Sentada en la orilla de la
carretera, con los ojos clavados en la carreta que sube hacia ella, Lena
piensa: «He venido desde Alabama: un buen trecho de camino. A pie desde Alabama
hasta aquí. Un buen trecho de camino.» Mientras piensa todavía no hace un mes
que me puse en camino y heme aquí ya, en Mississippi. Nunca me había encontrado
tan lejos de casa. Nunca, desde que tenía doce años, me había encontrado tan
lejos del aserradero de Doane [...]
Tenía doce años cuando su padre y
su madre murieron, el mismo verano, [...] Su madre murió
primero: «Cuida de tu padre», dijo. Después, un día, su padre le dijo: «Vas a
ir al aserradero de Doane con McKinley. Prepárate para marchar. Tienes que
estar lista cuando él llegue.» Y murió. McKinley, el hermano, llegó en una
carreta. [...] Al
día siguiente, por la mañana, Lena partió hacia el aserradero de Doane, en la
carreta, con McKinley. [...]
El hermano trabajaba en el
aserradero. Todos los hombres del pueblo trabajaban en el aserradero o para él.
Serraban abetos. Hacía siete años que el aserradero estaba allí y, dentro de
otros siete, toda la región se encontraría talada.
Y en el aserradero de Doane, en Alabama, vivió Lena hasta que las circunstancias le hicieron salir en busca de Lucas Burch, el padre del niño que llevaba en su interior. Tras mucho andar y mucho preguntar alguien le dice que está en Jefferson, Mississippi, trabajando en un aserradero. A quien encontrará en cambio será a Byron Bunch. ¿Es posible que alguien haya confundido a Bunch con Burch? ¿Se estará Lucas Burch ocultando tras otro nombre y solo la pequeña cicatriz al lado de la boca será capaz de identificarlo?
La llegada de Lena a Jefferson coincide con el incendio de la vieja casa de la señorita Burden y la aparición del cadáver de ésta en su interior. En una cabaña anexa a la casa vivían dos hombres que trabajaban en el aserradero, Christmas y Joe Brown, ambos mezclados con la venta ilegal de wisky. ¿Alguno de ellos ha tenido algo que ver con el incendio y con la muerte de la señorita Burden?
«Creo que se entendían bien. Vendían whisky y tenían el cuartel general en esa cabaña. Un buen camuflaje. Yo no creo que ella supiera eso, el asunto del whisky. Al menos, la gente no sabe si lo sabía o no. Dicen que Christmas empezó solo, hace tres años, y que sólo se lo vendía a unos cuantos clientes que ni siquiera se conocían entre ellos. Pero, en cuanto se asoció con Brown, supongo que Brown quiso ampliar el negocio. Vendiéndoselo a cualquiera, ¿sabe?; por medias pintas, que sacaba de la pechera de su camisa en una callejuela. Es decir, vendiendo lo que no podía beber».
En Luz de agosto aparecen muchos personajes y muchas historias. Ya en La mansión pensé que los libros de Faulkner, al menos esa trilogía de los Snopes de la que ese libro es el último, son como libros de relatos. La trama principal se camufla entre historias secundarias que ocupan el suficiente espacio como para tener entidad propia. También aquí, la búsqueda por parte de Lena del padre de su criatura se va olvidando mientras al asesinato de la señorita Burden y su investigación va tomando más protagonismo. Y además asistimos a la historia de Christmas desde su más tierna infancia; a cómo Hightower llegó a ser pastor y cómo le influyó la muerte de su abuelo en la guerra civil; o a cómo la señorita Burden perdió a parte de sus familiares a manos del coronel Sartoris. Y a la historia de Joe Brown y a la de Byron Bunch.
Y sí, también en esta novela aparecen personajes y lugares recurrentes de William Faulkner: Sartoris, el tío Gavin, el almacén de Varner. No se menciona el condado de Yoknapataupha, pero la acción transcurre en Jefferson, la capital del mismo.
