"El hombre perdido" Jane Harper
No suelo ser amante de ambientes hostiles y normalmente huyo de novelas ambientadas en sitios desapacibles. Siempre digo que Islandia es un lugar en el que no me siento a gusto cuando leo una novela. Tampoco me gustan las ambientadas en barcos que me producen la misma claustrofobia que siento en esos vehículos flotantes. Y sin embargo...
Sin embargo, en las últimas semanas he leído dos libros
ambientados en entornos duros, muy duros, que me han gustado muchísimo y parte del aliciente lo he encontrado en esa ambientación. Hablo de El reino, de Jo Nesbø, a la que le dediqué una entrada hace unas semanas, y esta de El hombre perdido que hoy traigo al blog.
Si El reino se ambientaba en las montañas de Noruega, en parajes nevados gran parte del año en los que la temperatura puede descender a los treinta grados bajo cero, en El hombre perdido nos vamos al desierto de Australia, a Queensland, un lugar en el que los veranos son atroces, los termómetros suben a más de cuarenta grados y nadie del lugar se atrevería a dar un paseo en vísperas de Navidad alejándose del coche.
Y sin embargo eso es lo que Cameron parece haber hecho antes de que su cadáver apareciera al pie de la lápida de la tumba del ganadero, un monumento que conmemora una leyenda, distinta según las versiones, una leyenda que cada uno cuenta según su propia interpretación. «La lápida proyectaba una pequeña sombra escurridiza —la única a la vista—, que crecía y se encogía al girar, como un reloj de sol. El hombre de la camisa azul había intentado seguir esa sombra, primero a gatas, luego arrastrándose. Había intentado encogerse para caber en aquella sombra, en muchos momentos adoptando posturas extrañas, arañando y pateando el suelo a medida que lo invadían el miedo y la sed.
La caída de la noche le concedió un respiro, hasta que el sol volvió a salir y reanudó su espantosa rotación. El segundo día, con el sol cada vez más alto en el cielo, la vuelta ya no fue tan larga, pero no porque el hombre no se esforzara: persiguió la sombra hasta que ya no pudo más.
Al círculo dibujado en la tierra le faltaba muy poco para cerrarse y completar las veinticuatro horas, cuando por fin el ganadero tuvo compañía. Mientras el planeta giraba y la sombra seguía avanzando, el hombre yacía inmóvil en el centro de una tumba polvorienta bajo un cielo monstruoso.» Una cita larga que pongo como ejemplo perfecto del estilo de Jane Harper.
Pero Cameron Bright no era ningún turista inexperto. Había nacido, había crecido y se había hecho adulto a pocos kilómetros de allí, en las tierras de su padre que ahora administraba él junto a su hermano Bud, el pequeño de la familia con bastante diferencia, uno de esos hijos que ya nadie espera. Nathan, el hermano mayor, dos años más que Cameron y doce más que Bud, recibió al casarse las tierras al otro lado de la cerca. No le ha ido muy bien a Bud, ni en lo económico ni en lo personal. Podría irse a un lugar en el que las cosas fueran más favorables, más cerca de su hijo Xander, pero el amor a aquella tierra inclemente lo tiene atrapado «El calor brutal de cuando el sol estaba en lo más alto y veía fluctuar despacio los rebaños tenía algo especial. Contemplar los grandes llanos, ver cambiar los colores de la tierra... Eran los únicos momentos en los que sentía que rozaba la felicidad. Si Xander no sentía lo mismo —a Nathan le constaba que no todo el mundo era capaz—, él no se lo podía explicar. Era una tierra dura, inclemente, pero la sentía como suya.»
Cuando Nathan va a la tumba del ganadero a encontrarse con un hermano muerto y otro vivo, viaja con su hijo Xander de dieciséis años que ha venido a visitarlo por Navidad. No son frecuentes estas visitas. El divorcio de sus padres no fue amistoso y las relaciones de Nathan con su antiguo suegro, menos aún. En realidad las relaciones de Nathan no son amistosas con nadie del lugar. Un hecho acontecido hace diez años le ha condenado al ostracismo. Pocas personas en el pueblo, salvo su familia, reparan en su presencia más que si fuera un grano de arena levantado por el viento del desierto.
Ahora hay una pregunta que se hace Nathan, que se harán todos en el pueblo: ¿Qué ha podido suceder para que Cameron se aleje de su coche, sin agua, y se eche a andar en lo más crudo del verano austral hasta encontrar la muerte por deshidratación? Cameron había quedado con Bud para reparar la antena de un repetidor, pero nunca se presentó. Bud lo buscó hasta que lo encontró muerto al pie de la tumba del ganadero. Tan solo como un acto desesperado se puede interpretar la muerte de Cam y todos empiezan a verlo como un suicidio. Pero ¿qué motivos podía tener Cam para quitarse la vida?
