Getafe no es Dublín ni Lisboa ni, mucho menos, Nueva
York o Londres. Ciento cuarenta y cinco mil almas según el anuario del
periódico El País. Getafe no es Salamanca, ni París... Ni punto de comparación.
Solo en número de habitantes. No es más que un pueblo grande. "Un poblachón
manchego" dicen que le llamó Pío Baroja. Producto de la inmigración de
los años sesenta donde venían de todos los lugares de España, sobre todo del
sur, gentes con una mano delante y otra detrás, lo peor de cada casa, con la
intención de mejorar sus vidas al olor del aceite chirriante y oscuro de las
industrias. Y, a pesar de que muchos de aquellos pioneros ya hayan muerto, la
impronta y la pátina de la suciedad que arrastraban y de la pobreza en la que
estaban sumidos, sigue siendo dominante Sobre todo la suciedad: los papeles y
las bolsas de plástico danzando por las calles, las cáscaras de pipas rodeando
cualquier banco, las aceras llenas de las manchas más extrañas... Es cuestión
de educación.
Aunque no es en Getafe donde se suponía que iba a terminar Gran Hermano, sino en Islandia. Sí, el protagonista, según nos cuenta él mismo en el inicio de esta novela es el Gran Hermano de la novela de George Orwell, el protagonista de 1984, «Aquella máquina-ojo que todo lo veía y que el poder político utilizaba para controlar a los ciudadanos del Estado». Luego nos cuenta que en 1994 le prejubilaron y pasó a dedicarse a realizar algunas chapuzas.
Así pasó varios años hasta que «hace quince días, tropecé y me pegué una castaña tan morrocotuda que se me acabaron de cruzar los cables. Quedé semiinconsciente lo que no me impidió oírles decir entre risitas: "Este aquí ya no nos sirve para nada". Y un jovenzuelo con pinta de pajero compulsivo, que lleva poco menos de un año en el servicio técnico, les sugirió que me mandaran a controlar Islandia, cosa que a los otros les pareció muy acertada». Y así fue como, vestido de esquimal, con rasgos de esquimal y con unos pequeños arreglos, se dispuso a viajar a Islandia. Pero...
«Algo ha fallado... Algo ha marrado: o bien ha habido un error técnico, o bien decidieron cambiarme el destino a última hora sin que yo me enterase porque en el lugar donde he caído no hay hielo. Después de permanecer aproximadamente un mes en estos insólitos parajes, tengo los pies en carne viva, unas agujetas, gatas o perros por todo el cuerpo que me impiden el más mínimo movimiento y sudo como un condenado en el infierno».
Por deducciones que no vienen al caso y que se explican mucho mejor en la novela, Gran Hermano piensa que debe haber caído al sur de Madridilandia, en alguna población que no tiene muy clara, pero debe estar entre Mostolilandia, Leganilandia, Parlilandia, Fuenlabradilandia, Pintilandia, Valdemorilandia, Alcorconilandia o Getafilandia. Finalmente, por otras deducciones que tampoco vienen la caso, decide que su destino ha sido Getafilandia.
Allí tendrá que estar seis meses observando y después grabar cintas con un macroprograma de imágenes y enviarlas al Ministerio de la Verdad donde un transcriptor las irá pasando al lenguaje escrito. A partir de ese momento, nos encontramos con las interpretaciones del transcriptor y alguna apostilla de Gran Hermano a dichas interpretaciones. Y siguiendo al transcriptor iremos sabiendo de las peripecias de Gran Hermano en Getafilandia
Conoceremos a los personajes con los que se cruza, muchos inventados (Encarni y su familia, los Marqueses de la chorra pelada, Rosi, profesores de instituto entre los que hay uno de nombre y descripción sospechosos que bien podría ser el autor, Hilario el sindicalista... por nombrar solo algunos de los muchos que aparecen), pero otros reales. Visitaremos los lugares que frecuenta (sala de baile Casablanca, centro de la tercera edad, Cerro de los Ángeles, librería Demo, café El violín, etc) que también mezclan sitios ficticios con otros que existen o existían en2004 en Getafe. Lugares y personajes se nos van haciendo familiares y van siendo objeto de una crítica, divertida y amable, que el transcriptor interpreta a su manera fría y objetiva.
Gran Hermano va conociendo a las gentes de Getafilandia y les va tomando aprecio. Se ve en la necesidad de comentar las transcripciones que de sus cintas se van haciendo.