La novela, escrita en 1932, se ambienta hacia esa época o poco antes, pero también nos lleva a momentos anteriores como la guerra civil, a querellas con muertos entre esclavistas y antiesclavistas y leemos cosas que hoy en día sorprenden «[...] Burden mató a un hombre en el transcurso de una discusión sobre la esclavitud. Tuvo que huir de allí, llevándose a su familia. Tuvo que abandonar Saint-Louis. Se dirigió hacia el Oeste, «para alejarse de los demócratas», según decía». Hasta bien avanzado el siglo XIX, los demócratas eran partidarios de la esclavitud y los republicanos contrarios a ella. De hecho Lincoln pertenecía al partido republicano. Parece mentira en la actualidad viendo a Obama en el partido demócrata y a Trump en el republicano.
Luz de agosto es, de todas las novelas de Faulkner que he leído, la que más trata el tema de la raza, la esclavitud y la discriminación. Personajes blancos, pero que guardan en sus venas cuatro gotas de sangre negra que los transforman en negros; antiesclavistas asesinados por propietarios de esclavos, hombres que se niegan a tener esclavos y liberan a los que heredan...
«Hightower era hijo único. Su padre tenía cincuenta años cuando él nació, y su madre estaba enferma desde hacía casi veinte años. [...] Aunque hijo de un hombre que había tenido esclavos, su padre no los tuvo nunca. Y habría podido tenerlos. Pero, a pesar de haber nacido, de haberse criado y de haber vivido en una época y en una región donde era más económico tener esclavos que no tenerlos, su padre no quería comer nada que un esclavo hubiese hecho crecer o cocer, ni acostarse en una cama que un negro esclavo le hubiera preparado».
Pero no, no se olvida el autor de Lena y de su embarazo. El nacimiento del hijo de Lena coincide, en días próximos, con la muerte de la señorita Burden. Son días de agosto, ese agosto al que se refiere el título, ese agosto en el que Hightower reflexiona sobre todo lo vivido en esos días y en todos los días de su vida. «En la luz de agosto rezagada que la noche está a punto de invadir, la rueda parece engendrar un resplandor pálido, envolverse en él como en un halo. El halo está lleno de rostros. Los rostros no están moldeados por el sufrimiento. No están moldeados por nada: ni por el horror, ni por el dolor. Ni siquiera por el reproche. Son apacibles, como si acabasen de escaparse de una apoteosis. Entre ellos está su propio rostro. En realidad, todos se parecen un poco, están formados con todos los rostros que Hightower ha conocido».
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William Faulkner |
Y hay en ese agosto alguna que otra muerte que no voy a mencionar para que no se me acuse de destripar finales. No es que importe. La literatura de Faulkner no se basa en la sorpresa, la intriga o el misterio. Sus novelas cuentan muchas cosas que no importa saber de antemano porque por mucho que se sepa, hasta que no se lee, no se sabe cómo es la magia que el autor emplea en sus narraciones. Como he dicho en alguna otra ocasión, a Faulkner no se le puede explicar. Hay que leerlo.
Las otras novelas que he leído de William Faulkner son (en orden de lectura y con enlace las que aparecen en el blog):
"Santuario"
"El sonido y la furia"
"El villorrio"
Título del libro: Luz de agosto
Autor: William Faulkner
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Light in August
Traducción: Enrique Sordo
Editorial: Alfaguara
Año de publicación: 2010
Año de publicación original: 1932
Nº de páginas: 448
Hola, Rosa. Una reseña estupenda. Me interesa mucho el tema de esta novela. No he leído demasiado a Faulkner pero es cierto que es un autor con algo muy especial, complicado a veces pero siempre interesante. Apunto esta historia. Un beso y gracias.
ResponderEliminarEs de sus novelas más famosas y por eso estaba en mi lista desde muy atrás, desde antes de empezar a leer al autor. Luego otras tomaron la delantera, pero tenía esta muy en mente y por fin le ha tocado. Es un autor magnífico, un poco difícil y que cuesta un pequeño esfuerzo, esfuerzo que se ve compensado con creces.
