"Leer del revés" Use Lahoz

"El suelo del bar era un barrizal, las baldosas blancas se habían teñido de negro, estaban cubiertas de líquido, como si alguien hubiera explotado contra el suelo un bote de tinta china. Y peor cerca del mostrador, donde numerosos sobres de azúcar vacíos y servilletas de papel se mezclaban y resbalaban con el agua negra que transportaban las suelas de los zapatos. No ofrecía la noche calor alguno, se percibían las avanzadas del viento cada vez que se abría la puerta. Había llovido con fuerza, con la rabia de una venganza, desde las seis y media de la mañana. Y seguía lloviendo". Estamos en el bar El Rincón. El Rincón de Córdoba como nombre completo, aunque el bar está en Madrid. Allí trabaja Fede, un joven que se vino, precisamente, de Córdoba a Madrid siguiendo la estela de algunos amigos que habían hecho el viaje antes que él. No consiguió contactar con ninguno y ahora vive en el cuarto de luces de un edificio de vecinos donde su amigo Luis, el vigilante nocturno del parking, le permite quedarse. El trabajo en el bar de la mañana a la noche, y el tiempo justo de dormir en el colchón del cuarto de luces, consumen sus días. 

El bar se convierte en un escenario por el que desfilan personajes de lo más variado. Agus, eternamente colgado de la máquina tragaperras y pidiendo carajillos, el último que abandona el bar cuando consigue le premio grande de diez mil pesetas, justo antes de que Fede cierre. "Cuando Agus consiguió hacerse con las diez mil todavía estaba fregando. Le advirtió que no empezara de nuevo porque se iba enseguida, así que Agus prefirió marcharse, se despidió de él con mala cara, menguado y retraído". Ramiro el del kiosko también frecuenta el bar por las mañanas y por las noches, antes y después de cerrar, y a media mañana descuidando el kiosko lo menos posible para tomarse un café. La señora Pepa aparece a las cuatro con su perrita. A ella hay que comprarle cada día por la mañana la onza de chocolate que se toma con el cortado porque el señor Manuel, el dueño, cuida mucho a los clientes fijos, aunque no desatiende a nadie. La señora Concepción es la responsable de la parroquia y vive sola. Viene siempre con su abrigo marrón, se sienta cerca del ventanal y se lleva los sobres del azúcar. Deja siempre dos servilletas arrugadas, la taza del café con leche sucia y las migas del croissant. 

Y está, como no, el abogado al que conocemos justo cuando Agus acaba de empezar a cebar la máquina tragaperras con veinte duros, el abogado que recuerda a la señora Dalloway, cuya historia descansa en su mesita de noche, cuando dijo que ella compraría las flores, el abogado que "no traía flores consigo aquella noche tormentosa, pero sí una nevera de playa roja, que recostó al borde de la barra". Y es que en "Leer del revés" las neveras de playa y los sobres misteriosos que se intercambian con ellas tienen mucha importancia. 

Los personajes que aparecen por el bar El Rincón y que conforman esta novela tienen muy poco en común más allá de ser supervivientes a la fuerza. Quiero decir que fuerzan la vida para poder sobrevivir en ella. Los hay más ricos y más pobres, más solitarios y con familia; los hay de muchas clases y condiciones. A algunos llegaremos a conocerlos bien. Otros se quedarán desdibujados y solo percibiremos de ellos su mera presencia en El Rincón. Es el caso de Agus, Ramiro o la señora Pepa y su perrita. A otros los veremos vivir y pelear incluso fuera de El Rincón, porque aunque ese es el escenario que los congrega a todos, algunos tienen importancia más allá de Fede y del bar. 

Satur, el abogado, vive con su mujer, Carmen, y con su hijo. Ha contraído una deuda, peligrosa pero insoslayable, que trata de saldar con la ayuda de Fede, de Carmen y de las neveras de playa. Su hijo va a la catequesis y allí coincide con Concepción. Satur y Carmen nos introducirán en ambientes exclusivos y sofisticados donde el precio de las cosas no tiene importancia y los lujos son la constante que se tropieza uno allá donde vuelve la vista, el tacto o el oído; y por supuesto, el gusto. Un mundo al que ella y sobre todo Satur aspiran a entrar y que cada vez ven más cerca de sus posibilidades. Al menos lo ve Satur, porque Carmen es ajena a una parte de los negocios que su marido se trae entre manos.

