Sin reseña XXIV

En este caso, Sin reseña se une a la iniciativa #LeoAutorasOct, ya que las cinco novelas que aquí aparecen se han leído en dicho mes y pertenecen todas a distintas autoras. Las cinco son de novela negra y/o policíaca; dos españolas y tres extranjeras; dos pertenecientes a series y tres, independientes mientras no se demuestre lo contrario; dos que no me han gustado nada, una que me ha gustado con reservas y dos que me han encantado.

"A menos de cinco centímetros". Marta Robles.

La primera entrega del detective Tony Roures creo que me ha curado por siempre del personaje y de la autora. Y digo creo porque nunca se puede descartar que algún día Marta Robles escriba una gran novela que me acabe llevando de nuevo hasta ella. Hoy por hoy lo veo difícil.

"A menos de cinco centímetros" es una novela que empieza con cierto interés, avanza con esfuerzo y termina para regocijo del lector que si ha llegado hasta el final es casi por masoquismo porque al asesino ya lo tiene identificado desde hace bastantes páginas.

Tony Roures termina de mudarse tras la separación de su mujer y recibe una petición de su amigo el inspector Prieto, para investigar un caso que viene desde Buenos Aires. Katia Kohen, una joven periodista de aquel país, quiere que se investigue la muerte de su madre, aparentemente asesinada en un hotel como consecuencia de un robo. La hija de la muerta está convencida de que la mató un antiguo amante, Armando Artigas. Artigas es ahora un famoso escritor español que sigue coleccionando amantes. Siempre las escoge de mediana edad, muy hermosas y felizmente casadas y ni por lo más remoto dispuestas a dejar a sus maridos. Es lo que le da la seguridad de que no le van a crear compromisos ni a plantear exigencias incómodas.

Katia está convencida de que Artigas es el asesino, aunque nada lo indica así y Roures empieza a tener sus dudas cuando se entera de que otras tres amantes del escritor han muerto en circunstancias extrañas.

La trama puede resultar atractiva, pero el desarrollo termina por aburrir. Las descripciones de todo tipo de lujos - marcas de relojes (Tank de Crtier, Franck Mulller Casablanca, Rolex Submariner) o zapatos, tejidos carísimos, bibliotecas particulares de seis millones de euros, suites de hotel... -; las descripciones de las bellas mujeres, todas de cuerpos perfectos - de piernas, dedos, melenas, ojos, miembros infinitos o interminables o imposibles (más de diez veces se encuentran este tipo de adjetivos en los retratos de las mujeres) - todo ello termina por lastrar la novela y hacer irreales a sus personajes femeninos hasta convertirlos en una caricatura. 

Si a eso añadimos que se tratan todos los temas, desde los políticos (el conflicto árabe israelí, el genocidio de Ruanda, la guerra en los Balcanes, el Holocausto, la guerra de Sierra Leona), hasta los sociales (la trata de mujeres, la homosexualidad, el machismo, la prostitución, la absoluta dependencia del marido), el resultado final ha sido, desde mi punto de vista, que es solo el mío, una novela que a punto he estado de abandonar y que aleja toda perspectiva de repetir con la autora.

"El largo sueño de Laura Cohen". Mercedes de Vega.

Siempre me han gustado mucho las novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial y más aún si tratan sobre los campos de exterminio y las barbaridades que se cometieron contra judíos, gitanos, homosexuales, militantes de izquierda y toda la gente a la que los nazis consideraban prescindible, que era prácticamente toda menos ellos. Siempre he creído que hay temas sobre los que nunca se insiste demasiado ya que hay que profundizar mucho para entender un poquito. Pero pienso que una cosa es tratar los temas y otra aprovecharlos de cualquier manera, porque parece ser que es un tema que vende mucho y hoy en día florecen las novelas que lo usan (véase la anterior de esta misma entrada) como rosas en abril. Me llamó la atención este título por su sinopsis y los temas que trataba.

Una psiquiatra española se queda viuda al morir su marido, también psiquiatra pero mucho mayor y prestigioso, en un accidente de tráfico. El matrimonio vivía en Montreal de donde era él y a donde se había trasladado ella por motivos de estudios hace ya siete años. Tras la muerte del marido, le llega a Laura un paciente bastante misterioso con una historia detrás muy traumática. La historia comienza cuando este paciente desaparece y Laura Cohen, la psiquiatra, decide buscarlo. La búsqueda de su paciente la llevará a descubrir la historia de la familia de su marido y algunas turbias actividades ocurridas más de treinta años antes. Además todo entronca con la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto. 

Decidí darle una oportunidad porque la novela me venía bien recomendada y me intrigaba toda la trama. Está muy claro que lo importante no es tanto lo que trate un libro como la forma de tratarlo. Y en "El largo sueño de Laura Cohen", desde mi punto de vista, no está bien tratado. Empieza bien, pero poco a poco creo que la autora pierde el norte y se extravía en una trama increíble, inconsistente, excesiva y sin mucho sentido. Si a eso se le unen dos errores de bulto, nada me permite salvar la novela. 