Con motivo de la muerte de Cameron, se adelantará en unos días la reunión familiar prevista para Navidad. Así, en la casa principal se juntan Ilse, la esposa de Cam, y sus dos hijas, Bud, Nathan, Xander y la madre de los tres hermanos, Liz. Además está el tío Harry al que los chicos conocen de toda la vida aunque «No es nuestro tío de verdad. Es un amigo de la familia que trabaja en la propiedad desde antes de que nosotros tres naciéramos.» Un empleado en realidad, al que nadie ve como a un empleado sino como a un miembro más de la familia. Y a todos ellos se unen dos mochileros a los que Cam había contratado para distintas labores en la casa, Simon y Katy.
Jane Harper |
El hombre perdido está contada en tercera persona, pero desde el punto de vista de Nathan. Es decir, un narrador que se limita a ver los hechos y a recordar el pasado como si estuviera en la cabeza de Nathan. De esa forma asistimos a una historia en la que Nathan nos va mostrando el presente y sobre todo el pasado. La controvertida figura de su padre, sus vivencias adolescentes compartidas con Cameron, su matrimonio y su divorcio, el episodio que lo llevó a ser ignorado y dejado de lado por sus convecinos, la mujer de la que se enamoró poco después del divorcio...
De la mano de Nathan veremos también las circunstancias que acompañaron a la muerte de Cam y lo que se va viendo en la investigación. Y también iremos descubriendo secretos, personajes que no son lo que parecían, relaciones más tormentosas de lo que se esperaba, sufrimientos escondidos, violencia soterrada.
Y un ambiente que se convierte en un personaje más y no de los menos importantes. Un paisaje con una historia tan apasionante o más que la de los personajes humanos, un lugar que había sido «el fondo del mar. Un millón de años antes de que la necesaria sucesión de un millón de acontecimientos naturales formara el paisaje que tenía delante: un sitio de crecidas sin lluvia, de conchas fosilizadas a miles de kilómetros del agua y de hombres que se apeaban del coche para dirigirse a pie, sin saber muy bien por qué, al encuentro con su muerte.»
El hombre perdido es una novela que termina de confirmar a Jane Harper como una escritora a tener muy en cuenta. Había leído sus dos novelas de la serie de Aaron Falk, Años de sequía y Naturaleza salvaje. El hombre perdido es una historia independiente de la serie, más compleja, más elaborada, más interesante y desde luego a mí me ha atrapado y gustado mucho más. Con haberme gustado mucho las otras dos, sobre todo Años de sequía.
Título del libro: El hombre perdido
Autora: Jane Harper
Nacionalidad: Australia
Título original: The Lost Man
Nacionalidad: Australia
Título original: The Lost Man
Traducción: Jofre Homedes Beutnagel
Editorial: Salamandra
Año de publicación: 2021
Año de publicación original: 2018
Nº de páginas: 384
Sí, recuerdo tu incomodidad con esos ambientes inhóspitos de Islandia, por ejemplo cuando me comentaste en una novela que llevé de un autor islandés (Gunnar Gunnarsson, “Adviento en la montaña”), y en general ese tipo de paisajes y situaciones me decías que te parecían claustrofóbicos. La verdad es que me llamó la atención, siendo buena lectora de novela negra en donde seguro que se darán no pocas situaciones y ambientes claustrofóbicos, paisajes hostiles, etc. Pero eso es lo que me gusta, las peculiaridades que tenemos cada uno de nosotros como lectores, lo que redunda en un más que interesante intercambio de opiniones lectoras, y qué te voy a decir… yo tengo unas cuantas filias y fobias literarias, jeje.
ResponderEliminarEn cuanto a la novela, pues ese ambiente familiar en donde la intriga que lo rodea se ve acrecentada por un paisaje duro, amenazante, es un desafío en la novela que siempre me ha llamado la atención. Si tanto la has disfrutado habrá que fijarse en Jane Harper.
Un beso, Rosa.
Ahora mismo le decía a Juan Carlos, en un comentario a su reseña de Zuleijá abre los ojos, lo mucho que me había gustado a pesar de ambientarse en Siberia y de contar un largo viaje (otra de las cosas que no me atraen en exceso) y le decía que siempre que rompo prejuicios me doy cuenta de lo infundados que son. Pero cuesta romperlos. Siempre sufriré un cierto rechazo a ciertos temas y ambientaciones a pesar de que cuando los abordo suelen gustarme. Pero me aceptaré con mis contradicciones y prejuicios. Son ya muchos años conmigo misma y me tengo cariño, así es que me perdonaré ciertas tonterías, ja, ja. Aunque trataré de subsanarlas.
