"Cielos de plomo" Carlos Bassas del Rey
La última novela de Carlos Bassas del Rey, Cielos de plomo, nos lleva a una Barcelona negra y oscura, a lo más bajo de la sociedad, los desclasados que sobrevivían a mediados del siglo XIX dedicados toda clase de robos, hurtos y estafas; gente que como nuestro protagonista y narrador solo se tienen a sí mismos.
«Desconozco más cosas de las que sé en este mundo.
No sé cuándo nací.
No sé el nombre que me puso mi madre, si llegó a elegir uno mientras me cargaba en el vientre, a gritarlo mientras me alumbraba.
No llegué a conocerla.
Tampoco a mi padre».
Estamos en 1843 y Miquel Expósito ha pasado por varias instituciones para niños abandonados; la Misericordia hasta los seis años; la Casa de Caridad, posteriormente, y la Casa de Corrección a donde iban para su reeducación aquellos que «según las autoridades, estábamos afectados por graves desviaciones como el robo, el vicio, el alcoholismo y la irreligión». Ahora vive libre por las calles de Barcelona integrado en la Tinya, una organización criminal perfectamente estructurada a la que pertenecen niños y jóvenes incluseros que viven del hurto y de la venta de cualquier cosa, información de todo tipo incluida.
La historia nos la cuenta Miquel ya mayor, con cincuenta años. Tuvo lugar cuando él tenía diecisiete y fue lo que le hizo crecer de golpe y perder la poca inocencia que podía quedarle. Todo comenzó con el asesinato de su mejor amigo, casi hermano, Víctor, a manos de un desalmado. No fue Víctor la única víctima del que podíamos considerar asesino en serie, cuando aún no se había definido este tipo de asesinos. Hubo más y todos murieron con el mismo modus operandi: con el vientre abierto y las tripas fuera de su sitio. Un tipo de crimen al que Miquel nuca se había enfrentado «En mi mundo, cuando no es natural —si es que la miseria puede considerarse una pestilencia más—, la muerte tiende a obedecer a motivos de índole más simple y práctica. Es igual de sucia y de definitiva, pero jamás así de cruel».
Miquel decide vengar a su amigo, pero primero tiene que descubrir quién está detrás de esos crímenes. En su investigación contará con la ayuda de Andreu Vila, un gacetillero que vive del intercambio de información y favores y de la publicación de folletines por entregas y novelas de cordel; Don Pedro Monlau, médico y periodista, antiguo jefe en el periódico de Andreu y Don Pedro Mata, médico también y Diputado en Cortes. Gracias a los dos médicos Miquel entrará en un mundo desconocido para él. Un mundo de salones elegantes, criados, porteros y todo tipo de gentes que lo miran como a un advenedizo.
La investigación descubrirá a Miquel que aún hay seres más desahuciados que los niños de la calle en Barcelona. El tráfico de esclavos se presentará cada vez con más claridad como causa de los crímenes y Miquel se verá incluso obligado a viajar a la Habana para poder completar su misión de venganza. «No dejaba de pensar en que muchos de aquellos señores de misa semanal —algunos incluso diaria— y reputación intachable seguían haciendo fortuna gracias al tráfico de esclavos. No solo explotaban como a bestias de tiro a los trabajadores de sus fábricas, sino que seguían engrosando su imperio arrebatándole a hombres, mujeres y críos su posesión más valiosa: la libertad».
Esclavitud, pero también miseria en libertad. Cielos de plomo nos muestra una sociedad que se desarrolla en plena época y en plena zona industrial. Ricos empresarios, dueños de fábricas que aumentan sus fortunas explotando a sus obreros libres y, en algunos casos, con el comercio de esclavos. En Barcelona no hay esclavitud, pero la mayoría de sus hijos trabajan hasta la extenuación y la pérdida de la salud por sueldos que no les permiten vivir con dignidad. «Para estirar el sueldo, quien más quien menos tenía realquilada alguna de las habitaciones, en la que podían llegar a apretujarse familias enteras. Pobres explotando a míseros». Y es que hasta en la pobreza hay clases.
