Tres eran tres 24
Tres novelas muy distintas. Una policíaca, una de espías y una historia de madres e hijas. Dos españolas y otra noruega. Muy recomendables las tres.
"El caso de las japonesas muertas". Antonio Mercero.
Cinco años hizo ya que leí la primera entrega de la serie protagonizada por Sofía Luna, una inspectora transgénero de la Policía Nacional. En la novela anterior, El final del hombre, Carlos Luna acababa de conseguir su cambio legal de género y pudo por fin tener un DNI a nombre de Sofía Luna. Cuando empieza esta segunda, Sofía se reincorpora al trabajo después de un año de convalecencia tras su operación de reasignación de sexo biológico. Sofía ya no es mujer solo en los papeles y en lo que siente de sí misma, también su cuerpo es ahora el de una mujer.
La reincorporación al trabajo no es fácil. Físicamente se siente cansada y somnolienta, efecto secundario del tratamiento con hormonas. Pero el balance general es bueno. El año de convalecencia ha sido muy positivo «Ha podido descansar y tomarse la vida con calma. Se ha ido acostumbrando poco a poco a su nueva condición de mujer. Ha recuperado la buena relación que siempre había tenido con su hijo Dani, que a los diecisiete años encajó mal la noticia de que iba a perder a su padre para ganar una segunda madre».
Ahora tiene que enfrentarse a un caso que le toca muy de cerca. Alguien está secuestrando y asesinando a turistas japonesas y todo indica que escoge a sus víctimas entre las que se consideran a sí mismas asexuales. Más allá de la investigación policial la novela es un pretexto para poner a la vista a un colectivo del que se habla muy poco, del que se sabe muy poco.
«Los asexuales no quieren que se les considere un grupo raro o con alguna desviación psicológica, aspiran a un reconocimiento pleno, como el que tienen los homosexuales y los bisexuales. Sofía sonríe al pensar en lo miserable que es la vida: por muy marginado que uno se sienta, siempre hay una minoría que está en peores condiciones».
No es excesivo el rechazo que Sofía encuentra en la comisaría. Casi todo el mundo está ya acostumbrado a un Carlos Luna que empezó a llamarse Sofía y a vestirse de mujer. El cambio biológico de sexo no resulta más que otro paso adelante, pero eso no quiere decir que su realidad se tome con naturalidad. Y si a eso se le suma el caso de las víctimas asexuales, hay quien ya no puede ocultar su perplejidad ante la vida.
«—Hormonas para cambiarte de sexo, reuniones de asexuales… ¿En qué mundo vivimos?
—Un mundo apasionante, comisario. Lleno de cambios».
A mí también me parece un mundo apasionante. Como también me lo parece otro tema que se muestra en la novela y que son las relaciones paterno filiales. Aparece el padre de Sofía con el que hace años que rompió relaciones. Un recio militar no podía soportar que su hijo se disfrazara de mujer primero y se convirtiera en una después. Ahora Gerardo Luna aparece en una situación muy comprometida y Sofía tendrá que decidir la postura que debe adoptar. Pero hay más relaciones entre padres e hijos que son conflictivas. «Sangre de tu sangre, piensa Sofía. Por mucho que le odies, volverás a él, no te librarás de su sombra ni de su influencia y por muy lejos que te vayas te llegará siempre el eco de sus pasos».
Me gusta la serie de Sofía Luna. Antonio Mercero me gusta más como Antonio Mercero que como un tercio de Carmen Mola.
Este libro participa también en el Reto Doce libros pendientes de tu biblioteca como La secuela (continuación de una saga). Es la segunda entrega de la serie Sofía Luna.
Título del libro: El caso de las japonesas muertas
Autor: Antonio Mercero
Nacionalidad: España
Nacionalidad: España
Editorial: Afaguara
Año de publicación: 2018
Año de publicación original: 2018
Nº de páginas: 360
"¿Ha muerto mamá?". Vigdis Hjorth.
