugares distintos y que tanto se pelean para ver con quién se van los niños, y encima los abogados lo cambian todo cuando crees que por fin se han puesto de acuerdo… Es natural que los niños tengan que andar de un sitio a otro cuando son pequeños"

No le parece muy natural a Martin que cada vez se siente más cercano a los niños y más afectado por su situación. Ha llegado incluso a posponer su viaje a Cortina para poder hablar con sus antiguos amigos los Wheater. De esta forma se quedará varios días en Venecia donde su amistad con los hermanos y hermanastros irá creciendo a la vez que su percepción del desastre familiar en el que viven. En realidad,  los padres solo piensan estar unos días con los niños antes de mandarlos a otro destino alejado con la disculpa de la débil salud de Terry a quien el aire puro de la montaña es lo que le va mejor. Ni siquiera los dejarán alojarse con ellos en el Palace, sino que los mandarán a una pensión mucho más modesta. Tan solo el pequeño Chipstone será admitido a compartir el lujo de sus padres. En opinión de la institutriz, no es que no les quieran, es que no saben como cuidarlos y han trasladado el problema a Judith. Y Judith, como quien no quiere la cosa, no deja de recordar a su mejor amiga Doll Westway con quien estuvo hace un año en Deauville, otra niña de hotel Palace cuya historia tardará en sernos contada o, más bien, insinuada.

Pero algo hay en Martin que va más allá del interés por unos niños desvalidos, hijos o hijastros de unos amigos de juventud. Algo que emana de Judith lo tiene fascinado e incluso le borra por momentos la imagen de la mujer a la que se dispone a visitar. Algo que esta intuye por las cartas que recibe en las que él le cuenta toda la historia. "«Me ha interesado mucho la pintoresca descripción que haces de la niña-madre [...] que guía a esa familia tan heterogénea por toda Europa mientras los padres se divierten en Venecia. [...] Estoy segura de que si conociera a esa niña me enamoraría de ella, como es evidente que te está pasando a ti. Por suerte te marcharás pronto, de lo contrario te veré llegar con una niña-novia como en las películas y una tribu de seis (¿o son siete?) hijos adoptivos»". No tardará Rose en conocer a la niña y a toda la tribu pues, por circunstancias azarosas derivadas de la caótica situación de los padres, todos los niños y las mujeres que los tienen a su cargo terminarán en Cortina, a donde ya ha llegado también Boyne dispuesto a casarse con Rose y olvidarse de un asunto sobre el que piensa que no tiene influencia alguna. 

Edith Wharton

La novela termina por resultar fascinante. El encuentro de Martin con los niños conseguirá muchos cambios en muchas vidas, aunque quizás no sean los cambios que él pretende ni los más deseables. Otras historias se me han sugerido mientras leía "Los niños". Me vino a la cabeza "Suave es la noche", de Scott Fitzgerald, por esa vida de lujo de la gente rica en los mismos años veinte, esa vida de diversión apática y de aburrido hedonismo, inane y agobiante de tanta ociosidad que no se sabe cómo llenar. No he podido dejar de recordar la película "Sonrisas y lágrimas", con esos siete niños necesitados de que alguien consiga que su padre los quiera y se fije en ellos. En "Los niños" hay padre y madre, pero ellos buscan en Boyne su María particular, una figura que haga que su vida empiece a ser familiar y a estar presidida por la figura de unos padres que lo sean más que de nombre. Historias que puede que no tengan nada que ver con esta o puede que tengan que ver demasiado. Quiero decir que ninguna de ellas estaba en la mente de Edith Wharton (ambas son posteriores a "Los niños") cuando escribió esta novela, pero hay historias de cierto tipo de gente en ciertos ambientes que, con sus matices, siempre son la misma historia.

Edith Wharton es de esas autoras tan prolíficas que siempre hay un libro de ella que no nos suena, con el que no contábamos. Eso me sucedió a mí cuando me encontré con este título recomendado para el reto Serendipia recomienda 2020. No era "Los niños" uno de los títulos que tengo anotados de la autora, pero nada más leer la reseña en que se recomendaba me resultó muy apetecible, aunque ya lo hubiera sido tan solo por lo que me gusta la autora. Como siempre, Edith Wharton responde a las expectativas y las supera.

Otras novelas de Edith Wharton que he leído:
"La edad de la inocencia"

Esta novela la he leído como recomendación de Marta, del blog Cuentos vagabundos. Dicha recomendación me llegó a través de El Reto Serendipia Recomienda 2020. Esta es la segunda novela que leo de las tres que supone el reto. Si queréis saber cuáles son las otras dos podéis verlo en esta entrada de mi blog.

Esta novela entra en el IV reto "Nos gustan los clásicos" por estar publicada antes de 1980. "Los niños" está publicada en 1928.

Esta novela entra también en el II reto  "Cabalgando entre clasicospor estar publicada antes de 1970.