EliminarUn beso.
Una obra maravillosa. Te ha quedado muy bien el artículo. Besos
ResponderEliminarMuchas gracias. Es difícil explicar a Faulkner. Todo se queda escaso.
EliminarUn beso.
Tremenda historia, sin duda le daré una oportunidad. Y enhorabuena por tu fantástica reseña. Te mando un beso desde https://granlibroeditorialchiquita.blogspot.com/
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado la reseña. La novela es magnífica. Disfrútala.
EliminarUn beso.
Casi 100 años después seguimos a vueltas con los racismos. otras esclavitudes e historias reales que convergen en que el ser humano sigue siendo muy poco humano. En mi caso y solo por la ambientación geográfica ya la novela me parece muy apetecible. Las tramas y subtramas propuestas, ¿indicarían a un autor sin brújula o mapeo de sus novelas antes de escribirlas?
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
No sabría decirte. podría ser un autor sin mapa o con un mapa tan preciso que lo tiene todo controlado. Y casi me tiro más por esto último, aunque necesitaríamos un experto que nos lo aclarara.
EliminarEs fantástico tanto si lo tomamos como narrador de relatos independientes como si tenemos en cuenta el ensamblaje de los mismos para construir novelas.
Y sí, cien años después seguimos con un racismo latente que nos puede y que no conseguimos expulsar. Yo creo que lo que le pasa al ser humano es que es demasiado humano y lo que hemos hecho es sobrevalorar la característica de humano. Somo así y así nos comportamos aunque tengamos vocación de excelencia.
Un beso.
Tengo que leer a este autor a ver si tu reseña me anima a hacerlo. Besos.
ResponderEliminarOjalá lo consiga y ojalá te guste si lo hago.
EliminarUn beso.
lo haces tan++ largo que al final lo que uno siente se va -Trata de escribir más corto resumiendo lo que no es importante -No te enojes son solo palabras de mi admiración hacia tí
ResponderEliminarPor supuesto que no me enojo. Siempre admito las opiniones contrarias.
EliminarJuraría que he leído alguna obra de Faulkner, pero hace tanto tiempo de eso que ya ni me acuerdo de cuál. Lo que sí recuerdo es el buen sabor de boca que me quedó. Tendré que volver a leer a este gran autor y la novela que nos presentas es una buena candidata.
ResponderEliminarUn beso.
Siempre deja buen sabor de boca y sus obras ganan en el recuerdo. Aún tengo bastantes en mis pendientes. A ver si voy sacándolas de ahí poco a poco. Anímate a volver con él. Requiere un poco de esfuerzo, pero te engancha enseguida.
EliminarUn beso.
No he leído aún nada del autor. Temas interesantes los que trata, aún actuales algunos, por desgracia. Podría ser un muy buen estreno.
ResponderEliminarBesotes!!!
Son temas interesantes, en efecto, y están de actualidad, pero la historia y la forma de tratar esos temas, es muy de los años treinta, lo que no quiere decir que esté desfasada ni mucho menos.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarComo ya sabes, es un autor que no he leído aún, lo llevo apuntado con tu sugerencia de acercarme a él con "Mientras agonizo" ;)
Lamentablemente en el sur de Estados Unidos la pobreza, la marginación, la discriminación, el dogmatismo político y religioso, sigue existiendo. Y referente a la esclavitud, pues, ha sido abolida legalmente, pero no en la mentalidad de mucha gente. Aún está muy vigente el desprecio, la marginación y la xenofobia :(
Por lo que comentas, una novela escrita hace años, pero con una trama más actual que nunca.
Sin duda una autor que vale la pena leer, gracias por hablarnos de él.
Un abrazo.
La trama puede resultar actual en lo que se refiere a los temas del racismo, pero es una historia muy de los años treinta, como le digo a Margari más arriba. Lo que pasa es que los clásicos siempre hablan de temas universales en el tiempo y en el espacio y William Faulkner es un clásico de arriba a abajo.
