Tres eran tres 3
Y van tres de Tres eran tres. En esta tercera entrega hay tres novelas negras. Y las tres son de lo mejor desde mi punto de vista. Una es italiana y la quinta entrega de la serie del Comisario Ricciardi; otra es chilena y es la primera de las dos que tratan sobre el personaje de Juan Belmonte; la tercera es española y es el Premio Dashiell Hammett de 1993.
Cada vez me gusta más esta serie del comisario Ricciardi ambientada en el Nápoles de principios de los años treinta. Lo malo es que de las doce entregas que ha publicado el autor, solo están traducidas al español seis y esta es la quinta.
En vísperas de navidad aparecen brutalmente asesinados en su propia casa un hombre y su mujer. Él, Emmanuele Garofalo, es jefe de una milicia del fascio de las que trabajan en el puerto, de las que tienen competencia sobre el tráfico de mercancías y la pesca. Ella, Constanza, solo es su mujer. La hija de la pareja no estaba en casa. Muy de mañana sale con su tía la monja hacia el colegio en el que esta vive y enseña.
Emmanuele era un hombre honrado, jamás aceptaba sobornos. Todos coinciden en alabar su integridad por lo que las causas de una muerte tan horrenda (lo han cosido a cuchilladas sobre su propia cama) no parecen fáciles de encontrar.
El comisario Ricciardi de la Brigada móvil y su ayudante, el sargento Maione, son los elegidos para resolver el caso. El subjefe de policía, Garzo, sabe que Ricciardi, aparte de las cosas que no le gustan nada de él, es el único capaz de resolver cualquier caso que se le presente. "Ricciardi, Ricciardi. Cruz y delicia. Ingobernable, independiente, indisciplinado; pero al mismo tiempo, garantía de éxito. Poseía, además, la inigualable ventaja de no estar en absoluto interesado en hacer carrera. En una palabra, no aspiraba a su puesto, como le ocurría a él con el del jefe de policía". Y este es urgente porque desde la autoridad le apremian a encerrar a quien ha cometido el crimen contra uno de sus milicianos de la milicia voluntaria nacional que responde directamente ante los camisas negras. El muerto es un muerto destacado.
Ricciardi y Maione tendrán que dedicar los días previos a la Nochebuena a investigar la vida de Garofalo que empieza a descubrirse con más sombras de las que en principio se sospechaba. Se verán inmersos en los ambientes más miserables, donde el hambre y la enfermedad no saben de navidades, aunque en todas las casas se esfuerzan por construir el pesebre y porque los niños noten lo menos posible las penurias por las que pasan los mayores.
El caso se va estancando y parece que no va a tener solución. Y eso que el lector desde el principio está en contacto con el asesino. "Las manos asesinas se mueven tranquilas en la penumbra.
No guardan memoria de la sangre derramada.
Mezclan la cola en el cacillo sobre el fuego para evitar que forme grumos. Una de ellas sujeta el mango, la otra revuelve despacio, en el sentido de las agujas del reloj; al paso de la cuchara de madera, la cola se junta enseguida como un mar denso.
Ahora las manos asesinas palpan la estructura de madera, comprueban las juntas, sondean su resistencia. Notan que un ángulo no está bien clavado, toman un martillo y lo remachan atentas, precisas". Así empieza la novela, pero es que hay muchas manos construyendo pesebres en esos día previos a la Navidad. Tantas manos como sospechosos y alguna más. El lector está tan perdido como Ricciardi y Maione.
Maurizio de Giovanni nos acompaña por un Nápoles que se hace real ante nuestros ojos. De Giovani es capaz de describir situaciones, escenarios, ambientes, de tal forma que sus novelas se transforman en poesía. Si parece difícil hacer poesía con la novela, y más con la novela negra (muy negra) y policíaca, Maurizio de Giovanni es capaz de hacerlo con unas pinceladas de realidad navideña. "La Navidad es fría.
El viento aúlla en las calles de los barrios nuevos, en cuyas barracas la gente se apretuja en busca de resguardo y calor. Al aguzar el oído se oye el llanto de un niño que se va debilitando a causa del frío y el hambre. A saber cuál de ellos sobrevivirá al invierno. A saber cuál de ellos seguirá respirando en enero.
La Navidad es cálida.
