"Aquellos días de Marzo" Sara Mañero
Ya sabéis cómo comenzó esta historia, de qué manera absurda me zambullí en vidas ajenas, sin que, en un principio, hubiese demasiadas diferencias con lo sucedido en anteriores ocasiones. No era la primera vez que la ficción era un trasunto de la realidad, ni tampoco lo era que, para empezar a escribir, debiese primero respirar el tiempo y el espacio de esos seres desconocidos, que acabarían por ser íntimos, y hacia allí me lancé, también en esta ocasión, con vehemencia. Tampoco era la primera vez que tenía entre mis manos las cartas de jóvenes aplastados por el peso de una Historia que construyeron sin saberlo, que me apiadé de sus sueños perdidos, de los años que no lograron vivir.
Neila es escritora. Neila empieza contando cómo empezó a gestarse en su mente la novela que estamos leyendo. En una cena de San Juan, rodeada de sus amigos de siempre, salieron a relucir en la conversación las cartas que la madre de Juan, el marido de su amiga Carmen, había guardado durante toda su vida. Juanita murió el último año y entre sus cosas apareció la caja llena de cartas de su hermano, Juan Ausina, que murió en la guerra con diecinueve años.
Neila promete a sus amigos que investigará lo que pudo ocurrir con Juan del que tan solo se sabe, por un recordatorio que aparece junto a las cartas, que murió el 8 de marzo de 1939, en Madrid.
«—Ya, pero esos días en Madrid se luchaba en muchos frentes. Se defendía la ciudad de los nacionales, claro, pero también se luchaba entre los propios republicanos.
—Sí, es cierto, el golpe de Casado…
—Eso es, Juan.
—¿Y dónde está enterrado? [...]
—A saber.
—¿No sabéis dónde está enterrado vuestro tío y no habéis hecho nada por averiguarlo en todos estos años?».
Y así es como Neila se ve metida en la tarea de investigar y escribir una novela sobre los últimos días de Juan. Y es así como vamos leyendo las cartas de Juan, que su hermana ha guardado tantos años. Y, mientras leemos las cartas vamos sabiendo los avatares de las pesquisas de Neila que la llevan a visitar archivos, cementerios, parroquias, ayuntamientos, familiares de compañeros de Juan en los días de la guerra, cualquier lugar en el que se puedan encontrar documentos y cualquier persona que le pueda dar noticia de lo que pasó con Juan en aquellos días de marzo de 1939.
Pero además de las cartas de Juan, se va a encontrar con las cartas que su propio tío abuelo, Daniel, enviaba a su madre, la bisabuela de Neila. Si Juan luchaba con los republicanos, Daniel estaba en el bando rebelde. «Dos muchachos de edad similar pero distinta educación, dos realidades tan alejadas entre sí como los contendientes en aquella guerra cruel, y un mundo solo por el que luchar, pues, al fin, ambos soñaban con regresar a sus casas, a los suyos». Uno a Calp, Valencia; otro a Neila, Burgos.
Resulta sumamente interesante ver cómo se enfrentan al conflicto dos jóvenes tan distintos. Juan asiste confiado a las bravatas de sus mandos que celebran victorias que no existen y les siguen engañando cuando saben que todo está perdido, «Lo cierto es que no avanzan y tienen numerosas bajas, sobre todo los italianos. Y es que a nuestros hombres no pueden vencerlos unos mercenarios. Allí está el enemigo, que cuenta con la ayuda de los italianos, los legionarios y los marroquíes, pero nosotros nos bastamos para defender nuestra tierra. Sin ayuda, pero venceremos».
Daniel piensa que la victoria está cerca y no tiene sentido ensañarse con los vencidos cuando ya lo están sin remedio. «Sé que, para concluir esta barbarie, nada puede hacerse salvo avanzar con firmeza y derrotarlos pronto, pero, madre, en ocasiones me pregunto si basta la certeza de la razón para infringir tanto dolor, si no seremos nosotros, los salvadores, tan culpables como ellos».
