"Lo que queda de luz" Tessa Hadley
"Escuchaban música cuando sonó el teléfono. Eran las nueve de una noche de verano, habían terminado de cenar y Christine atendía con concentración, sentada sobre sus pies en la butaca; reconocía la música, pero no recordaba el nombre del compositor. Alex había elegido la pieza sin consultarla y Christine se negaba obstinadamente a preguntárselo: a Alex le gustaba demasiado saber lo que ella no sabía. Estaba echado en el sofá del ventanal con un libro abierto en la mano, sin leer, el libro caído sobre el pecho porque en realidad miraba el cielo". Difícil imaginar una sensación más placentera. Tal vez yo prefiriera el silencio que me dejaría prestar toda mi atención al libro. Pero tampoco soy insensible a una buena música. No sé si tenían una copa en la mano. No se dice nada al respecto, pero una buena copa de vino tinto siempre es un acompañante perfecto para un libro, una frase musical, una desgracia que se avecina...
Después de aquella llamada de teléfono, nada volvió a ser igual en la vida de Alex y Christine ni en la de Lydia y Zachary, sus mejores amigos. Zachary ya no tendría ningún tipo de vida y los otros tres adaptaron como pudieron sus vidas a la ausencia del marido y amigo. Aquella llamada, en efecto, era para dar una terrible noticia y Lydia pensó que debía empezar por dársela a sus amigos de siempre, a los más cercanos.
"–¿Ha tenido un infarto?
–No lo saben, pero creen que es el corazón. Estaba perfectamente bien en su despacho de la galería, hablando con Jane Ogden sobre una nueva exposición, cuando de pronto se ha desplomado [...]
–¿Y qué le van a hacer? ¿Van a operarlo?
–¿Por qué no me escuchas, Christine? Ya te lo he dicho, ha muerto".
Y una se queda sobrecogida pensando en cómo puede cambiarte de pronto la vida una llamada de teléfono. No es que no lo hubiera pensado antes, por supuesto que lo había pensado, pero en ninguna novela lo había visto plasmado de una forma tan clara, de una manera tan real que se te mete en el alma y te la deja en carne viva. La paz tranquila e inconsciente del antes, la conmoción que inútilmente se querría borrar del después. Ya antes de decírselo a Alex, Christine siente que todo aquello por lo que vivía y la ilusionaba, se le cae en pedazos. Iba hacia el salón a decírselo a Alex cuando "se detuvo ante la puerta abierta de su estudio,[...] Unas hojas cremosas de papel grueso la aguardaban en la mesa; había lienzos imprimados apoyados contra la pared y obras inacabadas en el caballete, o clavadas en tablones. Todas las mañanas entraba en aquel escenario como si de una ceremonia religiosa se tratara y seguía pequeños rituales que nunca le había mencionado a nadie. Últimamente su mayor deseo era trabajar allí, de pie ante el caballete o con la cabeza y los hombros inclinados sobre un papel en la mesa, concentrada, ensimismada en su imitación de formas, en sus invenciones. Ahora, sin embargo, la idea de esta obra, el punto fijo que la guiaba, le repugnó. Le pareció fraudulenta, el proyecto bochornoso de su propia vanidad, y cerró rápidamente la puerta". Y es que Zachary dirigía una galería de arte en Londres y era su mejor admirador, el que más la animaba con su trabajo y el que exponía sus obras.
Cerró con llave la puerta de su estudio y tardaría meses en abrirla. Después se dirigió al salón y le dio la noticia a Alex. La copa se la sirvieron unas horas más tarde. Después de volver del hospital con Lydia que se quedaría unas semanas en su casa. También entonces decidieron cómo dar la noticia a Grace, la hija de Lydia y Zachary que estudiaba en Glasgow (Alex iría desde Londres a buscarla y a comunicársela); y a Isobel, la hija de Alex y Christine. Porque sus vidas se van a ver alteradas. La de Grace, como no, si el muerto es su padre; pero también la de Isobel porque Zachary era mucho más que un amigo de sus padres. La relación entre ambas familias ha sido muy intensa, tanto que las chicas son como hermanas. Y todos ellos son padres de ambas aunque en puridad no lo sean.
