Sin reseña XXIII
La entrega veintitrés de Sin reseña vuelve a ser toda de género policíaco. Cuatro son series y una, por ahora, es una novela independiente. Tres son españolas y dos extranjeras. Una de ellas está ambientada en los años sesenta y tres dan saltos del presenta al pasado: la guerra civil, el último cuarto del siglo XX o 2001. Tres son las primeras de su serie y una de ellas es ya la última (de momento creo). Variedad por tanto en ubicación, momento, tipo de trama y grado de conocimiento de los personajes.
La sexta entrega de Sebastian Bergman, que creí que era la última, nos vuelve a dejar con una gran intriga y varios frentes abiertos en lo que se refiere a las vidas privadas de los componentes de la Brigada de Homicidios. Todo ello me hace pensar que habrá una séptima novela en la que se nos desentrañe el misterio y se nos abra algún otro. Así se dejará preparada una octava entrega y puede que llegue un momento en que de tanto alargar la serie, termine aburriendo como sucede ya a menudo en la televisión. Se tira demasiado del éxito y se termina por transformar algo bueno y que podía haber dejado un buen recuerdo, en una obra tediosa que se recuerda con pereza.
No sé si será eso lo que pase con esta serie. De momento, algunas de sus tramas han sido bastante mediocres y me han decepcionado. En la entrega anterior, "Castigos justificados", las vidas de los integrantes de la Brigada de Homicidios, resultó demasiado repetitiva. Cada uno de ellos repetía las mismas peripecias sentimentales y me llegó a aburrir un poco, pero como siempre, el final nos deja tan intrigados que no podemos resistirnos a la siguiente entrega.
En "Mentiras consentidas", el caso que se investiga les llevará a Upsala a tratar de descubrir a la persona y las circunstancias que se esconden tras una serie de violaciones, alguna de las cuales ha terminado con la muerte de la víctima. Parece ser además que algunas de las víctimas se conocían por lo que no parece que se haya tratado de violaciones sin más, si no que estas parecen esconder algo más turbio.
Sectas religiosas, intolerancia, venganza, mujeres en situaciones límite. A eso se une la cada vez más intrigante situación de los componentes de la Brigada de Homicidios que nos deja de nuevo colgados de la próxima entrega, porque si los casos que se resuelven en cada nueva novela tienen entidad propia, las vidas de los protagonistas no se quedan atrás en cuanto a intriga, misterio e interés. Además, cualquiera que siga la serie sabe de qué manera los autores terminan cada libro dejando abiertas puertas que estamos deseando traspasar.
Por más que indago, no veo que haya en perspectiva una nueva entrega, pero el final de esta novela apunta a que probablemente sea así. Veremos.
"El cielo de tus días". Greta Alonso.
De este libro me atrajeron las frases de la portada, "Un mechón de pelo y nueve palabras: «Esta era ella. Este, su pelo. Yo, su asesino»". Ya me llamó la atención solo con eso, pero luego supe que la acción transcurría entre Madrid y Bilbao y tenía algunas escenas en Santoña, lugar en el que viví durante dos años y en el que trabajé tres cursos escolares. Los lugares de la villa cántabra que aparecían, monte Buciero, faros del Pescador y el Caballo, así como el penal del Dueso, son todos sitios en los que he estado o por cuyas cercanías he pasado (afortunadamente, aún no he estado en el Dueso). Con todos esos previos no podía dejar de leer esta novela que además iba acompañada de muy buenas críticas.
La novela empieza efectivamente, cuando la Inspectora Natalia Herreros, de la Policía Judicial de Bilbao, recibe un sobre. "El envío era anónimo. Ni siquiera se había sellado, y dentro había una bolsa de pruebas, transparente, de las nuestras. En su interior, la foto de una chica, con nueve palabras en el reverso: «Esta era ella. Este, su pelo. Yo, su asesino». No necesitaba más explicaciones". Aparte de la foto, el sobre contiene toda una coleta rubia. El inspector jefe, Álex Brul se queda sobrecogido. La foto y el mechón son de Alicia, una joven de diecisiete años que despareció en agosto de 2001. Además, la chica fue novia de Álex por aquellos tiempos. Ahora, casi quince años después, con el caso ya cerrado y un asesino confeso en la cárcel, ese sobre viene a poner patas arriba el mundo de Álex.
A ese caso que ahora hay que reabrir se suman, como no podría ser de otra manera, las vidas de Álex y Natalia, cada uno con su pareja y Álex a punto de casarse. La situación personal y familiar del Inspector Jefe Brul cada vez se va viendo más mezclada con el caso de la desaparición de Alicia y es ahí donde creo que a la autora se le va la historia un poco de las manos. A partir de cierto momento la trama me empieza a parecer un tanto excesiva. Los acontecimientos se desencadenan unos tras otros, las personas se van viendo involucradas a veces con muy poca naturalidad y menos credibilidad.
