"Como polvo en el viento" Leonardo Padura
Tras dieciséis meses sin que Loreta haya llamado a su hija, de pronto, esa mañana de primavera de 2016, Adela recibe la llamada de su madre. Loreta dejó de llamar a su hija cuando supo que se había echado novio. «Juntarte con un balsero cubano muerto de hambre, sin oficio ni beneficio, con las uñas sucias de grasa...». Aunque en realidad, Marcos no es balsero y sí que tiene oficio porque es ingeniero. Aunque en realidad, tampoco es el oficio o la forma de salir de Cuba de Marcos lo que ha alarmado a Loreta y le ha impedido ponerse en contacto con su hija manteniéndose en silencio al otro lado de todo un continente que las separa de este a oeste y de norte a sur: Loreta vive en Tacoma, Washington, en la costa oeste y Adela en Hialeah, Florida. Aunque en realidad...
Pero no todas las sorpresas terminan ahí ese día para Adela porque esa noche, viendo una foto que ha puesto la madre de Marcos en Facebook , su vida dará un vuelco y todas las certezas que hasta entonces la sustentaban se derrumbarán ante el golpe como barro seco sin cocer. Esas certezas son las de una chica nacida en Estados Unidos de madre cubana y padre argentino. Una madre que nunca ha querido hablarle de su pasado en la isla, nunca ha querido que Adela tenga contacto ni conocimiento de lo que ella conoció y vivió en Cuba. Pero de la misma manera que amamos lo que se nos niega, Adela se enamora de la cultura latina y abandona el apartamento que camparte con su padre en Manhattan y se traslada a Hileah, rodeada de cubanos. Esa fue también la causa de que a pesar de hablar el español con soltura gracias a su padre, quisiera estudiarlo como asignatura para llegar a escribirlo también con corrección. Se enamoró de la literatura cubana y de todo lo que con la isla caribeña tenía que ver. A todo ello Loreta respondía «llena de argumentos empeñados en demostrar que si su hija se lanzaba al estercolero político, cultural, urbano de Miami, con ese acto estaba convirtiendo su vida en lo que suele haber en los estercoleros.»
Pero tras este planteamiento, que constituye el primer capítulo, Adela y Marcos y Loreta se desdibujan para dar paso a otras personas, otros lugares, otros tiempos. Estamos en Cuba y es el 21 de enero de 1990. El Clan se reúne para celebrar el treinta cumpleaños de Clara como todos los años desde hace ya muchos. El Clan son un grupo de amigos que se conocieron hace mucho tiempo, en el Preuniversitario, algunos incluso antes. Esa reunión en la casa de Clara y Darío, en el Fontanar, supuso el final de muchas cosas para todos ellos. Fue la última vez que estuvieron todos juntos y fue donde se hicieron la foto que, veintiséis años después, iba a caer bajo la mirada de Adela, a descubrirle claves ocultas de su pasado y a trastornar su vida para siempre.
El Clan lo constituyen varias parejas: Clara y Darío, Elisa y Bernardo, los pobres Fabio y Liuba, Irving y Joel, y algún miembro sin pareja estable como Horacio y Walter. «Al parecer había sido Horacio, ya en el último año del preuniversitario, el de la idea de bautizar al grupo como «el Clan», [...] la célula germinal la conformaron la propia Clara, Elisa e Irving, a los que luego se acercaron Liuba y Fabio». Bernardo y Joel vendrían más tarde, de la mano de Elisa e Irving respectivamente. Y ya finalmente, Walter y las sucesivas novias de Horacio.
Todos andan por la treintena y por lo tanto nacieron con la revolución, crecieron con ella y en ella creen. Algunos, como Elisa, son hijos de prohombres del régimen. Otros como Darío, salieron de la pobreza gracias a esa revolución. El barrio de chabolas en el que nació quedó atrás gracias a las posibilidades de estudio que le dio el Régimen y que le permitieron llegar a ser médico. Elisa es la única que ha salido de la isla gracias a los puestos diplomáticos de su padre. El resto no conoce nada más, pero piensa que vive en el mejor de los mundos, un mundo de oportunidades, justicia e igualdad. «El enclaustramiento físico y mental que padecían, sin tener conciencia de cuánto lo padecían (salvo Elisa, la british), los hacía ver el mundo exterior como un mapa de dos colores antagónicos: países socialistas (buenos) y países capitalistas (malos). En los países socialistas [...] se construía arduamente el futuro perfecto de igualdad y justa democracia de la dictadura proletaria [...] En los decadentes estados capitalistas imperaba la rapiña y la discriminación, la explotación del hombre por el hombre, la violencia y el racismo, la hipócrita democracia burguesa, se generaban guerras como la de Vietnam, se producían escándalos como el de Watergate, se instauraban dictaduras sanguinarias como la de Chile» Lo único bueno de algunos de esos países era la música, la ropa y los libros que leían a escondidas.
