Febrero 2016
"Anoche soñé que
había vuelto a Manderley. En mi sueño me encontraba ante la verja del parque, pero durante
algunos momentos no pude entrar. Estaba cerrada la puerta con candado y cadena.
En sueños llamé al guarda, pero nadie me contestó, y cuando miré detenidamente
a través de los mohosos barrotes de la verja, vi que la caseta estaba
abandonada.
No humeaba la
chimenea, y las ventanucas y sus celosías bostezaban en su abandono."
Cuando su autora, Daphne du Maurier, escribió estas palabras con las que comienza su novela más famosa, tenía ya treinta y un años y había escrito varios libros. Era una mujer educada con esmero y muy refinada, incluso sofisticada como se puede apreciar en las fotografías que nos la muestran, con una cara que es una mezcla de jovencita ingenua y mujer decidida, revoltosa y de armas tomar.
Su padre era productor y actor de teatro y muy amigo de Henry James; su madre era también actriz; su abuelo fue escritor; sus primos, los hijos de su tía Sylvia Llewelyn Davies, inspiraron los personajes de Peter Pan; sus hermanas, Angela y Jeanne fueron respectivamente, escritora y pintora...
En fin, que el arte había tocado con su mano mágica a toda la familia. También la tragedia tocó a algunos miembros, pero eso lo dejaré para otro momento.
"Rebeca" escrita en 1938, no fue su primera novela. Antes había escrito varias más, incluso había conocido ya el éxito con "La posada de Jamaica" (1937), pero indiscutiblemente, fue "Rebeca" la que más fama le dio y por la que todo el mundo la conoce.
Yo me topé con la historia en la forma de la sugerente, adictiva e inquietante película que hizo Hitchcock. El director era un gran admirador de la escritora y además de llevar al cine "La posada de Jamaica" en 1939 y "Rebeca" en 1940, también otras famosas películas suyas como "Los pájaros" se basan en relatos de la escritora.
Era muy pequeña cuando vi la película, once o doce años, y aún tardé un tiempo en saber que había una novela con el mismo título que me apresuré a leer.
La historia es de esas que te atrapan en sus escaleras señoriales, sus desvanes de madera cubiertos del polvo de las generaciones y los años, sus chimeneas gigantes en cuyo interior se podría poner una mesa de navidad para varios comensales, sus ventanas góticas tras las que se recorta la figura tenebrosa de una bruja. Te deja colgada de la maldad rencorosa de la Señora Danvers, de la belleza y carisma de la primera Señora de Winter, del sufrimiento, finalmente descubierto, del Señor de Winter y, como no, de la inocente ingenuidad, de la bondad y generosidad sin fisuras de la narradora, la segunda Señora de Winter.
No podemos engañarnos, la película se ha comido a la novela y cuando iba enumerando los personajes, eran las caras de los actores las que tenía en mi cabeza y cuando iba describiendo ciertos detalles de la casa, era el maravilloso decorado de la película el que me inspiraba.
No sé qué porcentaje de los espectadores de Hitchcock habrá leído el libro, pero puedo asegurar que no desmerece para nada. Al contrario, la historia leída cobra una nueva dimensión, se carga de matices inasibles en cine, difíciles de trasladar a otras imágenes que no sean las que las palabras escritas (leídas) evocan en la mente del lector. Aunque el nombre de rebeca para la chaqueta cerrada se deba a las que llevaba Joan Fontaine en la película.
Las novelas que aparecen en esta sección, "Bienvenido nuevo mes literario", no están recién leídas, pero están leídas. Se trata de novelas que empleo para comenzar cada mes. Por ello comienza la entrada con el inicio del libro. No pretende ser una reseña, sino el comentario sobre una historia que me marcó lo suficiente como para poder hablar de ella aunque haga ya muchos años que la leí. Por ello, espero que me perdonéis si incurro en algún error.
Su padre era productor y actor de teatro y muy amigo de Henry James; su madre era también actriz; su abuelo fue escritor; sus primos, los hijos de su tía Sylvia Llewelyn Davies, inspiraron los personajes de Peter Pan; sus hermanas, Angela y Jeanne fueron respectivamente, escritora y pintora...
En fin, que el arte había tocado con su mano mágica a toda la familia. También la tragedia tocó a algunos miembros, pero eso lo dejaré para otro momento.
"Rebeca" escrita en 1938, no fue su primera novela. Antes había escrito varias más, incluso había conocido ya el éxito con "La posada de Jamaica" (1937), pero indiscutiblemente, fue "Rebeca" la que más fama le dio y por la que todo el mundo la conoce.
Yo me topé con la historia en la forma de la sugerente, adictiva e inquietante película que hizo Hitchcock. El director era un gran admirador de la escritora y además de llevar al cine "La posada de Jamaica" en 1939 y "Rebeca" en 1940, también otras famosas películas suyas como "Los pájaros" se basan en relatos de la escritora.