Las madres sonríen al acariciar la cabeza de sus hijos, mientras deciden si los vestirán de marineritos como el año anterior o si ya son lo bastante mayores para salir en la foto de Nochebuena, con todos los parientes, vistiendo por primera vez chaqueta y corbata, con la cara seria bajo el peinado perfecto".
Este libro participa en el Reto Escritores de la A a la Z que organiza el blog Lecturápolis. Con él relleno la letra G.
Título del libro: Con mis propias manos (La primavera del comisario Ricciardi)
Autor: Maurizio de Giovanni
Nacionalidad: Italia
Título original: Per mano mia (Il Natale del commissario Ricciardi)
Nacionalidad: Italia
Título original: Per mano mia (Il Natale del commissario Ricciardi)
Traducción: Celia Filipetto Isicato
Editorial: Lumen
Año de publicación: 2014
Año de publicación original: 2011
Nº de páginas: 352
"Nombre de torero". Luis Sepúlveda.
"Al conductor del Lucero de la Pampa se le iluminaron los ojos al ver la silueta del jinete a la orilla del camino. Llevaba cinco horas con las pupilas clavadas en la recta carretera y sin recordar otra distracción que el par de ñandúes que espantó con el estridente claxon. Al frente tenía el camino. A la izquierda, la pampa de coirones y calafates. A la derecha, el mar, pasando con su incesante murmullo de odio por el Estrecho de Magallanes. Nada más". Con esa prosa maravillosa que lo caracteriza, comienza esta novela de Luis Sepúlveda. Es un autor con el que me costó reconciliarme. Dos veces leí "Un viejo que leía novelas de amor" y dos veces no conseguí entender el enorme éxito de la novela. Muchos años después, en la tertulia literaria del instituto alguien propuso "La sombra de lo que fuimos" y ahí, ya sí, me enamoré del autor y de su prosa. O puede que solo me enamorara de "La sombra de lo que fuimos", porque desde entonces no había vuelto a leer nada de Luis Sepúlveda.
Afortunadamente, "Nombre de torero" se parece más a aquella sombra de aquellos ancianos que conversaban un vinito y planeaban un golpe en aquella inolvidable novela. Juan Belmonte es también la sombra de lo que fue. Vive en Hamburgo, exiliado de Chile desde la dictadura, pero su corazón y su alma se quedaron en Santiago donde aún está su amor destrozado. Verónica, que apareció en un basural tras pasar detenida casi dos años, ahora vive con la mujer que la rescató de entre la basura, un miembro del Comité de Familiares de desparecidos que la cuida. Aunque la joven está bien físicamente, psicológicamente esta destrozada. No habla ni manifiesta ningún tipo de conocimiento de lo que la rodea.
Ahora a Juan Belmonte le encargan un trabajo en Chile. Porque la historia hunde sus raíces en la Segunda Guerra Mundial cuando dos amigos que no son nazis, pero están en la policía del Tercer Reich se hacen casualmente con un tesoro: sesenta y tres monedas de oro. Hans consigue escapar, pero Ulrich es atrapado por la Gestapo.
Muchos años después, en 1991, Juan Belmonte recibe el encargo de ir a Tierra de Fuego a buscar las monedas. En Tierra de Fuego ya ha estado el lector, porque la novela empieza justamente allí, cuando Hans recibe una carta, una nota escueta "«Lo siento, Hans. Los mismos de siempre van por ti. Nos vemos en el infierno. Tu amigo, Ulrich»". Varias personas buscan las monedas y una de ellas es Juan Belmonte. Y nosotros iremos tras ellos en una carrera por llegar antes y hacerse con el tesoro. Un viaje fascinante el que haremos por ese extremo sur de todos los mundos, inhóspito, hostil, pero de una belleza que se intuye y de una dureza que se siente. "Nadie hacía ni hace preguntas en la Tierra del Fuego. Todo afuerino que llega hasta esos confines lo hace escapando de otros, de algo, o de sí mismo. El pasado no existe en esas latitudes". Pero en busca del pasado van los hombres a los que el lector va persiguiendo.
Y mientras tanto, de la mano de antiguos comunistas, visitaremos lugares que cayeron bajo el influjo de las revoluciones del siglo XX. "Al caer el muro de Berlín, primer capítulo de la silenciosa extinción del Estado proletario, Galinsky sintió primero una desazón que no tardó en reconocer como miedo, pero un miedo diferente al sentido en las «misiones internacionalistas» en Angola, Cuba, Mozambique, o Nicaragua".