Cada uno se va a enfrentar a la pérdida de manera distinta: cargando sus responsabilidades en los demás, tratando de sobrevivir a toda costa, haciendo del consuelo al otro la forma de purgar la culpabilidad, tratando de vivir a tope, acumulando resentimiento hacia los seres más queridos. Cada uno a su estilo y a su modo, según sus características personales, tan distintas para cada uno, ya sea egoísmo, escapismo, entrega, compasión, rencor, celos... El caso es que "Sin Zachary nuestras vidas se sumirán en el caos. Si había alguien de quien no podíamos prescindir, ése era él".
Mientras se adaptan a la falta de Zachary, la novela retrocede al pasado para contarnos cómo se conocieron y trabaron su amistad estas cuatro personas. Lydia y Christine son amigas desde la infancia. Proceden de familias de distinta clase social. "Christine admiraba a los padres de Lydia porque a la sazón tenía una visión romántica de la clase obrera, mientras que ellos pensaban que la amiga inseparable de su hija era fría y distante. Y, sin duda, no se consideraban de clase obrera".
Algo similar sucedía con Alex y Zachary. También se conocieron en la infancia. Las familias de ambos procedían de Europa. Los abuelos de Zachary, de Ucrania a principios de siglo XX; los padres de Alex, de Bratislava en 1968, cuando la ciudad pertenecía a la antigua Checoslovaquia. En este caso, la familia con dinero era la de Zachary.
Al primero que conocieron las chicas fue a Alex. "Lo habían conocido porque les daba clases de francés en la universidad; en aquella época, aún había que estudiar algo de francés para obtener la licenciatura de Filología Inglesa". Más tarde, conocerían a Zachary y a otros amigos de los chicos. las cosas entre ellos cuatro no salieron como en principio estaban planeadas y terminaron casándose con el chico inesperado. La amistad que se había establecido entre todos ellos, se mantuvo a lo largo de los años. Vacaciones juntos, fiestas, viajes, frustraciones compartidas, éxitos celebrados en común, hijas que son como hermanas o, más que hermanas, amigas íntimas; las esposas que son las mejores amigas del mejor amigo. Una gran familia que se ve de pronto rota al desaparecer uno de sus miembros, el bueno de Zachary que caía bien a todo el mundo y cuyo entusiasmo era el motor que los mantenía a todos rotando.
Al desaparecer Zachary todos se ven haciendo un examen de su vida, de su pasado, del lugar al que han llegado y al que realmente habían aspirado; de sus relaciones y de la forma de llevarlas adelante; del descubrimiento de que, tal vez, todos los años pasados "no habían sido más que un aplazamiento de la soledad"; de pensar que, a lo peor, toda la relación no había sido más que un ejemplo de un voluntarismo que tras inventar una historia romántica se la terminó creyendo.
Tessa Hadley |
Esta es la primera y única novela que se ha traducido al castellano de Tessa Hadley, al menos todo lo demás que he visto por la red, está en inglés. No he logrado averiguar dónde tuve noticia de la autora y de "Lo que queda de luz". En algún blog, imagino. Algo me llamó la atención y me hizo apuntar la novela. Puede que el hecho de que trata relaciones familiares que siempre me son tan atractivas; o el hecho, también muy apetecible para mí, de indagar en el pasado para buscar las claves del presente.
Es ese sumergirse en el pasado para entender el presente lo que más me ha gustado de "Lo que queda de luz" porque si en muchas novelas se hace en ninguna lo he visto reflejado de forma tan eficaz, tan exhaustiva. Si todas las vidas se van construyendo paso a paso, a base de todas las personas y circunstancias que las han ido influyendo y diseñando, en esta novela vemos hasta el más mínimo detalle los indicios, los pequeños (o grandes) errores, los pequeños (o grandes) aciertos, toda una vida que, tras casi treinta años de relación, se ve puesta en sus límites por algo tan dramático, y a la vez tan cotidiano, como la muerte de uno de los miembros en los que toda la existencia de los personajes se apoyaba.