«Soy el Gran Hermano. Al principio, escribí que yo solo apostillaria si lo considerara necesario y que prefería no tener que hacerlo, pero estas alturas no me queda otro remedio, porque si no, me voy a comer las uñas que no me crecen. La visión que dan las transcripciones sobre estas gentes son muy limitadas. Yo los observo todos los días, a todas las horas, y cada uno presenta perfiles muy diferentes que no quedan a reflejados en las grabaciones. Y mucho menos en las transcripciones».
Y así, a la frialdad objetiva del transcriptor ante las cintas que va recibiendo, encontramos las opiniones más cálidas y subjetivas de Gran Hermano «El tito Armando, el sacerdote, estará anticuado y será miedoso, no digo que no, pero yo lo he visto con una disposición generosa fuera de lo común: en casa de Encarni deja discretamente mitad de su paga para ayudar a su hermana y a sus sobrinos»[...] Rosi, la frutera, parece muy bruta y desconsiderada pero en el fondo es tierna como un pedazo de pan tierno».
Encontramos incluso algún conato de rebeldía en Gran Hermano: «¡Que me junto con personajes marginados, dice el transcriptor! ¿Y con quién me voy a juntar? Lo he intentado pero, excepto ellos – los marginados – nadie me hace puto caso».
A su vez, el transcriptor irá perdiendo su objetividad y, como vemos, empezará a opinar sobre el comportamiento y las amistades de Gran Hermano. También sobre los cambios que va viendo en él. Y es que esos cambios son muy apreciables... aunque habrá que leer esta magnífica, disparatada y divertida novela para saber lo que el contacto con la vida humana puede producir en una máquina con cara de chino y capacidad de asombro más allá de lo que le correspondería.
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Ezequías Blanco |
Este es el cuarto libro que leo de Ezequías Blanco, un autor que me ha proporcionado lecturas tan variadas como satisfactorias. Le conocí con un libro se relatos, siguió luego un poemario y vino a continuación una novela, también divertida y disparatada.
Islandia, 2004 está escrita, como se puede deducir por su título, en 2004. la primera edición del libro se realizó en 2007, con bastante éxito de público ya que se vendieron los siete mil ejemplares de que constó la edición. Ésta que ahora tengo en mis manos es una reedición de este mismo año 2023, pero la novela no se ve para nada desfasada. Tan solo algunos de los personajes reales que aparecen, carecen hoy de la relevancia y/o la presencia mediática que tenían hace casi veinte años. Por lo demás, es una crítica totalmente actual y una obra que rinde homenaje a algunas de las novelas más importantes del siglo XX como Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984 de Orwell o Ulises de Joyce. Sin olvidar otra novela genial que no tiene tanta fama internacional como esas dos, pero casi merecería tenerla: Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza.
Y termino con una cita del prologuista de esta edición, Manuel Moya Escobar, a quien Ezequías Blanco publicó sus primeros escritos en la revista Cuadernos del Matemático que el propio Ezequías dirigía en el instituto Matemático Puig-Adam de Getafe donde trabajó muchos años. Creo que él se explica mucho mejor que yo.
«Un mundo pintoresco esta Islandia, 2004 de Ezequias, que a veces nos recuerda al Ibáñez de 13 rue del Percebe, al Escobar de Carpanta o incluso al Makoki, de Gallardo y Mediavilla, porque hay en este libro, más allá de sus deudas con Orwell, con Quevedo, con la picaresca, con el esperpento de cuño mesetario, o con el peripatético mundo de Leopold Bloom, mucho de la mejor historieta española de los 50 a los 90. Su estilo contrapuntístico, de micrófono abierto tiene al aire inesperado a ese realismo pasado». Y que nunca se pasa.
Libros leídos de Ezequías Blanco con el año de lectura entre paréntesis.
Título del libro: Islandia 2004
Autor: Ezequías Blanco
Nacionalidad: España
Editorial: Huerga y Fierro
Año de publicación: 2023
Año de publicación original: 2004
Nº de páginas: 184
Hola, Rosa.
ResponderEliminarLa introducción que has puesto en cursiva es en muy pocas líneas la historia de parte de España. Esa España interior que emigraba a los grandes núcleos urbanos y sus ciudades dormitorio que en este caso reflejan la realidad del sur madrileño, pero podríamos hablar perfectamente de Cataluña o de los polos industriales de Euskadi. Observo humor, originalidad y un número de páginas que deben hacer de este libro una especie de bombón literario.
Besos.
Me cuesta escoger la cita para abrir las entradas y más aún desde que la resalto en un cuadro con letra especial, pero esta vez lo tuve bastante claro porque como dices, es un resumen de cómo se han ido gestando esos barrios y municipios de los alrededores de Madrid y otras grandes ciudades. Yo los conozco poco, pero imagino que de ahí viene su idiosincrasia.