Una novela con muchos matices, para dejarse perder en su preciosa literatura y en los sucesos que nos narra y para disfrutar de paisajes de ensueño, de duro ensueño. Recomiendo leer con el Google Maps abierto. Yo lo hice.
Título del libro: Nombre de torero
Autor: Luis Sepúlveda
Nacionalidad: Chile
Editorial: Tusquets
Nacionalidad: Chile
Editorial: Tusquets
Año de publicación: 2012
Año de publicación original: 1994
Nº de páginas: 332
"El hombre de la navaja". Andreu Martín.
Andreu Martín es un auténtico maestro del género negro. El único junto a Paco Ignacio Taibo II en conseguir tres premios Dashiell Hammett, uno de ellos, el de 1993, por esta novela, "El hombre de la navaja", interesante y curiosa donde las haya. Es la segunda novela que leo del autor y si "Prótesis" me gustó, esta me ha fascinado.
"El hombre de la navaja" es una novela con muchas aristas, con mucho jugo, con mucha miga. Más que una novela es casi un libro de relatos, los relatos que nos cuentan la historia de cada víctima y de su verdugo, la forma de morir, el porqué de su muerte. Hay diez víctimas que tienen una única característica común: todas mueren con el cuello rejado y muestran también heridas post mortem en forma de cortes cruzados sobre los pechos. Pechos que no siempre son lo esperado porque las víctimas no son todas mujeres y tampoco son todas putas. Cada capítulo está dedicado a una víctima, cada capítulo es como un relato en el que víctima, verdugo y circunstancias se nos cuentan.
Hay distintas técnicas y distintas voces en cada uno de esos relatos que constituyen la novela. Están la primera persona y la tercera y hasta la segunda; están los diálogos y los recuerdos. Y siempre, en todos ellos, la crítica, la crítica que acompaña a toda novela negra, sin juicios de valor, sin juicios de ningún tipo, una crítica que se deja en las páginas para que el lector la tome en su mano y se posicione como quiera. "Yo nunca he dicho que las mujeres sean inferiores, ni que merezcan un castigo especial. Yo nunca he dicho eso. En todo caso, he dicho que eran, son, diferentes, y eso nadie lo puede negar [...] Pasillos largos e interminables como calles, pasillos oscuros como calles de noche, pasillos repletos de llanto de mujer, como calles infestadas de putas nocturnas. Al final del pasillo, gimotea la mujer masoquista que se ha ganado el guantazo, que se buscó el abandono, la soledad, se lo buscó y lo ha encontrado".
Hay prostitución, narcotráfico, corrupción; hay ambientes exclusivos y agujeros inmundos; hay putas, travestis, escritores, policías, periodistas. Hay muchos mundos en esa Barcelona de 1992, una Barcelona de la que las Olimpiadas están ausentes, tan solo se mencionan en relación al asesino múltiple. "Desde el asesino de Lesseps, aquel que se cargaba viejas y las violaba, no teníamos en Barcelona un serial killer. El psicópata asesino de las Olimpíadas. Es un notición". No, las Olimpiadas no forman parte de este mundo, de estos mundos que se nos narran en esta novela y de los que no puedo contar mucho más sin destripar la trama y revelar quién es el asesino (?).
"El hombre de la navaja", segundo premio Dashiell Hammett de Andreu Martín, es una novela excepcional. Es negro del bueno, del mejor. Y está escrita con la pericia de un artesano de la literatura. Tanto en la forma como en el contenido de sus párrafos, se nota al escritor con buen oficio y que sabe ponerlo al servicio de su planteamiento vital. "[...] defendiste que los autores de novela negra representabais la resurrección del realismo, que os cargabais todo tipo de malsano triunfalismo. Le recordamos al burgués —decías— que vive en un basurero, le amargamos la vida, que, se joda, somos así de valientes. —Y te sentías así de valiente, te ibas encaramando a todas las parras que encontrabas por el camino—: Hablamos de corrupción política en pleno paraíso socialista, blasfemamos denunciando injusticias donde no puede haberlas porque está prohibido que las haya, invocamos a fantasmales e inoportunos Hombres de la Navaja en plena Barcelona Olímpica, siempre tenemos que ensuciar lo que tocamos, siempre somos los que meamos fuera de tiesto: ¡O sea, que somos útiles! Bueno, no nos gusta escribir según qué cosas, pero alguien tiene que hacerlo. Como nuestros protagonistas, alguien tiene que hacer el trabajo sucio". Y Andreu Martín lo hace y nos lo muestra. Sus novelas no son fáciles ni autocomplacientes ni agradables; no podemos buscar en ellas el entretenimiento vano. Nos muestran cómo es el mundo. Si no nos gusta no es culpa suya.