Barcelona, la Barcelona de mediados del siglo XIX se nos manifiesta como un personaje más. Un personaje hostil que engulle a sus habitantes y los destroza en fábricas insalubres. «[...] muchos habían abandonado el campo en busca de un nuevo futuro en la ciudad, sin saber que lo único en lo que iban a convertirse era en carnaza para un monstruo que, seis días a la semana, doce horas al día, abría sus fauces y los devoraba sin compasión». Un personaje sometido a los cambios que empiezan a vislumbrarse y que la pondrán a la altura de las grandes ciudades europeas. Y para materializar esos cambios un factor importante era el derribo de las murallas. Don Pedro Monlau, personaje histórico, era un convencido defensor de dicho derribo, cosa que estaba prohibida dada la calificación de Barcelona como plaza fuerte.
«Vivíamos inmersos en una época de grandes cambios; se planeaban nuevos espacios públicos, grandes edificios y teatros, las fábricas habían comenzado a funcionar con la fuerza del vapor y algunas calles a iluminarse con gas. [...] pero, para lograrlo, debía romper de una vez por todas con los muros que la rodeaban, aquel cerco que parecía hacerse más alto y más grueso cada día que pasaba».
Pero de momento es una pequeña y sucia ciudad encerrada en sus murallas. Una ciudad ajena a las circunstancias de sus habitantes más desfavorecidos, cruel en su deseo de supervivencia, sumisa hacia los ricos y poderosos que la van conformando a su gusto.
Las descripciones que el autor hace de la Barcelona de 1843, como las que se hacen de La Habana, habrán requerido una ardua labor de documentación. Hay que conocer las calles, los barrios, el ambiente... sumar a ello el conocimiento de los hechos históricos que se mezclan con los ficticios. Personajes reales como Pedro Felipe Monlau i Roca o Pedro Mata i Fontanet, se mezclan e interactúan con los imaginarios que dan cuerpo a la novela. Interesante en ese sentido es leer la nota del autor que viene al final del libro y que explica muchas cosas que terminan de redondear la historia.
Como la redondea el epílogo supuestamente escrito más de cuarenta años después de los hechos y en el que Miquel cierra la narración. Con unas palabras de este epílogo quiero terminar la reseña de este libro que he tardado en leer más de lo debido y que me ha parecido tan fantástico como el resto de las novelas de Carlos Bassas del Rey.
«Quizá os preguntéis qué sentí en el instante mismo en el que mi enemigo cayó al fin herido de muerte… La respuesta es tan simple como inquietante: nada. Ni siquiera un tenue asomo de satisfacción. Más bien un repentino vacío y el vértigo de una pregunta: ¿y ahora qué?».
Otros libros de Carlos Bassas del Rey con el enlace a la reseña correspondiente:
"Justo"
"Soledad"
*"Mal trago"
*Los libros con asterisco pertenecen a la serie Herodoto Corominas.
Título del libro: Cielos de plomo
Autor: Carlos Bassas del Rey
Nacionalidad: España
Editorial: Harper Collins
Nacionalidad: España
Editorial: Harper Collins
Año de publicación: 2021
Año de publicación original: 2021
Nº de páginas: 304
Tenemos muchas coincidencias en los gustos y con esta me tientas así que te sigo.
ResponderEliminarOjalá te guste.
EliminarUn beso.
Con esta novela me acerqué por primera vez al autor y con decirte que no será la última creo que queda claro lo mucho que me gustó este viaje a la Barcelona del siglo XIX.
ResponderEliminarBesos.
He leído varias novelas suyas y, con todo lo que me ha gustado esta, no es la que más. Es un gran autor con mucho que decir. Justo y Soledad te gustarán seguro.
EliminarUn beso.
Del autor sólo he leído Justo, que me gustó bastante. Y por lo que cuentas de esta novela, creo que me va a gustar incluso más, así que bien anotada me la llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Y anota también Soledad porque es fantástica. Si te van las series, te aconsejo también la trilogía de Herodoto Corominas.
EliminarUn beso.
Buenas tardes, Rosa:
ResponderEliminarMe fascina todo lo que nos cuentas de la novela. La oscuridad de ese mundo de mediados del siglo XIX, con sus avances industriales y su repercusión en temas sociales. Por otro lado, nunca he leído sobre la Barcelona de aquella época y me atrae un montón, al igual que la Habana colonial. Apunto esta interesante historia. ¿muchas gracias por dármela a conocer!
