"El viento y la sangre" Martin Aloysius West (Alexis Ravelo)
«Pequeño y escuchimizado, Morton tenía un semblante pálido y anguloso, con una gran nariz cuyas dimensiones intentaba disimular inútilmente sirviéndose de un ridículo bigote tan negro y fino que parecía dibujado con lápiz de ojos. Se movía con la resolución característica de los tipos duros, aunque sabía (como sabían todos los que le conocían) que siempre había sido y nunca sería más que un perdedor, un segundón que se arrimaba a quienes valían más que él para alimentarse con sus sobras. No obstante, por primera (y acaso última) vez, Morton tenía una oportunidad. Todo dependía de que supiera moverse rápida y convenientemente. Y ese hecho, el hecho de estar tan cerca del triunfo y que, no obstante, todo pudiera echarse a perder si metía la pata, le ponía nervioso. Muy nervioso».
Daniel Morton acaba de llegar a Marksonville, Dakota del Sur. Viene con dinero fresco que acaba de conseguir después de traicionar a los suyos, asesinar a un compañero y hundir en aguas pantanosas la misión encomendada, cobrar un rescate para devolver a una víctima de secuestro. Todo lo ha planeado Morton con un único fin: recuperar el amor de Lorna de la que dice estar enamorado y que lo abandonó hace tiempo borrándose también de Chicago. Ahora Lorna trabaja en Marksonville, lleva una vida bastante tranquila, ha hecho amigos y de lo último que tiene ganas es de volver a saber de Morton, pero accede a citarse con él para convencerle, de una vez por todas, de que nada es ya posible entre ellos.
Enseguida sabremos que Morton tiene muy preocupados a varios matones y jefes del hampa de Chicago. Vinnie Miller espera cada vez con más impaciencia. Hace ya veinticuatro horas que Dani Morton y su compañero Walter tenían que haber vuelto con el rescate para poder liberar a la víctima, aunque Vinnie entre la espera, los nervios y una mala noticia que recibe por teléfono está a punto de cometer un error fatal. Mientras tanto en Chicago, Conrado Bonazzo habla con Rudy Bambridge. Bonazzo es un jefe del hampa y su testaferro, Nigel Donaldson, es el padre de la chica secuestrada.
«Desde entonces, Rudy y los chicos se habían estado encargando exclusivamente del asunto. El rescate, exigido por una voz anónima el lunes por la mañana era de veinte de los grandes. El viejo Donaldson era el testaferro de Bonazzo y esa suma, para Bonazzo, no era de importancia. Por ahí no había problema. Pero Rudy, que estaba poniendo la ciudad patas arriba, aconsejó que no pagaran. Bonazzo transmitió el consejo a Donaldson [...] Sin embargo, no cumplió su promesa».
El dinero se ha entregado y la niña no aparece. Alguien se ha burlado de Bonazzo en la persona de su testaferro y si alguien se atreve a algo así, cualquiera puede atreverse a cualquier cosa. El acto no puede quedar sin venganza, más bien, sin escarmiento.
Rudy Bambridge encargado por Bonazzo saldrá en busca de Morton y el rescate. Enseguida las pesquisas lo llevan a Marksonville, Dakota del Sur y allí se va en busca de Morton, del dinero del rescate y de las represalias que, a modo de ejemplo, merece la afrenta. La intriga y el misterio irán rodeando el caso. Aparecerán más personajes interesados en él de los que imaginábamos, de los que Rudy imaginaba, en un principio. Los muertos, algunos conocidos y otros totalmente desconocidos, se irán acumulando sobre la mesa. No solo en Chicago y alrededores, también en Marksonville, menos acostumbrado al crimen, empezará éste a ser cosa de cada día.
«Representar a la ley en Marksonville nunca había sido complicado. Los trabajos más duros que el sheriff Legins había tenido en sus quince años de servicio habían consistido en buscar a un niño extraviado (el hijo menor de los Butler, que finalmente apareció en el granero donde se había escondido) e investigar un tiroteo por una cuestión de lindes entre Pete Hopkins y el viejo Mc Duffy [...] las labores de Elmore Legins y sus dos ayudantes consistían, amén del control del tráfico, en solucionar disputas domésticas, investigar robos de autos por parte de adolescentes narcotizados sofocar alguna y reyerta de fin de semana»
Ahora, Legins tendrá que enfrentarse a homicidios, incendios y toda clase de delitos que creía propios de lugares más convulsos.
El viento y la sangre es una novela trepidante donde la acción no deja espacio a la descripción. Es pura acción, acompañada de inteligentes diálogos, muy dinámicos, que constituyen a su vez más acción. La trama se complica, se enrevesa, pero nunca deja de ser inteligible, nunca permite que se nos vaya la atención. La he leído con la misma pasión que de niña leía a Marcial Lafuente Estefanía o Silver Kane cuando mi abuelo despistaba alguna novela, con la misma pasión, pero con muchos años más, porque El viento y la sangre es una novela pulp muy bien escrita, muy bien tramada, con un final que sorprende y que se aleja de aquellos finales que ya preveíamos desde el principio.