"Lo que queda de luz" me ha gustado mucho y tan solo una pega le pondría. Hay demasiado arte, demasiadas conversaciones y reflexiones sobre arte, algunas que aportan poco y lastran levemente el discurrir de la historia, pero nada que me disuada de recomendaros esta novela sin dudarlo.
Título del libro: Lo que queda de luz
Autor: Tessa Hadley
Nacionalidad: Reino Unido
Título original: Late in the Day
Nacionalidad: Reino Unido
Título original: Late in the Day
Traducción: Magdalena Palmer
Editorial: Sexto Piso
Año de publicación: 2020
Año de publicación original: 2019
Nº de páginas: 250
Interesante. En estos tiempos también hay una opción de llegar a recibir una llamada delicada así que creo que para esta temporada es una acertada obra. No la he leído y no conocía a la autora. Brillante reseña, como siempre. Un saludo!!
ResponderEliminarSi, imagino que en estas circunstancias, mucha gente puede haber recibido una llamada similar. En esta novela se profundiza en las consecuencias y en lo que sucedió en el pasado para llegar a este punto.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, pues no conocía la novela y lo que cuentas me parece muy interesante. Tomo nota, ya para el próximo año. Besinos.
ResponderEliminarPara este año ya poco tiempo queda. Terminar lo que se tiene entre manos, y poco más. Pero para el próximo sí que recomiendo esta nivela.
EliminarUn beso.
No conocía ni novela ni autora, pero me has convencido así que me la llevo bien anotada.
ResponderEliminarBesos.
Es muy interesante, seguro que te resulta atractiva. Yo tampoco conocia a la autora, pero esta novela me ha convencido.
EliminarUn beso.
No conocía a la autora. Me gusta lo que has contado de esta novela. Tomo buenísima nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Espero que te guste. Ha sido un descubrimiento que no sé a quién agradecer.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Es la primera vez que escucho sobre esta autora, pero al ver que has disfrutado de su pluma, me la llevo apuntada. No quiero dejar pasar la oportunidad para desearte una muy feliz navidad. ¡Un fuerte abrazo a la distancia!
ResponderEliminarFeliz Navidad para ti también. Te recomiendo este libro que espero que te guste.
EliminarUn beso.
Tomo nota del título, querida amiga. Te diré, Rosa, que en parte me ha recordado mucho a "Amsterdam" que también inicia con una muerte repentina que hace que los allegados de la fallecida piensen sobre ellos en el pasado y en el presente mezclando sabiamente el ayer y el hoy.
ResponderEliminarLectura muy interesante que leeré con seguridad pero ya en 2021 porque en estos ocho días que faltan para el cierre no hay ya tiempo para ello.
Feliz Nochebuena y Feliz Navidad, Rosa
Un beso
Espero leer yo en 2021 "Amsterdam" y pagar así la deuda que tengo con ese libro hace ya tantos años.
Eliminar"Lo que queda de luz" creo que es un libro que te gustará. No sé si tanto como "Amsterdam" porque Ian McEwan es mucho Ian McEwan, pero aun así todo está muy bien y además no hay que comparar.
Un beso.
¡Hola, Rosa! Es que sin duda lo que somos hoy es la consecuencia de todo lo que hemos vivido, lo que nos define. Cada día es un capítulo más de nuestra personalidad. La verdad es que no conocía ni la autora ni el estupendo libro que tan estupendamente has reseñado. Un fuerte abrazo y aprovecho para desearte una muy, pero que muy FELIZ NAVIDAD!!
ResponderEliminarHa sido tu toda una sorpresa para mí también porque no tenía ni idea de esta autora.
EliminarEs cierto que somos consecuencia del pasado y de le las experiencias vividas
Muchas gracias y feliz Navidad para ti también.