EliminarEl hombre perdido es una historia muy recomendable en la que ese paisaje hostil está presente de continuo y se hace un personaje más del libro. Es la tercera novela que leo de Jane Harper y la que más me ha gustado. No deja de ser novela negra, pero me atrevo a recomendarla aun a los que no sois muy amantes del género.
Un beso.
Hola, Rosa. Pues vaya la novela que nos traes. Parece que no es apta para esta ola de calor. A mí, especialmente, sí me gusta el ambiente del continente australiano. Sobre todo ese espacio desértico fuera del ambiente del oeste norteamericano y sus particularidades autóctonas. Si el ambiente juega como un personaje más es un punto a favor. Además, está esa pregunta que plantea con la misteriosa muerte de Cam. No soy muy de novela negra, pero creo que es porque hay tanta que no he dado con mi estilo. Pero en este caso, le daré una oportunidad a Jane Harper. Muchas gracias por compartir, Rosa.
ResponderEliminarUn abrazo y buen veranito!
Parece que a mí, los ambientes duros y hostiles me gustan más en Australia que en Islandia, ja, ja.
EliminarEl mayor calor que conozco ha sido precisamente en el oeste americano, en el Valle de la Muerte: cuarenta y ocho grados (ayer oí que estos días han llegado a más de cincuenta). Nunca he estado tan cerca del golpe de calor. Daba igual sol que sombra y solo se podía estar en el coche con el aire acondicionado. Por eso, he sentido más cerca la historia de este libro y me doy cuenta de algún error que cometí en aquella ocasión y que pudo costarme un disgusto.
Yo leo mucha novela negra. hay muchos estilos y subgéneros y te puedo decir que el mío solo consiste en que sea una buena novela. Por lo demás, admito todo, pero que sea bueno. Una buena trama bien llevada y bien resuelta. No pido m.as. Ni menos. Esta novela lo cumple con creces.
Un beso.
Me tentó mucha esta novela cuando la vi entre las novedades y a punto estuve de hacerme con ella y estrenarme así con la autora. Al final, abrumada por tantos otros títulos que me esperan decidí dejarla pasar, pero me queda claro, reseña tras reseña, que fue una decisión errónea y debo replantearme leerla.
ResponderEliminarBesos.
Pues creo que no debes dejarla pasar. Es buena, muy buena diría yo, y se te pega a las manos y cuesta soltarla. me habían gustado las otras dos de la autora, sobre todo Años de sequía, pero esta, independiente de la serie, ha sido la mejor.
EliminarUn beso.
A mí sí suelen llamarme la atención las novelas que discurren en ambientes hostiles. Me la llaman precisamente por lo que comentas al final de tu reseña, porque esa ambientación suele convertirse en un personaje más y aliarse con la trama.
ResponderEliminarParece una lectura tentadora con esa mezcla de ambiente pasado, presente, relaciones familiares y ambiente inhóspito. Habrá que tener en cuenta a Jane Harper y especialmente esta novela.
Besos
Pues echando un poco la vista atrás veo que las que he leído ubicadas en ambientes de este estilo, en los últimos años, también me han gustado mucho. Es cierto que el medio se convierte en un personaje más y, en este caso, determinante total de la trama y de alguna de las subtramas. También tiene su importancia en las otras dos novelas de la autora, en las que determinas hasta el título. Pero creo que esta es la que más te puede gustar. A mí ha sido la que más me ha sorprendido.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarpues me pasa lo contrario que a ti, que los ambientes hostiles y los sitios desapacibles me atraen como miel a la mosca, jeje, si es que lo que dice Paco por ahí arriba...., cada lector es un mundo y eso hace el intercambio de pareceres más enriquecedor.
Y ese ambiente australiano me atrae mucho (curioso eso de que en algún lugar del mundo tengan 40 grados en plena Navidad) y esas intrigas familiares y secretos del pasado también.No he leído a la autora, aunque la conozco de oídas. Pero me has dejado con. ganas de conocerla en persona y además me gusta que sea totalmente independiente y por lo que cuentas, no parece que haya un inspector o personaje del que tirar más adelante ¿no?, vamos que parece que en el futuro seguirá siendo independiente. Me la llevo
Besos
Sí, siempre que leo cosas como playa y piscina en Navidad, me tengo que resituar porque de entrada pienso que es un error. Es lo malo de creernos el centro del mundo y no darnos cuenta de que existen otros lugares con otras realidades. Son menos, pero son igual de importantes.
EliminarNo creo que esta novela tenga continuación, aunque nunca se sabe lo que exige una editorial tras una novela de éxito. Mientras tanto, disfrutaremos de esta y ya se verá lo que viene.