EliminarRealmente es una novela divertida y muy agradable de leer.
Un beso.
Cuando estoy aburrida aunque nunca lo estoy
Eliminarvengo a leer los" sin sentidos" tuyos
Me hacen sonreir
Acabo de rescatar tu comentario del spam. A ver si decides de una vez si escribo "maravillas" o "sinsentidos". Te veo despistada.
Eliminar¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarVoy sumando autores que aún no he leído... y la lista crece cada vez que te visito, ja, ja, ja.
Una novela peculiar, por todo lo que nos cuentas y por los pasajes que destacas en tu reseña.
No sé si es un libro que pueda apreciar en su totalidad, básicamente por mi escaso conocimiento de la sociedad y la vida social de esos barrios que el autor nombra.
Tengo la ligera impresión que me perdería buena parte de la ironía del autor :(
Creo que, por ahora, dejaré pasar este título.
Me ha encantado saber que has disfrutado un montón con esta lectura.
Un beso y feliz domingo ;)
Hola, Marianna, entiendo que tal vez esta novela resulte un poco extraña. Es más bien para los que conocemos la forma de ser del español y más en concreto de los españoles que pueblan esos barrios y municipios. También te diré que la crítica que hace es bastante universal porque al fin y al cabo, todos los seres humanos tendemos a fallar en cosas muy similares. Pero tampoco es cuestión de apuntar todo y entiendo que este libro te resulte menos apetecible.
EliminarUn beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarNo he leído nada del autor y no puedo opinar. No obstante, por lo que se deduce de tu reseña, la sátira analiza a la perfección el devenir de nuestra sociedad actual. Como madrileña, me parto de risa con los gentilicios que utiliza. Tomo nota de tus impresiones.
Un abrazo, y feliz comienzo de semana!!
¡¡Hola, Undine!!
EliminarEs una novela divertida y disparatada con al que en ocasiones te mueres de risa, como dices, pero a la vez tiene mucha miga y reflexiones muy serias. Está llena de personajes que le sirven al autor para retratar las miserias y esplendores del mundo que vivimos.
Un beso.
MIentras leía la sinopsis de Islandia 2004, me ha venido de inmediato a la mente la novela de Eduardo Mendona, Sin noticias de Gurb, con la que acertadamente la comparas, y que la disfuté muchísimo, como con todas las obras que he leido de ese autor. La que aquí nos presentas, parece realmente ineresante por lo pintoresco de la historia. No he leído nada de Ezequías Blanco, autor que goza de vuestra (Juan Carlos Galán y tú) admiración, lo cual ya dice mucho de él.
ResponderEliminarUn beso.
Yo he leído varias veces Sin noticias de Gurb y me parece una novela fantástica. También me gusta mucho Eduardo Mendoza del que he leído unas cuantas novelas y debería ponerme al día con él porque me queda alguna de las últimas.
EliminarEzequías Blanco es un autor divertido y muy perspicaz a la hora de analizar el mundo que le rodea.
Un beso.
Hola, Rosa. Me ha parecido curiosísimo el argumento de esta novela y muy original la idea de rescatar al gran hermano como personaje. Una crítica tremenda teñida de humor parece que esconde, muy agradable de leer. No conocía al autor pero lo tengo en cuenta. Un beso.
ResponderEliminarSí, ha sido una idea original recuperar al Gran Hermano un poco escacharrado y prejubilado. Tratar de mandarlo a Islandia nos lleva a Un mundo feliz y con eso se hace homenaje a dos distopías de las más famosas (puede que las más famosas) de las que he de confesar que no he leído la primera. Pero en este caso, es muy divertido y no tiene nada de distópico. es el mundo tal y como era en 2004 y muy similar a lo que es en 2023.
EliminarUn beso.
Qué propuesta tan original, y que no se haya quedado de desfasada ( excepto esos personajes públicos que mencionas ) es un punto a favor.
ResponderEliminarYo creía que "Sin noticias de Gurb" era muy conocida, la verdad.
Muy feliz día y gracias por una reseña tan estupenda.
Cuando hablo de fama, me refiero a fama a nivel internacional. Yo creo que Sin noticias de Gurb es muy conocida en España, pero fuera de España no creo que la conozca mucha gente, mientras que las otras novelas son mundialmente conocidas.
EliminarEs un libro muy divertido, original y muy agradable de leer.
Un beso.