EliminarHe viajado por el sur de Estados Unidos y es cierto que se ve mucha pobreza y mucha diferencia con los estados del norte. Pero el dogmatismo político está en todas partes En Nueva Inglaterra, convive la población más progresista con republicanos de lo más acérrimo. Dicho esto, he de decir que Estados Unidos con sus luces y sus sombras, me fascina. Imagino que es por la influencia del cine y la literatura. Lo curioso es que cuando visité el país por primera vez iba pensando que me iba a decepcionar y sucedió lo contrario. Tiene algo ese país que a mí, aun siendo totalmente consciente de su realidad, me atrae muchísimo.
Un beso.
Hola Rosa, tengo que retomar al autor que lo que he leído me gustó muchísimo. Tema muy interesante el de esta novela, el racismo desgraciadamente sigue de actualidad, no sé si tendrá remedio, pasan los siglos y seguimos igual. Me lo llevo apuntado desde luego. Muy buena reseña. Besos.
ResponderEliminarNo creo que el racismo tenga remedio. Lo llevamos impreso en los genes. Es una lacra de la que no somos capaces de deshacernos. Puede que en un principio de la evolución sirviera de algo, diera cohesión a los grupos para permitirles sobrevivir, pero ya es hora de que la cultura borre ciertos comportamientos que ya no sirven y tan solo contribuyen a hacernos peores. Pero me temo...
EliminarUn beso.
¡Hola!
ResponderEliminarpues mira que me dejas con ganas de leer a Faulkner, sin duda un autor de los buenos, no recuerdo si ya te conté que no lo leí, pero es que hay tanto que apetece por leer...
El tema de fondo de la esclavitud pues me llama mucho y aunque ese aspecto ya se superó, en teoría, sigue habiendo muchísimo racismo y xenofobia por el mundo, mucha falta de empatía hacia el inmigrante y demás.
Curiosa la reflexión que haces sobre lo de los republicanos y demócratas, Trump y Obama .
Por cierto, a mí me encantan tus reseñas, creo que les das una extensión ideal, ni muy largas ni cortas, lo digo por un comentario que leí mas arriba, en cualquier caso, cada cual escribe en su blog lo que le apetece y de la longitud que le apetece, faltaría mas y al que no le guste pues que no lea. Fíjate que yo intento siempre hacerlas mucho mas cortas de lo que luego me salen, pero bueno, al fin y al cabo escribo para mí.
Pues eso, que me encanta que hayas disfrutado una mas de Faulkner
Un beso.
La persona que hace ese comentario más arriba, creo que no lee las reseñas y mucho menos mis respuestas a sus comentarios. Tan pronto me pone por las nubes, como me llama pretenciosa, como me dice que no sé escribir... En fin, no la bloqueo porque no me parece bien censurar.
EliminarYo también procuro hacer reseñas más cortas, pero pocas veces lo consigo.
Sí, lo de los demócratas y los republicanos a mí también me sorprendió mucho. Desde que tengo uso de razón, los demócratas son los progresistas y los republicanos los retrógrados, pero parece ser que no siempre fue así. Ya no sé cuando me enteré. Puede que fuera la primera vez que leí Lo que el viento se llevó.
Faulkner es un autor de lo mejor que hay. Lo que pasa es que requiere un pequeño esfuerzo que no siempre estamos dispuestos a hacer (cada vez menos por desgracia). Yo siempre digo que me da pereza y por eso tardo en leerlo entre uno y otro libro (salvo estos dos casi seguidos), pero en cuanto me meto en sus historias me atrapa totalmente.
Un beso.
Ciertamente a Faulkner no se le puede explicar. Como he leído (o algo así) en el libro que estoy leyendo ahora, lo peor que se puede preguntar sobre un buen libro es de qué va. En cuanto a Faulkner, lo suyo es un universo literario propio. Es cierto que las historias que narran sus novelas encierran microhistorias, pero también es cierto que muchas de esas historias que pertenecen a diferentes novelas se dan la mano entre sí.