Un abrazo y buenas lecturas!!
La ambientación que hace Carlos Bassas del Rey, tanto de Barcelona como de La Habana, es fantástica. ya solo por eso merece la pena leer la novela. Aparte, se trata de una historia negra de lo más interesante y descarnado.
EliminarUn beso.
Soy fan de Carlos Bassas, además de la trilogía sobre el amigo Horodoto y la de Monogatari, he leído "Soledad" y "Justo", posiblemente mi favorita, no sabía de este nuevo libro, pero no tardaré en hacerme con él. Gracias.
ResponderEliminarUn beso
Yo no he leído la de Monogatari. es un mundo que me da mucha pereza y no me atrae nada, aunque también pienso que tratándose de Carlos Bassas del Rey igual hasta me atrapa. Seguro que te encanta Cielos de Plomo.
EliminarUn beso.
Hola , Rosa. No queda duda de que es una novela muy bien escrita, trabajada, de esas que se nota que el autor se ha implicado y entregado. Igual voy a decir un disparate pero se parece un poco al mundo Dickens. La verdad es que este tipo de historias de bajos fondos me cuestan, es todo muy sórdido. Pero está bien el contraste y que está claro que hay gente muy, muy rica porque hay gente muy, muy pobre. Una novela interesante. No la descarto.
ResponderEliminarBesos
No es ningún disparate. El ambiente sí que recuerda a Dickens, pero la historia es mucho más negra y dura. Sordidez hay mucha, en esta novela. Entiendo que no te sientas cómoda en ese ambiente. A mí me pasa don el mar. No me gusta leer libros que tienen lugar en un barco. Todo tenemos nuestros lugares de rechazo y los que nos atraen sin remedio, aunque a veces una se lleva grandes sorpresas.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Tengo este libro, pero sin leer todavía. No sé si a ti te pasa pero soy una compradora compulsiva de libros y luego no tengo tanto tiempo como quisiera para leerlos todos, pero mi vicio me gusta y me hace feliz saber que los tengo para leerlos. Espero poder disfrutar esta lectura pronto. Mil gracias por tus impresiones.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
Compulsiva total. Tengo libros comprados hace más de veinte años a los que aún no les ha llegado la vez. Y con el Kindle, que son tan baratos y se compran tan fácil, me tengo que reprimir y aún así tengo también un montón pendientes.
EliminarNo dejes pasar este Cielos de plomo. Creo que te gustará.
Un beso.
Una historia de esas que enganchan inmediatamente. Me encanta esa ambientación decimonónica con el apunte de los primeros pasos hacia una industrialización imparable que cambiaría por completo la vida en las ciudades. A mí me ha llevado a pensar en Ruiz Zafón aunque sus tramas sean más dulces. Esta es muy dura, por lo que dices. No he leído nada del autor así que gracias por el descubrimiento, Rosa. Un beso.
ResponderEliminarRuiz Zafón era un autor más para jóvenes y por tanto no era nada duro en sus historias y en sus planteamientos. Carlos Bassas del Rey es un autor muy duro. Sus historias golpean fuerte. Me queda por leer una trilogía que se ambienta en el Japón del siglo XVII y no me atrae en exceso. El resto es todo muy recomendable. Un autor realmente bueno.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarMe llama la atención la pericia del autor para a través de las letras tener esa capacidad de que visualicemos esa Barcelona ténebre, oscura y sórdida. Lo curioso es que casi dos siglos después, y especialmente en barriadas de Madrid y Barcelona, se sigan realquilando habitaciones o incluso haya pisos patera con el "síndrome de la cama caliente". Quizás los tiempos de la esclavitud laboral que siguen haciendo ricos a unos pocos no difieren tanto de los del siglo XIX.
Besos.
Con la inmigración y los trabajos con los que no alcanza para vivir se han recuperado costumbres perdidas durante más de un siglo, como esa de realquilar habitaciones o camas a los que aún tienen menos para poder salir adelante. Como dice el autor, «Pobres explotando a míseros». La diferencia entre la explotación de hoy y la esclavitud de ayer solo difiere en que el amo no tiene derecho a castigar, vender o matar al esclavo, por lo demás puede dejar al explotado en la calle para que se muera de necesidad. la diferencia es notable, pero...