Como apunta algún comentarista, si este libro recuerda al de Mendoza (¡qué bueno "Sin noticias de Gurb"!) o al estilo de Mendoza ya es un punto a tener en cuenta, un activo para que resulte a priori interesante, así que lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarAbrazos.
Es fantástico Sin noticias de Gurb. Lo he leído varias veces y, como con las tiras de Mafalda, siempre me entusiasma como la primera vez.
EliminarIslandia 2004 lo recuerda por ese personaje venido de otro mundo que es testigo de las vicisitudes de los terrícolas, y por su extrañamiento ante lo que ve, pero en este caso... cada vez le gusta más lo que ve.
Un beso.
Mucha sátira, mucha crítica parece haber en esta novela. No me importaría leerla si se cruza en mi camino. Por ahora, voy a dedicar el tiempo a mis pendientes, que son ya muchos.
ResponderEliminarBesotes!!!
Demasiados pendientes siempre. Y más que van entrando. No se puede abarcar todo.
EliminarUn beso.
Hola. Rosa a mi este tipo de novelas me gustan muchísimo. Humor, críticas sociales y reflexión. Anoto el libro y autor para buscarlo por todas tus impresiones y por saber con certeza que es un buen trabajo. Mil gracias y felices lecturas.
ResponderEliminarEs un buen trabajo como todos los que he leído del autor. Muy crítico sin hacer sangre, mucho humor e ironía, muy bien escrito y, por si fuera poco, superentretenido.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, no he leído nada del autor y de vez en cuando apetecen novelas cómo esta, divertidas y disparatadas , llenas de humor, ironía y crítica social y que salvo momentos y personajes puntuales, siguen teniendo vigencia pase el tiempo que pase. En su momento disfruté mucho con Sin noticias de Gurp, una novela que a mí también me parece genial. Besos.
ResponderEliminarCiertamente, de vez en cuando hay que leer algo relajante y que nos dibuje una sonrisa porque hay veces que se leen cosas demasiado duras y conviene alternar. Un libro desenfadado, pero crítico y realista (salvando la fantasía que tiene) puede ser lo más apropiado.
EliminarUn beso.
Espero que las expectativas que ha levantado la reseña de Rosa sobre "Islandia, 2004", no defrauden a quienes os acerquéis a leerla. Un abrazo para todos .Gracias públicas ( ya dadas por privado) para Rosa por su acertado comentario.
ResponderEliminarGracias a ti, Ezequías. Perdón por mi tardanza en responder, pero me vacuné ayer de gripe y COVID, y sigo con fiebre.
EliminarEspero haber animado a unos cuantos seguidores a leer Islandia 2004. No creo que se sientan defraudados.
Un beso.
No me gustan mucho las novelas de humor, se me hacen raras. Aparte no me entero. Aunque la idea inicial sí que podía dar mucho juego. Reconozco que la portada tiene su punto.
ResponderEliminarBesos
A mí tampoco suelen gustarme mucho, pero algunas sí que me han gustado. Sin noticias de Gurb la he leído un par de veces porque me ha gustado mucho. Esta novela de Ezequías Blanco también es de las que me gustan.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Apuntadísima novela que desconocía, pero además de por tu estupenda reseña he visto mencionados en la misma a Orwell, Huxley, Mendoza y, ay, nuestro grandísimo Ibáñez cuatro de mis mayores referentes así que me lanzo a por ella para descubrir su narrativa, me ha despertado la curiosidad, además del argumento, la técnica utilizada. Un abrazo!
ResponderEliminarVeo que algún comentario se te ha colado en spam, y me pregunto si conmigo ha pasado algo parecido porque juraría que había escrito aquí (de hecho tengo activado el aviso cuando alguien comenta esta entrada). Pero da igual, vuelvo a comentar.
ResponderEliminarEste libro es súper divertido, me lo pasé muy bien leyendo las desventuras en Getafelandia del prota, la crítica implícita es genial.
Un beso.
No te he visto en spam. Tengo que revisarlo cada poco porque cada dos o tres días me entran varios. Igual a ti se te olvidó dar a publicar. A mí me pasa de vez en cuando.
EliminarCiertamente, esta novela es divertida, crítica, original... Los personajes son geniales y ese Gran Hermano con cara de chino (más bien de esquimal) es todo un hallazgo. Me ha encantado y lo he pasado muy bien leyéndolo.
Un beso.
Un punto de partida interesante y un desarrollo, con esa alternancia de puntos de vista entre el transcriptor y Gran Hermano, que no lo parece menos. Una novela divertida y crítica, por lo que veo, y también sumamente original incluso con esas referencias a obras tan conocidas.
ResponderEliminarBesos