Título del libro: El hombre de la navaja
Autor: Andreu Martín
Nacionalidad: España
Editorial: Plaza y Janés
Nacionalidad: España
Editorial: Plaza y Janés
Año de publicación: 1992
Año de publicación original: 1992
Nº de páginas: 352
Hola.
ResponderEliminarAinnnns Luis Sepúlveda,va a hacer un año que nos dejó y a veces aún espero verlo aparecer, caminando con sus perros bien temprano. Para mí siempre fue un ejemplo de resiliencia, él y su mujer fueron torturados en las cárceles de Pinochet y nunca fueron personas amargadas.Cómo pasa el tiempo, ya hace más de un año que reseñé su novela infantil, que nunca me cansaré de recomendar a niños y adultos, y que tanto les gustaba a mis padres.
Tomo nota del primero, es muy apetecible.
Feliz día y gracias pro estas reseñas.
Sí, fue una de las primeras víctimas de la COVID. Su novela Nombre de torero me ha encantado. A ver si en breve leo la segunda protagonizada por ese Juan Belmonte que es todo un personaje.
EliminarLa novela de Maurizio de Giovanni, bueno, la serie entera es muy buena porque además Ricciardi tienen un don del que he hablado en reseñas de otras entregas, y que aquí no menciono, que a él le amarga la vida, pero como detalle literario es precioso, aunque un poco macabro.
Un beso.
Hola Rosa, magnificas reseñas, gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te dejo el enlace de mi nuevo blog:
https://ginesfranconettihavuelto.blogspot.com
Gracias por tus palabras. esta vez sí, el enlace me deja abrir tu blog.
EliminarUn abrazo.
Pues no he leído nada de ninguno de los autores. Y tal y como lo cuentas, voy a tener qeu ponerle remedio...
ResponderEliminarBesotes!!!
Son tres autores magníficos. Los tres, cada uno en su estilo, escriben de maravilla y cuentan cosas muy interesantes del país y la época que retratan. Te los recomiendo.
EliminarUn beso.
Buenas tardes Rosa. Magnifica como siempre tu manera de reseñar; hace apetecible todo lo que nos presentas.
ResponderEliminarYa sabes que las de género negro me encantan, pero últimamente dedico poco a leer novelas a favor del ensayo. Quién me lo iba a decir. Pero las apunto las tres para cuando me regresen las ganas, que nunca faltan al contrario que el tiempo.
Besos
Es curioso para un lector de novelas como tú que ahora prefieras el ensayo, pero tampoco me extraña demasiado Pienso que podría pasarme a mí en algún momento, pero por ahora, me mantengo fiel a la novela, con algunos deslices.
EliminarCualquiera de estas tres novelas te pueden volver a enganchar con el género.
Un beso.
¿Te puedes creer que no he leído nada de ninguno de los tres autores que nos traes hoy? Y eso que pertenecen a mi género favorito pero, Rosa, si es que no me da la vida para leer cuanto quisiera. Besos, guapa
ResponderEliminarEs terrible. Ni con tres vidas me daría a mí, pero habrá que seguir priorizando y leyendo lo más posible. la verdad es que en este Tres eran tres me han salido tres novelas magníficas de magníficos autores. Cualquiera es un acierto.
EliminarUn beso.
Interesantes las tres pero en mi caso la que más me ha llamado la atención es "El hombre de la navaja". Esa descripción de la cara oculta de Barcelona en el 92 es suculenta con sus corrupciones y esa fauna urbana que describes. Buena, idea, con el otro libro lo de ir con el Google Mapas :)
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
El hombre de la navaja es una muy buena novela y una apuesta muy original en el género policíaco y negro. No se puede hablar mucho para no destriparlo, aunque realmente a mí no me hubiera importado que me la destriparan porque lo importante no es el final o la resolución sino el transcurso. Todo un descubrimiento.