El viento y la sangre está escrita al modo de las viejas novelas pulp de principios y mediados del siglo XX. No es de extrañar pues como pone en la solapa de mi edición de la novela: «Acaso por su propia tendencia al anonimato, Martin Aloysius West es uno de los grandes olvidados de la novela negra norteamericana. Nacido en Cincinnati, Ohio, en 1923, poco más sabemos de él, aparte de que entre 1951 y 1980 publicó con ese nombre doce novelas y medio centenar de cuentos. La mayor parte de esas historias (Like a Deep and Blue Sleep, Senti-mental Journey, Adam's Heart) están protagonizadas por Rudy Bambridge, peculiar "solucionador de problemas" del hampa de Chicago». El viento y la sangre fue rescatada del olvido por Editorial Nabona en su colección de novela negra, en 2013.
La traducción corre a cargo de Alexis Ravelo y Thalía Rodríguez que son además los autores del prólogo. En él se insiste en lo poco que se sabe del autor, pero se desvela que la fecha original de publicación de El viento y la sangre es 1951, sería por tanto la primera entrega de las aventuras de Rudy Bambridge. El prólogo habla de las circunstancias que acompañaron la publicación de la novela, lo que en su momento se dijo de ella; los éxitos posteriores del autor en los años setenta a pesar de que entre sus contemporáneos «algunos le consideraron un mero artesano del pulp, un escritor de segunda que no merecía mayor atención».
Hasta aquí lo que se puede deducir de mi ejemplar de El viento y la sangre, la primera edición de la novela de 2013. Parece ser que en la segunda, hay un prólogo en el que Alexis Ravelo confiesa la verdad. Él es el único autor de esta novela. A falta del prólogo de la segunda edición, podemos visitar el blog de Alexis Ravelo, recientemente fallecido para desgracia de los que seguimos sus letras desde hace años. Allí, en un post titulado El año que quise ser B. Traven o cómo nació M. A. West, explica sus motivos y cómo, con la ayuda y la colaboración de la editorial Navona y de Thalía Rodríguez «que prestó amablemente su nombre para esta pequeña boutade», crearon «una bibliografía esencial, unos cuantos hitos biográficos que sirvieran para perfilar una sombra, una editorial inicial y efímera. Acabé, incluso, escribiendo un prólogo en el que se mencionaban algunos críticos norteamericanos que se habían ocupado de ella. El prólogo, claro está, forma parte de la novela en otro plano de la ficción, pero supuso, para mí, un problema: me vi a mí mismo escribiendo impúdicos elogios sobre mi propio trabajo».
Dos creaciones en una: la novela pulp supuestamente escrita por M. A. West y todo lo referente a la vida y obra del supuesto autor. Una delicia de creación que supone la última sorpresa sobre Alexis Ravelo que el destino me tenía reservada. Me llegó la novela el 12 de julio de 2022 y en mi estantería esperaba su turno, pero ha tenido que morir el autor para que leerla se me hiciera algo necesario. Ha merecido la pena. Tampoco en el pulp me ha defraudado. Un autor sin fisuras al que siempre echaré de menos.
Título del libro: El viento y la sangre
Autor: Martin Aloysius West (Alexis Ravelo)
Nacionalidad: Estados Unidos (España)
Título original: Wind and Blood
Nacionalidad: Estados Unidos (España)
Título original: Wind and Blood
Traducción: Thalía Rodríguez y Alexis Ravelo
Editorial: Navona
Año de publicación: 2013
Año de publicación original: 1951 (2013)
Nº de páginas: 190
¡Anda! Pues desde luego la idea fue una genialidad. Una historia curiosísima que además no fue descubierta por nadie, parece ser, y el propio autor tuvo que desvelar. Me ha encantado esto que cuentas, Rosa. Un último regalo de Ravelo, sí, qué lástima...
ResponderEliminarContó con la importante complicidad de la editorial, además de la de Thalía Rodríguez y rodearon al autor inexistente de una biografía, una obra y unas críticas que hacían toda la historia de lo más creíble. Un gran y precioso regalo. Y una terrible lástima.
EliminarUn beso.
Un juego doble de ficción, por lo que veo. Me gusta ese tipo de juego. En cuanto a la novela en sí, además de muy pulp, se ve muy negra, y supongo que también es una especie de homenaje del autor a un género muy popular en los Estados Unidos durante una época pero que no siempre ha estado bien considerado, aunque, como ya hemos comentado en más de una ocasión, en todos los géneros hay de todo y por lo tanto justo es reivindicarlos.
ResponderEliminarMe alegra que Alexis Ravelo te siga proporcionando alegrías literarias.
Besos
La novela es muy pulp, pero dentro del pulp es muy buena, con una trama que se va complicando y que va tomando derroteros inesperados. Los diálogos son muy buenos, la acción trepidante y es que... además es muy Ravelo aunque no lo parezca.
EliminarMe temo que, salvo relecturas, ya me quedan pocas alegrías con Alexis Ravelo.
Un beso.
Buenas tardes, Rosa.