Ambos a su manera pecan de la ingenuidad de la juventud y de la fe ciega en la razón que les asiste, pero no hay equívocos ni equidistancias. Unos luchan por defender la legalidad de las urnas y la justicia social; los otros, por doblegar la democracia, amoldarla a sus propios intereses y mantener sus privilegios. Ambos jóvenes, cada uno en su trinchera, lo tienen claro; la razón los asiste. Pero ¿qué sucede cuando entre las propias tropas surge la pelea a muerte?, ¿qué sucede cuando uno se ve en la necesidad de disparar contra los que hasta hace unos días eran los propios compañeros?
Y eso fue lo que sucedió cuando llegaron aquellos días de marzo y el coronel Casado decidió terminar la guerra por su cuenta pactando con Franco un final sin represalias. Casado tuvo que dar un Golpe de Estado contra el presidente Negrín y los que siguieron fieles a él. Yo sabía lo qué era el Golpe de Casado. Sabía que Negrín quería resistir hasta que la guerra europea, que era inminente e inevitable, hiciera a los aliados intervenir en España y a la Guerra Civil parte del conflicto europeo; sabía que parte del ejército, con Casado a la cabeza, quería terminar ya la guerra y sabía que aquello había enfrentado a comunistas, partidarios de resistir, con anarquistas a favor de Casado. Lo que no sabía era el día a día del Golpe, cómo se había fraguado, cómo se había llevado a cabo la lucha por las calles de Madrid durante todos aquellos días de marzo.
Cuando eso sucede volvemos a encontrar a ambos jóvenes con su visión, menos ingenua, de la situación a la que es difícil ver una buena salida.
«Debo decir que los bombardeos de estos últimos días sobre Valencia me han sorprendido, pues no entiendo la necesidad de provocar más víctimas con el final de la guerra tan próximo.
[...] No sé cómo vamos a poder reconciliarnos después de tantas heridas: los republicanos matándose entre sí por rencillas y enemistades; nosotros, matándolos sin compasión».
«¿Y si nos mandan a pelear contra nuestros propios hombres? Si ordenan disparar habrá que hacerlo, pero no es lo mismo pensar que matas al enemigo que a uno de nuestros soldados. Triste sería pasar la guerra en retaguardia y tener que acabarla en el frente peleando contra otros republicanos».
Sara Mañero |
De nuevo Sara Mañero, en esta séptima novela que le leo, nos presenta una historia para degustar con calma, una historia para la que se ha documentado con la precisión, la minuciosidad, el empeño y la escrupulosa exactitud con la que suele hacerlo. De nuevo se sumerge en una etapa de la historia de España, la más reciente de las que ha tratado hasta ahora, una historia con sus conflictos y sus contradicciones que ella interpreta con la imparcialidad necesaria, pero con justicia.
Aquellos días de marzo es de nuevo un alarde de estilos adecuados a las circunstancias y prosas muy distintas, pero muy convincentes. El diferente lenguaje entre las cartas de Juan y de Daniel, así como el empleado en la narración en primera persona nos vuelven a poner ante una autora capaz de mimetizarse con lo que cuenta, con la época en la que transcurre y con los personajes implicados. Otra novela de Sara Mañero absolutamente recomendable.
Las novelas que he leído de Sara Mañero, en orden de lectura y con enlace a la reseña son:
Título del libro: Aquellos días de marzo
Hola, Rosa. Pues sí, una historia muy potente. A mí esta época también me interesa mucho siempre y si está bien ambientada, bien escrita y el tema bien tratado, como dices, parece desde luego una gran novela. Genial tu reseña. Un beso.
ResponderEliminarEl golpe de Casado es un capítulo muy interesante de la Guerra Civil. Las izquierdas en este país nunca han estado unidas ni han llegado a ponerse de acuerdo. Parece que se fijan más en lo que los distingue que en lo que los iguala y así seguimos. Yo sabía del golpe, pero sara lo trata con minuciosidad a la vez que de forma clara y entretenida, al menos para mí.
EliminarUn beso.
Me parece un libro muy en la línea de "El monarca de las sombras" de Javier Cercas, al menos en el arranque, con ese entorno metaliterario y la investigación acerca de los últimos días de un personaje muerto en la guerra. Lo tendré en cuenta. Yo ahora estoy con el libro de relatos "Los Girasoles ciegos", de Alberto Méndez.
ResponderEliminarAbrazos!