Es una autora que ya me había gustado (si no no hubiera leído tres novelas suyas), pero con esta me ha convencido plenamente. No la dejes. Si no te gusta, me puedes pegar.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarPues no es por llevarte la contraria peor me atrapan los ambientes hostiles.
Me apunto la novela, aunque no sé para cuando, cada vez tengo más historias pendientes.
Muy feliz semana.
Te gustará seguro. Es ideal para verano, aunque puede que en invierno inyecte un poco de calor en los días fríos. A mí a este paso terminarán por atraparme los ambientes hostiles.
EliminarUn beso.
Esos ambientes hostiles incomodan, es cierto, pero logran introducirte en la historia de un modo muy potente y dan a la narración un tono muy especial y seguramente muy buscado. No he leído a esta autora pero me ha gustado lo que cuentas así que me la apunto. Un beso, Rosa.
ResponderEliminarEs cierto. Son ambientes que determinan las historias y les dan un aire especial. Impregnan los acontecimientos y hasta los determinan como en este caso. Una gran lectura.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Tremendo el ambiente hostil que nos muestras y que para mí es un acicate a la hora de leer un libro o ver una película. Realmente estos ambientes suelen actuar como un personaje más de la propuesta. Un estupenda recomendación que además se acopla a los rigores del verano.
ResponderEliminarBesos y buena semana.
Aquí los rigores del verano se parecen más a los del otoño. Viento, lluvia, fresquito... A ver si se estabiliza esto y, por fin, viene un verano asumible en todas partes.
EliminarEn esta novela los rigores son totalmente veraniegos en Navidad. Cosa curiosa para nosotros. Es muy interesante y el paisaje determina toda la trama. muy apropiada para el verano, porque además es muy entretenida.
Un beso.
Hola. Me encantan las historias elaboradas y complejas. Esta me intriga muchísimo y ya la tenía apuntada. Me pasa como a ti, pero a medias porque los ambientes fríos si me gustan pero con los áridos me agobio mucho y también en los barcos, en los literarios. Otra cosa que también se me hace pesada es cuando siempre es de noche o solo un día. Pero visto que te ha gustado tanto sigo con ella en la lista, sin dudas.
ResponderEliminarBesos
A mí me agobian los barcos literarios y los reales. Eso de estar rodeada de agua, no me parece muy natural, ja, ja.
EliminarLa novela es de las de no dejar pasar. El ambiente tórrido y hasta asesino es un aliciente más. Al contrario que a ti, me incomodan más las ubicaciones frías y oscuras que las cálidas. Por eso me gusta más el verano que el invierno. No obstante, Tanto El reino como El hombre perdido me han encantado y en ambas, una en invierno y otra en verano, el ambiente ha sido determinante en la historia, aunque mucho más en El hombre perdido.
Un beso.
Pues no he leído nada de la autora y por lo que cuentas, mucho estoy tardando. Bien apuntado me llevo este título.
ResponderEliminarBesotes!!!
No lo dejes. Es una novela muy recomendable y además muy entretenida.
EliminarUn beso.
Pues fíjate que me encantaría ir a Islandia. Algún día. En cuanto a la novela, sinceramente, si no te llego a leer no le hubiera prestado atención. Ahora mismo no es precisamente lo que más me apetece. Necesito desconectar pero tengo la impresión de que esta novela me sentaría especialmente bien en otoño. Todo se andará. Besos
ResponderEliminarTe diré que es una novela muy entretenida. Te atrapa con la intriga de lo que pudo pasar y con los secretos de la familia y del pueblo. Es de esos libros que estás deseando volver a coger y tener un ratito para dedicarle. Aunque en lectura siempre es aconsejable dejarse llevar por lo que a una le apetece.
EliminarUn beso.
Hola Rosa!! Me gustó mucho "Años de sequía", pero no me anime a continuar con la serie de este investigador, a ver si me pongo al día. ¡Estupenda reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
ResponderEliminarNaturaleza salvaje, el segundo de Aaron Falk, me pareció peor que Años de sequía, pero este último los supera a los dos. Creo que te gustará.
EliminarUn beso.
Hola Rosa. Pues de primeras no sería una lectura a la que me lanzase, creo que quizás no me hubiese llamado la atención. Pero lo que cuentas sobre ella sí, veo que es de esas que te atrapan y te mantienen expectantes e intrigada. No sé. A ver si le doy la oportunidad... Gracias por hablarnos de ella. Un saludito.
ResponderEliminarYo ya conozco a la autora y sé que merece la pena pero incluso así este libro me ha sorprendido. La historia es muy buena y el agobiante entorno juega un papel importante en toda la trama. Lo recomiendo sin dudar.
EliminarUn beso.