Concepción vive sola, soltera y virgen en el piso que heredó de sus padres y que ni siquiera a retocado para adecuarlo a sus gustos. Concepción hace mucho que optó entre la vida y su madre y eligió muy mal. Ahora ya no tiene madre y la vida, rencorosa tras haberse sentido postergada, se le va en soñar con unas manos que refresquen el calor que tiene en el centro de su cuerpo, aunque no siempre son las manos más adecuadas las que pueblan sus sueños. Concepción nos enseñará lo que es una vida sin esperanza, porque aquellas a las que se agarra nosotros sabemos que serán esperanzas fallidas; una vida de soledad que trata de llenar con la parroquia, los niños y las nuevas catequistas, aunque ahora ha puesto sus ojos en un objetivo menos espiritual.

El señor Manuel y Trini, su mujer, sacan adelante El Rincón con ayuda de Fede. Ella se ocupa de la cocina. Hace la comida y recoge antes de irse a media tarde. Él se va después dejando a Fede la tarea de limpiar y cerrar el bar. Es entonces cuando Fede aprovecha para invitar a los parroquianos a alguna ronda y espera pacientemente a que Agus termine con la tragaperras. "Y había noches en las que Fede llegaba a sentir lástima, entonces bajaba las persianas metálicas a la mitad y antes de hacer el recuento diario, sacaba monedas de la caja y las dejaba sobre el mostrador hasta que Agus ganaba el premio de diez mil". Aunque hay otras noches en las que sus otros negocios, los que se trae con Satur, le impiden tener tanta paciencia.

Todos ellos orbitan alrededor de Fede que es el verdadero protagonista. Dos años hace ya que abandonó a su familia en Córdoba. En Madrid vive solo para el trabajo. Su vida se limita al cuarto de los contadores de luz en el que duerme y al Ricón donde trabaja y pasa el día. "[...] maldormir en ese zulo cuyo interior olía a pereza y a hongos había hecho de Fede una persona cuadriculada, tenaz, de simpatía justa y palabras pocas. Su inventiva quedaba acorralada entre esas cuatro paredes y las otras tantas del Rincón". Pero Fede no se siente excesivamente desgraciado. No tanto al menos como esos inmigrantes de lugares remotos con los que comparte, en sitios de comida rápida, las horas vacías que le dejan los días que cierra el bar. Piensa que los hay que están peor aunque no le parece razonable consolarse con el mal ajeno, pero saber que hay quien está peor siempre es un consuelo, aunque sea consuelo de tontos y cobardes. Pero es que además, Fede tiene buenas perspectivas desde que Satur se fijó en él y le dijo aquellas palabras "«A ver, tú quieres ganar pasta, chaval... Pues hazme caso... que pago bien»". Ahora, sus planes comprenden un futuro prometedor, la vuelta a Córdoba con más dinero del que soñó nunca llegar a tener y un mundo de posibilidades abierto ante él. Aunque los planes no siempre salen como uno espera.

Use Lahoz

Descubrí a Use Lahoz hace muchos años, cuando empecé a leer en digital y miraba lo que había en Kindle para comprar. No me sonaba de nada el autor y no recuerdo bien qué fue lo que me hizo comprar en 2012 "La estación perdida", su tercera novela que obtuvo el Premio Ojo Crítico de Narrativa en ese mismo año. Me gustó el libro y a continuación compré el anterior, "Los Baldrich", que también me gustó mucho. En 2013 publicó "El año en que me enamoré de todas" que obtuvo el Premio Primavera de ese año y que leí en 2014. Después, otros libros y otros autores vinieron a acaparar mi atención y Use Lahoz quedó olvidado hasta que en 2019 publicó "Jauja" con más sonido mediático que las anteriores y la leímos para la tertulia del instituto. Por cierto, fue la última tertulia que tuvimos. La siguiente que iba a tratar sobre "La madre de Frankenstein", de Almudena Grandes, está aplazada sine die porque nos tocaba en pleno confinamiento. 

"Jauja" es la única novela de Use Lahoz de la que tengo entrada publicada. Las otras las leí antes de que el blog viera la luz. "Leer del revés" es su primera novela (aún firmada como Eusebio Lahoz) y me salió al encuentro en una librería de viejo. Es una típica novela de personajes diversos unidos por un escenario común. Puede recordar a "La colmena" de Cela aunque, como es lógico, hay que salvar muchísimas distancias. Tiene muchos menos personajes y si Cela abundó en los problemas típicos de la España de la posguerra, Lahoz nos trae a los primeros años del siglo XXI y nos muestra otros problemas más actuales y más conocidos del gran público. Nada más lejos de mi intención que comparar ambas novelas, más allá del hecho de que las dos tengan su hilo conductor entre las mesas y la barra de un bar. No, "Leer del revés" es otra cosa,  pero para ser una primera novela, está muy bien escrita, tiene una trama intrigante y muy bien llevada y creo que es fundamental para quien quiera saber de este autor que no es muy conocido y que, sin embargo, merecería serlo.