ResponderEliminarSe me ha erizado la piel leyendo tu reseña. Parece cosa del destino que no leyeras el libro hasta este momento. Más bien es un regalo del cielo enviado por el autor. Preciosa reseña, querida Rosa.
Un abrazo y buen comienzo de semana!!
Es cierto que al morir el autor se me hizo «necesario y hasta imprescindible», como dice Serrat, leer lo último que tenía en casa del autor. No sé desde dónde me ha llegado este regalo, pero le doy las gracias.
EliminarUn beso.
Es hasta cierto punto habitual el empleo de un pseudónimo, pero que el autor real se haga pasar por uno ficticio dándole esa pátina de realismo, pudiéndose considerar un engaño a los lectores, no deja de ser original siempre y cuando se acabe desvelando esta artimaña literaria. Por otra parte, el tema de esta novela resulta muy interesante y el juego al que juega Ravelo también.
ResponderEliminarUn beso.
Como digo en la reseña, son dos creaciones en una. Por una parte, la novela en sí, pero por otra, todo lo relativo a la vida y obra del autor ficiticio y las críticas recibidas por sus novelas, la opinión que mereció, etc. Una labor curiosa que, como dices, solo tiene sentido si se acaba desvelando la verdad. Es interesante ver cómo Alexis Ravelo lo explica en su blog.
EliminarUn beso.
¡Hola! Mientras iba leyendo tu reseña, sentía gran curiosidad por la trama que nos ibas contando. Pero quedé en shock al saber que el autor había muerto y que fue recién ahí que lo leíste... Otra cosa que me sorprendió, fue saber lo del autor ficticio, por lo que para satisfacer mi curiosidad, me daré una vuelta por su blog. Que tengas un lindo día. ¡Un beso!
ResponderEliminarEs uno de mis autores favoritos de novela negra españoles y murió repentinamente a finales de enero con 51 años. El libro, que yo ya sabía que era suyo, lo tenía en mi estantería hacía unos meses y al morir, me apeteció leerlo. No deja de ser una novela pulp, pero muy buena.
EliminarUn beso.
Pues la buscaré y la leeré, porque del señor Ravelo me ha gustado todo lo que he leído. Gracias Rosa por la reseña.
ResponderEliminarTodo, hasta su libro juvenil, Los perros de agosto, me ha gustado y eso que no suelo leer novela juvenil, pero Alexis Ravelo hacía una maravilla de cualquier tema que abordase.
EliminarGracias a ti por la visita.
Un beso.
Osea, Rosa, que al final no solo Ravelo es el traductor sino que también es el autor de la novela. No sabía que estuvo un tiempo firmando con el otro nombre, Martin Aloysius West , curioso, todo muy curioso. Y bueno, me parece muy apetecible tu propuesta, Ravelo me gusta aunque solo haya leído una novela suya, la de Los nombres prestados que me encantó. Así que igual me animo con esta que además no es ninguna saga y eso la hace mas accesible a mis apetencias lectoras, jeje
ResponderEliminarBesos
No esque haya escrito con ese apodo durante un tiempo. Fue una experiencia puntual, pero para ella se inventó un autor, que es un personaje más, con su biografía, su obra sus críticos... Lo que digo: dos creaciones en una.
EliminarAlexis ravelo tiene más novelas independientes que las pertenecientes a su serie de Eladio Monroy. Te recomiendo Un tío con una bolsa en la cabeza.
Un beso.
Que interesante todo lo que has contado. Apuntado me lo llevo, a ver si tengo oportunidad de leerlo. Besos
ResponderEliminarPues espero que lo disfrutes tanto como yo. La verdad es que tanto la novela como la historia que la rodea, resultan muy interesantes.
EliminarUn beso.
No conocía a este autor ni su libro. Pero perteneciendo al género que pertenece y habiendo leído tu elogiosa reseña, lo buscaré y leeré convenientemente.
ResponderEliminarGracias. Un beso.
Yo lo encontré en Amazon, aunque igual en alguna librería te lo pueden encargar. Espero que te guste.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminar!¡Me encanta la novela negra!
Tenía ganas de leer algo suyo y esta es una buena ocasión. Se ve que tiene una trama muy interesante y lo apunto para mis próximas lecturas.
Un abrazo.
No es lo más característico de Alexis Ravelo, pero como novela pulp tipo años cincuenta, está muy bien.
EliminarUn beso.
Rosa, con esta lectura se han vuelto a alinear los planetas, como te ocurrió con Laura. Me llevé una impresión tremenda cuando me enteré de lo de Ravelo. Si un par de horas antes de la noticia había recibido un mail de la editorial hablando de una reedición de un título. En fin, que lo que cuentas de esta novela ha despertado mi curiosidad. Me lo llevo. Besos
ResponderEliminarPara mí fue el mayor golpe recibido con autores muertos. Más aún que el de Almudena Grandes porque con Alexis Ravelo mantenía una cierta comunicación por redes sociales. Esta novela es un pulp muy bueno e interesante, con una trama tan bien manejada como siempre hacía el autor y con esa historia metaliteraria tan genial.
EliminarUn beso.