La novela es entretenida y quiere retratar un mundo de poder y riqueza al alcance de muy pocos; un mundo que está tan fuera de la vida del común de la gente que tan solo por el cine o la literatura se nos es dado conocer. O por las noticias, porque es un mundo al que, generalmente, se llega mediante la corrupción en todas sus formas; un mundo en el que "no cabían problemas, todo yacía bajo la alfombra, sepultado, y no existían zapatos ni coches; fueron reemplazados por Valentinos y Lexus. Las arrugas se borraban a golpe de talonario, y todo era superficial: las conversaciones, las miradas, los apuros. La vida real palpitaba al otro lado". Un retrato y una crítica que no llegan a ser eficaces por cuanto el exceso de lo que sucede los llega a hacer muy poco creíbles.
"La muerte del censor". Jordi Sierra i Fabra.
De la ingente obra que Jordi Sierra i Fabra tiene publicada, tan solo conocía su serie sobre el comisario Miquel Mascarell, ambientada en Barcelona en los años cuarenta. Aunque aún tengo alguna novela de la serie pendiente (y siguen saliendo), me ha apetecido mucho empezar esta otra del mismo autor, ambientada también en Barcelona, pero en los años sesenta.
"La muerte del censor", concretamente, está ambientada en 1963. Hilario Soler es un policía de cuarenta años de la Brigada Criminal. "Soy de la brigada criminal, no de la social, no se preocupe. Puede hablar libremente". Hilario Soler es un policía atípico para los tiempos que corren. Ahora está en el ojo de casi todos los compañeros de la comisaría y principalmente en el ojo del comisario. Ha declarado contra Martín Peláez, otro inspector al que se le "cayó" un sospechoso por la ventana, un joven que tan solo tenía propaganda subversiva en su casa, y es que, aunque él no estaba presente en la habitación, nadie grita de terror cuando salta al vacío voluntariamente ni dice justo antes cosas como "«¿Qué está haciendo?», y luego: «¿Se ha vuelto loco?»".
Entre el episodio de la brutalidad de Peláez y que se está recuperando de un disparo en el pulmón, Soler no está en su mejor momento. Ahora le adjudican un caso complejo en el que más que nada ve una trampa del comisario para deshacerse de él. En un coche aparcado entre dos furgonetas aparece acuchillado un hombre con veintisiete puñaladas. Las primeras investigaciones le llevan al inspector Soler a darse cuenta de que la víctima es un censor de los que tienen la potestad de prohibir la publicación de libros y, por tanto, no faltan candidatos con resentimiento suficiente como para querer hacerle desaparecer.
Ayudado por uno de los pocos que aún le apoyan en la comisaría, el subinspector Ernesto Quesada, se irá adentrando en una trama que le llevará al mundo de la censura, los escritores con seudónimo, los malditos que no pueden publicar, los primeros intentos también censurados de cantar en catalán... Viajará en el tiempo a los inicios de la guerra civil donde también encontrará motivos para el asesinato del censor.
A todo eso se unen episodios de la vida privada de Hilario Soler que, imagino, irán pasando a entregas posteriores.
Tan bien ambientada y escrita como la de Miquel Mascarell, esta es otra serie española que seguiré encantada y que recomiendo.
"Puerto escondido". María Oruña.
Hace años, creo que desde que se publicó, que tengo esta novela en el estante de las dudas. El hecho de que esté ambientara entre Santander, Suances, Comillas, Santillana del Mar... me la hacía muy apetecible, pero enseguida las críticas y los comentarios de gente conocida me fueron disuadiendo de su lectura. Me olvidé de la serie y de la autora hasta que hace unos días apareció un tuit de María Oruña que me pareció gracioso y me hizo recordar la serie en un momento en que me apetecía algo entretenido y ligero. Ambas cosas se han conseguido y he de decir que sin ser una serie de las que decido seguir sí o sí, tampoco me ha parecido especialmente desechable. No sé si leeré algo más de esta autora, pero será de las que dejo en la recámara por si vuelvo a necesitar entretenimiento ligero y que se pueda leer sin demasiada reflexión. Cosa que a veces, pocas, agradezco.
La novela comienza fuerte y me dio mejores expectativas de las que luego cumplió. En la remodelación de una casa de los años cuarenta en Suances aparece el cadáver de un bebé al que se data en unos cuarenta años atrás. Oliver Gordon es el dueño de la casa que ha heredado de su madre y que pretende convertir en un hotel para veraneantes. Oliver vive en Inglaterra ya que su padre es inglés, pero la muerte repentina de su madre, una historia amorosa trágica, la desaparición de su hermano, etc, le han impulsado a dejarlo todo y venir a España a empezar de nuevo.