«Si nuestra madre hubiera muerto, ella me habría informado. Tiene obligación de hacerlo». Johanna no sabe si su madre ha muerto. Hace mucho tiempo que no sabe nada de ella ni de su hermana Ruth. Hace treinta años que Johanna se enamoró de Mark, un profesor americano con el que hizo un curso de pintura a la acuarela. Abandonó a su marido, un abogado que se llevaba muy bien con su padre, también abogado; abandonó su propia carrera en la abogacía, lo dejó todo y se fue a Estados Unidos con Mark. Al principio hubo cartas, cierta relación, felicitaciones y regalos a John, el hijo de la pareja, por parte de su tía y abuelos en fechas señaladas. Hasta que enfermó y murió el padre y Johanna no acudió a la enfermedad ni al funeral. A partir de ahí toda relación se cortó hasta el punto de que Johanna ignora incluso si su madre ha muerto, aunque no puede concebir que, de ser así, Ruth no la haya avisado. Ahora Johanna ha vuelto a Noruega. Está viuda desde hace años, su hijo ya vive lejos y a ella le ha salido una exposición retrospectiva de su obra y ha aprovechado para pasar unos meses en su país de origen.
La novela está narrada en primera persona por Johanna. En su monólogo alterna las andanzas actuales en pos de su madre y los recuerdos del pasado que van desentrañando los secretos de la familia. En el presente, Johanna empieza por llamar a su madre, la sigue después, imagina lo que hacen ella y Ruth «Mi madre no tiene problemas económicos, no le preocupan ni la economía ni el medio ambiente. No creo que antes de comprar un producto se informe de dónde ha sido fabricado o de su composición. Solo lo creo. Tal como recuerdo a mi madre, no le interesaban ni la política ni la sociedad. [...] Mamá, te invento con palabras». Imagina lo que no sabe porque no se resigna a no saber.
En el pasado se nos va revelando una mujer atrapada en su propia infelicidad, los recursos que adopta para transformar la desdicha en aceptación; cómo esa actitud afecta a sus hijas, al menos a Johanna; cómo se acumula el resentimientos, la traición, la sensación de culpa. Y es que la madre, también el padre, siempre estaba con el agradecimiento que los hijos deben a los padres, pero «¿No tienen los padres una obligación para toda la vida que el hijo no tiene?». Estoy de acuerdo con Johanna. Jamás se me ocurriría pensar que mi hijo me debe nada. No hace mucho leí u oí (no recuerdo a quién) una frase que me pareció perfecta: las deudas que adquirimos con los padres las pagamos con los hijos. Sí, todo lo que nuestros padres han hecho por nosotros lo hacemos después por los hijos y así la deuda se paga.
¿Ha muerto mamá? es una novela que engancha desde el principio y que plantea reflexiones sumamente interesantes sobre las relaciones entre madres e hijas, pero también familiares en general. Hay secretos del pasado, hay una curiosidad creciente por saber cómo termina la historia y si hay lugar al encuentro físico y afectivo entre esa hija con su madre y hermana. Una fantástica novela que me ha hecho descubrir a una autora a la que seguiré sin duda.
Este libro participa en el Reto Autores de la A a la Z que organiza el blog Lecturápolis. Con él relleno la letra H.
Título del libro: ¿Ha muerto mamá?
Autor: Vigdis Hjorth
Nacionalidad: Noruega
Título original: Er mor død
Nacionalidad: Noruega
Título original: Er mor død
Traducción: Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo
Editorial: Nordica
Año de publicación: 2022
Año de publicación original: 2020
Nº de páginas: 325
"Los hombres de la niebla". Pablo Zarrabeitia.
Esta es la segunda novela que leo protagonizada por Marcos Madero, Marcos Madariaga en su vida común, un agente del CNI. La anterior, El alma de los espías, transcurría entre los años 2003 y 2004. En ella tuvo lugar el atentado de Latifiya en Irak en el que perecieron ocho miembros del CNI. Ahora han pasado muchos años. Estamos a principio de 2016 y en el Centro Nacional de Inteligencia hay «un monolito de acero con nueve llamas de bronce, el lugar más sagrado del Centro Nacional de Inteligencia. [...] En un lateral del monolito semicircular, ocho placas contenían los nombres de los héroes de Irak, que los miembros del Centro memorizan como si fuese la oración de los espías españoles. [...] En el lateral opuesto del monumento, otra placa explicaba la existencia de una novena llama de bronce: “Y a todos cuantos dieron su vida, en secreto, al servicio de España”».
Ahora Marcos Madero está en Bolivia y trabaja en la embajada de España en La Paz. La agente Helena Aymar, Helena Auzmendi fuera del Centro, ha ascendido mucho y de agente recién incorporada ha llegado a ser Directora del Área de Sudamérica y se le ha presentado un caso que va a resultar mucho más complejo de lo esperado: «debía encontrar a una mujer llamada Andrea Pékerman, desaparecida en Sudamérica, que había conseguido una información de crucial interés para el Centro». La misión, lógicamente recaerá en Marcos puesto que a Andrea se le pierde la pista en Bolivia. El caso tiene mucha importancia porque el padre de la desaparecida es un magnate argentino, Salomón Pékerman. El caso de Andrea Pékerman constituirá la Operación Valaquia.