EliminarEn Nombre de torero, se mencionan unos sitios de Tierra de Fuego que hacen muy apetecible encender el Google maps y navegar por esos mismos lugares.
Un beso.
¡Hola, Rosa! Gracias por las reseñas...De los libros que mencionas, me ha llamado mucho la atención "Con mis propias manos" , ya que ese género me encanta. ¡Un beso!
ResponderEliminarCon mis propias manos es el quinto de una serie que a mí me parece buenísima. No debe de ser muy conocida pues no he visto a nadie que la esté leyendo y no lo entiendo porque es muy buena. Te la recomiendo.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa! Hoy traes tres Demi género preferido. Las dos primeras no creo que me anime a leerlas (la primera por ser saga y la segunda porque como tú leí "Un viejo que leía novelas de amor" y recuerdo que me dejó bastante indiferente, eso sí, no escribe mal Sepúlveda, pero si te soy sincera no me apetece demasiado volver a él. Peeeeeero..., el que sí estoy segura de que voy a leer es el tercero, el de Andreu Martín, porque si ya Prótesis me fascinó, pues este tiene una pinta buenísima por lo que cuentas, además quería repetir con el autor y seguro que no hay otra mejor para volver a leerle
ResponderEliminarBesos
Si te gustó Prótesis, creo que esta también te gustará. Aunque el estilo es muy diferente, se mantiene esa negrura tan crítica y el sello del autor en la maravillosa forma de escribir. Entre tanto producto del género como se escribe actualmente y tan poco digno de llamarse original, estas novelas relucen con luz propia, aportan cosas, cuentan algo nuevo (a pesar de ser de los años noventa). Y es que hay mucho actual que por muy bien escrito que esté y muy entretenido que resulte, no deja de ser más de lo mismo (con excepciones también muy notables).
EliminarLas tres novelas de esta entrada, son de las buenas cada una en su estilo que no se parece en nada al de las otras dos.
Un beso.
Hola, Rosa. Muy interesantes las tres propuestas. La que más me ha llamado la atención es la de Luis Sepúlveda pero las tengo todas en cuenta. Besos y buen finde.
ResponderEliminarLuis Sepúlveda es un autor al que descubrí después de convencerme de que El viejo que leía novelas de amor no era para mí. Cuando he leído La sombra de lo que fuimos y este Nombre de torero, he descubierto que sí que es para mí, aunque alguna novela suponga una excepción. Espero leer pronto El fin de la historia, la segunda novela protagonizada por Juan Belmonte.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Estupendas recomendaciones, de las que me ha llamado la atención sobre todo la de Andreu Martin. Esa forma de estructurar la novela me parece fantástica y muy apetecible de conocer. Es curioso, pero estas tres novelas sirven de ejemplo para la tendencia que está tomando el género negro en la actualidad, sobre todo el más enfocado a la investigación detectivesca. Y es que cada vez se suelen ambientar las tramas en la era predigital. Y no es casualidad. Los tremendos avances en la investigación forense, los móviles, las huellas digitales, las cámaras de vigilancia, el ADN... El grado de sofisticación del método policial de hoy día, casi hace inviable una buena trama detectivesca. Siempre se te puede escapar algo en ella. No sé, es solo una apreciación. Excelente trío de reseñas! Un abrazo!
ResponderEliminarSon tres buenas novelas cada una en su estilo. El único que tiene acceso a todo tipo de avances tecnológicos es Jaritos, pero tampoco hay abuso de ello. Puede que en Grecia, no estén tan a la orden del día como estamos acostumbrados en Estados Unidos. Aunque Jaritos busca la ayuda de la Unidad de Delitos Informáticos, por supuesto.
EliminarEl hombre de la navaja, con se la novela más antigua de las tres (no la más antigua en ambientación) es la más original en estructura y argumento. Creo que para los que aspiráis a escribir es un imprescindible. A mí me ha sorprendido mucho y me ha dejado un gran recuerdo.
Un beso.
Ay, perdona, David. He metido aquí al comisario Jaritos porque terminaba de escribir sobre la última novela de la serie, de Petros Márkaris, en el siguiente Tres eran tres que ya estoy preparando y, por un momento, creí que salía aquí. No, Jaritos aparecerá en la cuarta entrega de Tres eran tres.