Un beso.
¡Hola Rosa!! Antes que nada ¡Feliz Navidad!!
ResponderEliminarNo me suena ni la novela ni la autora, pero veo que la has disfrutado. En general me atrae bastante, aunque me echa un poco para atrás el tema de las excesivas referencias al arte
Besos
Incluso las referencias al arte se leen bien y, aunque, (y esto es muy personal) podrian haber sido suprimidas en parte, la novela resulta muy interesante.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, pues te iba leyendo, leyendo y leyendo... y me ibas convenciendo pero la pega que señalas al final, me ha dejado paralizada. Me gusta mucho el arte, un montón pero no tanto como para embarcarme en una clase. Sin embargo, a mi sobrina, que es historiadora del arte, este libro le podría gustar y seguro que ella le saca más partido que yo. Besos
ResponderEliminarTampoco es que las reflexiones sobre arte sean mayoritarias en el total de la novela. Y, desde luego, no llegan a molestar. Solo que me pareció que algunas podían sobrar (tampoco todas pues los personajes se mueven en ese mundo). Pero con todo, el libro se lee muy bien.
EliminarUn beso.
La verdad es que estoy muy negada para apuntar nuevos títulos a mi interminable lista de pendientes, pero no me queda otra que apuntar este. Y no solo porque me atraiga la novela (cuya existencia, al igual que la de su autora, ignoraba) en sí, sino porque das a entender, con tu irresistible reseña, que Tessa Hadley es maestra en el arte de transmitir sensaciones. Creo que tampoco me importará ese pequeño pero que señalas.
ResponderEliminarBesos
Yo trato de negarme y hago propósito de no volver a apuntar nada, pero es imposible. Hay tentaciones muy fuertes e insoslayable que no se dejan dar de lado, así es que se sigue engordando la lista y se siguen sumando lecturas.
EliminarEl pero de este libro es muy llevadero y hay gente que verá en ello un mérito añadido.
Interesante lo que comentas Rosa, desconocía el título y a la autora. Más de una vez he pensado en ese instante en que todo el mundo cambia, con una llamada o con un hecho que trastoca toda la vida que se conoce y como nuestras conductas presentes se derivan de aquellos momentos pasados que nos convierten en lo que somos.
ResponderEliminarUna nueva propuesta de lo más interesante que anoto aunque no sé cuándo lo leeré.
Besos y muy felices fiestas
Muchas veces he pensado en cómo, en cinco segundos, se trastoca la vida de las personas. Una llamada de teléfono suele ser el primer indicio, aunque también hay otros. En esta novela es así como se empieza y desde ahí iremos hacia atrás y hacia adelante para analizar lo que son las vidas y hacia dónde nos va llevando el pasado. Muy recomendable.
EliminarUn beso y felices fiestas también para ti.
Interesante y reflexiva novela según cuentas, con esas vueltas al pasado para enfrentar el futuro y comprender el presente, si hay algo que comprender.
ResponderEliminarMe la apunto para los próximos tiempos de incertidumbre que parece que no van a cesar de moemento.
Un beso.
Creo que no te arrepentirás. Una interesante novela que ha supuesto toda una sorpresa y un descubrimiento, tanto de la autora como de la novela.
EliminarUn beso.
Interesante propuesta la que nos traes, Rosa. No tenía idea de título ni de autora, lo que es bienvenido. Si además el libro sorprende, no queda más remedio que apuntarlo.
ResponderEliminarAprovecho para dejarte mis saludos de felicidad para este 2020 que nos abandona y desearte un muy buen 2021, plenos de buenas noticias y lecturas.
Recibe un gran beso y abrazo.
No consigo recordar de qué blog saqué la información. Pensé que podría ser el tuyo, pero vi que no. Sea como sea es una novela que me ha encatado. Es original, a pesar de que trata un tema que no lo es especialmente. Creo que es la forma de contarlo, pero creo que es muy recomendable.
EliminarUn beso y feliz año 2021 también para ti.