Marcos solo sabe que tiene que buscar a la joven, lo que no sabe es que en la Operación Valaquia se mueven intereses tan ocultos como trascendentales para la situación política mundial. El lector lo irá sabiendo porque, a diferencia de Marcos, él es testigo de conversaciones muy interesantes y crípticas, aunque poco a poco el misterio se irá resolviendo. Andrea no solo es una joven desaparecida sino que tiene información trascendental para los intereses no solo del CNI sino también de otros centros de inteligencia europeos como el BND alemán o el MI6 británico.
Como ya hiciera con El alma de los espías, Pablo Zarrabeitia, agente él mismo del CNI (firma con seudónimo), me arrastra en una historia trepidante en la que la política más actual (2016) se mezcla con fantasmas del pasado, fantasmas que no se resignan a ser tales y resucitan para dirigir los destinos de Europa y del mundo.
«—Hemos detectado osos rusos deambulando por la campiña inglesa y bandadas de águilas calvas norteamericanas sobrevolando Londres. El brexit se ha convertido en algo mucho más trascendental que el futuro de Reino Unido; en ese referéndum se decidirá el destino de Europa y el reajuste del tablero político mundial. Los rusos y los americanos lo saben».
Una novela de espías que nos llevará por los paisajes bolivianos más agrestes, desde los Andes hasta la Amazonia; desde los barrios más pobres a los más selectos; de La Paz a Buenos Aires a . Conoceremos a aymaras descendientes de los hombres de la niebla, «poderosos chamanes llegados a Bolivia desde las tierras del Oeste, que practicaban la sanación y tenían el don de interpretar los mensajes de la Pachamama, la Madre Tierra».
De nuevo Pablo Zarrabeitia nos demuestra que, como ya dije en mi reseña de El alma de los espías, «literariamente hablando, el CNI no tiene nada que envidiar al MI6, el Mossad, el KGB o la CIA». Estoy esperando ya la tercera parte.
Este libro participa en el Reto Autores de la A a la Z que organiza el blog Lecturápolis. Con él relleno la letra Z.
Título del libro: Los hombres de la niebla
Autor: Pablo Zarrabeitia
Nacionalidad: España
Nacionalidad: España
Editorial: Autopublicación
Año de publicación: 2022
Año de publicación original: 2022
Nº de páginas: 290
Me atrae la de madres e hijas... las policiacas no me atraen mucho.Los hombres de la niebla también me atre. Gracias por las reseñas. Feliz viernes y fin de semana. Abrazo
ResponderEliminar¿Ha muerto mama? es una novela muy interesante. Si, como a mí, te interesan los conflictos entre madres e hijas, te gustará. Los hombres de la niebla es una muy buena novela de espías.
EliminarUn beso.
¡Hola! De las tres lecturas, me he quedado con muchas ganas de leer "¿Ha muerto mamá?". He leído muy pocos libros de autores noruegos ( por no decir casi nada) , por lo que me encantaría conocer y disfrutar de la pluma de la autora. Que tengas un lindo fin de semana. ¡Besos!
ResponderEliminarYo he leído autores noruegos, pero sobre todo de novela negra y policíaca. De otros géneros he leído menos. Por lo que he visto, tienen una forma de escribir propia y que me gusta mucho. Son intimistas y esta novela va desvelando toda una serie de conflictos que la hacen muy interesante.
EliminarUn beso.
Uff, es que me tientas en esta ocasión con las tres... A ver, Rosa, así, ¿cómo reduzco yo la lista de pendientes? No hay manera, no hay manera...
ResponderEliminarBesotes!!!
Ja, ja. Lo de reducir la lista de pendientes es imposible. La lista solo crece y crece. De la mía salen como mucho dos a la semana y entran diez o doce... Ojalá te animes con alguna de estas tres novelas y las disfrutes.
EliminarUn beso.
A mi me atraen las tres por igual, aunque se me antoja mucho más original la historia de El caso de las japonesas muertas, quizá por la situación tan especial de su protagonista y su entorno. El cambio de sexo de Carlos, sus relaciones personales y familiares y la aparición del grupo de asexuales acaba de rematar la complejidad de la sociedad en la que vivimos.