EliminarCualquiera de las tres me tienta, sobre todo la del malogrado Luis Sepúlveda, uno de los primeros afectados por COVID y que no logró superar la enfermedad. Deberían reeditar todo lo de Andreu Martín, qué gran escritor. Conseguí una edición reciente de Prótesis, pero de esta no me consta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Andreu Martín es fantástico. Solo he leído Prótesis y El hombre de la navaja, pero ambas son muy buenas. Quiero leer sus otros dos Premios Dashiell Hammett, de 1989 y 2001, y alguna de las últimas.
EliminarDe Luis Sepúlveda poco he leído también porque su novela emblemática no me gustó y pensé que si la más famosa no me gustaba... pero cuando descubrí La sombra de lo que fuimos, descubrí a un autor buenísimo que se ha reafirmado con Nombre de torero.
Un beso.
No he leído nada de Luis Sepúlveda aunque alguna vez me he planteado hacerlo. De su famosa Un viejo que leía novelas de amor he leído opiniones dispares. Echaré un ojo a esta que reseñas y a La sombra de lo que fuimos a ver si me animo.
ResponderEliminarRecuerdo tu magnífica opinión de Prótesis y no descarto su lectura. Me ha llamado mucho la atención este otro libro de Andreu Martín con esa estructura de casi libro de relatos.
Besos
Desde mi punto de vista y con lo poco que he leído de Luis Sepúlveda, yo empezaría con La sombra de lo que fuimos porque Nombre de torero tiene una continuación (que espero no tardar en leer.
EliminarAndreu Martín es una escritor que creo que no tiene toda la fama que merece salvo en ambientes muy concretos. Es un gran autor, al menos, en lo que yo he leído me lo ha demostrado. Además cultiva distintos géneros y escribe para niños y jóvenes. Lleva haciéndolo desde 1979 y tiene una obra inmensa. Me recuerda, por cantidad y variedad, a Joyce Carol Oates.
Un beso.
Hola Rosa, me encanta Nombre de Torero, es mi novela favorita del autor y fue un placer comentarla con el en uno de mis clubs de Lectura. El fin de la historia que es la continuación, también me ha gustado, aunque no tanto. La sombra de lo que fuimos no la he leído, así que la buscaré.
ResponderEliminarDe Andreu Martín hace tiempo que no leo nada, así que me apunto esta como en su momento me apunté Prótesis.
En cuanto a Maurizio de Giovanni no he leído nada, y pese a todo lo que tengo pendiente, me lo llevo apuntado porque me gusta lo que cuentas. Besinos.
Si te gustan esas novelas de Sepúlveda no te pierdas La sombra de lo que fuimos. A ver si no tardo mucho en leer El fin de la historia.
EliminarLa serie de Maurizio de Giovanni sobre el comisario Ricciardi, para mí fue un gran descubrimiento que hice hace ya unos años y, curiosamente, no veo que nadie más hable de él por los blogs en los que me muevo. La ambientación en el Nápoles de los años treinta, el personaje con su increíble don que él llama "el asunto" y que le amarga, y la poesía que desprende la prosa del autor, hacen para mí esta serie de las mejores que tengo entre manos. Lástima que la mayoría no se hayan traducido.
Un beso.
Hola Rosa!! Me has picado mucho la curiosidad por estos títulos, algunos los conocía y otros no, así que tomo buena nota de tus impresiones. ¡Geniales reseñas! Besos!!
ResponderEliminarEn esta entrega de Tres eran tres han coincidido tres novelas muy buenas todas ellas. Por cualquiera que te decidas será una buena elección.
EliminarUn beso.
¡Buenas noches!
ResponderEliminarNo puedo creer que te hayas leído dos veces un libro que no te gustó o te pareció meh😩. Sinceramente yo no podría. Lo hubiese abandonado 😰. Así que te felicito por perseverar pese a conseguir el mismo resultado. Eso sí, me parece que les autores siempre merecen otras oportunidades. No porque una historia no nos guste, significa que con el resto nos sucederá lo mismo.
De todos estos títulos me quedé con el primero. Vengo buscando plots de ese estilo.
¡Gracias por las reseñas!
Te sigo 💚 Y te invito a conocer mi blog, si tenés ganas.