Acabo de rescatarte del spam. Veo que llevaba más tiempo del que creía sin mirarlo.
EliminarPues fíjate que no me ha recordado a El monarca de las sombras, libro que me encantó. Claro que hace ya unos años que lo leí y mi memoria no aguanta tanto. Aunque sí da para recordar lo muchísimo que me gustó Los girasoles ciegos.
Un beso.
Hola Rosa, yo de Sara solo he leído Atrapando la luz y mira que me gustó, pero por unas cosas y otras se me ha ido quedando atrás y eso que tengo todas sus novelas en mi eterna lista de pendientes; de esta además me llama la época en la que se desarrolla, solo me queda animarme. Besos.
ResponderEliminarYo, poco a poco, he ido leyendo todos sus libros y ya solo me queda el último que ya está en mi estantería de pendientes. Suelo tardar en leer los libros de Sara Mañero, pero siempre los tengo muy presentes.
EliminarUn beso.
Buenas tardes, Rosa.
ResponderEliminarParece mentira, pero aún no he leído nada de Sara Manero. Me llevo este título suyo que recomiendas tantísimo. A ver si de una vez por todas me estreno con la autora.
Un abrazo, y muy feliz comienzo de semana!!
Buenos días, Undine.
EliminarSara Mañero es una autora que nunca me ha defraudado. Trata temas históricos en los que mezcla la actualidad y siempre lo hace de forma impecable, muy bien documentada, con historias interesantes y una prosa que se adapta muy bien a la época que describe. Ojalá te guste.
Un beso.
Hay tanto por contar, investigar y profundizar sobre la Guerra Civil que en lo personal siempre son bienvenidas las novelas o ensayos que tengan rigor y algo de justicia poética. A veces pienso que en nuestra guerra se mataba con verdaderas ganas y de hecho creo que mucha gente volvería a matar sin pensarlo mucho. Por cierto, mi gata se llama Neila :)
ResponderEliminarBesos, Rosa.
¿Tú también tienes gato? El mío se llama Sheldon. Sí, me pilló cuando estaba entusiasmada con The Big Bang Theory y no me pude resistir. Neila es un nombre que no había oído nunca hasta llegar a esta novela, pero es muy bonito.
EliminarCiertamente, se están desatando una serie de odios injustificados contra el "distinto", contra el "otro" que algunos estarían dispuestos a matar con verdadera saña tan solo con que pudieran escabullirse en el revuelo de una masa violenta. me da miedo tanta falta de respeto hacia lo que en realidad no se entiende y, por lo tanto, se teme.
Un beso.
Mira que lleva tiempo esta autora en mi lista de pendientes y sigo sin encontrarle hueco. Me tientas mucho con esta historia. Me llama mucho su argumento y por lo que cuentas, muy bien contada. A ver si me animo de una vez!
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues te animo a que te animes, ja, ja. A mí me gusta mucho desde que la leí por primera vez. Creo que te gustaría.
EliminarUn beso.
De Sara Mañero leí con muchísimo gusto hace ya cinco años "Atrapando la luz". Siempre me digo que volveré a ella, pero se pasan los días y sigo igual sin avanzar. Esta última novela suya me parece, como dice Marta Navarro, una historia muy potente. Enfrentar, poner frente a frente, a dos familiares que luchan en bando contrarios siempre genera gran intensidad narrativa. Si además quien escribe es Sara Mañero, una mujer que se documenta hasta el extremo y que tiene una gran habilidad con la pluma, pues para qué queremos más. Tomo nota y a ver si cumplo con el propósito de volver a ella.
ResponderEliminarUn beso
Es muy interesante ver las posturas de los dos personajes que escriben sus cartas. Ambos son personas sin una ideología muy formada. Luchan donde les ha tocado y, aunque convencidos de luchar por una causa justa y de que la razón les asiste, no son nada tendenciosos ni fanáticos. Son dos personas que lo que más desean es que todo termine para volver a casa con su familia y seguir con sus vidas. Como siempre, la documentación de todo lo relativo al Golpe de Casado es muy buena y se analizan muy bien las causas y todas las vicisitudes. Yo conocía el hecho, pero no los detalles. Fue como una pequeña guerra dentro de la guerra. De nuevo comunistas contra anarquistas. En fin, la desgracia de las izquierdas en este país.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Me gustan mucho estas historias en la que alguien va investigando con documentos y visitando lugares. Pero es que ahora mismo la guerra es un tema que no me apetece. Aunque tengo mucha curiosidad con la autora así que voy a mirar porque me suena que alguno ya tengo apuntado.