A lo largo de los extensos capítulos veremos a los distintos miembros del Clan en su pasado y en su futuro con respecto a aquel 21 de enero de 1990. Sabremos de sus vivencias y relaciones antes de esa fecha y, sobre todo, asistiremos a su destino posterior, a lo que le deparó a cada uno de ellos el transcurrir de la peor década de la historia reciente de Cuba. También sabremos del pasado y presente de Adela y de Loreta en Estados Unidos. Sus peleas antiguas, su alejamiento actual, la vida de Loreta en Tacoma y todo lo que le hace volver a ponerse en contacto con su hija tras dieciséis meses de silencio.
Y conoceremos las luces y las sombras de Cuba y su revolución. Como polvo en el viento es una novela que narra la ilusión ante lo que se promete como un cambio en el modelo de vida; los sueños de un país que creyó en un futuro en el que Cuba y los cubanos podrían regir sus destinos en lugar de hacerlo las mafias del país vecino del otro lado del Estrecho de Florida; una promesa de justicia e igualdad como no había otra en el mundo. Y lo fue para muchos como Darío. Al menos, durante un tiempo. Una ilusión y unos sueños que finalmente, como sucede en todas las revoluciones, terminaron convirtiéndose en lo mismo que combatían. No hay más revolución válida que la que sea capaz de cambiar la naturaleza humana y el afán de ponerse unos por encima de los otros.
En esta novela Cuba es un personaje más, un personaje que influye en el devenir de los otros, los humanos, jugando con ellos y llevándolos y trayéndolos en las ventoleras de su historia. Porque Como polvo en el viento es eso: el devenir de unos personajes movidos de acá para allá como polvo en un día ventoso. No en vano, en aquel último cumpleaños de Clara, sonó la canción favorita de Bernardo: «Los acordes de una guitarra acústica, inconfundibles, de inmediato reconocidos por todos, inundaron el patio de la casa de Fontanar. Algunos sonrieron, otros movieron las cabezas, observaron intrigados a Bernardo, que permanecía estático, con los ojos cerrados, cuando entró la voz diáfana de Steve Walsh, el intérprete de Kansas. [...] Dust in the wind / All they are dust in the wind».
Desde el principio de la revolución, desde el 1 de enero de 1959, los cubanos se han movido por el mundo como polvo en el viento. Distintas épocas, distintas causas. En Miami «hasta la emigración cubana estaba estratificada por épocas y posiciones económicas —históricos, marielitos, balseros». En los años sesenta, huyeron los más afectados por la revolución, los que perdieron sus propiedades, los menos proclives a que el reparto de los bienes les dejara con mucho menos de lo que tenían. En los ochenta, los marielitos, una mezcla de cubanos contrarios al régimen que habían quedado atrapados en la isla, y excarcelados de todo tipo, desde disidentes hasta presos comunes, a los que se dio la oportunidad de cruzar a Estados Unidos. En los noventa, cualquiera que pudiera salir por pies, porque la falta de apoyo de la Unión Soviética tras la caída del Muro, puso al país en la peor situación nunca vivida y, además, ya no había revolución en la que tener esperanza. A la lucha, la ilusión y las renuncias las había seguido la apatía de unos y el oportunismo de otros. La corrupción empezó a ser notable y la gente se veía inmersa en un sálvese quien pueda tendente a sobrevivir en las peores condiciones.
En esta última ventolera de la historia cayeron los protagonistas de esta novela y, como polvo en el seno de los remolinos, fueron depositándose aquí o allá. «Como en cada ocasión crítica, los cubanos se dividían y no importaban las cantidades que se agruparan en cada bando: lo notable era la división y las descalificaciones que se lanzaban, el resentimiento que supuraban, las agresiones que se prometían. Estás conmigo o contra mí [...] Independentistas y autonomistas, regionalistas, proyanquis y antiimperialistas, comunistas y anticomunistas... Todos cubanos. Odiándose unos a otros, desde el principio y hasta la eternidad...». ¿No se parecen demasiado estos cubanos a nosotros mismos?