ResponderEliminarUn beso.
Es una novela interesante y muestra una realidad y unos colectivos que quedan fuera de los que todos tenemos en mente. Gais, lesbianas, transexuales... están en la mente de todos, pero los asexuales son un grupo mucho menos tenido en cuenta y creo que es importante ponerlo en la mente de los lectores.
EliminarUn beso.
Te imaginarás que la que más me tienta es ¿Ha muerto mamá? Además, leí hace unos meses La herencia, novela de la misma autora que también tiene temática familiar y plantea reflexiones muy interesantes. Así que estoy casi segura que esta también me va a gustar.
ResponderEliminarLas otras dos plantean temas interesante, pero ya sabes que no son mucho de mi estilo.
Besos
Sí me lo imaginaba, sí. Apunté La herencia cuando lo vi en tu blog y luego, en el de Marian vi ¿Ha muerto mamá? y lo apunté también. Por cierto, anoche he empezado a leer la herencia del que llevo algo más de treinta páginas y me está gustando mucho. Creo que me va a gustar más que ¿Ha muerto mamá? y eso que el listón está muy alto. Un gran descubrimiento esta autora noruega.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarya sabes que leí Ha muerto... y que la disfruté mucho, como dices es un retrato magnífico de las relaciones madres-hijas y entre hermanas. Yo creo que hay bastante de real con la vida de la autora. Las otras también me resultan atractivas, si no fuera por lo de las sagas..., entiendo que Antonio Mercero te guste mas en solitario. Yo leí de él Pleamar y me encantó
Un beso
Pleamar es una novela que está muy bien y que trata el mismo tema que Delphine de Vigan en Los reyes de la casa. Lo trata de otra manera,pero muy bien. Estas dos novelas de la serie de Sofía Luna tienen el atractivo de meter un inspector transexual en una comisaría de policía con todo lo que eso puede representar. Son interesantes. Y a poco que te gusten las novelas de espías, Los hombres de la niebla es una muestra genial de que cuando el autor sabe lo que se hace, el CNI es igual de literario y apasionante que el resto de sedes de inteligencia del mundo.
EliminarUn beso.
Hola Rosa. Pues de los tres, me quedo con los primeros. A Mercero lo he leído poco. Lo único que leí, fue cuando publicó en solitario, Pleamar. Me gustó. Este que nos traes, al formar parte de una saga no sé si me animaría a leerlos sin orden. Sin embargo, sí me atrae Sofía Luna como protagonista. Y el segundo, he leído varias reseñas. Me gusta mucho lo que contáis pero, de momento, lo dejo para unas circunstancias menos sensibles. Besos
ResponderEliminarLos libros de Sofía Luna de momento son dos y con el triunfo y las exigencias de Carmen Mola no sé si seguirá con la serie. Yo desde luego leeré los que vengan porque el punto de partida es interesante y lo plantea bien.
EliminarSi te gustan las relaciones familiares, ¿Ha muerto mamá? seguro que te gusta además engancha y se lee muy a gusto.
Un beso.
Quizás porque aún recuerdo nitidamente el caso de los agentes del CNI asesinados en Irak, "Los hombres de la niebla" me parece la novela más atractiva, quizás porque es una alternativa a los clásicos de la CIA...
ResponderEliminarUn abrazo!
Magnífica novela Los hombres de la niebla, y también la anterior, El alma de los espías. Espionaje español sin nada que envidiar a otros más famosos.
EliminarUn beso.
¡Hola! Aún no sé como no conocía estas tres historias, la verdad es que me han llamado mucho la atención, tienen tramas de mi estilo, así que apuntas me las llevo. Genial reseñas, besos :)
ResponderEliminarHay muy buenas novelas en esa entrada que espero que disfrutes, y muy buenos autores también. Ya nos contarás.
EliminarUn beso.
Pienso de nuevo que cuantas cosas sucedieron en el año 2016. Y es por eso que la tercera novela me ha llamado bastante la atención y tomo muy buena nota de ella, además de informarme de todas las novelas que traes en esta sección lo cual se agradece muchísimo.
ResponderEliminarBesos, Rosa
Pablo Zarabeitia escribe novelas de espías que recuerdan mucho a las de John Le Carré, en otro momento y más españolas que británicas, pero con puntos en común que las hacen sumamente interesantes. Es la segunda que leo y ambas me han gustado mucho.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, por motivos diferentes ne llaman las tres, tengo ganas de leer algo de Antonio Mercero, a ver si como a ti me convence como escritor " independiente", de Carmen Mola solo leí el primero y no me gustó lo suficiente para seguir. Los otros autores me son desconocidos, así que investigaré un poco. Besos.