Enseguida empiezan a darse más muertes, aparentemente relacionadas con la aparición del bebé, y la teniente de la Guardia Civil Valentina Redondo se verá metida en una investigación de la que el lector irá sabiendo más que ella, porque en capítulos alternos nos remontaremos a los años de la guerra civil y la posguerra para seguir una historia que se resume en los cadáveres actuales.
La novela, como digo, se lee bien y entretiene. El desenlace me ha parecido un tanto forzado en algunos aspectos y a lo largo de la trama hay detalles muy increíbles que, obviamente, no se pueden comentar.
También tiene alguna cosa que me ha resultado interesante como es el análisis del significado del término psicópata y su diferencia con la enfermedad mental. Algunos de los componentes de la psicopatía me eran desconocidos y ha sido ilustrativo todo ese capítulo y sus derivaciones en la trama.
No sé si leeré algún libro más de la serie, pero "Puerto escondido", hasta cierto punto, es mejor de lo que me esperaba.
"El cuarto mono". J. D. Barker.
Hace mucho tiempo que veía por las redes sociales las novelas de J. D. Barker. Como todo lo que se hace muy mediático, me mosqueaba y no me apetecía nada leerlo. Sé que es un prejuicio como otro cualquiera y que hay novelas que salen por todas partes precisamente porque son muy buenas, pero contra ciertas manías es difícil luchar. Tampoco mucho porque, de hecho, muchas veces lo he hecho con desiguales resultados. Eso, lo muy mediático de la serie, unido al hecho de que intento no empezar series nuevas con todas las que ya tengo, algunas olvidadas desde hace años, hizo que no intentara de entrada leer estos libros. Lo malo es que las novelas negras y policíacas me gustan demasiado y siempre hay alguna opinión que me termina haciendo caer en la tentación. Eso me ha pasado con la serie de este autor y su primera novela, "El cuarto mono". Además, cuando finalmente me dejo seducir, lo hago de inmediato, por lo que pasan días desde que lo decido hasta que me pongo con la novela en cuestión. Así ha sido esta vez también.
"El cuarto mono" empieza cuando el detective Sam Porter recibe una llamada de su compañero Nash. Sam está de baja, pero lo que ha sucedido esa mañana hace imprescindible su presencia. Un autobús ha atropellado y matado a un personaje que parece ser el cuarto mono, un asesino al que Porter ha perseguido durante años. Lo han identificado por la cajita blanca con un lazo negro que llevaba con él en cuyo interior había... una oreja. Son tres cajas por caso las que envía el asesino tras secuestrar a su víctima. La primera lleva en su interior una oreja; la segunda, los ojos; la tercera, la lengua. Finalmente aparece el cadáver. Van ya siete víctimas a lo largo de cinco años; veintiuna cajitas blancas con su macabro contenido. El cadáver va acompañado de una nota que dice No hagas el mal. De ahí el apodo del asesino. "Los cuatro monos proceden del templo Tosho-gu de Nikko, en Japón, que cuenta con tres monos tallados sobre la entrada. El primero se tapa los oídos; el segundo, los ojos; el tercero, la boca, y representan el proverbio «No escuches el mal, no veas el mal, no pronuncies el mal». El cuarto representa «No hagas el mal»".
El punto de partida ya promete. Luego vamos adentrándonos en la historia a través de tres fuentes; los policías implicados en el caso, el propio asesino mediante un diario que portaba y que apareció junto a su cadáver y la última víctima a cuyos pensamientos y sufrimientos asistimos en algunos capítulos.
Sabremos también de la historia de Porter y de los acontecimientos que lo tienen apartado del trabajo.
La novela está bien escrita y la trama bien construida y bien llevada. Desde mi punto de vista, puede que no merezca tantos encendidos elogios como se le han dedicado, pero desde luego me han quedado las ganas y toda la intención de seguir con el segundo libro de la trilogía, "La quinta víctima".
Muy interesante todo, el primero lo leí y me pareció pesado. Bueno, para gustos colores. La última yo también la he visto mucho por los medios 'el cuarto mono' J.D.Barker y también le he cogido manía pero si te ha gustado ... puede que le de una posibilidad. Muy bueno todo lo que nos traes. Saludos y feliz finde.
ResponderEliminarLas cojo manía cuando salen tanto en todas partes, pero tengo que reconocer que a veces me equivoco. En esta ocasión me alegro de haberme dejado tentar. "El cuarto mono" creo que merece la pena.
EliminarEl de Sebastian Bergman me ha gustado más que algún otro de la serie, pero van perdiendo con respecto al primero.
Un beso.