Y que nadie piense que Como polvo en el viento es un tratado de la Historia de Cuba y sus peripecias. En esta novela hay dinamismo, intriga, preciosas historias de amor y amistad, de esperanza y traición, de vida y muerte y, en resumen, una novela de notable calidad, que engancha desde el principio. No es una sorpresa, las novelas de Leonardo Padura se tienen que leer sí o sí.
Este libro participa en el Reto Escritores de la A a la Z que organiza el blog Lecturápolis. Con él relleno la letra P.
Título del libro: Como polvo en el viento
Autor: Leonardo Padura
Nacionalidad: Cuba
Nacionalidad: Cuba
Editorial: Tusquets
Año de publicación: 2020
Año de publicación original: 2020
Nº de páginas: 672
Me gustan las historias complejas y dinámicas del libro Like Dust in the Wind ..., imagino historias de amistad así como historias de traición.
ResponderEliminarSaludos.
Hay traición y amistad y secretos, y todo ello enmarcado en la historia de Cuba, sus luces y sus sombras. Un interesante libro que demuestro como todos somos vapuleados por las circunstancias like dust in the wind.
EliminarUn beso.
Tengo qu eleerla, me has creado una necesidad.
ResponderEliminarMi hijo fue a un par de encuentros con él y vino encantado. Yo tardé en animarme a leerlo, pero me alegra haberme decidido, es realmente bueno.
Feliz martes.
Yo he leído muchas novelas de Padura desde que lo descubrí con El hombre que amaba a los perros y ya no pude dejarlo. es fantástico, tanto en su serie de Mario Conde como en novelas independientes del policía/detective como esta.
EliminarUn beso.
Esperando turno está este título. Me llamó poderosamente la atención, la ambientación me chifla y el autor, pendiente de estreno por mi parte, así que como te puedes imaginar la novela lo tenía todo para hacerme con ella, pero en mi línea de desastre sigue esperándome.
ResponderEliminarBesos.
Es un autor que no me hubiera gustado perderme por nada. Siete novelas he leído de él, algunas de su serie de Mario Conde, y todas me han gustado mucho. Es un escritor muy bueno con muchas cosas que contar. Y con Cuba como un personaje más se hace totalmente adictiva.
EliminarUn beso.
Vaya, tiene muy buena pinta, Rosa, tanto por el contexto como por ir conociendo a los diferentes personajes, sus vidas y las relaciones entre sí. Leí del autor hace algún tiempo un libro de relatos y, aunque no me desagradó, no he vuelto a repetir con él. Me apunto esta novela.
ResponderEliminarBesos
Creo que esta novela y El hombre que amaba a los perros te pueden gustar mucho. Esta última habla de Trotsky y su azarosa marcha de la Unión Soviética, mezclándolo con la vida de su asesino y un misterioso hombre que pasea unos perros por la playa. Me entusiasmó.
EliminarComo polvo en el viento es la historia de un grupo de amigos y su trayectoria a partir de un momento dado cuando las cosas se ponen muy mal en Cuba y la fe en la revolución ha sido sustituida por la desesperanza. Muy buena también.
Un beso.
No me he estrenado todavía con este autor y no es por falta de ganas, pero de momento tendrá que esperar porque tengo que reducir mi lista de pendientes. Besos
ResponderEliminarTe entiendo. Yo también necesito reducir la mía y solo apunto aquello que me resulta inaplazable, aunque me quedo con las ganas de muchas otras cosas.
EliminarUn beso.
Pues me ha gustado muchísimo lo que cuentas y me lo llevo anotadísimo Rosa.
ResponderEliminarBesos
Seguro que te gusta porque es una novela que cuesta soltar de las manos. Tiene de todo para gustar y está maravillosamente escrita, como es normal en Padura.
EliminarUn beso.
Pues no he leído nada de este autor aún y veo que tengo que ponerle remedio. Me dejas con ganas de estrenarme con este libro. A ver si los pendientes me dejan...
ResponderEliminarBesotes!!!
Ponle remedio y no creo que te arrepientas. Esta es una buena novela para iniciarse con Padura y quedar enganchada. Ya nos contarás si te animas.
EliminarUn beso.
Qué ganas me han dado de leerlo. Ya lo estoy pidiendo.
ResponderEliminarGracias Rosa por tus impagables presentaciones de autores y obras.