Título del libro: Los niños
Autora: Edith Wharton
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: The Children
Traducción: Catalina Martínez Muñoz
Editorial: Alba
Año de publicación: 2005
Año de publicación original: 1928
Nº de páginas: 416

Comentarios

  1. Menuda reseña te has marcado. Me has tenido enganchada a ella. ;-)

    Tomo nota del título, que tampoco lo conocía. En cuanto a la autora, la conozco solo por nombre porque no he leído nada suyo... Veo que no tienes reseña de La edad de la inocencia, pero tengo curiosidad por saber tu opinión. ¿Te gustó? He comprado algunos títulos de la colección de Novelas Eternas de RBA y dejé pasar ese título, pero tal vez lo busque si merece la pena.

    ¡Besos!

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    1. "La edad de la inocencia" la leí mucho antes de tener el blog y por eso no hay reseña. Me gustó mucho. Le valió un Pulitzer a su autora y es un premio que nunca me ha decepcionado.
      Creo que es una buena novela para estrenarse con la autora.
      Es una autora que no hay que dejar pasar.
      Un beso.

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    2. Muchas gracias por tu respuesta, Rosa. Tendré en cuenta tu recomendación. :)
      ¡Feliz semana!
      Un beso.

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  2. También es un título de Wharton desconocido para mí pero tiene muy buena pinta. Parece que lo de la familia desestructurada no es un tema tan solo actual y que es también independiente de la condición social. Tengo que animarme de una vez y repetir con esta autora.
    Besos

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    1. Yo ya he leído cuatro libros de Wharton, pero con toda la obra que tiene es muy poco.
      Al igual que su amigo Henry James, es de esos autores a los que siempre hay que volver. Reconozco que a veces me da pereza y prefiero algo más actual, pero siempre que me meto con ellos me arrepiento de no haberlo hecho antes.
      Un beso.

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  3. Hola, Rosa ¡Cuánto me alegra que te haya gustado! A mí Edith Warton me encanta y siempre la recomiendo mucho. Esta es una historia muy agradable de leer y tu reseña, desde luego, le hace justicia. Un beso grande.
    (También yo en Serendipia elegí "La maleta" por tu recomendación 😉)

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    1. Veo que nos hemos recomendado bien. No sabía de la existencia de la novela y me ha encantado leerla. Edith Wharton es una gran autora, con temas y argumentos muy variados y con una fina perspicacia a la hora de analizar las distintas situaciones.
      Ya vi que te gustó "La maleta". Una gran novela y un gran autor.
      Un beso.

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  4. No he leído nada de esta autora. La tendré en cuenta para las próximas lecturas. Gracias por compartir tus lecturas.

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    1. Edith Wharton es una de esas autoras clasicas que no se puede dejar de. conocer. Aunque sólo sea para saber si gusta o no. Pero veo difícil que no le guste a quien ame la buena literatura.
      Un beso.

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  5. Por tu reseña parece una lectura agradable de leer, de modo que tomo nota y leerla.
    Un beso.

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    1. Muy agradable y además muy inteligente en su percepción de la realidad que rodeaba a esa sociedad rica de los años veinte.
      Te gustará, espero.
      Un beso.

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  6. Leí La edad de la inocencia y en estos momentos con Cuentos inquietantes me gusta mucho la autora.
    Tendré en cuenta este título para un futuro no muy lejano.
    Saludosbuhos

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    1. Un título de los menos conocidos, pero tan interesante como los más famosos de la autora. Yo tomo nota de los "Cuentos inquietantes" porque aunque no leo mucho relato (cada vez más, bien es cierto), de esta autora me apetece mucho.
      Un beso.

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  7. Leí por primera vez a esta autora tras una reseña tuya de "Las hermanas Bunner" en 2019. Y este año leí "La edad de la inocencia", ambas me gustaron mucho y creo que le daré también cancha a este aunque sea menos conocido.
    Gracias.
    Besos.

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    1. Ay, qué alegría que hayas leído a Edith Wharton gracias a mí.
      Es fabulosa y esta novela, que no es de las más famosas, está a la altura de las mejores.
      Merece la pena y creo que te gustará.
      Un beso.

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  8. Hola Rosa no he leído este título de la autora y leyéndote y viéndote disfrutar me han entrado muchas ganas, así que lo he anotado para próximas lecturas.
    Hay situaciones que a mi me parece que son atemporales, cambian escenarios, vestuarios, tiempos pero lo que pasa sigue siendo lo mismo como esos niños que buscan la FAMILIA o un hogar mientras otras figuras van intentando paliar esa falta que tienen y de las que en muchos casos no son ni siquiera conscientes de tenerla y que hacen bueno ese "pobre rico", con todo lo material cubierto y lo importante sin cubrir.
    Un beso enorme

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    1. Tienes toda la razón. Es un problema, como dices, atemporal. En el instituto he visto casos de chicos con padres muy bien situados. Tan bien situados que entre viajes, fiestas, etc, no veían a sus hijos ni tenían tiempo para ellos. Vivían en casas enormes, perfectamente cuidados por mujeres contratadas para ello, pero sin padres a los que poder llamar tal cosa.
      Un problema que Edith Wharton analiza magníficamente aparte de analizar alguna cosa más.
      Me gustará saber tu opinión si lo lees.
      Un beso.