Título del libro: Leer del revés
Autor: Use Lahoz
Nacionalidad: España
Editorial: El cobre
Año de publicación: 2005
Año de publicación original: 2005
Nº de páginas: 224

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias, Keren. Es una novela que tiene ya unos años y que resulta interesante. Sobre todo para leer lo primero que escribió su autor.
      Un beso.

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  2. Hola.
    Pues muchas gracias por la reseña, no conocía al autor y que su primera novela esté tan bien escrita y que el que tenga el hilo conductor entre la barra y las mesas de un bar hacen que apetezca.
    Feliz semana.

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    1. ¿Verdad que un libro vertebrado por un bar es de lo más apetecible? He leído alguno más y todos han resultado muy interesantes. Este tiene además su parte de intriga y personajes muy peculiares. Creo que merece la pena. El autor, en general, la merece.
      Un beso.

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  3. Por lo que nos comentas en tu reseña es una buena propuesta. No me importaría leerla, si surge la oportunidad. Besos.

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    1. Creo que es una novela que merece la pena. No es que sea muy original, pero está bien escrita y da idea del escritor que ha llegado a ser Use Lahoz.
      Un beso.

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  4. Pues lo tengo en cuenta, Rosa. No he leído nada de él y me ha gustado lo que cuentas. Esa comparación con la Colmena es muy interesante. Un beso.

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    1. Tiene poco que ver con "La colmena". Si me lo ha recordado es por ese bar en el que confluyen todos los personajes, que tampoco es un bar con el encanto y la clase del de Cela. es más bien una especie de bar de barrio. Me ha gustado mucho la novela y con el añadido de que me ha encantado ver los inicios de un autor que descubrí por casualidad y que siempre me ha gustado.
      Un beso.

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  5. Creo recordar que me fijé en La estación perdida en su día pero al final se quedó sin leer. Recuerdo además tu reseña de Jauja. No es desconocido para mí el nombre de Use Lahoz aunque, de momento, aun sin descartarlo, no me he animado a leerlo.
    Aunque Fede es el protagonista, esta que nos traes parece una novela bastante coral. Y la verdad que el elenco de personajes que la pueblan me ha llamado la atención.
    Besos

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    1. Sí, se la califica, en los pocos sitios en que he encontrado referencias a ella, como novela coral. Puede que los personajes no sean tantos como para una novela coral al uso, pero son los suficientes. Y resulta muy interesante ver cómo se van hilando sus historias y cómo sus vidas van coincidiendo con la de Fede. Algunas como simples clientes del bar, pero otras que llegan a trascender ese pequeño escenario.
      Una primera novela que ya prefigura lo que iba a venir después. Cinco he leído ya de Use Lahoz y todas mantienen un nivel de calidad muy digno.
      Un beso.

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  6. Hola Rosa, no he leído nada del autor pero siempre que leo alguna reseña de sus novelas me apetece ponerme con el y siempre lo voy dejando atrás por un motivo o por otro. Me lo apunto de nuevo para darle una oportunidad que todos comentáis que merece la pena. Besinos.

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    1. Nos pasa a todos con algún autor que andamos tras él, pero siempre surge algo que nos distrae. Yo creo que es muy interesante y todo lo que he leído de él, y ya van cinco novelas, me ha gustado. Esta novela, para ser su primera obra, ya es bastante buena.
      Espero que le termines pos dar su oportunidad.
      Un beso.

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  7. Hola, Rosa! He disfrutado mucho de leer tu reseña y aunque es la primera vez que escucho hablar del autor, pienso que es una novela interesante que podría disfrutar. Gracias por la reseña. Un besote!

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    1. Por aquí no es demasiado conocido por lo que imagino que por esas tierras lo será menos aún, pero sí que te lo recomiendo. Es muy interesante.
      Un beso.

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  8. Creo que lo voy a leer, nunca he leído nada de él y tampoco tenía referencias, pero me ha atraído ese ambiente del bar y sus cotidianidades. Para estas vacaciones tengo bastantes libros pendientes, casi todos recogidos de aquí.
    Besos.

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    1. Es una autor poco conocido, pero que me gusta mucho. es el cuarto libro que leo de él y el primero que escribió y ya se ve que iba a ser un buen escritor. Creo que merece la pena. Tiene su parte de novena negra, su parte de social (si es que pueden separarse). Te lo recomiendo.
      Un beso.

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