Un beso.
Un viejo que leía novelas de amor tiene tanta fama que le quise dar otra oportunidad a ver si su lectura me pillaba en mejor momento y la disfrutaba tanto como todos decían, pero no. Volví a sentir la misma sensación que la primera vez. Si no hubiera sido por la tertulia literaria, nunca hubiera vuelto sobre Luis Sepúlveda, pero afortunadamente, volví con otras novelas y me encantó.
EliminarPor cierto, me he pasado por tu blog ´que me ha resultado muy interesante, puesto que soy bióloga y durante años he hablado mucho en clase sobre el cambio climático y demás desastres ambientales.
Un beso.
No he leído ninguna, ni tengo previsto , pero si me tengo que quedar con una lo hago con la de Sepúlveda, un autor aún por descubrir que me atrae muchísimo.
ResponderEliminarBesos.
Cualquiera de las tres que elijas será una buena novela. Si aún no has descubierto a Luis Sepúlveda, dentro de lo poco que he leído de él, me atrevería a recomendarte La sombra de lo que fuimos. A mí me encantó. Esta también, pero tiene una continuación.
EliminarUn beso.
Hola Rosa. Cuando he visto a Luis Sepúlveda, me ha dado un vuelco el corazón. Qué pena me dio su fallecimiento. Lo conocí hace unos años y me contó tantas cosas terribles por las que había pasado... Y ahora el coronavirus nos dejó sin él. Uff, me pongo triste. En fin, no he leído ninguno de los libros que mencionas, pero de leer alguno, elegiría el de Luis. Y encima, como te gustó tanto.... Besos
ResponderEliminarSí fue una gran pena su muerte, pero los virus no entienden de grandezas.
EliminarYo estuve a punto de conocerle pues siendo yo la encargada de actividades extraescolares, lo invitamos a dar una charla en la biblioteca. Ya tenía fecha y estaba todo preparado cuando le surgió algo que le impidió venir. Luego no sé qué pasó que no se volvió a organizar.
Su libro me ha gustado mucho, aunque cualquiera de los tres que aparecen en esta entrada es muy bueno.
Un beso.
De las tres qeu hoy nos traes, me quedo con la Maurizio de Giovanni, que ganas de leer d enuevo y si es con ese comisario qeu no conozco pero que me atrae, de modo que he tomado nota, de esa y de la de Andreu Martin que me apetece también . En cuanto pueda, que mucho tiempo no tengo, pondré con la seríe del comisario, aunque no te puedes imaginar la larga lista de pendiente sque tengo, aunque claro ahora me toca leer mucho de Técnicas de ventas jeje.
ResponderEliminarUn beso.
Bueno mas que leer memorizar uf, no te puedes imaginar, hoy tres horas estudiando y casi me da algo, me sale humo por la cabeza casi ejjee.
ResponderEliminarMientras se está estudiando se saca muy poco tiempo para leer. Yo he tenido dos épocas de poca lectura y fueron durante la cerrera y con mi hijo recién nacido, pero luego me he desquitado.
EliminarLa serie del comisario Ricciardi, de Maurizio de Giovanni es muy interesante. Andreu Martín es un auténtico poeta en prosa y en negro. Me encanta.
Un beso y ánimo con esos estudios.
Tres novelas negras a cuál más interesante. Como no he leído a ninguno de estos autores y, por lo tanto, desconozco su "destreza" narrativa, no sabría cuál me va a sorprender más. Ya te comenté en una ocasión que quedo maravillado al tener constancia de cuánta novela negra española existe (salvo el primer caso que aquí decribes, claro). La trama de estas tres es muy atractiva por igual. Así que para elegir por cuál empezar tendría que practocar lo de pinto, pinto, gorgorito, ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn beso.
Ciertamente son tres novelas muy buenas.
EliminarYo también estoy sorprendida de la cantidad de negro y policíaco que se escribe en España. Y sin tener en cuenta a los más famosos. Tengo toda una lista y estoy terminando algunas series para ponerme con otras nuevas. Eso solo las españolas porque europeas y americanas tengo perdida la cuenta de las que tengo empezadas. Pero no me agobio. Leo y disfruto.
Estas tres novelas son tan buenas, cada una a su manera, que lo del pinto, pinto, gorgorito es muy procedente.
Un beso.