EliminarUn beso.
Hola Rosa, sigo sin estrenarme con el autor y eso que cada vez que veo que se publica una de sus novelas entra en mi lista directamente así que no se porque no me animado todavía. De esta me llama especialmente la ambientación, esa Barcelona tenebrosa y oscura. De este año no pasa. Gracias por la recomendación. Besos.
ResponderEliminarPues no lo dejes pasar más tiempo porque seguro que te gustará. Cielos de plomo es su novela más negra, sin haber leído las ambientadas en Japón. Tiene una capacidad para crear, más bien describir, ambientes que hace que el lector se sumerja en ellos. Aquí tanto Barcelona como La Habana están descritas con mucho verismo.
EliminarNo lo dejes para otro año.
Un beso.
La trama en sí no es que me llame mucho, pero la verdad es que la ambientación de esta novela y esa Barcelona de la época de fondo o más bien como un personaje más suena muy apetecible.
ResponderEliminarBesos
La ambientación es muy buena y, sobre todo, el autor escribe de maravilla. Hay una imagen muy cruda de la sociedad de la época, un testimonio muy bueno y sin concesiones. El pretexto es una historia de asesinatos e intriga, pero creo que puede gustar a cualquiera, amante del género o no.
EliminarUn beso.
Es que la vida en el siglo XIX, con aquellos modos industriales que exigían un entrega y esfuerzo extenuantes a los obreros, al límite, con toda esa vida mísera de los trabajadores explotados, la escasa o nula conciencia del bienestar social de los asalariados (no digamos ya los que ni siquiera llegaban a la condición de asalariados), hacían que la vida en sí misma fuese una novela negra en donde nunca aparecía la palabra Fin.
ResponderEliminarSiempre me ha llamado la atención esa ardua labor de documentación a la que se entregan muchos escritores, como hace Bassas, u otras que a referido Pérez Reverte, por ejemplo, que les pueden llevar varios meses leyendo ingentes cantidades de documentos, prensa, charlas, etc, etc. Me dejan asombrado y da una idea del trabajo que puede haber detrás de un libro.
Beso, Rosa.
Debió de ser una época terrible. Cuando se lee sobre ella, tanto en novela como en ensayo, se le ponen a una los pelos de punta. Toda la familia, niños incluidos, trabajando diez o doce horas seis días a la semana para no poder casi vivir. Ciertamente, no son necesarios asesinatos ni crímenes de ningún tipo para hacer de su relato un relato negro. Bastante crimen era el trato que recibían los más desfavorecidos.
EliminarA mí también me sorprende mucho esa labor de documentación. Yo no sé si sabría por dónde empezar.
Un libro muy interesante de un autor muy recomendable.
Un beso.
A veces esa mezcla de historia y ficción está tan bien llevada que se aprende muchísimo. No me imagino trabajar 12 horas cada día, apenas hago 7 en oficina y caigo como una piedra cada noche dejando todas las labores extras del hogar para los fines de semana. Las luchas del pasado sí que nos libraron de tormentos, lo triste es que en algunas partes de este mundo sigue pasando. Se nota que el argumento es duro, el desarrollo de una novela en los bajos fondos me compromete siempre las emociones y dado que el protagonista logró su venganza, invita mucho a conocer lo que le ha costado, partiendo de esa infancia tan dura sin arraigo en ninguna parte. Por supuesto anotado.
ResponderEliminarYo creo que he aprendido más historia en las novelas que en los manuales y libros de texto.
EliminarTenía que ser terrible la vida de los asalariados en aquella época (peor aún la de los que no tenían salario) porque trabajaba toda la familia un montón de horas, todos los días, para no llegar más que a sobrevivir con dificultad.
En este mundo del estado del bienestar (que se va perdiendo) gracias a las luchas sindicales, revoluciones, etc. hemos conseguido vivir como vivimos ahora, pero es cierto que en otras partes del mundo aún no se han conseguido muchas cosas que aquí se dan por supuestas.
Un beso.
O sea, que el portagonista acaba hallando y matando al asesino que buscaba, je, je.