Un beso.
Gracias a ti Isabel, por tu amabilidad. Creo que es una novela adictiva que no me hubiera gustado perderme. Espero que te guste. Seguro que te gusta...
EliminarUn beso.
Buenísima recomendación. Me lo apunto porque me ha encantado todo lo que cuentas y esa historia de Cuba de trasfondo hace esta novela muy interesante. Una reseña estupenda, Rosa. Un beso.
ResponderEliminarEs interesante por todo, pero es cierto que, para los que nos atrae, esa historia de Cuba como marco la hace aún más apetecible y Leonardo Padura conoce como nadie la historia de su país. Seguro que te gusta.
EliminarUn beso.
Me apunto esta novela sin dudar. Me encanta Padura, he leído unas tres o cuatro novelas suyas y todas me han gustado, no solo las que tienen a Conde como protagonista. En todas ellas, salvo El hombre que amaba los perros, se nota cierta decepción por parte de Padura en la deriva de la revolución, ese poso de tristeza, de lo que pudo haber sido y no fue, de lo que ha quedado al final, me encanta, a mí también me deprime un poco, pero el estilo literario de este hombre es tan bueno que no me importa.
ResponderEliminarCreo que esta novela me va a hacer sentir algo parecido.
Gracias por presentármela.
Un beso.
Yo creo que Padura se retrata aquí en esos amigos que defendieron la revolución y vieron como poco a poco iba cayendo en un pozo sin fondo. Y claro, siempre quedaba la coartada del bloqueo de Estados Unidos que los lanzó en brazos de la URRSS. No se sabe lo que hubiera sido sin ese bloqueo, pero el caso es que se terminó convirtiendo en algo poco defendible, aunque siempre he dicho que al menos los niños iban al colegio y no esnifaban pegamento por las calles como en algunas democracias cercanas en las que se vota cada cuatro años.
EliminarLuces y sombras que Padura muestra de maravilla en esta novela.
Un beso.
Hola. Ya he leído este libro y lo disfrute muchísimo, gracias por recordarme la lectura con tu reseña.
ResponderEliminarBesos.
Es una novela de las que dejan huella y de las que no se pueden soltar.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarMe parece una buena manera de transitar ese camino que llevó a Cuba de una ilusión colectiva a una tremenda desilusión en forma de una dictadura que no acaba de diluirse. Creo que leyendo a Padura y a sus personajes podemos entender el contexto mucho mejor. He estado en los dos territorios mencionados -Cuba y Miami- y me llamó la atención el feroz enfrentamiento entre los propios cubanos. Así, que creo que sí y como sugieres, las eternas dos Españas enfrentadas se parecen mucho al sentimiento de los cubanos.
Besos.
No he conocido Cuba, sí Miami, y es cierto que se notan esas dos Cubas incluso en Miami. Bueno, esto lo sé más por lo que me han contado personas que han vivido allí . De turista poco se puede notar.
EliminarPadura es un cubano que está en esa postura intermedia tan incómoda. Amó la revolución y se desencantó de ella. No es necesario odiar algo para verle los defectos, aunque mucha gente no lo haya entendido.
Un beso.
Hola Rosa, hace mucho tiempo que tengo aparcado a Padura y eso que disfruté mucho con alguna de las novelas de la serie de Mario Conde, además asistí a un encuentro con él cuando le otorgaron el Premio Princesa de Asturias de Las letras y me pareció muy interesante y ameno.
ResponderEliminarLa novela que traes hoy por lo que veo tiene de todo, además de estar muy bien escrita, así que me la llevo para hacerle un hueco en cuanto pueda. Besos.
Sus novelas de Mario Conde están muy bien, ero los libros fuera de la serie son fuera de serie (chiste malo). Yo prefiero entre todos El hombre que amaba a los perros porque trata de la historia de Trotsky y la de su asesino todo ello mezclado con ficción y parte de intriga, para mí un coctel irresistible. Esta me ha encantado también. Ojalá te guste.
EliminarUn beso.
La vi en la biblioteca hace poco, me encanta el título. La tengo en la reserva para estas vacaciones, por su extensión. Se nota que la has disfrutado y es que Padura sabe hilar historia sin descuidar el fondo. El desencanto es un efecto secundario de cualquier cambio, sea revolucionario o no. La canción de Kansas, fabulosa, encaja a la perfección en ese sentimiento, entre otros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y cuando leas el libro te darás cuenta de lo bien que encaja la canción en lo que les sucede a los personajes. me encanta Leonardo Padura. Su descubrimiento hace once años con El hombre que amaba a los perros fue para mí como un cataclismo (en el buen sentido) literario.