Era muy pequeña cuando vi la película, once o doce años, y aún tardé un tiempo en saber que había una novela con el mismo título que me apresuré a leer.
La historia es de esas que te atrapan en sus escaleras señoriales, sus desvanes de madera cubiertos del polvo de las generaciones y los años, sus chimeneas gigantes en cuyo interior se podría poner una mesa de navidad para varios comensales, sus ventanas góticas tras las que se recorta la figura tenebrosa de una bruja. Te deja colgada de la maldad rencorosa de la Señora Danvers, de la belleza y carisma de la primera Señora de Winter, del sufrimiento, finalmente descubierto, del Señor de Winter y, como no, de la inocente ingenuidad, de la bondad y generosidad sin fisuras de la narradora, la segunda Señora de Winter.
No podemos engañarnos, la película se ha comido a la novela y cuando iba enumerando los personajes, eran las caras de los actores las que tenía en mi cabeza y cuando iba describiendo ciertos detalles de la casa, era el maravilloso decorado de la película el que me inspiraba.
No sé qué porcentaje de los espectadores de Hitchcock habrá leído el libro, pero puedo asegurar que no desmerece para nada. Al contrario, la historia leída cobra una nueva dimensión, se carga de matices inasibles en cine, difíciles de trasladar a otras imágenes que no sean las que las palabras escritas (leídas) evocan en la mente del lector. Aunque el nombre de rebeca para la chaqueta cerrada se deba a las que llevaba Joan Fontaine en la película.
Las novelas que aparecen en esta sección, "Bienvenido nuevo mes literario", no están recién leídas, pero están leídas. Se trata de novelas que empleo para comenzar cada mes. Por ello comienza la entrada con el inicio del libro. No pretende ser una reseña, sino el comentario sobre una historia que me marcó lo suficiente como para poder hablar de ella aunque haga ya muchos años que la leí. Por ello, espero que me perdonéis si incurro en algún error.
Las descripciones de la casa que aparecen en la novela -una casa que es, más allá de casa, el mausoleo de Rebeca y, más allá del mausoleo, la propia Rebeca- son, como dices, cautivadores. Espléndida es también la maqueta de madera y cartón que Albert Maxwell Simpson construyó para representar el exterior de la mansión, así como el diseño de los interiores por Joseph B. Platt, la dirección artística de Lyle Wheeler y la fotografía de George Barnes. Son tantos y tan grandes los talentos que se dan cita, comenzando por el de la autora de la novela y el del director de la película, que es inevitable que volvamos una y otra vez a Manderley... aunque solo sea en sueños. Un abrazo, Rosa.
ResponderEliminarCautivadores no, cautivadoras. Ejem.
ResponderEliminarCarmen me has dejado vuelta al aire. Los deberes que debí hacer yo para el post, los tienes tú hechos. Qué maravilla.
EliminarTanto la novela como la película son cautivadoras, como bien dices. Un gran acierto de Hitchcock fue mantener las frases iniciales de la novela en la película. Es uno de los comienzos más intrigantes y que te dejan con ganas de más de los que he publicado en esta sección.
Un beso chère amie.
Es deformación profesional: ¿no ves que siempre ando fijándome en los decorados, los escenógrafos y todo eso? Y Manderley, arquitectónicamente, es interesantísima: como ficción arquitectónica, claro. Baci, mia cara.
EliminarEsto de ser políglotas es genial. No sé nada de italiano, pero veo que lo entiendo a la perfección.
EliminarYo también vi la película de "Rebeca" hace muchos años, pero no la recuerdo ni la mitad de bien que tú. Ahora que te he leído se me han despertado las ganas de repasar esta historia de pasiones y drama, pero quizás ahora elija el libro :)
ResponderEliminarGracias por una reseña tan deliciosa, Rosa. Has sabido transmitir en ella toda tu admiración :)
Un beso!!
La he visto varias veces, pero fue tal la fascinación que me produjo de niña que creo que desde la primera vez, la recuerdo casi en su totalidad. El libro lo leí solo una vez. me alegrará que leas el libro. Tiene matices que no están en la película.
EliminarUn beso.
Yo también vi la película antes de leer el libro, pero con La posada de Jamaica fué al revés, cayó en mis manos el libro y me encantó. Luego supe que la autora era la misma que había escrito la novela en la que se inspiró Hitchcok. Y no me quedó mas remedio que buscar el libro para leer la historia. Disfruté mucho, pero no pude olvidar la película pues los personajes me venían con cara
ResponderEliminarEs lo que pasa. Para mí Rebeca siempre será Joan Fontaine y Max de Winter, Laurence Olivier. Además son tan buenos actores que contagian carácter a los personajes. "La posada de Jamaica" la he leído y visto la película, pero, al revés que Rebeca, no recuerdo nada. Solo sé que me gustaron ambas.