Hola, Rosa. No he leído ninguna de las que comentas pero es que, de entrada, no soy mucho de novela policíaca. Es algo que tengo pendiente porque luego reconozco que siempre tienen algo interesante y una parte de crítica social muy importante pero siempre tiendo hacia otras cosas... De todas formas tengo en cuenta lo que dices y alguna otra que has reseñado tengo anotada. Besos y gracias.
ResponderEliminarSoy una enamorada del género negro, criminal, intriga, suspense, policíaco y todo lo relacionado. Cuando das con buenas novelas y buenos autores es una maravilla. Por contra también es un género donde se ve mucha obra mediocre que alcanza muchísima fama (no doy ejemplos porque no me gusta ofender), pero en cuanto me encuentro con algo que considero de esa forma, lo abandono rápidamente.
EliminarSiempre estoy recomendando el (los) género(s) a todo el mundo. Así es que anímate. Es muy... interesante.
Un beso.
Del género que me agrada precisamente.
ResponderEliminarUn gran género que muchas veces es despreciado y catalogado como pseudoliteratura. Una gran equivocación.
EliminarUn beso.
De este quinteto de lecturas había leído la novela de Maria Oruña que me has hecho recordar que no me desagradó aunque bien es cierto que no he vuelto a retomar la serie. Curiosamente la semana pasada me acerqué a Comillas a ver su modernismo (¡me encantó!)y anduve por la zona (Santillana del mar, Sunaces, etc.) donde transcurre esta novela que me has hecho recordar. Desde luego he de volver a Maria Oruña porque su novela me satisfizo plenamente.
ResponderEliminarLa serie Bergman me gusta pero la detuve en su 3° o 4° entrega. ¡Madre mía ya va por la sexta o septima! A ver si vuelvo a la Brigada de Homicidios. La novela "El cuarto mono" no hago más que encontrarme la por ahi; también yo tengo prejuicios en contra cuando hay mucho ruido mediático en torno a un libro, pero veo que la historia te ha gustado y eso me la hace mucho más fiable y apetecible. Sierra i Fabián es para mí siempre un valor seguro y tengo por ahí algu novela suya leida y sin reseñar, pero meresisto a hacerlo porque forma parte de una de sus series y no me apetece mucho hacerlo ahora, ¡manías! A Greta Alonso no tenía el gusto de conocerla. Bueno pues ya sé su nombre pero así me quedo.
Muchas gracias por estas noticias de estos cinco libros 'sin reseña'.
Un beso
Toda esa zona de Comillas, Santillana del Mar, Suances, ets, es una preciosidad y el hecho de ambientar allí su novela fue definitivo para que me decidiera a leer a María Oruña, pero no ha terminado de convencerme, aunque tampoco me vaya a quitar de sus novelas.
Eliminar"El cuarto mono" sin embargo sí que me ha dejado con ganas de más. Al menos le segunda la leeré. Ya veremos luego.
Jordi Sierra i Fabra es, desde luego, un valor seguro. Anoche precisamente terminé su novela "Los años oscuros" de su trilogía Los años del exilio. Me ha gustado mucho y es bastante más interesante que "Largo pétalo de mar" de Isabel Allende. Los comparo porque ambos tratan de gente que llega a Sudamérica en barco desde los campos de internamiento franceses. Este tiene mucho de novela negra.
"Mentiras consentidas" es más de lo mismo. No está mal, pero lo que más engancha a estas alturas son las peripecias de los propios policías y de Sebastian.
El de Greta Alonso pues ya digo, excesivo y de los que llegan a cansar y a volverse poco creíbles. La pena es que empieza bien...
Un beso.
Entre los libros que hoy nos has traído esta edición de "Sin Reseña" el que mas me apetece de todos es el de Jordi Sierra i Fabra, siempre me ha gustado mucho, y el de Maria Oruña también me apetece de modo que haré por hacerme con ellos.
ResponderEliminarUn beso.
Buena elección la de Jordi Sierra i Fabra una serie muy interesante. La de María Oruña es entretenida y para estos tiempos entretenerse ya es bastante.
EliminarUn beso.
Puerto escondido es la única novela que leí de María Oruña. Pese a que tuvo unas reseñas bastante entusiastas, en mi caso fue una lectura de sentimientos encontrados. De otras tres novelas que conforman esta entrada tengo pendiente de lectura El cuarto mono. Besos.
ResponderEliminarYo esperaba muy poco de "Puerto escondido". De hecho no pensaba leerla. Tal vez por eso me resultó mejor de lo que esperaba, aunque no tengo claro que vaya a seguir con la serie.
EliminarCon la de "El cuarto mono", en cambio, sí que creo que merece la pena seguir.
De las cinco novelas de esta entrada creo la mejor es "La muerte del censor".
Un beso.