EliminarUn beso.
Hola. Tengo pendiente leer este autor desde que le dieron el premio Príncipe de Asturias que hice el primer intento pero se me colaron otras cosas. Como en muchos otros temas, respecto a lo de Cuba tengo una opinión pero me faltan muchísimos datos y se ve que aquí se muestran bastantes puntos de vista. He flipado cuando has dicho y hasta aquí el primer capítulo, porque me parecía que estabas contando mogollón. Me gustaría leerlo por eso, por la Historia pero luego la historia de los personajes me atrae menos. Aun así, yo me apunto.
ResponderEliminarBesos
Bueno, es una novela de capítulos largos, entre cincuenta y sesenta páginas, aunque en ellos hay cortes y cambios que bien podrían ser capítulos dentro de otros más grandes, pero en verdad cuento muy poco.la Historia es apasionante. No es que conozca mucho yo tampoco, pero es un tema que siempre me ha interesado y he leído algunas cosas. La historia de los personajes está muy influenciada por la Historia del país y creo que es el mayor logro de Padura, atrapar al lector con una historia de personajes a la vez que dar una idea bastante clara de la Historia del entorno. Para mí, es de los que no me pierdo nada de lo que publica hace ya años.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarsobre el tema Cuba no es que sepa demasiado, la verdad, por eso no me iría mal leer esta obra de Padura para empaparme más de la historia cubana. Me he quedado preguntándome que tendrá que ver esa foto del Facebook de la madre del cubano, de Marcos con Adela y Loreta.
¿Sabes lo que me echa un poco para atrás? Pues me da la sensación de que hay demasiados personajes adicionales (los del Clan), suelo preferir las historias que se centran en unos pocos buenos personajes, cuando hay muchos a veces me termino aburriendo, pero tengo claro que a Padura le leeré en algún momento
Un beso
Es curioso porque sí hay bastantes personajes, pero es que son todos ellos imprescindibles. Pasan a ser tan importantes o más que Loretta y su madre porque va a ser en ellos en los que se centre la historia y a los que vapulee la Historia. Aunque su vida y su historia ejerza mucha influencia en Adela y Loreta. Lo de la foto de Facebook... tendrás que leer el libro. No resulta nada lioso ni pesado. Es de los que enganchan desde la primera página.
EliminarUn beso.
Siempre me digo que tengo que leer a Padura, acercarme un poco al panirama cubano a través de su obra. Que te guste tanto me lohace mucho más tentador.
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
Es un gran autor. Lee El hombre que amaba a los perros. Para mí sigue siendo lo mejor del autor, aunque Herejes y esta que aquí traigo son también muy buenas.
EliminarUn beso.
Hola Rosa. Del autor tengo una novela previa esperando turno. No diré que no a esta, que nos propone un viaje a Cuba, pero, por aquello de no engrosar más la lista de libros pendientes de leer, antes creo que me debería lanzar al otro libro. Besos
ResponderEliminarCualquier cosa de Leonardo Padura es una buena opción de lectura. Esta es de las mejores, pero ta le llegará el turno. Yo también prefiero ir leyendo lo que tengo de un autor en la lista antes que apuntar cosas nuevas.
EliminarUn beso.
Me acaba de llegar a casa. Lo empiezo a leer esta tarde, me esperan 669 páginas que, espero me gusten y entretengan. Ya te diré, Rosa.
ResponderEliminarQué envidia. Imagino que lo vas a disfrutar un montón. Espero tu opinión.
EliminarUn beso.
Tengo algunos de sus títulos, éste entre otros, para iniciarme en las letras de Padura, aunque reconozco ser algo perezoso con ellas.
ResponderEliminarTus líneas sólo refuerzan lo que sabía del libro; sólo tengo que decidirme a encarar tantas páginas.
Gracias por tus buenas líneas, Rosa.
Un abrazo para ti.
Un gran escritor. Yo lo conocí con El hombre que amaba a los perros y me cautivó por completo.
EliminarComo polvo en el viento es otro de esos libros que se quedan en la memoria y ganan en el recuerdo.
Si no lo conoces, no lo dejes
También es muy recomendable su serie policíaca protagonizada por Mario Conde.
Un beso.