ResponderEliminarSi leíste el anterior de Antonio Mercer, de la serie Sofía Luna, este es similar, aunque aquí ya se ha dado la operación d e cambio de sexo y el tema de los asexuales resulta interesante.
EliminarTe confieso que los otros autores son más de mi agrado sin negra que Antonio Mercero, por lo que le he leído, me gusta bastante.
Un beso.
Hola, Rosa. De Mercero no he leído nada, no me llama especialmente. De Carmen Mola una y ya tuve bastante porque es demasiado cruda y además mezclaba muchas cosas y por supuesto pasaba de puntillas por algunas. De este que nos traes hoy, me parece interesante el personaje de la inspectora, es novedoso y me gusta que tampoco se centre en que le hagan feos en la comisaría sino que lo tengan normalizado.
ResponderEliminar¿Ha muerto mamá? ya lo tengo apuntado, me encantan las complicadas relaciones, revolver en el pasado para sacar la basura, los secretos... lo tiene todo.
Con Los hombres de la niebla tengo un problema, me gustan mucho las historias de espías, este además tiene escenarios muy interesantes y que el autor sepa de primera mano de lo que habla le da más credibilidad todavía aunque no es imprescindible, ya que supongo que por ejemplo los escritores de novela negra no acostumbran a ir matando gente por ahí. Lo malo es que al menos habrá una tercera parte, ahí es donde se me quedan a medias y eso me da rabia. Me lo voy a pensar pero tendré que buscar el primero.
Besos
A mí me encanta leer series y esta la pillé casi recién empezada y tampoco sabía que fuera una serie. Ahora ya he leído las dos que hay y, aunque parece que se está escribiendo una tercera, ya la pillaré recién publicada. Sí que me da pereza empezar series que llevan ya un montón de entregas.
EliminarLa novela de Antonio Mercero me parece mucho más real e interesante que las de Carmen Mola, Trata un tema complicado y presenta un personaje nada habitual. Creo que lo trata bien y que es algo que siempre resulta interesante de ver en novelas y que se haga reflexionar sobre ello.
No dejes de lee ¿Ha muerto mamá? me ha encantado.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarQué interesantes las tres, pero creo que me gustaría más la primera.
Yo también creo que los hijos no nos deben nada, otra cosa es que quieran, o queramos, cuidar y ayudar a nuestros padres llegado el caso, pero un hijo no ha pedido nacer, ni que lo cuiden ni nada. Obviamente, yo por mis padres habría hecho lo que hiciera falta y más.
Muy feliz semana y gracias por las reseñas.
Todos estamos dispuestos a hacer cualquier cosa por nuestros padres... siempre que sean normales y buena gente, pero es que hay padres que piensan que los hijos están para ayudarles y resolverles la papeleta. De hecho, he oído a gente decir que hay que tener hijos para que cuando llegues a la vejez alguien te cuide y eso es algo que me parece de lo más miserable. Cuidamos a los padres porque los queremos, pero desde luego yo no siento que mi hijo me deba nada. Yo soy la que le puse en este mundo sin pedirle permiso, y quién tiene obligación de facilitarle las cosas. Hay por ahí un mantra que circula entre padres de cierta edad, los que andan entre ochenta y noventa que consiste en decir lo mucho que se han sacrificado por los hijos y la mayoría de las veces lo único que han hecho ha sido ir a trabajar cada día. Ya digo que la mayoría de las veces porque luego hay casos de verdaderos sacrificios, pero son los menos.
EliminarUn beso y feliz semana para ti también.
Buenas tardes, Rosa.
ResponderEliminarQué novelas más distintas nos traes en esta ocasión para el Tres eran tres. Quizá la que más me llama la atención es la primera por su enfoque nada morboso y por su principio argumental. Las otras dos no me llaman especialmente. Ya sabes qué temáticas y motivos me suelen llamar.
Un abrazo y gracias por tu tremenda reseña!!
Sí,coincidimos en un tipo de literatura, pero hay otro en el que no solemos.No obstante, hubiera pensado que tu novela preferida de esta entrada hubiera sido la segunda. No me da la sensación de que lo policíaco actual te atraiga demasiado, pero sí, El caso de las japonesas muertas tiene un planteamiento interesante.
EliminarUn beso.