ResponderEliminarY destacar que me parece muy difícil lo de usar varios narradores. Muchas veces te encuentras con que no cambia nada, solo el nombre y porque te lo dicen al principio del capítulo así que, que Sara haya sabido darles una voz distinta es un gran punto a favor.
Besos
En realidad, la narradora es Neila. Los otros dos personajes se van narrando mediante sus cartas y no hay ninguna dificultad. Es muy interesante ver las dos posturas de ambos jóvenes, cada uno en un bando, pero si el tema de la guerra civil no te apetece, esta es una historia de guerra. Pero Sara Mañero tiene historias muy distintas y ambientadas en distintos momentos de la historia de España. Te la recomiendo.
EliminarUn beso.
¡Hola! no he leído nada de la autora (¡madre mía!, siete llevas ya), a la que por supuesto conozco. Respecto a esta novela suya, pues el tema de la Guerra Civil no es que ahora mismo me llame mucho la atención (hace mucho me encantaba leer sobre ello), aunque lo que nos cuentas sobre ella es interesante y veo que la recomiendas con ganas. Por cierto me encanta que tengas gato (igual en algún momento lo dijiste, pero no lo recordaba, tampoco sabía que Miguel también tenía gata) y ese nombre..., fascinante, me encantaba el personaje de Sheldon Cooper en la serie, la vi enterita y no sabes lo que me hacía reír)
ResponderEliminarLo dicho, de momento no creo que me ponga con Sara Mañero, pero como siempre es un placer leerte
Un beso.
Yo tampoco sabía que Miguel tenía gata. he tenido varios porque me encantan. Toda la familia tenesmos y mi hijo tiene dos porque se quedó con la de mi madre. Vi la serie The Big Bang Theory entera y la he vuelto a ver por segunda vez estos últimos meses. La verdad es que no tiene desperdicio. Doce temporadas a veinticuatro episodios cada una y el último es tan bueno como el primero o mejor.
EliminarPero aquí hemos venido a hablar del libro de Sara, ja, ja. Es una autora que me cautivó desde el principio. En mi grupo de Facebook, Amigos a los que les gusta Cuéntame una historia, organicé una lectura conjunta de su novela Atrapando la luz hace ya varios años. Escribe muy bien, con distintos estilos que se adaptan a la época y lugar en que se desarrolla la acción. Se documenta de maravilla para escribir y, dados los temas que trata, no es nada fácil. Si no te apetece guerra civil, como le digo a Norah, tiene novelas muy variadas. Si echas un vistazo por encima a las reseñas, verás la época histórica en que se dsarrollan y puedes escoger lo que más te atraiga. Ya me contarás.
Un beso.
Por mucho que se hable y se haya hablado, y escrito, sobre la guerra civil española, no me canso de querer saber más sobre lo ocurrido en los distintos bandos. En este caso concreto, lo contado por dos protagonistas pertenecientes a bandos contrarios tiene un atractivo especial. Aunque dichos personajes sean de ficción, la información que la autora ha recabado y recopilado con minuciosidad, no desmerece en absoluto el realismo de lo narrado, dándole, eso sí, un toque novelesco que, sin embargo, ilustra aspectos probablemente desconocidos de la contienda y del sufrimiento de los combatientes de ambos lados.
ResponderEliminarUn beso.
Hay una parte de ficción porque no deja de ser una novela, pero la ambientación histórica es totalmente real. Cuenta cómo y porqué se gestó el Golpe de Casado y cómo se produjo una guerra dentro de la guerra. Un poco similar a lo que había sucedido en mayo del 37 en Cataluña y una de cuyas consecuencias fue el secuestro y asesinato a Andrés Nin. Todo eso (lo del Golpe de Casado) Sara Mañero lo cuenta de maravilla con lo que partes del libro parecen más un ensayo histórico que una novela, pero un ensayo sumamente interesante y muy bien encajado.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! En estos tiempos donde nuestros mandatarios globales parecen tan interesados en una guerra global es bueno que salgan novelas recordando lo que es una guerra. Esa infamia a la que los de siempre mandan a los de siempre para mantener el status de los de siempre.