EliminarUn beso.
Al igual que tú vi primero la película y cuando supe que se basaba en una novela la leí. Hitchcock me gusta mucho y la puesta en escena es perfecta pero el ambiente descrito en la novela me gustó mucho más.
ResponderEliminarTomo nota de "La posada de Jamaica".
Gracias por esta entrada tan evocadora.
Un beso
"La posada de Jamaica" no podría decirte de qué va. la leí y vi la película, pero hace mucho y sólo recuerdo que me gustaron ambas, más la novela, pero está claro que no me dejaron la huella que me dejó Rebeca.
EliminarUn beso.
Te ha quedado un interesante post, no conocía la amplia relación artística de Hitchcok con la escritora, ni su amplia familia de escritores, pintores y actores. Rebeca junto a La posada de Jamaica forman parte de mi colección de originales. Míticas estrellas. Un saludo
ResponderEliminarDaphne Du Maurier fue una mujer muy interesante. Ella y toda su familia, como has visto. Yo tampoco sabía que "Los pájaros" se basaba en un relato de la autora. "Rebeca" me fascinó hacia los once o doce años. Hoy veo una película y se me olvida antes de un mes (a no ser que me impresione mucho) "Rebeca" la recordé por años, hasta que la vi por segunda vez y me di cuenta de que la trama central la recordaba entera. Igual de joven vi otra película que me entusiasmó "Secreto tras la puerta" ¿la conoces?. Esta, la segunda vez que la vi, muchísimos años después, me decepcionó un poco.
EliminarNo, no conozco Secreto tras la puerta. Pero la buscaré.
EliminarLeímos el libro y vimos la película millones de veces,es maravillosa. La señora Danvers me hierve la sangre, una bruja.
ResponderEliminarNo conocía tan bien la historia de la Autora, me parece super interesante todo ese parentesco artístico, sobretodo que sea prima de los Niños Davies, que inspiraron a James Barrie.
Agrego un dato, según tengo entendido la misma autora afirmó que Manderley es real,o al menos en parte, hay una casona en la que se basó que se ubica en Cornwall, y la señora Danvers es el vivo retrato del ama de llaves real de aquella época (O al menos así lo afirma el editor en la antigua edición que tengo del libro, de 1938)
Interesante dato ese que comentas. Si la edición es de 1938, casi será una primera edición porque es el año en que se publicó el libro. Tienes un tesoro.
ResponderEliminarEl Manderley de la película debe de ser puro decorado, lo que lo hace aún más valiosos y meritorio.
La vida de la autora y su familia es curiosísima.
Un beso.
Hola, Rosa. A mi me encantó la película, una de las favoritas de mi madre, cuando la vi. Años más tarde, conseguí el libro que me pareció también buenísimo, con unas maravillosas descripciones... pero la peli la he visto TANTAS veces que cuando "vuelvo a Manderley" lo hago siempre evocando las escenas y personajes del film.
ResponderEliminarMe ha entrado mucha curiosidad por saber más de la vida de esta autora.
Un beso enorme
Con motivo de recordarme Facebook el aniversario de esta entrada, la he vuelto a compartir y he visto que no había respondido a dos comentarios.Lo siento mucho, pues me da mucha rabia dejar comentarios sin respuesta.
EliminarLa vida de la autora es curiosa de verdad. Una gran novela de la que se hizo una gran película.
Un beso.
He visto la película varias veces y me encanta. El libro no lo he leído. Cuando lo pueda coger en la biblioteca lo leeré.
ResponderEliminarUn abrazo
Perdona por tardar un año en reponder. Como le digo a Chari, solo ahora he sido consciente. Se publican las entradas, pasan unos día, vienen otras entradas y a veces sucede esto. Lo siento.
EliminarEspero que hayas leído el libro porque merece la pena.
Un beso.
¡Hola, Rosa! Sin duda esta autora es una gran desconocida, de hecho conforme me adentraba en su vida, me extrañó que no fuera uno de los referentes del movimiento feminista. Dejando ello aparte, sus historias son increíbles, quizá las portadas con las que se suele publicar Rebeca sea lo que haya hecho pensar que es una autora romántica. ¡Nada más lejos! Es perversa, perturbadora, inquietante... Sobre todo en sus relatos, aunque desde en sus novelas es suficientemente valiente para abordar hasta el final toda la complejidad de las relaciones humanas.
ResponderEliminarComo mencionas, la novela tiene otra dimensión más emocional. De hecho es mucho más honesta con el final, un final demasiado osado que Hitchcock tuvo que edulcorar un tanto. Estupenda entrada!!
El final de la novela es fantástico. Como la había leído hace casi cuarenta años, no lo recordaba y me ha parecido genial. Lo comento en la reseña de la novela que publicaré en unos días.
EliminarTambién veré la película porque hace unos años desde la última vez y quiero comparar esos finales.
Un beso.