El primer error es el mal uso del término serendipia. Serendipia es un encuentro inesperado, pero un encuentro de algo importante. Es serendipia el encuentro de América donde se suponía que solo había un océano que llevaba a la India, es serendipia el encuentro del primer antibiótico en unas placas de Petri abandonadas y mohosas por el tiempo. Encontrarte con alguien por casualidad, es un encuentro casual, no una serendipia. Y encima se usa tres veces. El segundo error es el desconocimiento de un hecho histórico como es la matanza del bosque de Katyn. Dice la autora a propósito de este hecho: "Katriuk fue miembro de un Schutzmannschaft, del Batallón Ucraniano 118, bajo el control de las Waffen-SS. Su unidad había cometido atrocidades, incluyendo la muerte de miles de judíos bielorrusos, entre los años 41 y 44. [...] sobre todo, había sido el responsable de la masacre de Katyn*. El 22 de marzo de 1943, toda la población de Katyn fue asesinada por el Batallón 118". Como cualquiera mínimamente enterado sabe, la matanza de Katyn no afectó a la población del pueblo del mismo nombre, sino que fue una matanza llevada a cabo en el bosque de Katyn contra oficiales del ejercito, intelectuales y miembros de las fuerzas de seguridad, todos ellos polacos. Y dicha matanza no la llevaron a cabo los alemanes, sino la policía secreta soviética con la bendición de Stalin. 

Ante estos fallos en un par de cosas de las que tengo conocimiento, me pregunto cuántos errores de los que no soy consciente puede haber en el libro.

*Después de varios días de publicada esta entrada, tengo que rectificar este dato a favor de la autora. Si bien la matanza de Katyn que todo el mundo sabe y recuerda, y la que aparece en internet cuando se busca, es la matanza de militares y civiles polacos por las tropas rusas (nunca hubiera contradicho a la autora sin haber comprobado los datos que yo conocía previamente por libros y películas), es cierto que en 1943, concretamente el 22 de marzo, toda la población de la aldea de Katyn fue masacrada por, como efectivamente cuenta Mercedes de Vega, el 118 batallón nazi. Pido disculpas a la autora y a todos los que seguís el blog.

"Los crímenes de Mitford". Jessica Fellowes.

Tenía esta serie apuntada hace tiempo y he aprovechado octubre y #LeoAutorasOct para descubrir serie y autora. 

El mayor interés de la novela consiste en basarse en un crimen real e imaginar una historia ficticia alrededor de su autoría. Además, por supuesto, de enmarcar el suceso en una familia también, real con personajes reales y famosos por su vida y por sus obras. Me refiero a las famosas hermanas Mitford, seis jóvenes de familia aristocrática, hijas del barón de Ridesdale. Entre las seis hermanas las hubo escritoras y no escritoras, comunistas y fascistas, pero todas ellas con vidas notables y algunas bastante escandalosas.

Comienza la novela cuando, poco más de un año después de terminar la Gran Guerra, en enero de 1920, una enfermera, Florence Nithingale Shore, ahijada y sobrina de la famosa enfermera del mismo nombre, es asesinada en un tren mientras viaja de Londres a la costa. Hasta ahí la realidad ya que si el asesinato de la enfermera continua a día de hoy sin resolver no sucede lo mismo en la novela donde queda totalmente revelada la identidad del criminal.

La joven Louisa Cannon se ve involucrada en el asesinato, casualmente y sin querer,  a la vez que consigue el empleo como niñera de los Mitford. La mayor de las niñas, Nancy, que para entonces ya tiene diecisiete años, ve en el crimen una forma interesante de romper la monotonía y se decide a investigar por su cuenta arrastrando a Louisa en sus pesquisas.

La novela, tiene reminiscencias de la Golden Age de las novelas de misterio en lo que a la ambientación se refiere, así como en algunas estrategias, un tanto ingenuas, pero muy de aquella época. Por otra parte, vemos una complejidad en el caso y en la trama más propia de la época actual en la que está escrita la novela y que no solíamos encontrar en las novelas de la época citada. También escarba, cosa que no veíamos en aquella Edad Dorada, en los barrios más pobres de Londres y en la situación en la que había quedado la gente más desfavorecida después de la guerra, una cierta crítica social bastante alejada de las historias de Agatha Christie, por poner un ejemplo. 

Jessica Fellowes es la autora de las novelas sobre "Downton Abbey", serie que fue creada para la televisión por Julian Fellowes, tío de la autora. Jualian Fellowes fue también merecedor de un Oscar por su guion de la magnífica película de Robert Altman, "Gosford Park". Se ve que tanto tío como sobrina disfrutan describiendo los ambientes de amos y criados de la época que rodeó a la Gran Guerra. No he leído las novelas de Jessica Fellowes sobre "Downton Abbey" (sí he visto la serie de televisión), pero la maestría para recrear los ambientes, tanto de los amos como de los criados, el Arriba y abajo (parafraseando aquella mítica serie de los setenta), aparece de nuevo en "Los crímenes de Mitford" y nos trae a la cabeza la maravillosa ambientación y las situaciones contrapuestas de la preciosa serie de televisión de la que es creador el tío de la autora. Seguiré con la serie sobre los Mitford porque reúne cosas muy interesantes de dos épocas. Y puede que también me anime a leer alguna novela de Nancy Mitford.