ResponderEliminarEs broma, porque lo verdaderamentre interesante de esta novela, a mi etender, no es saber cómo acaba la búqueda y captura de ese asesino en serie, algo que se supone que tiene que acabar exitosamente, sino la descripción de una sociedad injusta y brutal para con los desfavorecidoa, que fueron muchos, sometidos a la tiranía de los empresarios pertenecientes a a alta burgesía barcelonesa de la época, así como las vicisitudes del protagonista y de los ersonajes que le acompañan en esa búsqueda.
Esta mezcla de realismo histórico y de suspense de ficción, me encanta. Tomo, pues, debida nota de esta novela, la cual quizá también tarde en leer, al igual que tú, je,je.
Un beso.
Me permití meter esa cita porque se supone que en las novelas de intriga siempre se termina descubriendo al culpable. ya me he cuidado de saltarme el nombre, pero me pareció una cita muy buena.
EliminarEs cierto que lo mejor de la novela no es quién asesina, sino por qué. Las razones ocultas que se esconden en esa sordidez, esa explotación, ese enriquecerse a costa de lo que sea.
Y, como barcelonés, creo que te gustará mucho la ambientación y las descripciones de la ciudad a mediados del siglo XIX. Seguro que disfrutas con la novela.
Un beso.
Me llama mucho la ambientación de la novela que describes, esa Barcelona negra y tétrica en esa época, mediados del siglo XIX y esa sociedad que presenta, ese pillaje y un asesino en serie, que sabes me encantan. Este autor te gusta mucho, te gusta de forma especial y aunque ya tenía ganas de leerle, tu recomendación de Soledad ha hecho que me apetezca mucho más. Veo por ahí arriba que la de Justo también la recomiendas mucho
ResponderEliminarYo, mientras no forme parte de saga..., empezaría por cualquiera
Besos
Pues cualquiera de estas tres seguro que te gusta mucho. la serie de Herodoto Corominas también es muy buena, pero entiendo que no llegues a animarte porque empezar una serie es apuntar todos los libros que la componen en la lista y ya están bastante sobrecargadas las pobres.
EliminarJusto, Soledad y Cielos de plomo, son tres novelas totalmente distintas entre sí, pero tienen en común la maestría del autor en la forma y en el contenido. Seguro que las disfrutas. Espero que pronto haya una nueva.
Un beso.
Me gustan las historias ambientadas en el XIX y, por lo que cuentas, esta novela merece la pena. No he leído nada del autor así que me estrenaré con ella.
ResponderEliminarUn beso
Creo que te gustará este ambiente negro de la Barcelona del siglo XIX. Y también los barrios de La Habana tan distintos según sean para los negros o para los blancos poderosos. Nada distinto de lo que pasaba en Barcelona donde no había negros, pero sí pobres y ricos.
EliminarUn beso.
Pues ni idea del autor ni tampoco de la novela, que no me sonaba de nada. Pero me gusta mucho lo que cuentas. Viajar a la Barcelona de esos años me parece algo muy apetecible para sumergirme en ese misterio. No me importaría echarle un ojo al libro. Besos, Rosa.
ResponderEliminarPues es un autor que merece la pena conocer. Tiene premios prestigiosos como el Dashiell Hammett y, desde mi punto de vista, escribe de maravilla novelas muy interesantes. te animo a conocerlo con este o con otro de sus libros.
EliminarUn beso.
Interesante conocer Barcelona antes del Ensanche que hizo Cerdá posteriormente. Imagino que la acción sucederá en el barrio gótico donde la trama de la ciudad es claramente medieval, con calles irregulares que se contrapeaban para evitar el viento. Derruir las murallas suponía expansión y modernización al más puro estilo del París de Haussmann. Me parece muy interesante la vida de las gentes que contribuyeron desde abajo a forjar la Cataluña en general y La Barcelona en particular más europeas. Me apunto este título y su autor, al que tampoco conocía.
ResponderEliminarUn beso.
Un gran autor de novela negra y policíaca, con una forma muy peculiar y muy hermosa de escribir.
EliminarRecorrer la Barcelona de mediados del siglo XIX de su mano, es como recorrer el París anterior a Haussmann, en efecto. Creo que te gustará leer esta novela y conocer a Carlos Bassas del Rey.
Un beso.