ResponderEliminarUna novela que por lo que cuentas parece muy documentada respecto a la Guerra Civil y donde la autora parece dar distintas voces a sus personajes para hacerlos reconocibles. Eso dice mucho de la novela. Un abrazo!
Las guerras son una miseria y una lacra espantosas, pero a los de siempre les siguen viniendo muy bien para alcanzar sus objetivos más o menos miserables. Aquí vemos un episodio muy concreto y creo que poco conocido, al menos en sus detalles, como fue el Golpe de Casado. Imagino que la guerra hubiera terminado de la misma manera de no haber sido por este militar republicano, pero la lucha dentro del mismo bando, la guerra dentro de la guerra, resulta mucho más triste como nos cuentan, cada uno desde su trinchera, los dos personajes y sus cartas.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarNo he leído a esta autora. Me la apunto para el futuro. Cuando dices: volvemos a encontrar a esos jóvenes con una visión menos ingenua, ya se está diciendo todo. Lo bueno que tiene la lectura es que nos hace visionar los horrores cometidos, y con eso, aunque no sea así siempre, aprender de ellos para no repetirlos.
Fantástica recomendación.
Besos, y feliz fin de semana.
Pues es una autora que te recomiendo. Tiene varias novelas donde escoger, ambientadas en momentos diferentes de la historia de España y todas muy buenas.
EliminarO la gente no lee nada nunca o el conocer los errores cometidos no ayuda a superarlos. Veo que continuamente se cae en las mismas atrocidades y a veces las cometen los mismos que las sufrieron. No tengo ninguna fe en que el ser humano termina alguna vez con la guerra y la barbarie. Mientras tanto, seguiremos leyendo.
Un beso.
De Sara Mañero solo he leído Atrapando la luz. Doy fe del trabajo de documentación por parte de la autora que señalas y alabo también su envolvente prosa. Además, guardo un grato recuerdo del personaje de Elvira. De todas las demás novelas de la autora, esta es la que más me llama la atención. Sabía un poco de qué iba por su sinopsis, pero tu reseña ha añadido más motivos para leerla como, por ejemplo, las diferente y a la vez similares cartas de Juan y Daniel.
ResponderEliminarBesos
Es una novela muy interesante que te gustará. El tema de cómo se sienten los dos jóvenes frente a la guerra, cada uno desde su posición, está muy bien reflejado. También lo está la forma de ser de cada uno y su formación en la prosa de Sara Mañero que es camaleónica y sabe adaptarse de maravilla a los tiempos, lugares y personajes. Y la parte histórica... qué voy a decir. Documentada hasta en sus menores detalles, detalles que nos va contando y que me han venido muy bien para completar un poco más un episodio de la guerra que conocía tan solo a grandes rasgos. Anímate.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarNo he leído a la autora. Una historia sobrecogedora que no parece tener desperdicio, seguro que no deja indiferente a nadie y que además invita a reflexionar.
Pueda que me anime a futuro, la parte histórica me frena un poco, probablemente necesitaría documentarme a medida que vaya leyendo el libro ya que no domino con precisión los hechos ;)
Me encanta ver que es la séptima novela de Sara Mañero que disfrutas ;)
Un beso.
Creo que he leído todos los libros que tiene publicados Sara Mañero, excepto el último que ya está en mi estantería de pendientes. Es una autora con una manera muy particular de escribir y de escoger las épocas en que ambienta sus novelas. Y tiene para todos los gustos: la época de la conquista en Perú, la convivencia en España de judíos, musulmanes y cristianos, la pérdida de Filipinas, la primera mitad del siglo XX con las guerras de Marruecos, el siglo XIX con su convulsa política (aunque cuándo no ha sido convulsa la política en España).
EliminarRespecto a la parte histórica de esta novela, creo que está tan bien contada y con tanto detalle que, aunque no sepas nada del asunto en principio, no notarás que te faltan datos porque en la novela está todo.
Un beso.