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  9. Hola Rosa, los niños fue de las primeras novelas que leí de Edith Wharton y hace tanto, que casi no guardo recuerdos, con tu reseña posiblemente me anime a leerlo otra vez. Besinos.

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    1. Estos autores clásicos siempre merecen una relectura o incluso más de una. Yo ando pendiente de releer "La edad de la inocencia". A ver si me animo de una vez.
      Un beso.

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  10. Qué maravilla de reseña! Wharton es una autora que me gusta mucho. Con cada libro leído me fascina más su gran fortaleza para narrar esas historias tan reales y con tanta psicología. No conocía esta obra suya, así que me la llevo bien anotada.
    Besos

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    1. Me alegro de que te haya gustado la reseña. Con un libro tan bueno sería imperdonable no hacerle justicia.
      Es admirable la capacidad de análisis de la autora para tratar problemas de su época y otros que, como dice Conxita, son atemporales. Un beso.

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  11. Buenos días querida amiga. Por fin realizo, después de tanto tiempo alejado de los blogs, mi primer acercamiento. Tímido y recatado, pues no tengo todo de mi parte como para hacerlo a tumba abierta. Poco a poco iré retomando en comentarios, ya veremos para cuando en publicaciones.
    No he leído nada de esta autora y no me extraña, pues en estos meses en que parece que mi furia lectora se ha desatado no he dejado de admirarme en la cantidad y variedad de publicaciones que están en el mercado, sin coincidir a penas con las lecturas que realizáis otros.
    Me resulta, por tu reseña, una lectura motivadora por el tema que trata; el egoísmo de los adultos con perjuicio para los menores, esos a los que se defiende en las tribunas pero a los que se les da de lado a la primera de cambio. Un desastre familiar el que describe, con todas las trazas de tragedia futura. Todo conformado alrededor de dos seres egoístas que arrastran como rémoras a toda una bandada de inocentes e indefensos niños supeditados a los caprichosos designios de dos individuos puramente ególatras y aburridos.
    No se yo si haré por leerlo o caerá en mis manos con el tiempo. No me gusta prometer, pues cada momento conlleva sus lecturas.
    Un beso agradecido por tus reseñas.

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    1. Sí, fue una autora muy prolífica y cada vez descubro nuevas obras suyas que no conocía. me quedan muchas por leer, pero de las cuatro leídas no tengo el más mínimo reparo hacia ninguna de ellas. Todas son magníficas y estoy segura de que así son todas.
      Espero que pronto tus circunstancias te permitan acercarte a los blogs, más a menudo. Sobre todo al tuyo que ya sé lo mucho que te gusta publicar esos relatos que tanto nos complace leer a los demás. La verdad es que la lectura y la escritura en el blog son los mejores refugios ante las adversidades que nos acompañan. Aunque claro, hay que tener tiempo y tranquilidad para esas actividades.
      Un beso.

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  12. De Edith Wharton leí dos de las tres que mencionas entre tus lecturas de esta magnífica y prolífica autora, más Ethan Frome. Tenía curiosidad por esta novela que reseñas, y tus impresiones me convencen. Me falta ahora afrontar sus novelas de más calado. Besos.

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    1. Tengo hace mucho "Ethan Frome" entre mis pendientes, pero se adelantó esta novela de la que no sabía nada y que es tan buena como todo lo de la autora. Yo, al contrario que tú, no tenía curiosidad por esta novela porque no la conocía, pero creo que merece la pena.
      Un beso.

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  13. Hola! qué ganas de leer esta novela de Wharton, bueno, esta y otras que tengo anotadas de ella que aún no he leído. Pero esta que reseñas me atrae especialmente. De este autora como tú he leído La solterona y Las hermanas Bunner, ambas me gustaron muchísimo; el siguiente que voy a leer es La edad de la inocencia, que además lo tengo esperando en la estantería. Pero sin duda, seguiré con otras de sus obras, y entre ellas esta de Los niños está en la lista. Me ha gustado mucho tu reseña y me la has traído a la mente, un saludito.

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    1. "La edad de la inocencia" es su obra cumbre, con el Pulitzer y demás, pero todas las novelas que he leído de Wharton don muy buenas.
      A veces una obra muy famosa eclipsa al resto que pueden ser igual de buenas. S
      Aunque no creo que sea el caso de Edith Wharton. Lo próximo que quiero leer de la autora es "Ethan Frome". I cualquier cosa desconocida que me salga al paso, como esta novela de "Los niños" que no conocía de nada y que me ha encantado.
      Un beso.

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  14. Hola Rosa!! Me encanta esta autora, aunque aún me queda mucho que leer de ella. Me llevo apuntadísimo este título, además la editorial me encanta. ¡Estupenda reseña, como siempre! Besos!!

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    1. Tiene tanto escrito que yo creo que a todos nos queda mucho por leer.
      La editorial Alba siempre ha hecho mucho por los clásicos. A mí también me gusta mucho. Esta novela es de esas que si no es por este tipo de editoriales se quedaría sin traducir al español.
      Un beso.

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