"Mujeres que no perdonan". Camilla Läckberg.

Allá por el año 2012, leí las dos primeras entregas de la serie  Fjällbacka . Me pareció repetitiva, poco original y, por momentos, incluso aburrida. Por todo ello abandoné y no seguí con la serie. Al saber que la autora había sacado una novela independiente y, tras leer opiniones muy favorables y ver que me podía interesar el tema que trataba, decidí meterla en la iniciativa #LeoAutorasOct.

La novela consta de tres historias que se van alternando en distintos capítulos. No hay posibilidad de perderse porque los capítulos llevan por título el nombre de la protagonista de manera que solo hay tres títulos, Ingrid, Victoria y Birgitta, que se van repitiendo. Las dos primeras no se conocen de nada ni tienen nada que ver, Ingrid y Birgitta, por casualidad, están relacionadas por Lovisa, la hija de Ingrid: Birgitta es su maestra en el colegio.

Las tres mujeres, de alguna manera, son víctimas de los hombres y de la concepción machista del mundo en el que viven. Son tres mujeres muy distintas que padecen de muy distinta manera esa preponderancia de los hombres en el mundo en general y en su vida en particular.

Ingrid es una mujer bien situada casada con el director de un periódico de Estocolmo. Ella fue periodista también, pero dejó su trabajo para cuidar de su hija. Victoria vino de Rusia a casarse con un hombre que conoció en una página de internet. Birgitta lleva ya mucho tiempo de matrimonio y tiene dos hijos gemelos de veintidós años, pero ella ya es mayor pues los tuvo pasada la cuarentena. 

Las tres, por distintos motivos, están dispuestas a salir de la situación en la que viven y la forma en la que finalmente lo consiguen, es lo que me ha parecido más flojo del libro. Y no lo sería si no fuera porque es un recurso ya empleado y que todos conocemos gracias a una novela y a su adaptación al cine, ambas de mediados del siglo XX. No quiero decir más por no destripar la trama.

Sé que la originalidad puede estar sobrevalorada y que a veces los escritores hacen homenajes a obras ya conocidas. Lo sé, pero no pude dejar de llevarme un pequeño chasco cuando vi de qué iba y me di cuenta de que parecía (y digo parecía) una burda copia del original.

Por lo demás, la historia se lee con gusto y es de las que enganchan. No desaconsejaría leerla.

"Naturaleza salvaje". Jane Harper.

Conocí a Jane Harper hace unos años con una novela que tuvo muy buenas críticas y que me gustó mucho, "Años de sequía". Si en aquella ocasión sentíamos el calor asfixiante y la sequía abrasadora del verano austral, en esta ocasión será el frío y la humedad de la lluvia invernal en el interior de un bosque lo que empapará nuestra conciencia mientras leemos esta novela.

Se trata de la segunda entrega de la serie protagonizada por el policía federal de la Unidad de Investigación Financiera de Melbourne, Aaron Falk. 

En "Naturaleza salvaje", Aaron Falk y su compañera Carmen están investigando a BaileyTennants, una empresa cuyas finanzas no parecen muy claras. En plena investigación la mujer que les servía de topo dentro de la empresa desaparece mientras realiza con otros compañeros de trabajo una actividad de supervivencia en la naturaleza, concretamente en el paraje de Giralang Ranges, una de esas actividades que se organizan para fomentar el espíritu de equipo. 

Aaron y Carmen se desplazan hasta el lugar de los hechos, un sitio inquietante por cuanto años atrás, en ese mismo bosque, tuvieron lugar unos asesinatos de mujeres jóvenes, aunque no hay nada que temer en ese aspecto (¿o sí?) pues su autor fue detenido y murió en prisión.

En capítulos alternos se nos irá mostrando, por una parte, la investigación llevada a cabo para descubrir el paradero de la mujer y, por otra, el propio desarrollo de la actividad desde la llegada a Giralang Ranges el jueves por la tarde. Iremos siguiendo muy pormenorizadamente todo lo sucedido al grupo de mujeres de la actividad y poco a poco iremos sabiendo cosas que, por supuesto, los investigadores desconocen. Con gran habilidad por parte de la autora, se nos irá llevando a descubrir los hechos casi a la vez que Aaron Falk y Carmen Cooper, aunque un poquito por delante.

Al igual que "Años de sequía", "Naturaleza salvaje" me ha parecido una novela muy buena en la que más allá de la intriga y la investigación, se nos pone ante problemas laborales y familiares; ante las relaciones humanas que siempre son complejas y a veces se convierten en algo dañino de lo que solo se sobrevive conjurando el dolor de las formas más variadas y nunca inocentes. Una serie que seguiré muy de cerca.