ResponderEliminarMe tientas mucho con esta reseña de Luz de Agosto, Rosa. Fíjate que pensaba que el próximo libro que leería de Faulkner sería ¡Absalón, Absalón! (también te digo que no sé cuando voy a retomar al autor, así que bien podría cambiar de idea), pero ahora me creas dudas en mi propósito. En fin, lea lo que lea será una buena elección.
Besos
Me ha pasado lo mismo. Yo pensaba leer antes ¡Absalón, Absalón! por recomendación de Sara Mañero, o Los rateros o Una fábula, sus dos novelas con Pulitzer, pero me hablaron muy bien de Luz de agosto, una eterna pendiente que nunca sé si la he leído porque, no sé por qué, la confundo con El sonido y la furia. Siempre tengo que mirar cuál de las dos es la que he leído. Ahora ya las he leído las dos.
EliminarYo quiero seguir con Faulkner no muy tarde. Antes de que me entre la pereza. Quiero seguir recorriendo ese mundo que ha construido con sus novelas. Es cierto lo que señalas: pequeñas historias como relatos sueltos, pero que conforman todo un mundo literario global. Lógicamente es el resultado de la genialidad del autor.
Un beso.
Rosa, el tema me llama la atención. Me parece necesario que se hable de esto, antes, ahora y siempre. Si te digo la verdad, no he leído a Faulkner en mi vida. Es de esos autores que me dan mucho respeto. De hecho, creo que no tengo ni un libro suyo en casa. En fin, intentaré poner remedio. Besos
ResponderEliminarEs un autor que cuando gusta, gusta mucho. Cuesta un pequeño esfuerzo,pero te sumerge en un ambiente que te fascina. El mundo que ha creado con sus personajes y lugares que pasan de un libro a otro, es un mundo literario alucinante.
EliminarUn beso.
Hola.
ResponderEliminarAl leerte me he dado cuenta de lo mucho que echaba de menos tus reseñas. Me la apunto, claro. Esa ambientación, esas subtramas y esa narrativa me están llamando.
Muchas gracias y feliz semana
¡¡Hola!! Yo también he echado de menos tus comentarios y las entradas en tu blog. Veo que has vuelto a las dos cosas. Faulkner es un autor de no perderse, aunque cueste un poco.
EliminarUn beso y feliz semana a ti también.
Hay que leer a Faulkner (por cierto también excelente guionista y algunas de sus obras se han llevado al cine). Es curioso lo de los incendios, un lugar común en varias novelas del autor (recuerdo "El villorrio" o "El largo y cálido verano"). Este libro no lo he leído, pero un Faulkner es un Faulkner, así que habrá que tenerlo en cuenta.
ResponderEliminarAbrazos.
No he leído El largo y cálido verano, pero la tengo en mi lista. En realidad tengo todo aquello de lo que tengo conocimiento, incluso algún libro de cuentos y eso que no es un género que me entusiasme, pero es que toda la obra de Faulkner (al menos lo que he leído últimamente, está conformada a base de historias que bien pueden considerarse relatos.
EliminarUn beso.
Buenas noches, Rosa.
ResponderEliminarHoy en día ya nada nos debería sorprender. La política puede dar cualquier fruto...
Con respecto a la novela que nos traes hoy, su planteamiento me parece muy interesante. Que transcurra en un tiempo, pero que se deslice hacia atrás para tratar el tema racial, y los demás puntos importantes de los que se sirve el autor, me parece muy interesante. Creo que la historia americana se escribe así, y no puede desligarse de su pasado inmediato. Tengo que meterme a fondo con Faulkner. Gracias por recordármelo.
Un abrazo, y feliz comienzo de semana!!
Hola Undine.
EliminarSí, te recomiendo que te metas con el autor. Sus novelas son un buen ejemplo de la historia del Sur. Para los que, como yo, estamos fascinados por Estados Unidos (aun sabiendo reconocer todas sus lacras que son muchas), es un autor imprescindible.
Un beso y feliz semana también para ti.